BARACUTEY CUBANO

Tomado de http://www.martinoticias.com/

 Castro. El enterrador

Fidel Castro tiene un mal de ojos que es particularmente sensible con sus compañeros de ruta.
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Por Pedro Corzo

marzo 12, 2013

El escritor José Antonio Albertini tiene una novela titulada “El entierro del enterrador”,  un oficio que Fidel Castro ha cumplido a cabalidad, superando sin dudas a cualquier profesional del giro, incluido los de campos santo tan significativos como el cementerio de Colón en La Habana o La Chacarita, en Buenos Aires.

La novela parece inspirada en las actividades mortuorias de Fidel Castro. Muchos han sido los que ha sepultado en sentido figurado.

Un número notable de jefes de estado o dirigentes políticos que en alguna medida estuvieron asociados con Fidel Castro han desaparecido por problemas de salud o como resultado de la lucha política.

El primero de todos los jefes de gobierno aliado a Castro en perder la vida, fue Patricio Lumumba, 36 años, Primer Ministro de la República Democrática del Congo,  asesinado por sus enemigos.

El último, hasta el momento, Hugo Chávez, 58 años, que será momificado, pero si le permiten a Nicolás Maduro y sus seguidores son capaces de reclamar a la iglesia católica que inicie un proceso de beatificación a su favor, aunque tal vez hayan llegado a la conclusión de que no es necesario porque según el presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad, lo publicó en su página digital, el presidente Chávez regresará junto a Jesucristo y el imán Mahdi, un dirigente religioso chiita.

En un rápido recorrido de una esquina a otra del planeta los aliados sepultados por el dictador cubano suman docenas, sin señalar a los miles que murieron por enfrentar su régimen.

En América Latina recordemos al general panameño Omar Torrijos, 52 años, que condujo su país con mano de hierro por 13 años. La muerte le encontró en  un accidente aéreo que nunca ha sido esclarecido. Unos afirman que fue  un accidente y otros, un sabotaje al avión que lo transportaba.

(ARCHIVO. Fidel Castro y Hugo Chavez jugando béisbol en Barquisimeto.)

El también general, el  peruano Juan Velasco Alvarado, 67 años, un militar golpista de  claras tendencias populistas, estableció estrechas relaciones con Cuba y  la Unión Soviética, a quien compró grandes cantidades de armas. Militares peruanos participaron en maniobras militares en Cuba. Su gestión gubernamental fue un fracaso, particularmente en el aspecto económico.

Otro desaparecido fue Salvador Allende, 65 años,  uno de los amigos más fieles del castrismo. Antes de llegar a la presidencia Allende defendía la dictadura cubana con una devoción digna de mejor causa. Cierto que en Cuba le trataban a cuerpo de rey. Primero se dijo que había sido asesinado, ya se sabe que cometió suicidio.

Viajaba a la isla con mucha frecuencia. Tenia asignado uno los carros más lujosos de la época. Un chofer particular y todos sus deseos eran satisfechos.

Durante su mandato contó con total asistencia del régimen cubano. Castro visitó Chile durante un mes. La presencia en su país de agentes de la inteligencia, asesores militares, de  gobierno y el cuerpo diplomático cubano era de proporciones gigantescas. La intromisión cubana en los asuntos chilenos nunca llegó a los niveles de la que tiene lugar en Venezuela.

Maurice Bishop, 39 años, líder del movimiento granadino Nueva Joya fue primer ministro de la isla de Granada. Su alianza con el castrismo fue muy estrecha. Fue derrocado y fusilado junto a varios de sus partidarios por uno de sus colaboradores más próximo.

La mala sombra de Fidel Castro, como pudieran decir  los supersticiosos, acabo con la vida de varios dirigentes africanos que fueron sus aliados más estrechos en la época dorada del caudillo isleño.

Agostinho Neto, 57 años, primer presidente de Angola, enfermó de gravedad  y falleció en Moscú. Otro de sus amigos más allegados, Amilcar Cabral, 49 años, fue asesinado. Sekou Toure, 62 años, dictador de la República de Guinea murió de un ataque al corazón. Más recientemente otro de sus aliados el dictador de Libia, Muamar Gadafhi, 67 años, ajusticiado por su pueblo, después de una revuelta contra su régimen.

En Asia su sombra también ha producido bajas. El déspota iraquí, Saddam Hussein, compañero de faena de Castro, fue ahorcado a los 69 años de edad y el dictador sirio Hafez Al-Assad, que murió a los 70 años.

