Pedro Pablo Arencibia Cardoso: CIENCIA Y CRISTIANISMO
Este artículo fue entregado, en dos artículos, hace varios años a la revista VITRAl del Centro de Formación Cívica y Religiosa (CFCR) de la Diócesis de Pinar del Río para su publicación. Cuando aquello yo vivía en Cuba, de ahí la dedicatoria a mi madre quien murió en 1999. Mi padre fallecería poco después de un año y tampoco pude estar a su lado en ese momento.
Ciencia y Cristianismo
Por Pedro Pablo Arencibia Cardoso
quien murió recientemente en el exilio con el dolor de no tenerme a su lado.
INTRODUCCIÓN
Es frecuente encontrar en un ambiente social de pluralidad y respeto de las ideas, ambiente inexistente en Cuba desde hace décadas, conversaciones en las que dos partes: creyentes y no creyentes intercambian argumentos sobre la existencia o no de Dios.
Los creyentes frecuentemente no entendemos cómo a pesar de la grandiosidad del universo, sus leyes y el milagro de la vida, existan personas que niegan la existencia de Dios o que asuman una posición agnóstica. Nos olvidamos que al ser la fe el fundamento de lo que se espera y la prueba de lo que no se ve, y ser ella un don de Dios ( con la libre cooperación del hombre ) somos un tanto injustos con esas personas. Existen unas palabras, cuyo autor desconozco, que contienen una gran verdad:
“ Para aquellos que creen ninguna explicación es necesaria, para aquellos que no creen, ninguna explicación es posible. “
Muchas personas creen por el misterio, y otras, por la suspicacia:
Alexander Solzhenitsin ( Premio Nobel de Literatura ) escribió:
“ Señor, que fácil me es creer en Tí; porque si prescindo de Tí, la vida está llena de oscuridades, llena de incógnitas, llena de cosas inexplicables “.
Alexis Carel (Premio Nobel de Medicina) expresó: “ No soy tan crédulo como para ser incrédulo“.
El no creer es muchas veces más un problema de voluntad, que de entendimiento, o sea, de la razón. En el presente artículo no pretendo demostrar científicamente la existencia de Dios, algo imposible para todo ser humano y para la ciencia, ya que la ciencia y la teología poseen diferentes metodologías y áreas de conocimiento; y menos aún cuando el método científico, herramienta que utiliza y caracteriza a una disciplina como ciencia, presenta en su aplicación para el conocimiento del mundo material, según el filósofo de la CienciaMario Bunge, la siguiente problemática:
¨Desgraciadamente, no se ha intentado aún dar una justificación teorética de las reglas del método científico. La metodología científica sigue encontrándose en un estadio descriptivo, preteorético. Muy responsable de este descuido parece ser el tácito supuesto de que todo lo que da resultado es bueno, curiosa suposición en el caso del método científico, del que empieza por admitirse que no da resultados perfectos ¨
Tampoco deseo abordar en este artículo el muy manipulado tema de la historia de las relaciones entre la Ciencia y la Iglesia Católica; historia donde se exageran mucho los elementos negativos, se ocultan los positivos y se tergiversan, en resumen, esas relaciones. El documental exhibido en Cuba antes de la visita papal en el gustado programa ¨ Pasaje a lo desconocido ¨ de la televisión nacional relativo a la Inquisición, y ¨ el caso Galileo ¨ en el citado libro de Vittorio Messori pueden ser de cierta ayuda para llegar a un mejor conocimiento sobre esas relaciones. Este libro se encuentra en nuestra biblioteca diocesana.
En el presente trabajo deseo compartir determinada información y ciertas reflexiones que son generalmente omitidas en muchas exposiciones, escritas u orales, que abordan la interrelación entre la ciencia y el cristianismo; exposiciones que casi siempre persiguen de una manera más o menos abierta, el contraponerlos, cuando en realidad la ciencia verdadera no puede ir en contra de la fe verdadera por ambas proceder de Dios.
LA CIENCIA Y LA FE RELIGIOSA
Desde un punto de vista marxista al ser la práctica el criterio de la verdad y del hecho que Dios no está sujeto a la práctica humana, podemos inferir que es imposible demostrar su existencia o inexistencia por medio de la práctica científica humana. No existe ningún argumento científico que demuestre la no existencia de Dios. Esta es la razón por la cual en las exposiciones de ateísmo científico se trata de demostrar la no existencia de Dios, mediante la utilización de la Ciencia en la refutación de fábulas, leyendas y relatos religiosos de diferentes culturas. Lo que se demuestra realmente con esas refutaciones, en caso de validez de las mismas, es la falsedad y el origen sociológico de algunos de esos relatos.
