viernes, octubre 15, 2010

Palabras leidas por Ariel Sigler Amaya en el Restaurant Versailles en el homenaje a Thomas Wenski

Nota del Bloguista

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Para conocer más sobre ese almuerzo-homenaje pueden entrar a:
http://www.diariolasamericas.com
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Palabras leidas por Ariel Sigler Amaya en el Restaurant Versailles en el homenaje al Arzobispo de Miami Thomas Wenski por la organización de exiliados cubanos “Peña del Versailles” y el doctor Carlos E. Muñoz el el 8 de octubre de 2010.

( Ariel Sigler Amaya a su llegada a Miami )


Mis saludos a todos los patriotas cubanos y no cubanos que nos acompañan en el día de hoy.

En especial mis saludos a Monseñor Thomas Wenski, quien desde el 20 de abril de este año 2010 es Arzobispo de la Arquidiócesis de Miami al aceptar el Santo Padre Benedicto XVI la petición de renuncia por edad del Arzobispo John C. Favalora quien era el anterior Arzobispo de esta Arquidiócesis que abarca los condados de Miami-Dade, Broward y Monroe.

Para Monseñor Winski esta Arquidiócesis no le es en nada extraña; aquí fue ordenado sacerdote, fue párroco y Obispo auxiliar; tampoco para Monseñor Winski la tragedia cubana le es extraña o lejana. Monseñor Winski por su labor pastoral y caritativa, su contacto directo con la feligresía cubana y sus frecuentes viajes a Cuba desde hace una década, conjuntamente con su dominio perfecto del idioma español y sus estudios de Sociología, le han permitido conocer profundamente la tragedia cubana. En Cuba y en una conferencia de prensa el año pasado, un periodista le preguntó qué necesitaba Cuba. Respondió con una sola palabra: “Esperanza”, pero Monseñor luego explicó su respuesta: “la Cuba de hoy está marcada por la incertidumbre y la desesperanza. Para muchos, especialmente para los jóvenes, la esperanza consiste en “salir del país”. Hago una sola observación sobre lo dicho por Monseñor y sólo para ser más exactos: esa situación no es sólo de la Cuba de hoy: desde hace décadas la inmensa mayoría del pueblo cubano está marcada por la incertidumbre, la desesperanza y el miedo; así lo muestran, por ejemplos, el incesante éxodo de cubanos con sus oleadas de 1965, 1980 y 1994, el Mensaje de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba El Amor Todo lo Espera, fechado en 1993, y el documento de trabajo de un nutrido grupo de sacerdotes reunidos en la basílica de Nuestra Señora Caridad del Cobre titulado Cuba. Su pueblo y su Iglesia de cara al comienzo del tercer milenio fechado en septiembre de 1999. Monseñor Winski, como usted bien dijo el 8 de septiembre en la Homilía de la Misa en Honor a Nuestra Señora de la Caridad del Cobre: ¨ La agonía que sufre el pueblo cubano es bien conocida. Uno no tiene que ser cubano para darse cuenta de ella. Basta ser humano.¨

( Monseñor Thomas Wenski al centro, agradece el homenaje recibido. (Foto Alvaro Mata) )

También reconocemos la certeza de lo que usted afirmó en esa homilía de ¨ lo difícil que es valorar desde fuera la frágil línea que existe entre el retiro cobarde de una posición profética y la prudencia frente a la opresión para sacar provecho del poco espacio que existe¨. Sin embargo, yo, y tantos otros que estuvimos en esa añorada Cuba hasta hace pocos días, sabemos que se puede sacar provecho de esos espacios manteniendo la posición profética y pastoral de la Iglesia sin dejar a un lado la preocupación por lo social. Los ejemplos de Monseñor José Siro González Bacallao, Obispo Emérito de Pinar del Río, Monseñor Pedro Claro Meurice Estiú, Obispo Emérito de Santiago de Cuba, el Padre José Conrado de Santiago de Cuba y Palma Soriano, el Padre Jesús Garmilla Párroco de la Iglesia Parroquial Mayor de Sancti Spíritus, el Padre Vicente Cabrera Delgado de la Diócesis de Pinar del Río son algunos de los ejemplos. El Padre Oliver A. Hernández de la Diócesis de Holguín ( hoy estudiando temporalmente en España) ha dicho una dolorosa verdad sobre lo que ha ocurrido y está ocurriendo en la Iglesia Católica que peregrina hoy en Cuba: ¨ la experiencia en estos 50 años es que la Iglesia cubana forma a sus hijos y luego los abandona cuando asumen sus compromisos.¨. Por otra parte, también sabemos de esa Iglesia cubana --aquellos obispos, sacerdotes y religiosas, y laicos-- que desde su pobreza quiere servir a su pueblo como levadura de esperanza evangélica. Los antes mencionados son parte de esa levadura; los que no lo son, no los menciono por mesura y respeto a la persona de usted.

