BARACUTEY CUBANO

Toamdo de http://www.primaveradigital.org/




Se habló tanto sobre las terapias de choque neo liberales y sus crueles efectos sobre ‘los pueblos’, que nadie habla fuera de Cuba de las eutanásicas terapias raulistas neo totalitarias. Estas, aún más crueles, sólo afectan a un pueblo: el cubano. Entonces, la izquierda mundial, astigmática por definición, no se percata ni preocupa del efecto terrible que la fórmula neo totalitaria ejerce sobre la sociedad y la nación cubana.

Existen visiones muy pintorescas sobre Cuba y su pueblo. Son muchas las personas fuera de ella que opinan sobre todo y todas las cosas dentro de Cuba. Lo hacen con las mejores intenciones, pero con información en ocasiones distorsionada. También existe el handicap de una aceitada y por momentos muy eficiente maquinaria propagandística al servicio del régimen y una mentalidad que impone ‘dejar hacer’ a la dictadura militar. En fin, no se dice gobierno cubano, se dice Cuba y a partir de esto, todo lo demás.

Viajar por la ciudad en un almendrón enseña más sobre la realidad cubana que todos los videos, artículos, crónicas y reportajes hechos o por hacer. Desde uno de estos vehículos milagrosos, puede aprenderse mucho y se llega a amargas verdades como esta: carecemos de una cultura orientada al respeto de la ley. No logramos apresar sutilezas tales como la de ciudadanos empoderados o ‘resistencia pacífica no violenta’.

Una singular concepción parece haber calado en el subconsciente colectivo. Esta concepción expone que si “esta gente”, llegó al poder con tiros y con violencia, sólo lo abandonarán con una dosis superior de tiros y de violencia.

Son muchos los ciudadanos que se tragan su impotencia y justifican su cobardía con este alegato de la violencia, comprendida como única solución. Cada vez son más los que afirman no estar dispuestos a ser golpeados en las calles, a perder sus trabajos o algo peor, a partir de la participación en protestas pacíficas. No consideran una solución acertada, la lucha no violenta.

La salida del poder del presidente egipcio Mubarak tampoco les dice mucho. Dos divisiones de tanques, con esteras y sentimientos de metal, mandados por cualquier mono con charreteras, desalojan cualquier plaza. Varios batallones de soldados traídos desde otras regiones, harán cualquier labor contra aquellos que no sean sus paisanos directos.

La desaprensiva pero en ocasiones informada juventud cubana, ve en Gandhi a un hindú que confrontó a Inglaterra y esto les suena posible. Martin Luther King fue un afro norteamericano que confrontó a conciudadanos que conciliaban prejuicios racistas con principios cristianos de amor y perdón, también suena posible confrontarlos.

Lo que no les suena posible es Gandhi o Luther King en confrontación contra Stalin, Mao, Hitler o Raúl-Fidel Castro. Ellos se preguntan: ¿Cuánto hubiera durado Gandhi o Luther King, frente a cualquiera de los anteriores líderes? ¿Qué tiempo hubieran estado en las calles, antes de ser ejecutados o en el mejor de los casos enviados a oscuras mazmorras, para no salir jamás de ellas o hacerlo ‘neutralizados’ hacia un destierro?

Si la voluntad y la lucha del pueblo cubano dan al traste con un régimen militar totalitario, será la primera vez en la historia que esto suceda. Hasta hoy no ha sucedido, nunca. Mientras, una vieja y peligrosa mentalidad se incuba entre nosotros, incomprensiones y descalificaciones aparte.
PD