La Ciencia tampoco puede ser utilizada de una manera simple como un sustento racional para la fe religiosa, aunque sobre esto diré que la Ciencia ha servido en ocasiones para que personas dedicadas a las ciencias abran su espíritu y reciban de Dios el don de la fe. Han sido errores de siglos el considerar a la Ciencia atea por naturaleza así como el considerar a la fe como una premisa obligada para la Ciencia. No obstante, sobre esto último, quiero decir que han existido grandes científicos que sí consideraron a la fe como premisa para la ciencia; citaré solamente a dos de ellos: Max Plank y Albert Einstein.
Max Plank ( 1858-1947 ), creador de la Teoría de los quanta y Premio Nobel de Física en 1918, expresó: ¨ Al científico creyente Dios no le estorba en su trabajo, le acompaña e ilumina en su oscuridad. Es como si a la entrada de la Academia de Ciencia estuviera escrito: ´ Necesitamos tener fe ´. Es algo de lo que los científicos no pueden prescindir. ¨ En otro momento Plank expresó: “ Jamás puede haber oposición entre la religión y la ciencia, porque una es complemento de la otra.”
(Max Plank)
Albert Einstein ( 1879-1955 ), creador de la Teoría de la Relatividad ( la General y la Restringida ) y Premio Nobel de Física en 1921, planteó que sin Dios no hay razón para la Ciencia y que " el hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir". Para Einstein un universo no creado por un Ser todopoderoso dotado del orden intelectual absoluto, es un universo caótico carente de armonía y simplicidad donde no existe la regularidad de los fenómenos; por lo que consecuentemente, es imposible hallar las estructuras generales o leyes que rigen a esos fenómenos. Es bastante conocida la expresión de Einstein en contra de la Mecánica Cuántica: “Dios no juega a los dados”, que muestra claramente la concepción que él tenía de un universo creado por un Ser todopoderoso poseedor del orden intelectual absoluto. Para Einstein el orden (realmente, su concepción del orden) de nuestro universo no era fruto de la casualidad sino el fruto de una inteligencia superior. Fue una limitación de Einstein no aceptar y comprender en plena madurez y apogeo de su producción científica aquellas teorías que solamente admiten un tratamiento estadístico o probabilístico, como son, por ejemplo, la Mecánica Cuántica y la Física del Caos; las cuales trabajan con una concepción de regularidad más amplia que la que usualmente conocemos.
(Albert Einstein)
Otros relevantes científicos contemporáneos relacionados con la Física que creían en la existencia de Dios fueron: Werner Heisenberg (Premio Nobel en 1932 ) quien formuló el importantísimo Principio de Incertidumbre y descubrió la fórmula que unifica los tres campos energéticos: el campo gravitatorio, el electromagnético y el nuclear, y el ingeniero alemán, naturalizado estadounidense, Wernher Von Braun, el padre de la astronáutica norteamericana. Para el inglés Paul Dirac ( creador de la Mecánica Cuántica y Premio Nobel en 1933 ), Dios era un matemático de alto nivel.
Charles Darwin, en su autobiografía planteó que se le debía considerar teista:
¨ Otra fuente de convicción en la existencia de Dios, relacionada con la razón y no con los sentimientos, me parece mucho más sólida. Proviene de la extrema dificultad, o más bien la imposibilidad, de concebir este inmenso y maravilloso universo, incluyendo al hombre, con su capacidad de mirar muy lejos hacia atrás y hacia el futuro, como resultado de la necesidad o de ciego azar. Al reflexionar de este modo, me siento impelido a buscar una Causa Primera, poseedora de una mente inteligente, en cierto grado análoga a la del hombre; y por eso merezco ser llamado teísta. ¨
Abundando sobre Darwin diré, que en correspondencia ulterior escribió:
¨ La imposibilidad de concebir que este grandioso y maravilloso universo, con seres conscientes, surgiera como producto del azar me parece el argumento principal en pro de la existencia de Dios; pero si este argumento posee verdadero valor o no, es lo que nunca me ha sido posible decidir... La conclusión más segura parece ser que todo este asunto está más allá del alcance del intelecto humano. ¨
Charles Darwin fue un creyente tal que, aun en aquellos momentos que tuvo una fe tambaleante, nunca se consideró un ateo:
¨En mis extremadísimas fluctuaciones, nunca he sido un ateo, en el sentido de negar la existencia de Dios. Creo que, en general, ( y más y más a medida que envejezco ), pero no siempre, el término de ¨agnóstico ¨sería la descripción más exacta de mi estado mental. ¨
Un hombre puede tener dudas de fe y ser creyente. Las dudas de fe son muchas veces más un problema de discernimiento que de falta de fe.
