sábado, abril 16, 2011

Desde Cuba: La metamorfosis del escritor Raúl Capote a agente de la Seguridad del Estado

Tomado de http://www.primaveradigital.org



La metamorfosis de Raúl Capote


Por Jorge Olivera Castillo


Habana Vieja, La Habana, 14 de abril de 2011, (PD) De ser ciertas las sospechas de que el escritor Raúl Capote fue obligado a convertirse en topo de la policía política a partir de las severas torturas psicológicas padecidas por sus empeños en abrir un espacio literario alternativo, surge la pregunta: ¿Quién lo mandó a enrolarse en una actividad para la que no tenía el suficiente valor ni las convicciones necesarias?

En lo personal, me adheriría por esta posibilidad, aunque es bien complicado desentrañar lo que verdaderamente sucedió con su destape como el agente Daniel, en el último programa televisivo de la serie Las razones de Cuba, dirigido a satanizar a la disidencia interna.

Es obvio que cuando lo conocí, ya era un estrecho colaborador de la Contrainteligencia. En varios segmentos de los materiales audiovisuales tomados con la cámara oculta situada en la sala de su casa, aparece la fecha de las grabaciones efectuadas en el año 2008.

Aunque haya intentado hacer el papel de James Bond (el agente secreto creado por el novelista inglés Ian Fleming en 1952), su actuar resulta apenas una escaramuza en medio de la determinación de miles de personas decididas a continuar defendiendo, al margen de los riesgos, ideales universales como son la libertad de expresión y otros derechos no menos importantes.

(Raúl Capote)

Recuerdo ahora las esporádicas conversaciones que tuve con él sobre literatura, sus alusiones en relación a una presunta amistad con el novelista cubano Amir Valle y otros destacados literatos nacionales ubicados en la diáspora.

Conocí de manera superficial su proyecto literario, pero nunca quedé convencido de integrarme a lo que finalmente terminó siendo una farsa. Pero no faltó su invitación. Incluso mi memoria conserva la vez que en unos de los bancos situados frente a la emblemática heladería Coppelia, en la barriada del Vedado, me dijo que algunos de los integrantes del grupo de escritores que dirigía se habían mostrado reticentes a que yo formara parte del equipo por mi condición de ex prisionero de conciencia y periodista independiente. A modo de colofón, me aseguró que ellos terminarían aceptándome. Sin embargo, nunca volvió a tocar el tema, ni yo tampoco.

Es muy posible que en las dos visitas que realicé a su domicilio con un amigo de comprobada fidelidad, nos haya filmado como solía hacer, según se comprueba en el documental que cerró el ciclo de calumnias, manipulaciones e infamantes críticas dirigidas a la comunidad disidente, esta vez titulado “Fabricando un Líder”.

Hasta hace unos días almacenaba la tarjeta de presentación de este escritor devenido en topo, tal vez contra su voluntad.

Valga decir que no convenció con los argumentos empleados ante un grupo de estudiantes donde lo exhibieron como un mono de feria para que contara algunas de las particularidades de su trabajo sucio y despachara loas al gobierno de partido único.

Raúl Capote eligió su destino. Es posible que aún esté eufórico ante lo que podría presumir como una victoria en una lucha perversamente desigual contra personas que por medios pacíficos buscan que la nación cubana forme parte de la familia democrática.

El juicio anterior pudiera estar errado. Algunos rumores señalan que estuvo un buen tiempo internado en un hospital con serios problemas psíquicos. Los comentarios aseveran que fue a dar allí a causa de las presiones para que asumiera el papel que definitivamente aceptó. Si esta versión de los hechos fuera cierta, el cargo de conciencia lo matará poco a poco, con total discreción. Como mismo hacía sus labores de informante.

oliverajorge75@yahoo.com