jueves, abril 22, 2010

Roberto Baudrand y la traición

Nota del Bloguista

Muertes muy raras están ocurriendo en Cuba en muy cortoespacio de tiempo; varios ejemplos son:

1) la muerte de Adrián Leiva al regresar a Cuba en lancha pues llegó vivo a las costas de Cuba según admiten las autoridades y dicen que después murio porque ya que estaba medio ahogado. Pese a estar registradas sus huellas al sacar carnet de identidad cubano, pasaportes y al ser detenido como opositor en varias ocasiones, sólo es a los 13 días de fallecido que las autoridades cubanas de Seguridad del Estado le dicen a un familiar en Villa Marista ( Sede de Operaciones del DSE ) que estaba buscando a Adrián de que tienen un cuerpo sin identificar en la morgue de Medicina Legal; un sobrino le ve algunos moretones al cadaver en las partes inferiores de las costillas, en el pecho y debajo de los gluteos. A los familiares sólo le permitieron velar al cadaver sólo unas pocas horas.

Otra muerte extraña fue la de Ramiro del Río, que está involucrado en el mismo caso de Roberto Baudrand de la empresa Río Zaza; sobre su muerte sólo se sabe que murió en una prisión del centro del país y que su padre, de igual nombre, que había ocupado posiciones importantes en la dictadura, estaba bajo contro de la Contrainteligencia.
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Baudrand y la traición



Por Miguel Cabrera Peña
Miércoles 21 de Abril de 2010
Santiago de Chile


En las últimas semanas se han producido dos escándalos en Cuba cuyo corolario ha sido la muerte. Orlando Zapata Tamayo falleció luego de más de 80 días de huelga de hambre. Con la dramática protesta pretendió que se le mejoraran las condiciones carcelarias y se le tratara como el preso de conciencia internacionalmente reconocido que era.

La semana pasada, Roberto Baudrand fue hallado muerto en su apartamento de La Habana. Baudrand era un ingeniero chileno que se desempeñaba como gerente de la empresa productora de alimentos Río Zaza, propiedad a partes iguales del gobierno cubano y del ciudadano chileno Max Marambio.

(Max Marambio, viejo amigo de Fidel Castro y dueño, junto al Estado cubano, de la empresa Río Zaza, de la que Roberto Baudrand era gerente general. (QUÉ PASA) )

En apariencia, se trata de dos casos totalmente distintos. Pero aunque parezca extraño, el primero puede explicar el segundo.

La seguridad del Estado

Los opositores cubanos conocen —y para ello se preparan psíquicamente— lo que significa ser interrogado por la Seguridad del Estado, que fue el verdadero interrogador de Baudrand y no la Fiscalía General de la República. En todo caso, ambas ramas del régimen mantienen constante colaboración.

Después de la actuación de los "segurosos", no habrá forma de probar que hubo asesinato. Lo único que hay es un cadáver. Recuérdese que incluso capitanes, mayores, coroneles y generales cubanos, la mayoría curtidos en varias guerras, han sido abatidos, aplastados moralmente por interrogatorios semejantes. Piénsese en los involucrados en el proceso judicial contra el general Ochoa, y más recientemente, en Carlos Lage y Felipe Pérez Roque, aceptando ambos su indignidad, denunciada previamente por Castro en la prensa.

Salvo la oposición política de las últimas hornadas, ningún ciudadano corriente de ninguna parte del mundo democrático está capacitado para ser interrogado, durante dos días seguidos, por expertos de la Seguridad del Estado cubana.

Es evidente que el psicólogo y periodista Guillermo Fariñas, quien actualmente lleva a cabo una huelga de hambre, ha tenido muy en cuenta el peligro que significa oponerse al régimen. Así, se ha dado el hecho de que la muerte —para los cubanos es social, psíquica y finalmente biológica— la pone primero sobre la mesa el opositor, quien demuestra que su vida personal es asunto de segundo orden, destrozando así la estrategia y los objetivos de la eficaz agencia represora de los Castro.

¿Puede alguien pensar que los interrogadores desconocían que a una persona con afección cardiaca como Baudrand no se le podía someter a la misma presión que a alguien totalmente sano? La Seguridad del Estado sabía que Baudrand nunca había sido interrogado ni siquiera por la justicia ordinaria, como informó a la prensa el asesor legal de Marambio, el abogado Eduardo Contreras. Éste, que es un hombre de izquierdas, admitió que en La Habana vio a Baudrand "alterado", "nervioso" y "preocupado".

Para colmo, Chile no contó con la presencia de un experto en la autopsia aplicada al cadáver.

La maldad del imperialismo y las empresas de Marambio

El escándalo con la empresa Río Zaza parece inédito, pero no es más que la continuación coherente de la historia empresarial cubana a partir de 1959. Si como parece hubo corrupción, la pregunta pertinente es desde cuándo datan los malos manejos y si la empresa de Marambio es la única que los lleva a cabo en la Isla.