Asumir el otro error: considerar a la Ciencia atea por naturaleza, nos llevaría a cometer el dislate de plantear que todos esos señores antes nombrados, no tenían una concepción científica del mundo.
José Martí, apóstol de la independencia cubana, escribió en sus Cuadernos cómo el camino de la Ciencia puede llevarnos a Dios:
¨ La ciencia trascendental es la verdad única, generadora y matriz de todo género y toda clase de verdades.
.....
.....
La ciencia trascendental, existe; pero no existe en el orden intelectual humano. Si existe, en algún orden indudablemente ha de existir; superior al nuestro, más sintético, más conjuntivo, más armónico. En el orden posthumano e infra-humano; en el orden intelectual universal; que como todos los hijos van a un padre, y todas las ramas a un tronco y todos los rayos a un sol, todas las ciencias van a una ciencia, todas las verdades van a una verdad, todos los mundos van, en el sublime armónico sintético conjunto, a Dios. ¨
Son muchos los religiosos que han hecho grandes aportes a la ciencia, citaré solamente a cuatro de ellos: el monje polaco Nicolás Copérnico (1473-1543) que cumpliendo la misión encomendada por el Papa Pablo III de verificar la teoría de Claudio Tolomeo (geógrafo griego del siglo II, quien afirmaba que la Tierra está situada en el centro del universo ) descubre el carácter heliocéntrico de nuestro sistema planetario, Juan Gregorio Mendel (1822-1884), padre de la genética, fue un monje que desarrolló sus experimentos genéticos en su abadía ; George Lemaître, sacerdote belga y padre de la hipótesis del Big Bang, propuso un modelo físico-matemático de un universo que se originó a partir de un átomo de dimensiones casi nulas y densidad casi infinita sobre la base de las correcciones de De Sitter a las fórmulas obtenidas por Einstein; Teilhard de Chardin (1881-1955 ), sacerdote jesuita y prestigioso paleontólogo seguidor de la Teoría de la Evolución de Darwin, fue el descubridor del hombre de Pekín o sinantropo.
Destacados filósofos materialistas de los siglos XIX y XX, en su mayoría con modestos conocimientos en las ciencias naturales particulares, plantearon que en el Universo no hay mas que materia en movimiento y que la materia en movimiento no puede moverse de otro modo que en el espacio y el tiempo, así como que un ser concebido fuera del tiempo es un ser tan absurdo como lo sería un ser concebido fuera del espacio. Fueron exclusivamente las experiencias en este universo material las que previamente interpretadas de manera muy particular sirvieron de base para que estos filósofos, lejos de tomar prudentemente una posición agnóstica, excluyeron la existencia de un Ser espiritual fuera del espacio y el tiempo y en general de todo lo espiritual en su significado religioso judeo cristiano. Aun en el mundo material estudiado por la Física, muchas de las leyes del mundo material del macromundo, no son válidas o aplicables a escala atómica. Extraño mundo material éste que habitamos, en que todo objeto, o ser, llevado a escalas atómicas, según los modelos actuales de los átomos, presenta inmensos espacios carentes de partículas elementales entre aquellas que componen el núcleo del átomo y las que componen su envoltura; y en las que al menos una de ellas, el electrón, presenta una muy extraña naturaleza de partícula y onda simultáneamente. Mundo atómico donde las leyes de la relatividad se están aplicando constantemente y en el que las categorías espacio y tiempo pierden ostensiblemente su carácter absoluto.
Hasta lo espiritual, en el sentido que tiene en la filosofía marxista, que fue bastante desarrollado teóricamente, fue reducido frecuentemente en la práctica de manera errónea con lo consciente. Menos error, si es que cabe tal expresión, hubiera sido la de un biólogo que basado en el estudio de los anélidos marinos de las profundidades abisales de Las Marianas, hubiera planteado opiniones concluyentes sobre las características de las aves que vuelan y habitan en las altas montañas de los Andes.
