martes, septiembre 10, 2013

Zoé Valdés sobre Cuba: Santiago Rey Pernas, Fulgencio Batista y Jorge Luis García Pérez Antúnez


Rey Pernas, Batista, Castro, Antúnez (I)


Por Zoé Valdés
09.09.2013


El cubano resulta algo curioso, lleva más de medio siglo atrapado en su propia historia y no quiere enterarse de esa misma historia, sólo admite la que a él le gusta. No quiere entonces admitir, por ejemplo, que existió un hombre mejor que los Castro que llevó a Cuba a la bonanza social y económica, que ese hombre era mulato, que fue elegido democráticamente por un pueblo entero, que hizo la Constitución de 1940, una de las mejores del mundo, que cometió el error de dejarse llevar por las bajeza de otra familia aledaña, racista para más inri, y para quedar bien con la matrona de esa familia, sacó de la cárcel al hijo y su hermanito: par de cuatreros asesinos. Ese hombre cometió un segundo error, dar un golpe de estado (cuartelazo para algunos) y destruir la misma Constitución que él mismo había creado y validado, y sin embargo, el pueblo siguió apoyándolo celebrando ese cuartelazo en las calles de toda Cuba (de lo que se han olvidado con gran facilidad, por cierto). Ese hombre convocó a elecciones libres en 1954, no olvidarlo. El hombre no es otro que Fulgencio Batista y Zaldívar, y el cuatrero impresentable que lleva más de cinco décadas asesinando y destruyendo lo que el primero hizo se llama Castro I, seguido por su hermanito (por cierto, bautizado por Batista), Castro II. Así ha sido, pero a los cubanos no les agrada que les recuerden su complicidad con el horror, y con el error. Su error.

Lo curioso es que los cubanos, en la actualidad, cada vez más ignorantes y colaboradores, reiteran la misma estupidez, la de tropezar dos, tres, e infinidad de veces con la misma piedra. Por ejemplo, el otro día puse en mi blog (www.zoevaldes.net) entrevistas que he ido realizando con personajes cercanos a Batista, uno de ellos Santiaguito Rey Pernas, y dos de los hijos del presidente: Fulgencio Rubén Batista y Godínez y Bob Batista. Amén de que como cubana y escritora tengo todo el derecho a investigar y hurgar en la historia de mi país, yo he conocido a estas personas, a quienes consideré y considero figuras importantísimas en la historia de Cuba.

Enseguida empezaron los comentarios malsanos y, por supuesto, a llamarme despectivamente "batistiana". Bien, no soy "batistiana" porque no viví en la época de Batista, y tampoco fui nunca fidelista, como no lo es una gran parte de los cubanos que viven en Cuba, pero finjen serlo para segir en la rumba de la inercia y la conga de la desidida. Sin embargo, reconozco que el período de Batista fue un período floreciente en la historia de Cuba, y que esa parte de esa historia los cubanos debieran empezar a reconocerla también con sus aciertos y errores. No obviemos tampoco que muchos cubanos fueron batistianos por ser precisamente antimachadistas ( en contra de Gerardo Machado), y que una gran cantidad de cubanos al inicio del 'revolú' castrista eran batistianos, y de la noche a la mañana se dejaron crecer la barba y se convirtieron al castrismo en un pestañear.

También resulta interesante que cuando hace unos días publiqué una entrevista con el disidente Jorge Luis García Pérez (Antúnez), más de 17 años en las cárceles castristas, hombre negro, o afrocubano, como prefieran, para mí con decir cubano ya es lo que somos y punto; bien, tras publicar la entrevista de marras, al instante empezaron a enviar comentarios tratando a Antúnez de delincuente y demás calumnias y barbaridades. Sin embargo, llenaron de elogios a otros diz que disidentes que fueron en el pasado castristas y que hoy se hacen llamar disidentes, de esos de los que piden internet, el levantamiento del embargo, y todo lo que al régimen le conviene, y se olvidan de exigir libertad y democracia, lo que no es el caso de Antúnez que siempre ha sido muy claro que de lo que se trata es de la libertad y de la democracia, como expresó en esa entrevista. Yo siempre he creído en los delincuentes que pueden convertirse en héroes, la historia, la vida, y la literatura está llena de esos ejemplos. Por lo tanto, que Antúnez haya sido un delincuente no me perturba en lo más mínimo. Nótese que hay una diferencia entre un delincuente y un cuatrero y un asesino, blanco, gallego, que se las daba de abogado sin licenciarse siquiera; un tupidor en suma, un cobarde. Antúnez tiene mucho valor, mucho coraje. Y lo único que le echo en falla es que no haya aprovechado su visita en Miami para hablar de Sonia Garro Alfonso y de Ramón Alejandro Muñoz. De lo que sí sospecho siempre es de un castrista devenido disidente de la noche a la mañana, de un tupidor a la imagen y semejanza del "enemigo" que alardea combatir.

