viernes, abril 23, 2010

Hilda Molina: Las Damas de Blanco viven en un 'corredor de la muerte'

Tomado de http://www.diariodecuba.net



Hilda Molina: Las Damas de Blanco viven en un 'corredor de la muerte'


Viernes 23 de Abril de 2010
Agencias

La disidente cubana Hilda Molina afirmó este jueves que las Damas de Blanco viven en un "corredor de la muerte" semejante al que ella misma sufrió durante años en Cuba, una experiencia recogida en un libro que refleja "su verdad" sobre la revolución castrista.

En vísperas de presentar su autobiografía Mi verdad en la Feria del Libro de Buenos Aires, donde vive desde hace diez meses junto con su madre y su hijo, Molina dijo que, aunque desearía estar equivocada, no se siente optimista respecto a un cambio en la Isla.

El pueblo cubano "vive inhibido por el miedo a la represión física y la ejecución moral", declaró a la agencia EFE.

"Estamos enfermos los cubanos, tenemos la enfermedad social que se produce como resultado de 50 años de vivir sin libertad", lamentó.

En su opinión, las Damas de Blanco, familiares de 75 disidentes encarcelados en 2003, "están en el corredor de la muerte como están muchas madres cubanas".

"Están muriendo en vida separadas de sus hijos y, cuando salen a la calle pacíficamente con un ramo de flores para pedir por ellos, les acusan de mercenarias, de asalariadas del imperio, como también me acusaron a mí", sostuvo.

En Mi verdad, Molina, una neurocirujana de 66 años, relata cómo se fraguó su desencanto por la revolución de Fidel Castro debido a las "constantes incoherencias" de un régimen que, dice, "la mató en vida" al negarle durante 15 años permiso para viajar a Argentina, reencontrarse con su hijo y conocer a sus nietos.

El libro menciona su peculiar relación con Fidel Castro, quien sugiere que llegó a sentir por ella algo más que una mera admiración profesional, aunque hace hincapié en que jamás le faltó al respeto ni la acosó.

"En el orden profesional, él sentía una admiración grandísima. En el orden personal siempre fue una persona cariñosa conmigo. Me trató con muchísimo respeto. Me enviaba flores. Creo que posiblemente intentó decir algo, pero yo hice todo mi esfuerzo para que no avanzara. En algunos momentos en los que intentó entrar en otros temas, yo siempre le hablaba de trabajo", relató la doctora.

"Habría que preguntarle a él, pero yo creo que quedó algo pendiente de él hacia mí. Ojalá lo hubiera explicitado para poderle responder", afirmó.

Desde su punto de vista, eso explicaría la "muy extraña virulencia" con la que fue posteriormente reprimida.

En su autobiografía, agradece a la presidenta argentina, Cristina Fernández, y a su esposo y antecesor en el cargo, Néstor Kirchner, sus gestiones para que el gobierno de Castro autorizara su salida del país.

Molina fue autorizada a salir de Cuba en 2009, un año después de que el régimen permitiera que su madre, de 90 años, viajara a Buenos Aires.

Aunque por el momento descarta regresar a la Isla porque asegura que su único objetivo es cuidar de su madre, Molina reconoce que su sueño sería poder hacerlo para volver a ejercer la medicina.