Un ejemplo de la reducción de lo espiritual (en el sentido que tiene en los clásicos del marxismo) a lo consciente, se puede leer en el siguiente fragmento del relevante comunista y profesor cubano, ya fallecido, Gaspar Jorge García Galló:
¨ La materia en su desarrollo o movimiento, en su fase más alta, que es el hombre, genera la conciencia. Eso que mucha gente llama alma o espíritu. - como se le quiera llamar - es una cualidad de la materia. De la materia más altamente desarrollada: el hombre. ¨
Con el objetivo de salir del círculo vicioso que generan las preguntas: ¿ Qué había antes ? ¿ Qué hay fuera del Universo material ? los filósofos antes señalados plantearon la infinitud de la materia en el espacio y el tiempo. Los cristianos situamos a Dios, el cual al tener una naturaleza espiritual, naturaleza no sujeta al espacio y al tiempo, no tiene sentido aplicarle las dos preguntas anteriores. El sacerdote jesuita J. Loring en su libro citado plantea:
“ Nunca un ateo puede estar tan seguro que no hay Dios como lo está un creyente de que lo hay “.
Deseo señalar que el introducir la categoría de lo infinito, en particular la infinitud del espacio y el tiempo, plantea situaciones un tanto difíciles de concebir. Veamos un ejemplo procedente de la Matemática. Es fácil entender que si tenemos una familia finita de conjuntos de objetos, podemos escoger un objeto de cada uno de esos conjuntos. Por ejemplo: si tenemos cinco grupos de estudiantes, podemos escoger un estudiante de cada uno de esos cinco grupos. Cuando tenemos una familia infinita de conjuntos de objetos nos encontramos ante la alternativa de aceptar o rechazar el que podamos escoger un objeto de cada uno de los infinitos conjuntos que componen esa familia infinita. Si aceptamos que eso es posible (extrapolando a una familia infinita lo que sabemos que ocurre en toda familia finita de conjuntos de objetos ), estamos aceptando lo que se llama en Matemática: el Axioma de Selección. El aceptar el Axioma de Selección ha permitido demostrar muchos resultados en Matemática que están detrás de muchas de las aplicaciones de la Matemática a la Ciencia. Lo interesante es que el aceptar ese axioma equivale ( o sea, es lo mismo ) a aceptar, que con los infinitos puntos de una esfera se pueden construir dos esferas exactamente iguales a la original. La demostración se encuentra en la famosa colección francesa Bourbaki.
Con lo anterior solamente deseo hacer un llamado de atención sobre las situaciones a las que nos pueden llevar la aceptación de la categoría de lo infinito y el guiarnos por la experiencia que tenemos sobre lo que ocurre en nuestro mundo.
UNA DIGRESIÓN MATEMÁTICA O UNA LLAMADA DE ATENCIÓN PARA ADORADORES DE LA CIENCIA
Como resultado de los errores cometidos por los hombres en nombre de las diferentes religiones que han existido en el desarrollo de la humanidad y de los grandes logros alcanzados por la ciencia en estos dos últimos siglos, no pocas personas pensaron (y piensan) que la Ciencia era la religión del futuro. Esas personas no entendieron que hasta en el estudio del mundo material, la Ciencia presenta varias limitaciones. Una de esas limitaciones, la relativa al método científico, ya fue expuesta en la cita del físico-matemático Mario Bunge en la Introducción de este artículo. La otra que mostraré es con respecto a una ciencia particular, la Matemática, que por la incidencia que tiene cada vez más esa ciencia particular en el desarrollo de la ciencia actual, se puede inferir, las potenciales consecuencias de esa limitación.
La característica más importante en el desarrollo de toda la Ciencia actual es la utilización de los medios matemáticos de conocimiento; debido a la influencia de la Matemática, los aparatos teóricos y lógicos de muchas ciencias empíricas han presentado cambios notables. Lo anteriormente expuesto es bastante conocido, o al menos fácil de aceptar, pero lo que sigue es mucho menos conocido y habla de ciertos puntos flacos de esa ciencia, que no debemos desconocer: Kurt Gödel demostró basándose en una determinada axiomática de la Teoría de Conjuntos que una respuesta negativa a una determinada proposición matemática equivalente al Axioma de Selección no contradice a la teoría axiomática mencionada; pero años más tarde, Cohen demostró que su respuesta positiva no es tampoco contradictoria con esa misma axiomatización. Gödel también demostró en 1931 que es imposible demostrar que nunca aparecerían contradicciones en el tejido lógico de la Matemática, luego podemos esperar en cualquier momento una de esas contradicciones.
