viernes, junio 18, 2010

CUBA: Disidentes critican a la jerarquía eclesiástica y Oswaldo Payá exige Transparencia para Cuba en las conversaciones entre Iglesía y régimen

Tomado de http://www.elnuevoherald.com/


Disidentes critican a la jerarquía eclesiástica


Por JUAN CARLOS CHAVEZ
jcchavez@elnuevoherald.com

Al segundo día de la estadía en Cuba del canciller vaticano, Dominique Mamberti, el líder opositor Oswaldo Payá criticó duramente a la jerarquía eclesiástica por no facilitar la integración de todos los sectores de la sociedad cubana en el proceso de diálogo con el gobierno de Raúl Castro.

"Creemos que los cubanos no deben quedar como espectadores de esta u otra negociación o interlocución, sino que ya deben disponerse a ser protagonistas de su liberación'', señaló Payá, coordinador del Movimiento Cristiano de Liberación.

En un comunicado titulado Transparencia para Cuba, difundido el jueves, Payá insistió en que la oposición merece ser escuchada y que, a pesar de que el catolicismo cubano ha madurado en circunstancias de pobreza y persecusión, "nadie debe pretender ser actor político desde la Iglesia''.

"Sólo anunciamos y proclamamos que, con diálogo o sin este, continuaremos luchando pacíficamente por la libertad, los derechos, la justicia y la paz en Cuba hasta lograr esas metas'', agregó Payá.

( Oswaldo Payá )

El secretario de la Santa Sede para las Relaciones con los Estados arribó el martes a La Habana para participar durante cuatro días en las actividades por los 75 años de las relaciones entre el Vaticano y Cuba, así como en la X Semana Social Católica.

El obispo de la provincia de Holguín, Emilio Aranguren, aseguró que la Iglesia no se siente privilegiada por tener acceso al diálogo con las autoridades gubernamentales.

"Los líderes de la Iglesia no tienen ese sentido de exclusión como si fuésemos los únicos que estamos en este momento en disposición de realizar este tipo de conversación'', dijo.

Payá criticó también que España siga las reglas impuestas por las autoridades cubanas en el marco de las conversaciones con la Unión Europea (UE) para la normalización de las relaciones con la isla.

Esta postura no contribuye a un proceso transparente de conciliación, dijo.

"Y la más significativa de estas reglas es que los más altos funcionarios españoles no dialoguen con la disidencia pacífica cubana'', agregó.

La UE aplazó hasta septiembre la revisión de su Posición Común hacia Cuba para dar tiempo a que el diálogo emprendido entre La Habana y la Iglesia permita nuevos progresos. El jueves, el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, respaldó la iniciativa de diálogo y avivó esperanzas de seguir avanzando en términos positivos.

Opositores dentro y fuera de la isla han criticado que las conversaciones entre la Iglesia y el gobierno sólo hayan conducido en un mes a la liberación de un preso político muy enfermo y al traslado de 12 hacia cárceles cercanas a sus hogares.

En Miami, el presidente del Partido Demócrata Cristiano de Cuba en el exilio, Marcelino Miyares, dijo que el acercamiento de la Iglesia y La Habana refleja el impacto internacional que han generado las denuncias de los disidentes.

"En primer lugar es un reconocimiento del Vaticano a la importancia del caso cubano que está dada por la muerte de Orlando Zapata Tamayo y el sacrificio de la huelga de hambre de Guillermo Fariñas que lleva 114 días'', afirmó Miyares. "Son eventos que han dado una visibilidad internacional de la cual el Vaticano ha tomado conciencia y es sensible''.

Zapata Tamayo murió el 23 de febrero tras una huelga de hambre de 83 días. Un día después comenzó su ayuno el disidente Guillermo Fariñas. El reclamo de ambos es la liberación de unos 200 prisioneros de conciencia. Fariñas, que permanece con plena conciencia, está siendo alimentado e hidratado por vía intravenosa en un hospital de su natal Santa Clara.

Miyares anotó que el diálogo entre las autoridades gubernamentales y la Iglesia debe ser analizado en perspectiva.

"En primer lugar, el gobierno cubano nunca ha dialogado con nadie, por lo tanto es un cambio muy significativo'', dijo. "Estamos en un proceso que no tiene marcha hacia atrás''.

Otras voces del exilio interpretaron el momento actual como resultado de las críticas que recibió La Habana por la crisis con los presos políticos.

Enrique Patterson, representante en el exterior del Partido Arco Progresista, dijo que en la agenda hay una serie de situaciones graves, como la violación de los derechos humanos, que han puesto al gobierno cubano contra las cuerdas ante la opinión pública internacional.

"La Iglesia parece que está más interesada en salvar la cara del gobierno que en salvar la vida de Fariñas y de sus compañeros políticos que están muriendo'', precisó.

La representante republicana Ileana Ros-Lehtinen sostuvo que Mamberti tendría que aprovechar su estadía para ver en persona la realidad que se vive en las cárceles cubanas.