La corrupción en Cuba es generalizada y existe desde hace décadas.

Cualquier lector podría preguntarse: ¿Por qué entonces la empresa de Marambio? Amigo de Fidel Castro por más de 30 años, el empresario perdió de vista la ira del "comandante" contra quienes aducen que en Cuba no se respetan los derechos humanos. Marambio criticó al castrismo en tal sentido (a pesar de culpar al embargo) durante la campaña del precandidato presidencial chileno Marco-Enríquez Ominami, de quien era asesor. Seguidamente, Ominami lo siguió con declaraciones aún más duras.

Marambio olvidó que Castro no perdona semejantes criterios: los considera traición. No se los perdonó ni siquiera a Michelle Bachelet, cuya cancillería hizo un fuerte informe en la reunión de la ONU sobre derechos humanos, pocos días antes de que la mandataria viajara a la Isla en 2009. Con Bachelet en Cuba, "el comandante" escribió un artículo antichileno en torno al diferendo territorial con Bolivia. Castro también creó las condiciones para la poco edificante carrerita de Bachelet en pos de la entrevista con "el jefe", como le llaman sus íntimos.

Pero al mismo nivel que la ira de Castro vinculada al tema de los derechos humanos, habría que situar la calamitosa situación económica que atraviesa la Isla, culpable del actual "corralito". La falta de liquidez es proverbial (valdría la pena recordar los buques cargados de alimentos que siempre han esperado frente al puerto de La Habana, sin atracar, a la espera de que Castro pague lo que debe).

La imposibilidad de pagar a Marambio y lo que Castro considera traición política de su ex amigo, habrían llevado al anciano a desempolvar viejos expedientes. Y la historia que él mismo construyó vendría en su ayuda. Si fue capaz de confiscar propiedades a Estados Unidos por cerca de 6 mil millones de dólares a principios de los sesenta, qué significa un traidorcillo chileno.

No existe, en fin, inconveniente alguno para que La Habana no le decomise a Marambio sus propiedades, cosa que sin duda hará.

Contra Estados Unidos la confiscación fue un factor insoslayable en lo que luego se llamaría impropiamente "bloqueo". El historiador inglés Hugh Thomas afirmó —y confirmó Rafael Rojas— que "Estados Unidos estaba dispuesto a relacionarse con una revolución nacionalista radical en Cuba, que expropiara a sus empresarios incluso, siempre y cuando los indemnizara y celebrara elecciones". Castro nunca pagó y nunca hizo elecciones.

Marambio, quizá, acudirá a un tribunal internacional para tratar de recuperar los 23 millones de dólares que su amigo de otrora le embarga hoy, según la prensa chilena. Algo hará el empresario para limpiar su nombre, que Castro ensuciará todo lo que pueda. El embargo, ahora practicado por Castro, es otra contradicción en un régimen que, si la contradicción fuera enfermedad, ya Justify Fullhubiera hecho metástasis.

2 Comments:

At 4:48 a. m., Blogger Pedro Rholax said...

Sin embargo, ellos aseguran que Cuba indemnizó a los paíises expropiados, y que los USA fueron el único país que no aceptó la indemnización.

¿Cómo se come eso?

 
At 5:37 a. m., Blogger PPAC said...

Eso se come de la siguiente manera: Es mentira.

Solamente, que yo sepa, Canada que tenia 3 bancos en Cuba fue el que cobro.

Los grandes capitales extranjeros en Cuba ( los extranjeros solamente tenian entre el 15% y el 17 % de la riqueza del pais en sus manos ) eran los norteamericanos y los espanoles. En el momento de la intervencion a ninguno se les pago y los espanoles tuvieron que esperar que en 1984 el gobierno de Felipe Gonzalez hiciera el acuerdo de que el gobierno espanol le pagaria esas intervenciones a sus ciudadanos espanoles y que el monto de lo pagado quedaria como una deuda del Estado cubano al Estado espanol. Todavia el Estado cubano no le ha pagado al Estado espanol.

Los norteamericanos estuvieron de acuerdo en que fueran intervenidas , pero que la cantidad y la forma de pago se discutiera en los tribunales, que era como decia que se harian esas intervenciones segun la Constitucion Cubana de 1940 cuya restitucion fue uno de los pilares que enarbolo Fidel castro en su lucha contra Batista. la tiran'ia no acepto discutir precios ni formas de pago, sino lo que ella imponia. A eso se nego la tirania castrista.

Buen apetito !, buen provecho!, que le aproveche!, bon apetite !

diculpe, la falta de acentos o tildes y la letra adecuada, pero estoy en una computadora en casa de un amigo.

 

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