El catedrático Miguel de Guzmán, de la Facultad de Ciencias Matemáticas de la Universidad Complutense de Madrid, escribió en 1991, en su artículo ¨Los caminos del pensamiento matemático ¨ :
¨Los logros obtenidos gracias al desarrollo de la Matemática son de tal magnitud, y muy especialmente en nuestro siglo, que a veces nos pueden hacer olvidar las limitaciones profundas del pensamiento matemático que proviene, al igual que su potencia, de lo más hondo de su naturaleza.¨
y agrega más adelante:
¨Tenemos que contentarnos con la confianza que nos proporciona la experiencia de veintiséis siglos de existencia de la Matemática como ciencia. No es poco, ciertamente, pero esta situación coloca al matemático más cercano al carácter empírico de todos los otros científicos ¨.
La Matemática es un resistente, bello, elegante y funcional edificio pero con cimientos de una precaria fortaleza. En mis años de estudiante universitario era frecuente oír y repetir una frase ( aún en aquellos difíciles tiempos para los estudiantes que mostraran una fe religiosa ) procedente de la literatura matemática:
¨ Dios creó al número 1, lo demás, el hombre ¨
El filósofo alemán Max Scheler escribió:
“ El hombre necesita algo que adorar. El hombre es esencialmente religioso. Por eso, para que el hombre crea en Dios hay primero que derribar el ídolo que él ha levantado en lugar de Dios “
El sacerdote cubano, el Siervo de Dios Félix Varela, en sus escrito habló del fanatismo político y del fanatismo religioso, hubiera sido muy interesante que también escribiera sobre el fanatismo científico; derribar el ídolo de la Ciencia, es mucho más difícil que lo que fue para Hernán Cortés, derribar el ídolo de Huitzilopoztli en Technotitlan en su conquista de México.
LA CIENCIA Y EL MISTERIO DE LA IMAGEN DE LA VIRGEN DE GUADALUPE EXPUESTOS POR ESTE MATEMATICO CREYENTE
En un día del mes de diciembre de 1531 y en el preciso instante en que el indio Juan Diego le mostraba al Obispo, Fray Juan de Zumárraga, las preciosas y fragantes rosas de Castilla que traía como prueba que él, Juan Diego, era verdaderamente portador de un mensaje de la Virgen María, Madre de Dios, se dibujó y apareció de repente en su poncho ( o larga ruana blanca ), la preciosa imagen de la Virgen María conocida como el Cuadro de la Virgen de Guadalupe. Esta imagen ha sido estudiada científicamente por varios expertos e investigadores y ese estudio ha presentado múltiples resultados inexplicables, de los cuales expondremos los más importantes:
1) La imagen ( 104 cms. por 170 cms. ) se encuentra en una tela hecha en una fibra de ayate mexicano, fibra que se descompone por putrefacción a los veinte años, como ha sucedido con varias reproducciones. La imagen original pese a que estuvo durante 116 años expuesta a la humedad, al humo, al polvo, al calor, al tacto de los creyentes, al toque metálico de las armas, al salitre del lago Texcoco, etc., se encuentra en perfecto estado de conservación. No se ha descompuesto, deshilachado o desteñido; es refractaria a la humedad y al polvo.
El experto Dr. Philip S. Callahan, biofísico y técnico en pinturas, perteneciente a un equipo investigador de la NASA de los Estados Unidos y el profesor Jody Brant Smith, Master y catedrático de Filosofía de la Ciencia, estudiaron con rayos infrarrojos la imagen y determinaron que la tela no tiene engomado ni preservantes, y que no se puede explicar cómo esas pinturas han resistido cuatro siglos en un lienzo tan ordinario. Los expertos Smith y Callahan comprobaron que en la pintura no existe la huella del paso de un pincel. No hallar en una pintura la huella de un pincel es algo casi imposible y mucho más en una tela tan burda sin ninguna preparación. La pintura es como una impresión, o sea, como si la hebra estuviera teñida o calada y presenta numerosos detalles finos.