Esta relación podría ser mas extensa pero es suficiente para concluir el decir popular de quien a mal árbol se arrima mala sombra le cobija. Fidel Castro tiene un mal de ojos que es particularmente sensible con sus compañeros de ruta, lo que se confirma, aun para los más escépticos, con la reciente muerte de su idólatra más genuino,  Hugo Chávez Frías.

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Tomado de nuevoaccion.com

EL “ÑEQUE” O LA “JETTATORE” DE FIDEL CASTRO

 (3-7-13-4:30PM)

Caricatura de Alfredo Pong

Por Aldo Rosado-Tuero

Hace muchos años—tanto que ya ni me acuerdo de la fecha exacta—cuando yo viajaba medio mundo comprando animales exóticos, tuve una conversación en Lagos, la capital de Nigeria, con un amigo de la etnia Yorubá, que me aseguró muy seriamente que Fidel Castro había estado en Nigeria y por medio de un alto sacerdote de no sé que religión, había hecho un pacto con el diablo para conseguir alargar su vida. Pacto mediante el cual, según este amigo nigeriano, Fidel se comprometió a entregarle a amigos cercanos a Satanás con tal de que éste le prolongara la vida. Según mi amigo nigeriano, el diablo le había asegurado a Fidel, que mientras más amigo y más le hubiera ayudado fuera la persona que Fidel Castro eligiera para que se lo llevara el diablo, mayor sería el porcentaje de los años de vida que le quedaban al candidato al infierno escogido por Castro, que le serían otorgados a Fidel, para prolongar su existencia.

Aquello a mí me causó risa y así se lo indiqué con mucho respeto a mi interlocutor, quien me dijo que usara mi memoria y viera cuantos amigos del tirano de Cuba, ya habían sido entregados por éste a Satanás, en cumplimiento del pacto. Y el mismo amigo mencionó a Mengistu Haile Mariam, a Camilo Cienfuegos, al Che Guevara y a un par de líderes africanos cuyos nombres no retuve en mi memoria.

Ahora, tras la muerte de un hombre tan cercano a Fidel Castro, mucho más joven que él, como Hugo Chávez, me viene a la mente la historia del nigeriano y usando mi memoria, sin mucha búsqueda, recuerdo los nombres de varios amigos cercanos a Fidel que a la vez eran sus benefactores, todos más jóvenes que Fidel, que han muerto no mucho después de abrazar a la bestia de Birán: Maurice Bishops, el de Granada; Omar Torrijos, el dictador de Panamá, el pastor norteamericano Lucius Walker; el bizco Néstor Kirchner, ex Presidente de Argentina, el Comandante René Vallejo, el Comandante “Pity” Fajardo; el Presidente Dorticós, Haydee Santamaría, compañera del asalto al Moncada; Jorge Massetti, el periodista argentino que lo visitó en la Sierra; el venezolano Fabricio Ojeda, el también venezolano Almirante Wolfgang Larrazábal; el Papa Juan XXIII; en fin, gente que le entregaban su amistad y su alma y que al abrazar a Fidel Castro fallecían de varias causas poco después, mientras que el viejo dinosaurio cubano con cada muerte de un amigo, se fortalece más físicamente y cada vez que se cree que va a "largar el piojo", se muere uno de sus socios, por lo general, más joven que él y el hombrín tiene una recuperación asombrosa.

Es bueno recordar que también Lula DaSilva, fue pronosticado con cáncer, a poco de darle un abrazo al mayor de los hermanitos asesinos, igualmente Cristina Kirchner; y el Papa Ratzinger(Benedicto XVI) no más abrazar a Fidel, se ha sentido tan jodido que ha tenido que retirarse y en cualquier momento, le dice  "Auf Wiedersehen"  O "arrivederci" a la vida.

Estoy seguro que historiadores y ratones de bibliotecas y el internet serán capaces de encontrar muchos más, pero por ahora para esta breve nota, me basta con estos ejemplos.

Yo no afirmo ni niego nada, pero coño, que ¡qué casualidad!, que no hacen más que entregarse en cuerpo y alma a este engendro del demonio, darles su adhesión, su amistad y apoyo, y al poco tiempo desaparecen de la faz de la tierra.

Usted piense lo que quiera, pero yo mi amigo lector, siento mucho que no voy a ir a Nigeria, para encontrar a Peter y decirle que ya no me río tanto de su historia.