jueves, abril 22, 2010

Foto histórica e inédita de Humberto Sorí Marín, Comandante del Ejército Rebelde y Fiscal de la República que luego desertó

Nota del Bloguista

En un libro bastante serio sobre la invasión de Girón o Bahía de Cochinos escrito y publicado en Cuba y de nombre La Batalla Inevitable del historiador Juan Carlos Rodríguez, se muestra y demuestra que Humberto Sorí Marín había sido¨ penetrado¨ en Cuba por el G2 Castrista o Departamento de Seguridad del Estado. La amistad que tenían desde la Sierra Maestra Humberto Sorí Marín con el capitán Alcibiades Bermúdez sirvió para que Sorí Marín en el Exilio se acercara mediante cartas a Alcibiades Bermúdez, este se lo comunicó al G2 Castrista y desde que entró a Cuba todos sus movimientos eran conocidos; no fue casualidad el que detuvieran a prácticamente toda la dirección del clandestinaje antiCastrista en la casa en que estaba Sorí Marín; la equivocación del G2 de ir a la casa de al lado y no a aquella en la que se estaba efectuando la reunión de los líderes fue un error que se explica muy bien en ese libro. El hermano de Alcibiades Bermúdez, ya fallecido, también estaba trabajando para el G2. Humberto Sorí Marín fue herido en un glúteo cuando huía. Lo demás fue una ¨puesta en escena ¨para proteger a las fuentes que dieron la información.


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Tomado de http://eichikawa.com

Foto Histórica Inédita de Sorí Marín



Dr. Antonio de la Cova
Abril 20, 2010


En esta foto aparecen, de izquierda a derecha, Tután Fajardo, Alberto Fernández Hechevarría, Humberto Sorí Marín, mujer no identificada, Capt. Mario Redondo, Emilio Posada, y Ramón Corona. El grupo está en Miami frente al “Tejana III”, uno de los buques madres con que la CIA infiltró armamentos y hombres en Cuba antes de la invasión de Bahía de Cochinos.

El “Tejana III”, un ex caza submarino de la Segunda Guerra Mundial, iba artillado con cañones de 40 y 20 milímetros, ametralladoras calibre 50, y otras armas. El yate se mantenía en aguas internacionales mientras enviaba su cargamento a la isla en lanchas rápidas V-20, que alcanzaban 35 nudos de velocidad.

El 13 de marzo de 1961, Sorí Marín y Rafael Díaz Hanscom viajaron de Miami a la costa norte de la provincia de La Habana en el “Tejana III” y lograron infiltrarse sin ser detectados. Cinco días después, ambos hombres fueron arrestados en la capital en compañía de otros dirigentes de la resistencia anticastrista y fusilados posteriormente.

-Foto: Archivo del Dr. Antonio de la Cova
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Sorí Marín: La rueda de la historia en marcha atrás

Enviado por ei en Abril 20, 2010

Por Arnaldo M. Fernández


Anda por ahí el jueguito lingüístico de discernir entre disidencia «socialista» y oposición «anticastrista», como reflejo de la corta memoria histórica que no alcanza a percibir la disidencia anticastrista dentro del propio Movimiento Revolucionario 26 de Julio. Por aquello de las efemérides podemos traer a colación al comandante Humberto Sorí Marín, auditor del Ejército Rebelde y titular de Agricultura del primer gobierno revolucionario, fusilado (abril 20, 1961) por delitos «contrarrevolucionarios» tras ser apresado en la casa número 110 de la calle 186 en el Reparto Siboney (entonces Marianao en vez de La Lisa).