2) Richard Kuhn, Premio Nobel de Química en 1938, analizó en 1936 una fibra amarilla y otra rosa de la tela y su criterio fue que ¨ estos colorantes no son minerales, ni vegetales, ni animales¨. Ha mediados del siglo XIX fue que empezaron a usarse los colorantes sintéticos. El doctor Kuhn desconocía la procedencia de esas fibras.
3) Desde la década de los años cuarenta del presente siglo XX, se han estudiado los ojos de la imagen. El doctor Enrique Graue, famoso oftalmólogo y director de un hospital de esa especialidad en México, afirma que examinó los ojos de la Virgen con un oftalmoscopio de alta potencia y pudo apreciar en ellos la profundidad de ojo, efecto que se observa en un ojo vivo. El doctor Rafael Torija también con un oftalmoscopio observó en los ojos de la imagen de la Virgen el efecto Purkinje-Sansom, efecto que sólo se produce en un ojo vivo. Este efecto consiste en triplicar la imagen en la córnea y en las dos caras del cristalino. Otros especialistas afirman lo mismo.
Los ojos de la Virgen han sido estudiados desde 1950 por aproximadamente veinte oftalmólogos. Un famoso oculista apellidado Lauvvoignet, examinó con un poderoso lente la pupila y observó que en el iris se veía reflejada la imagen de un hombre. Años más tarde, el Dr. José Aste Tonsmann, doctor en ingeniería, especialista en Computadora de la Universidad de Cornell y especialista en digitalización, fue a México para digitalizar imágenes enviadas por satélite. El Dr. Tonsmann se interesó en el estudio de los ojos de la Virgen y amplió miles de veces la pupila de la imagen y observó, que en la fotografía obtenida de esa digitalización se encontraron los siguientes detalles: un indio en el acto de desplegar su ruana ante un religioso, un fraile franciscano en cuyo rostro se ve correr una lagrima, un hombre con la mano sobre la barba, otro indio en actitud de rezar y otras personas más. En el medio de esas imágenes aparece un rostro muy parecido al del obispo Zumárraga, según un retrato del obispo pintado en 1548. Todos estos detalles aparecen en una córnea de siete milímetros.
Deseo puntualizar que la aparición de la Virgen a Juan Diego ocurrió en el monte Tepeyac, lugar donde se le rendía culto a Tonantzín, madre del dios serpiente Huitzilopoztli, dios azteca caníbal que exigía abundantes sacrificios humanos. El nombre de Guadalupe proviene de Tequatlasupe, que en lengua azteca significa: “ la que aplasta la serpiente”.
El cristianismo no es un sistema filosófico, ni tampoco se reduce a un sistema ético. El cristianismo no es una experiencia personal con Dios vivida solamente en un momento determinado. El cristianismo es una experiencia de vida con Jesús. El fundamento más sólido para una fe cristiana está en el encuentro con Jesús y no en los milagros. No obstante, en el continente americano esta bendita imagen de la Santísima Virgen ha sido el impulso para que millones de persona se hayan puesto en camino al encuentro con su divino hijo.
En esos momentos de nuestra vida donde nos hemos sentido como aves sin hogar y hemos tenido ante nosotros situaciones de inminentes peligros, la imagen de la virgen guadalupana ha sido muchas veces nuestro consuelo, la confianza y la fuerza para hacer frente al incierto futuro. El testimonio de la gracia obtenida del Señor por su intercesión ( como hacer que el impacto de una bala enemiga diera en el mango de la cuchara que estaba en el bolsillo de su camisa) puede ser siempre explicado como una casualidad por aquellas personas que no tienen fe y puede hasta ser casi olvidado o públicamente silenciado por aquellos que la recibieron ( no mencionando su nombre y encriptándolo diciendo que la canción " Lupita" se la inspiró una mujer y señora muy especial ante la pregunta de un periodista cubano de Juventud Rebelde); pero para otras personas, la casualidad es la manifestación anónima de Dios. Aunque en Cuba, cómo dice ( decía) Monseñor Adolfo: los ateos no son tan ateos, ni los cristianos son tan cristianos .
