Juan Gonzalez Febles desde Cuba sobre opiniones de Carlos Manuel Estefanía: De gusañeros y quedaditos
06 de Junio de 2013
Cuba actualidad, Lawton, La Habana, (PD) Leo sin asombro –ya es costumbre- que desde la acogedora y hospitalaria Suecia, uno de esos personajes que en Cuba se ganó la oportunidad de viajar a partir de comportarse en la forma adecuada para ello, en fin, un gusañero, alguien que se comporta como compañero, hasta que encuentra ocasión para dejar de serlo, opina y hasta se siente en condiciones de criticar a Berta Soler, la líder de Damas de Blanco.
Como de cocinar se trata, aderezó su olla podrida y junto a Berta Soler, nos concedió el honor de incluirnos a mí, a mi colega y amigo Luís Cino, junto a un compatriota exiliado con quien no hemos tenido oportunidad ni tan siquiera para estar o no de acuerdo sobre el próximo líder en carreras limpias del próximo campeonato de beisbol, el Sr. Miguel Saavedra, sea esto dicho con el mayor respeto.
El señor en cuestión se apellida Este-fanía y escribe un blog denominado "Cuba nuestra". Así son los quedaditos. Cuando se sienten lejos, a salvo y libres, rompen su crisálida, vuelan y bueno, hasta opinan. Uno los entiende y hasta los comprende. Fingieron y callaron mucho y esto pesa sobre el alma como una losa. Para bien o mal, se decidieron a expresarse, enhorabuena.
En Cuba comprendemos y perdonamos la cobardía, solo que no la admiramos ni la premiamos. El pueblo de a pie, en esa sabiduría común a todos los pueblos de a pie, denomina "esta gente" a sus gobernantes y a las personas como Este-fanía, solo pendejos.
Entonces me pregunto si este Sr. Estefanía –como la princesa de Mónaco pero sin la belleza y la simpatía de aquella- tiene idea de que significan diez años reclamando en las calles la libertad de un pueblo y de sus presos políticos, familiares, etc. Creo que no debe tener idea sobre esto. A fin de cuentas, tanto a él a como otros de su calaña, nadie los conocía hace diez años. Aplaudían, coreaban consignas y agitaban banderitas. Estaban ciertamente muy ocupados en esos menesteres que se asumen, cuando se aspira a viajar con la bendición y el patrocinio del régimen militar.
El Sr. Este-fanía lo desconoce todo sobre adrenalinas y testosteronas. Me refiero a esa que liberan y prodigan con harta liberalidad Berta Soler y otros enfrentados a los humores inciertos de una dictadura totalitaria cruel y represiva. La misma que se libera cada día en esta Cuba que se hace propia o nuestra, con los pies y el corazón aferrado a la tierra cubana y siempre atado a la aprensión y el peligro que esto representa. Asociar a cualquiera de nuestras Damas de Blanco con "tufillos guevaristas", es algo más que irrespetuoso. El llamado Che Guevara, fue un asesino cruel y vengativo que se quedó por debajo de todas las expectativas cuando le llegó el momento de morir con una determinación a la altura de los estándares que promovió.
Cuando al régimen militar cubano le importaba un ardite que hubiera o no embargo, los que hoy pedimos que se mantenga, lo considerábamos un problema limitado al gobierno militar de la Isla y al gobierno de los Estados Unidos. Si hoy se trata de que este mismo régimen, demande que sea retirado para su permanencia y continuidad, entonces cierro filas con Berta Soler y pido que no sea levantado. Así de sencillo.
Sobre otro aspecto tocado por Este-fanía, ya dije y mi colega Luís Cino lo hizo por su parte, que Rosa María Payá y Berta Soler, nos hicieron sentir muy bien representados. Ambas lo hicieron muy bien y no pienso volver sobre algo que ya quedó alto y claro por nuestra parte.
Sobre otro punto tocado por el Sr. Este-fanía, ciertamente ni mi colega Luís Cino ni quien suscribe somos apoderados de Primavera Digital o Primavera en Cuba. El caso es que no disponemos ni nunca hemos dispuesto de nada de lo que apoderarnos. Pienso que los apoderados y usufructuarios de ajenos sacrificios son otros. Dejamos y estamos en disposición de dejar la vida por hacer lo que hacemos desde hace años. Pero si el Sr. Este-fanía encuentra la testosterona, estaríamos en disposición de recibirlo en La Habana para compartir aprensiones y peligros. Con la "reforma migratoria", sería posible. Pero esto último resulta poco probable. Para esto, tendría que dejar de ser lo que ha sido y quizás siempre sea, un pendejo, otro más.
j.gonzalez.febles@gmail.com
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