BARACUTEY CUBANO

Por Julio Antonio Aleaga Pesant

Periodista independiente.
aleagapesant@yahoo.es



El Vedado, La Habana, 4 de marzo de 2010, (PD) La muerte del demócrata Orlando Zapata Tamayo el 23 de febrero de 2010, luego de 85 días de huelga de hambre en las ergástulas cubanas, removió las estructuras internacionales y su visión sobre la realidad criolla. Se convirtió en un gran escándalo contra la dictadura.

Un hecho similar, la muerte de Pedro Luis Boitel, el 24 de mayo de 1972, tras 53 días de huelga de hambre en las prisiones de la isla, solo se mantuvo en la memoria de la resistencia democrática. El mundo bipolar y el control absoluto de los medios de información por el régimen impidieron que ese crimen fuera conocido y condenado por la comunidad internacional en su momento.

Hoy, la muerte del preso político y de conciencia tiene un escenario diferente. Existe la multipolaridad y el desarrollo de la tecnología y los medios de comunicación sobrepasaron las barreras de la censura gubernamental.

El papel del periodismo independiente, los blogueros, Radio Martí y su página web fue trascendente en la internacionalización de la información y en el conocimiento paso a paso de la crisis. Esa avalancha informativa, que incluyó una ola represiva con más de 100 detenidos en todo el país, trató de ser contrarrestada por la prensa del régimen, que hizo públicas unas fotos de F. Castro durante la visita del Presidente de Brasil. Sin embargo, los más importantes informativos del mundo reservaron sus espacios estelares para la tragedia cubana.

A esa dinámica se sumaron los corresponsales extranjeros en La Habana, “picados” tras la denuncia de estar comprados por la dictadura a través del Centro de Prensa Internacional. La revelación del diario El Nuevo Herald puso al descubierto la falta de ética profesional de los periodistas extranjeros acreditados en Cuba, que obvian los crímenes del régimen para “… poder comprar un aire acondicionado.”

Presionado por el “cuarto poder”, el presidente del Gobierno Español, José Rodríguez Zapatero reconoció públicamente la violación de los derechos humanos en la isla, exigió la libertad de todos los presos políticos cubanos e hizo llegar su condolencia a familiares y amigos del héroe. Sus declaraciones, son un golpe a la estrategia del canciller Miguel Moratinos de derribar la Posición Común Europea.

En los días precedentes a la muerte de Zapata, la dictadura participó en tres reuniones internacionales importantes, con norteamericanos sobre temas de migración, en la Habana, con España, sobre Derechos Humanos, en Madrid y en la Rivera Maya, México, con los países del Grupo de Río.

Aunque el canciller español fanfarroneó de hablar de la tragedia Zapata con la delegación de la dictadura, antes del desenlace, el bajo nivel de los visitantes y la participación de figuras comparsa del Partido Comunista de Cuba suplantando a organizaciones independientes, lo acusan de mentir.

Diferente fue la reunión en la Habana. Aquí, la delegación norteamericana planteó al vicecanciller Dagoberto Rodríguez el tema, y rogó por la solución del caso. Coherente con esa línea y luego de conocerse el deceso, la canciller Hillary Clinton hizo llegar a la familia el pésame por la tragedia.

Observadores internacionales esperan el reconocimiento del caso por la Secretaría General de las Naciones Unidas y que Bam Ki Moon exponga su posición. El Secretario General aclaró a través de uno de sus voceros que conoce la desventura que conmueve a la isla.

Fuera de juego quedan los gobiernos latinoamericanos con su silencio cómplice sobre la violación de derechos humanos en la isla.

La reunión de la Rivera Maya del Grupo de Río, trascenderá mas por la frase “Sea usted varón y quédese aquí”, dedicada al déspota venezolano Hugo Chávez por Álvaro Uribe que por los acuerdos de los “medio imperialismos” regionales.

La indignación internacional por el sacrificio de Zapata alcanzó al Comandante en Jefe, R. Castro. En un hecho inédito, lamentó públicamente la muerte de Orlando Zapata. Sin embargo, el General, acusó a Estados Unidos de estar tras la muerte del reo de conciencia (¿?).

En esa línea, el aparato político del régimen encomendó al periodista Enrique Ubieta, denigrar la figura del mártir a través del portal gubernamental Cubadebate.

No obstante las maniobras de la dictadura para hacer olvidar el crimen, su nivel de deterioro y ruptura a nivel social y tendencia a la ingobernabilidad, el incidente es comparable a las condenas internacionales tras el derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate el 24 de febrero de 1996 y la ola represiva contra Concilio Cubano y durante la Primavera Negra, los días 18, 19 y 20 de marzo de 2003.