Desde luego, Santiaguito Rey Pernas no quedó invicto de los ataques personales. Al momento también recibió su ráfaga de insultos. Y aparecieron, cómo no, los testimonios de al menos una persona que lo vio pasar cheques en blanco en un Casino en la Cuba de los juegos y la corrupción 'batistiana' (como si Batista fuera el único en los casinos de juegos, y no todo un pueblo), o sea, de esa misma Cuba que viene en cualquier momento, y que siguió siendo corrupta, sólo que la corrupción y las riquezas la manejaron a su antojo los barbudos, como mismo ahora el hijo de Castro I es campeón de golf y fuma los mejores tabacos de lujo dejándose retratar como cualquier mafioso de los años '50 en una revista de leso capitalismo. Santiaguito Rey Pernas, tal como se presenta él mismo en la entrevista y pude corroborar contrastando la información, fue uno de los exponentes principales de la República, sobre todo porque es uno de los que redactó la Constitución del '40. Si Santiaguito Rey Pernas después fue un delincuente, un corrupto, como tantos otros en Cuba, para mí resulta de menos cuantía e importancia que lo que de verdad habla por él: la Constitución del '40. Y ese dato histórico jamás podrán borrarlo de la historia de Cuba. Como han querido hacer y han hecho los castristas durante más de cincuenta años, hacer borrón y cuenta nueva y escribir la historia a su manera; en todos estos años de dictadura no han tenido siquiera el valor de escribir  y publicar libros acerca de la verdadera historia de Cuba dirigido a la enseñanza escolar.

En cuanto a los genocidas, cuatreros malos, e impresentables de los Castro, cuándo es que los cubanos van a decidirse a airearle las verdades, los trapos sucios, la corrupción, los muertos, la delincuencia internacional, la masacre a cuenta gotas, el tráfico de droga, el contrabando, y toda la verdad que merecemos los justos, los que no somos responsables del mayor desastre de la historia de nuestro país: los que nacimos con la cicatriz de nacimiento, los que no los pusimos pusilánimes y cómplices en el poder, los que no le debemos nada ni a Batista, ni a los Castro, pero sí mucho a los hijos de Antúnez, a nuestros hijos, al futuro de nuestra isla.

1 Comments:

At 9:44 p. m., Blogger Unknown said...

Zoe como siempre mi felicitacion mas sincera.Te admiro mucho.Eres culta,inteligente y sobre todo valiente.Tus escritos son en realidad una luz en esa especie de tiniebla(entiendase ignarancia-vagancia intelectual) que los cubanos llevan mucho tiempo "zasonando "con doble moral,hipocresia, miedo,egoismo,y acomodamiento entre otras nefastas aristas del "hombre nuevo"y bien malo por cierto, que el castrismo fabrico.Haces bien dices la verdad sin miramiento,contemplacion, ni lastima patologica.No al cubano de a pie se le tiene que recordar que cada uno es responsable del mal de Cuba.Quer cada cubano asi como tiene derechos ,tambien tiene deberes para con su pais.Cada uno en la isla dejar la practica de refugiarse en una fingida interpretacion de la verdad y tomar la decision correcta: reconocer la realidad de Cuba y su contribucion para ayudar a cambiarla(arrancar el cancer del castrocomunismo).Gracias nuevamente Zoe Valdes.
Omar del Pozo Marrero

 

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