DESDE CUBA: CARTAS, JUEGOS, OTRAS TRAMPAS Y EL COMANDANTE EN JEFE
Por Julio Antonio Aleaga Pesant
Periodista independiente.
aleagapesant@yahoo.es
El Vedado, La Habana, 24 de junio de 2010, (PD) Los demócratas iraníes piden al Congreso norteamericano o al Parlamento Europeo levantar las sanciones para ver si el pashdaran Admadinejad, se desvincula de la idea de la Gran Persia. En igual estrategia, los granjeros de Zimbabwe solicitan humildemente a la comunidad internacional levantar las presiones al inefable Mugabe para que devuelva las tierras robadas y reconvertir al país en el granero de Sudáfrica.
Esta suposición es una realidad en el sainete criollo. Un grupo de cubanos en la isla, “tuvo” la idea de enviar una carta al Congreso norteamericano para levantar las prohibiciones para viajar a la isla de los yanquis. Asumen que los problemas de la isla se resolverán en cuanto se levanten las restricciones a la libertad en América.
Tanta propaganda cruzada confunde. Recuerden a los jóvenes reclutas Yoan Torres y Leandro Cerezo. En mayo del 2007, esos adolescentes se convirtieron en asesinos y terroristas. Confundidos, asaltaron y mataron para emigrar a los Estados Unidos.
Hay personas que en buena voluntad yerran. Pero hay algunos que yerran más veces que otros y hasta son reiterativos en sus “errores”. Como aquellos que promovieron la carta que promovía la ruptura entre las Damas de Blanco y las de Apoyo. Si alguien quiere a las Damas de Blanco en sus casas, el gobierno solo tiene que liberar a los presos políticos sin condiciones.
La frágil unidad lograda durante poco tiempo entre las fuerzas democráticas tras la muerte heroica de Orlando Zapata, es dinamitada por dos cartas. Primero la que pedía la ruptura entre las Damas de Blanco y de Apoyo, ahora con la peticionaria al poder soberano de una potencia extranjera.
Si alguien aspira a levantar el embargo o la Posición Común, no debe peticionar al gobierno norteamericano o a la Unión Europea. Son decisiones soberanas de esos poderes, nos gusten o no. Las razones del aislamiento del gobierno de la isla están en su política interna y en la exterior. Las decisiones de esos poderes y soberanías, solo son su reflejo. Peticionar a ellos es como hacerlo al espejo.
Pero como se dice, el mundo posmoderno es tolerante y todos somos inocentes, hasta que se demuestre lo contrario.
Los juegos
No es la peticionaria la única baraja internacional manejada por la monarquía en el verano recién comenzado. La campaña mediática destinada a categorizar la entrevista entre Raúl Castro Ruz y el Cardenal Jaime Ortega como la mediación de la iglesia en el tema de los presos políticos y la represión sobre las Damas de Blanco y Apoyo, tuvo su primera consecuencia. Se pospuso por los países de la Unión Europea la discusión del mantenimiento de la Posición Común para el mes de septiembre.
La maniobra del canciller español Miguel Moratinos de aplazar la discusión del tema durante tres meses, en espera del resultado de las “negociaciones entre el Estado cubano y la iglesia católica” es la muestra de que su posición estaba derrotada de antemano. La intrascendente conversación sirve para promover lo que no existe: un diálogo entre la sociedad y el gobierno militar. Este último necesitaba ganar tiempo y la iglesia católica le dio la coartada, sin que la dictadura institucionalizara un ápice sus acciones.
Trasladar los presos a las provincias de residencias está en la constitución de la República y la “libertad” de Ariel Sigler Amaya es solo un eufemismo burocrático llamado Licencia Extrapenal. La maniobra, tanto de la Iglesia católica como de Miguel Moratinos, son dilatorias que favorecen el inmovilismo de la satrapía.
¿Y si el Comandante en Jefe Raúl Castro Ruz quiere utilizar de vocero para sus muecas a la libertad de la isla, a la iglesia católica? Es justo. Pero no se deben confundir los términos. No es lo mismo voceros que negociadores.
Otras trampas
La visita a La Habana del Cardenal Mamberti, Secretario de Estado del Vaticano para las relaciones con los Estados, para participar, según nota oficial, en la Semana Social Católica, está llena del extrañamiento que significa la iglesia católica para la nación cubana desde 1959. Debe ser porque los sistemas de gobierno del Vaticano y de “Birán”, son muy parecidos en tanto verticales y conservadores y no se recuerda un momento de verdadera fractura en las relaciones entre los dos Estados.