"En lugar de limitarse a hablar sobre el deplorable estado de los derechos humanos en Cuba y la difícil situación de los presos políticos, debe visitar las cárceles donde los cubanos sufren a manos de matones de Castro'', indicó Ros-Lehtinen.

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OSWALDO PAYA: Transparencia para Cuba

La Habana -- El gobierno cubano ha continuado el diálogo con la Unión Europea en el que su interlocutor designado es el gobierno español. Este ha aceptado las reglas del gobierno cubano y la más significativa de estas reglas es: que los más altos funcionarios españoles no dialoguen con la disidencia pacífica cubana.

Esta exclusión es representativa de la contradicción entre ese diálogo y los anhelos más legítimos de los cubanos. Por eso ese diálogo no es un facilitador del diálogo entre cubanos, ni de los cambios pacíficos, porque niega la voz a los que expresamente y directamente vamos a la raíz del problema al demandar los derechos para los cubanos. Si hay presos políticos en Cuba, es porque el gobierno niega muchos derechos a los cubanos.

No se puede desconectar a esos cubanos de la causa por la que fueron encarcelados injustamente. Ellos, nuestros hermanos y compañeros de lucha, están en prisión por defender pacíficamente los derechos de todos los cubanos, por eso deben ser liberados rápidamente y sin condiciones.

El gobierno no respeta el derecho del pueblo a saber, lo sumerge en la angustia y la desinformación y en la incertidumbre sobre su vida y su propio futuro y ni siquiera se compromete ante sus ciudadanos a realizar los cambios y respetar sus derechos. No es la Iglesia la que tiene presos a los presos, sino el gobierno, no es la Iglesia la que niega los derechos a los cubanos, sino el gobierno. Pero tampoco es justo con el pueblo de Cuba, ni con la fiel y sufrida Iglesia en Cuba, que es parte de pueblo, que algunos pastores acepten el papel de ser interlocutores únicos del gobierno aquí en Cuba, aceptando y practicando así la condición de exclusión que impone el propio gobierno, en el momento en que los cubanos queremos cambios con transparencia, derechos y que se le respete al pueblo lo que es del pueblo: la libertad. Esa que Dios da y que nadie puede quitarnos.

Desde los tiempos de las otras dictaduras que azotaron a Cuba y durante toda la dolorosa historia del presidio político en esta dictadura, muchos familiares de prisioneros políticos y también comunes, así como cubanos perseguidos y excluidos, han encontrado en la Iglesia asistencia, consuelo y acompañamiento humano en medio de la pobreza, las enormes dificultades y el dolor. Así ha sido también y muy especialmente después del encarcelamiento de los que llamamos los Prisioneros de la Primavera de Cuba, que son un signo de la esperanza de la liberación. La Iglesia puede ser perseguida y criticada por cualquiera, pero también cuando no tengan donde acudir hasta esos que la critican y persiguen como cualquier otro, pueden acudir a ella y tocar sus puertas y encontrarán la acogida amorosa de religiosas, sacerdotes, laicos y también de sus obispos. Mucho más una iglesia que en Cuba ha madurado en la pobreza y se ha afirmado y unido en su fidelidad a Jesucristo, sufriendo la persecución. También hemos aprendido dela Iglesia, que nadie debe pretender ser actor político desde la Iglesia, porque convierte a la Iglesia en parte política, cuando esta debe ser facilitadora del diálogo entre todas las partes. Creemos que los cubanos no deben quedar como espectadores de esta u otra negociación o interlocución, sino que ya deben disponerse a ser protagonistas de su liberación, protagonistas de su propia historia, como profetizara el papa Juan Pablo II.

El gobierno ni nos reconoce a los disidentes, ni dialoga con nosotros, porque tendría que reconocer y respetar los derechos y la libertad de los cubanos. Por disidencia u oposición se conoce al movimiento que dentro y fuera del país lucha pacíficamente por la libertad, la reconciliación y los derechos humanos en Cuba. La disidencia, entonces, es mucho más que una temática que pueden tratar el Gobierno y representantes de la Iglesia sin escucharnos o considerarnos. Somos un grupo de cubanos y cubanas que durante décadas, la mayor parte del tiempo como voz solitaria en el desierto del terror y la mentira, hemos proclamado el derecho de los cubanos a los derechos y buscado la paz trabajando por la justicia. No pedimos espacio ni privilegios ni reconocimiento para nosotros, ni lugar en diálogos que no sean con todos los cubanos, solo anunciamos y proclamamos que, con diálogo o sin este, continuaremos luchando pacíficamente por la libertad, los derechos, la justicia y la paz en Cuba hasta lograr esas metas. Ese lugar no nos los otorga nadie en este mundo y en esa misión nos encomendamos a Dios Nuestro Padre, Señor de la Historia.

Coordinador del Movimiento Cristiano Liberación.