Sorí Marín pasó fácil de auditor al puesto ministerial (enero 6, 1959) porque, además de haberle montado a Castro los consejos de guerra en territorio bajo control de la guerrilla, se encargó de administrar el ganado y el café e intervino en la concepción de la Ley de Reforma Agraria (octubre 10, 1958) del Ejército Rebelde (que con ella se reservó la propiedad y la cúspide del Pico Turquino). Solo que Castro dejaría a Sorí Marín prácticamente fuera de la otra Ley de Reforma Agraria (mayo 17, 1959), la grande, a la cual incorporó hasta sus ocurrencias durante el viaje a la Comandancia de la Sierra Maestra, donde se proclamaría simbólicamente sin la presencia del ministro del ramo.

La cartera de Agricultura dejó tiempo libre a Sorí Marín para presidir el juicio circense (récord Guinness) contra Jesús Sosa Blanco, Ricardo Luis Grau y Pedro Morejón (enero 23-24, 1959), el Tribunal Superior de Apelaciones de Ciudad Libertad y el Tribunal Revolucionario de La Cabaña, adonde también compareció como testigo de cargo en el curioso caso del abogado Conrado Bonet Ramírez, quien tuvo la ocurrencia de vestirse de primer teniente del Ejército Rebelde para ir a la oficina de Sorí Marín y pedirle ubicación como auditor. Sorí Marín también dejó constituido (enero 30, 1959) el Consejo Superior de Guerra, para resolver las apelaciones de los condenados a muerte por los tribunales revolucionarios.

A la postre todo ese tinglado justiciero que Sorí Marín había montado se retorció contra él: en la Causa 152 (1961) el fiscal Fernando Flores Ibarra pidió la pena capital y el tribunal, bajo la presidencia del primer teniente Pelayo Fernández-Rubio Cardoso, alias Pelayito Paredón, terminó imponiéndola (abril 18). El Consejo Superior de Guerra ratificó enseguida la sentencia, que se ejecutó por fusilamiento y sin publicidad en fortaleza militar, como disponía el Código de Defensa Social.

-Foto: © Enrique Meneses. En el combate de Pino del Agua (febrero 14, 1957) Castro pide por escrito al jefe adversario que se rinda. Al centro, de pie, Humberto Sorí Marín, quien asegura que después de esta acción empezó a concebirse la reforma agraria de 1958.

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Asere, cuidao, que aquí naide sae quien e´ quien

Enviado por ei en Abril 20, 2010

Por Gustavo Silva


Andrew St. George contó que Sorí Marín había planeado liquidar a los hermanos Castro y promover un alzamiento general. Esta conspiración involucraba a jefes militares y funcionarios del gobierno castrista pero, como la CIA tenía a punto la invasión por Bahía de Cochinos, sus agentes contactaron a los conspiradores con ánimo de coordinar acciones. Una de las reuniones tuvo lugar en una casa de la calle 11, Miramar, para planificar incendios de grandes proporciones en la Habana Vieja, como señal inequívoca del levantamiento, con las petacas incluidas en el cargamento de armas que había llegado desde Cayo Maratón (Florida) en el yate Texana III.

A unas cuadras de aquella casa, un patrullero se detuvo a registrar otra y de aquí escapó una mujer escapó con su hija. Uno de los agentes observó cómo lo hacía, por entre cercas y jardines, hasta dar justamente al patio de la casa donde se hallaban los conspiradores. La patrulla se dirigió hacia allí para prender a la fugitiva y dieron con los once figuras claves del complot organizado por Sorí Marín, entre ellos cuatro cubiches de la CIA, con papeles tan bien falsificados que acabaron siendo ejecutados bajo sus identidades supuestas. Según St. George, la pistola le saltó entre las manos a Sorí Marín cuando hizo el ademán de empuñarla, al tiempo que la metralleta checa del seguros se encasquillaba y daba tiempo para que Sorí Marín intentara escapar, infructuosamente, tirándose por una ventana. Sorí Marín se había infiltrado en Cuba hacia marzo de 1960. El mismo día que a él fusilaron a Rogelio González Corzo, a.k.a. Francisco, el lugarteniente del Movimiento de Recuperación Revolucionaria (MRR) que comandaba Manuel Artime.