Esas relaciones tuvieron su punto mas alto durante de la visita del Papa Juan Pablo II en 1998. Doce años después se puede afirmar que no significó nada para la nación cubana, en cuanto a su democratización o el respeto a los derechos humanos.
Además, como se sabe, la dictadura militar impide a los visitantes oficiales reunirse con las fuerzas vivas de la sociedad. Mamberti cumplió fielmente la agenda impuesta. A preguntas sobre la posibilidad de reunirse con actores prodemocráticos, Damas de Blanco, prisioneros políticos recién liberados u otros, el Cardenal, en castellano dubitativo, respondió que su programa era oficial, y no eclesial y que su interés era fortalecer los lazos con las autoridades, léase, la tiranía. En esa cuerda, el canciller Bruno Rodríguez afirmó que la comunicación con el Vaticano era fluida y constructiva.
Del programa oficial de Mamberti fueron excluidos laicos tan prominentes como Dagoberto Valdez y Oswaldo Paya. El primero, pinareño, líder del proyecto cívico-católico Vitral, convertido luego de su cierre por ordenes de la comunista Caridad Diego y el Cardenal Ortega Alamino, en el proyecto Convivencia de alta incidencia en la cultura y la sociedad de la nación. El segundo, dirigente del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), propulsor del Proyecto Varela y Premio Sajarov de los Derechos Humanos del Parlamento Europeo.
El Comandante en Jefe
El Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama actúa como Comandante en Jefe en la crisis ecológica desatada por el accidente de la plataforma petrolera en el Golfo de México. Visita el teatro de operaciones, se reúne con víctimas y responsables de la tragedia.
No es suficiente para detener la catástrofe. Se sabe. Pero la actitud proactiva del ejecutivo se convierte en referencia.
La crisis medioambiental trasciende al territorio de los Estados Unidos y a la empresa involucrada, la British Petroleum. Manifiesta la necesidad de la colaboración entre los estados vecinos y las empresas trasnacionales, en los mecanismos de seguridad que eviten estas pérdidas. El desarrollo de nuevas estrategias energéticas que impulsen las energías renovables y medio ambientales, es un problema de todos.
Álvaro Uribe, el Presidente de Colombia, se mantiene como Comandante en Jefe hasta el último día de su presidencia, próxima a acabar. La operación Camaleón, contra los bandoleros de las FARC, da al sucesor presidencial el fiel de la estrategia de seguridad democrática. El rescate de los militares secuestrados desde 1998 por los narco-guerrilleros es el presupuesto de la continuidad democrática en Colombia. Un jarro de agua fría para Hugo Chávez, propulsor del estatus de beligerancia para unos malhechores que tuvieron durante mucho tiempo el apoyo de la monarquía Castro Ruz.
Las actitudes de esos hombres, Obama y Uribe, y los sistemas que los elevaron a la máxima magistratura, esclarecen que el titulo Comandante en Jefe es más que la nominación burocrática de un cargo. O el estilo de subordinar y humillar a los ciudadanos. Es la oportunidad de servir mejor a la nación.
ALGUNOS COMENTARIOS DEJADOS
Anónimo ha dejado un nuevo comentario en su entrada "DESDE CUBA: CARTAS, JUEGOS, OTRAS TRAMPAS Y EL COM...":
Hermano Pedro Pablo. Me ha complacido leer los artículos de Cino, Febles, Fornaris y Aleaga, que son voces de adentro, buenos periodistas independientes que también se la juegan allá sin desautorizar a los que opinan desde acá. Confieso que he sentido escrúpulos a la hora de opinar sobre el asunto. Me duele la polémica fratricida, pero no deja de complacerme conocer la opinión de ese grupo sobre la carta de los 74 y su verdadera intención, francamente deleznable. Ellos también sienten el hedor.
La bendición de Fray Franelo
1 Comments:
Hermano Pedro Pablo. Me ha complacido leer los artículos de Cino, Febles, Fornaris y Aleaga, que son voces de adentro, buenos periodistas independientes que también se la juegan allá sin desautorizar a los que opinan desde acá. Confieso que he sentido escrúpulos a la hora de opinar sobre el asunto. Me duele la polémica fratricida, pero no deja de complacerme conocer la opinión de ese grupo sobre la carta de los 74 y su verdadera intención, francamente deleznable. Ellos también sienten el hedor.
La bendición de Fray Franelo
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