Los presos políticos cubanos que hemos sido desterrados mediante diferentes subterfugios, triquiñuelas, desinformaciones y presiones de todo tipo por parte del régimen totalitario Castrista no hemos sido liberados; nos han cambiado la sanción de prisión por la del destierro. Esos destierros han servido para mostrar que Raúl Castro no es un factor de cambio en Cuba y lo que persigue es mantener el mismo sistema tiránico que le ha permitido a él, a su hermano y a sus cómplices mantener ese régimen de oprobio durante más de medio siglo. Los supuestos grandes cambios que ha visto el Senador Christopher Dodd en Cuba en estos primeros días del mes de octubre del 2010, solamente los ven aquellos que tienen afinidad política o ideológica con la dictadura y/o aquellos que tienen detrás grandes intereses económicos deseosos de participar de la repartición de las riquezas naturales de Cuba y la explotación de la muy barata, instruida y sobre todo muy domesticada mano de obra cubana. Las injustas e ilegítimas leyes de la dictadura totalitaria que nos llevaron a las cárceles están ahí intactas esperando por aplicárseles a los próximos disidentes y opositores políticos cubanos que trabajan o luchan porque en Cuba se respeten los Derechos Humanos y nuevamente existan la Libertad, la Democracia y la Prosperidad en nuestra Patria. Nosotros, el ¨Grupo de los 75¨, hemos sido Prisioneros de Conciencia, o sea, aquellos que según la definición de Amnistía Internacional son las

“personas que han sido encarceladas por sus creencias políticas o religiosas u otro tipo de creencias adoptadas concientemente, o por motivo de su origen étnico, sexo, color de piel, o idioma, siempre y cuando no hayan usado la violencia”.

Pero en el ¨Grupo de los 75 ¨ no estábamos todos los Presos de Conciencia de Cuba, mucho menos están todos los presos políticos cubanos de estos últimos casi 8 años. Un derecho consagrado a lo largo de los siglos ha sido enfrentarse a las tiranías: en la antigua Grecia, derrocar tiranos se tenía por demostración de virilidad política y hasta el Tirano en Jefe en su supuesto alegato "La historia me absolverá" defiende el uso de la violencia para desembarazarse de un tirano. La tiranía castrista no ha tenido legitimidad democrática producto de elecciones libres, pluripartidistas y democráticas y mucho menos ha tenido legitimidad democrática en su ejercicio de gobierno. Los Castro y todos los Moncadistas presos fueron amnistiados después de menos de dos años de cómoda prisión pese haber enlutado a muchas familias cubanas. TODOS los presos políticos cubanos deben ser verdadera e inmediatamente liberados.

Monseñor Thomas Wenski pronunció estas sabias palabras en la antes mencionada homilía: Qué por la intercesión de la Virgen logremos dejar a un lado el miedo que nos paraliza, la soberbia que nos divide, el odio que nos destruye ¨. En efecto, debemos de sacar de nuestros corazones al miedo, a la soberbia y al odio. Queremos que el Perdón y la Reconciliación lleguen a nuestro pueblo pero para ellos debemos tener en cuenta, que el Perdón no exime de Justicia y que el primer paso para la Reconciliación es el reconocimiento de la culpa y el sincero arrepentimiento; aún en el sacramento cristiano de la Reconciliación, debemos de ¨ pagar¨ mediante oraciones por el daño que le hemos hecho a nuestra Iglesia. Queremos una justicia unida a la misericordia cristiana, no la justicia del Antiguo Testamento de ¨ojo por ojo y diente por diente ¨ que aplicó Fidel Castro incluso a personas inocentes. No queremos tampoco revancha, queremos que esa Justicia llegue no a una, sino a todas las partes que fueron contendientes. Cuba será nuevamente libre, democrática y próspera tal como apunta la profecía de San Antonio María Claret: la nación cubana volverá a levantarse poco a poco hasta llegar a ocupar nuevamente un destacado lugar en el ámbito internacional, pero como escribiera nuestro José Martí ¨ La patria es agonía y deber¨ y todo regalo de Dios conlleva la tarea de los hombres.

Gracias a todos por su atención