La virgen guadalupana, como las demás advocaciones de María Santísima, puede no haber obtenido del Señor lo que nosotros pedimos en nuestra oración pidiendo su intercesión, pues Él solamente sabe lo que es mejor para nosotros, pero ella nunca nos olvida y siempre se acuerda de todos sus hijos. No la olvidemos a ella: nuestra Madre celestial. María, madre que cumple fielmente el mandato y pedido mesiánico de su hijo (Juan 19,25-27), pedido y mandato dados en un contexto de cumplimiento de profecías de carácter mesiánicos, y que fue bien entendido por ella al no confundirlo como un pedido de carácter solamente doméstico dado a última hora, que rompía con toda una serie de costumbres judías de la época al ser encargada al menor de los hijos de su pariente y que nos muestra, en su significado doméstico, que María no tuvo más hijos después de Jesús.
Finalmente una observación cristocéntrica: dentro de la abundancia de símbolos que están presentes en la imagen de La Virgen de Guadalupe debemos tener en cuenta, que ella aunque está revestida con el color verde de la realeza (para la cultura de los indios mejicanos ) y que su manto está lleno de estrellas, indicando que el universo está bajo su autoridad, su actitud orante con la mirada dirigida hacia su vientre nos señala que el verdadero Rey es aquél que lleva en sus entrañas.
CONCLUSIONES
Juan Pablo II, hablando de la relación entre la Ciencia y la fe religiosa cristiana dijo:
¨ El cristianismo posee la fuente de justificación dentro de sí mismo, y no espera que la ciencia constituya su principal apología. La ciencia debe llevar la verdad a su propio ámbito. Ambas deben aceptar al otro en su propia dimensión cultural, y no deben considerarse premisas obligadas para la otra. ¨
El campo de la Ciencia es muy grande, pero limitado. La Ciencia no puede sobrepasar los límites de la materia pero si abrimos nuestro espíritu a Dios podemos llegar por medio de ella a la fe. Otras personas ya han recorrido ese camino. En este mundo material están las huellas de Creador, de la Causa Primera. La Razón no nos puede demostrar científicamente la existencia de Dios, pero si descubrir sus huellas.
El hombre es un ser esencialmente religioso, forzarlo a que asuma posiciones ateas es enfrentarlo en contra de su esencia. Blas Pascal, científico, filósofo y católico practicante, escribió:
¨ En el corazón de todo individuo hay un inmenso vacío; ese vacío ha sido creado por Dios, y sólo Dios puede llenarlo. ¨
y nuestro apóstol José Martí llevando lo anterior a la categoría de pueblo expresó:
“ ... Todo pueblo necesita ser religioso. No sólo lo es esencialmente, sino que por su propia utilidad debe serlo... Un pueblo irreligioso morirá, porque nada en él alimenta la virtud.....”
Es cierto que una religiosidad mal asumida y practicada puede convertirse en ¨ el opio de los pueblos ¨, pero la solución, no está en tratar de eliminarla del corazón del hombre, sino en orientarla debidamente y de tal manera que ella ayude al hombre, mediante el crecimiento humano y espiritual, a caminar hacia la posición privilegiada que Dios le tiene reservada al hombre desde la creación.
Bibliografía:
La investigación científica, su estrategia y filosofía, Bunge Mario
Diccionario de la Biblia, Haag H., Van den Born A. y de Ausejo S., Editorial Herder, Barcelona, 1987
Introducción a la Teoría de Funciones y al Análisis Funcional, Kolmogorov y Fomín, Editorial Mir
El silencio de María, Larrañaga I., Editorial San Pablo, Santa Fe de Bogotá, 1993
La Biblia ( Latinoamérica ), Edición Pastoral, Editorial Verbo Divino, Navarra, España, 1972
La Santa Biblia ( Reina-Valera), Editora SBU, Brasil, 1988
' Big Bang y Creación ', Revista ' Razón y Fe ' , Edita CESI-JESPRE, julio-agosto de 1992 .
Elementos de Filosofía Marxista, García Galló G.J.,Editorial Gente Nueva, La Habana, 1978
¿ Que dijo realmente Darwin ?, Farrington, Editorial Cuadernos Populares, La Habana, 1970 ¨
El Catolicismo ¨, 25 de octubre de 1981
¨ Vida Cristiana ¨, domingo 8 de agosto de 1999, La Habana ¨ Vida Cristiana ¨, domingo 7 de mayo del 2000, La HabanaMotivos para Creer, Loring Jorge, Editorial Planeta S.A., Córcega, España, 1997Homilía del Papa en la Plaza Cívica José Martí en La Habana el 25 de enero de 1998
ALGUNOS COMENTARIOS DEJADOS
Anónimo ha dejado un nuevo comentario en su entrada "Pedro Pablo Arencibia Cardoso: CIENCIA Y CRISTIANI...":
Otro interesante escrito del señor Arencibia (El Bloguista), que mantiene actualidad dado los tiempos que corren.
