sábado, abril 24, 2010

CUBA: Reina Luisa Tamayo Danger, una mambisa

Tomado de http://zoevaldes.net/



Reina Luisa Tamayo Danger, una mambisa.

Abril 23, 2010

Por Zoé Valdés

REINA LUSA TAMAYO DANGER, UNA MAMBISA.

En el día de hoy se cumplen dos meses del asesinato de Orlando Zapata Tamayo, desde mucho antes, su madre, Reina Luisa Tamayo Danger, había empezado a denunciar las torturas y los padecimientos de su hijo en la prisión, pocos la oyeron, o no quisieron hacerlo. Los dolorosos episodios tuvieron que acabar en crimen castrista, para que el mundo, por fin, atendiera las palabras de esta mujer.

Hoy, a dos meses de la pérdida de Orlando Zapata Tamayo, los esbirros de la Seguridad del Estado impiden que esta madre salga de su casa. Las turbas castristas le mantienen un cerco, acorralándola a ella y a su familia, en el lejano pueblo de Banes. Reina Luisa, sin embargo, no se amedrenta, desde su casa reclama libertad para los presos políticos, libertad para Cuba, y denuncia corajudamente a la dictadura de los Castro. Sus palabras son firmes, su discurso inalterable.

Hemos podido comprobar que esta señora, mayor ya, ha recibido golpeaduras, insultos, agresiones, amenazas en su contra y en contra de contra de sus otros hijos; mientras hemos sostenido una conversación telefónica se ha escuchado la gritería de las turbas. Incluso hasta una enfermera –quien se supone que como trabajadora de la Salud debería proteger a una anciana enferma- arañó y golpeó el brazo de Reina Luisa. Tenemos su nombre, por cierto, Reina Luisa lo ha repetido a través de diversas declaraciones públicas, que le han dado la vuelta al mundo.

¿Qué más puede hacerle la dictadura a esta mujer, qué más, después de haberle asesinado a Orlando Zapata Tamayo, después de haberle negado el acta de defunción, y de humillarla y torturarla como lo hace? Reina Luisa ha dejado bien claro que tendrán que matarla, pero que ella seguirá en su lucha por sus derechos, que son los que protegen a cualquier ciudadano del mundo, inscritos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. ¿Por qué no le permiten a esta señora que continúe con sus marchas pacíficas, vestida de blanco, hacia la iglesia donde ora por la memoria, por el espíritu de su hijo, por la paz y por la libertad?

He aquí la fragilidad de la dictadura, teme profundamente a la imagen de una anciana, negra, sencilla, que con sus dolorosas palabras y con su verdad ha conmovido a la opinión pública internacional.

Los dictadores ya no pueden ni siquiera esgrimir el pretexto de que los americanos quisieran invadir la isla. Todo lo que tienen enfrente es a una señora, a una madre cubana, a una anciana, negra y mambisa.

Zoé Valdés.