BARACUTEY CUBANO

Tomado de http://hypcuba.wordpress.com/

¿Es unilateral la Posición Común?



Por Yaxys Cires Dib

A finales de abril participé en un evento convocado por la Fundación Konrad Adenauer cuyo tema central fue: “La política de la Unión Europea hacia Cuba: entre el pragmatismo y la orientación de valores” (“The EU’s foreign policy towards Cuba: between pragmatism and value-orientation”).

Uno de los argumentos esgrimidos por los pocos que abogaron por el levantamiento de la Posición Común fue el atribuirle a la misma un supuesto carácter “unilateral”. De esa manera, aunque sin decirlo, querían forzar un paralelismo con el embargo estadounidense o con otras acciones que hoy son vistas como inapropiadas por un importante sector de las relaciones internacionales.

Decir que la Posición Común es “unilateral” y establecer esos parangones es una manipulación.

En algunos aspectos la Unión Europea actúa como un sujeto –único- de las relaciones internacionales, pero en su constitución y dinámica interna hay una gran diversidad. Solamente hay que fijarse en el acontecer político, económico y social de cada uno de los estados que la integran.

La Posición Común hacia Cuba fue adoptada con el apoyo de todos y cada uno de sus miembros, que entonces eran quince. De hecho, la negativa de alguno de ellos podía haber significado un “veto” a dicho posicionamiento. Ante esta evidencia y atendiendo a la diversidad antes apuntada, se podría afirmar que la PC es una de las decisiones más multilaterales que sobre Cuba haya existido.

¿Pero de verdad es este el centro de la cuestión?

Si de algo vale, a los hechos nos remitimos: el gobierno cubano firmó en 1996 la Declaración Iberoamericana de Viña del Mar, asumiendo el compromiso moral de respetar la democracia y el pluralismo político -lo mismo que le pide Europa en su PC. ¿Era unilateral el documento de la Cumbre firmado por el entonces presidente cubano? ¿Acaso era colonizador? Claro que no. Pues, si no lo era: ¿por qué las promesas no se han hecho realidad en Cuba?

Y es que la esencia del tema no es si la Posición Común es “unilateral” o si es “colonizadora” –como dicen otros-; el centro de la cuestión es si el régimen cubano está dispuesto cambiar. No es Europa quien debe recapacitar, es La Habana.