A finales del año pasado (2011) el Simposio Internacional “Ciencia y religión en el siglo XXI: ¿diálogo o confrontación?”, organizado por la Fundación Ramón Areces, Madrid, España, discurría una vez más por el entramado de una polémica tan antigua como el hombre mismo, aunque en este caso, el fuego de la polémica resaltaba por la publicación en el 2010, del libro “The Grand Design” del astrofísico británico Stephen Hawking y Leonard Mlodinow, obra donde estos autores excluyen la posibilidad de que Di-s crease el Universo.
No han sido pocos los científicos que han rebatido lo que alegan Hawking y Mlodinow, en el “El gran diseño”, como por ejemplo, el académico César Nombela, catedrático de Microbiología y presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) entre 1996 y 2000, la Teología es un ámbito del pensamiento diferente al científico, pero igualmente válido: "La ciencia puede explicar muchas preguntas propias de su competencia, pero probar la existencia de Di-s es otro terreno".
En cualquiera de los casos y, opinando desde un punto de vista neutro, si eso fuese posible, el argumento se ha equilibrado sobre un 50 % de buenas razones expuestas por cada bando, que dependiendo del individuo en particular, le sitúan como el único encargado en el plano personal de inclinar la balanza hacia un lado o el otro, por gozar de esa fascinante condición llamada libre albedrio.
El ex miembro del partido comunista francés devenido en sacerdote católico Ignacio Lepp, uno de los autores que despertó interés por sus libros de finales de la década del 60, y que en lo personal encuentro muy a tono con el articulo del bloguista (Arencibia) a pesar de que no se le menciona, escribía en “La existencia autentica” (1965) que; “Todo hombre que se contente con la inautenticidad de su existencia, hace traición a la humanidad, rehúsa asumir la trascendencia absoluta de su yo sobre la naturaleza, se cosifica”.
Saludos, Santi
1 Comments:
Otro interesante escrito del señor Arencibia (El Bloguista), que mantiene actualidad dado los tiempos que corren.
A finales del año pasado (2011) el Simposio Internacional “Ciencia y religión en el siglo XXI: ¿diálogo o confrontación?”, organizado por la Fundación Ramón Areces, Madrid, España, discurría una vez más por el entramado de una polémica tan antigua como el hombre mismo, aunque en este caso, el fuego de la polémica resaltaba por la publicación en el 2010, del libro “The Grand Design” del astrofísico británico Stephen Hawking y Leonard Mlodinow, obra donde estos autores excluyen la posibilidad de que Di-s crease el Universo.
No han sido pocos los científicos que han rebatido lo que alegan Hawking y Mlodinow, en el “El gran diseño”, como por ejemplo, el académico César Nombela, catedrático de Microbiología y presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) entre 1996 y 2000, la Teología es un ámbito del pensamiento diferente al científico, pero igualmente válido: "La ciencia puede explicar muchas preguntas propias de su competencia, pero probar la existencia de Di-s es otro terreno".
En cualquiera de los casos y, opinando desde un punto de vista neutro, si eso fuese posible, el argumento se ha equilibrado sobre un 50 % de buenas razones expuestas por cada bando, que dependiendo del individuo en particular, le sitúan como el único encargado en el plano personal de inclinar la balanza hacia un lado o el otro, por gozar de esa fascinante condición llamada libre albedrio.
El ex miembro del partido comunista francés devenido en sacerdote católico Ignacio Lepp, uno de los autores que despertó interés por sus libros de finales de la década del 60, y que en lo personal encuentro muy a tono con el articulo del bloguista (Arencibia) a pesar de que no se le menciona, escribía en “La existencia autentica” (1965) que; “Todo hombre que se contente con la inautenticidad de su existencia, hace traición a la humanidad, rehúsa asumir la trascendencia absoluta de su yo sobre la naturaleza, se cosifica”.
Saludos, Santi
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