miércoles, octubre 02, 2013

Réquiem por las placas. Blanca Acosta Rabassa sobre acontecimientos de nuestra juventud en Cuba

 Nota del Bloguista

 Ya que soy  sexagenario  voy a abundar sobre el tema.,  pero antes una observación:  hubo personas que sí previeron la diáspora. Uno de esos visionario fue Bárbaro Alfredo Valdés, ¨Cataneo¨,  integrante del trio Taicuba,  quien al triunfo de la Revolución  expresó:  Sólo se salvarán los que sepan nadar. Cataneo murió en Cuba en julio de este año  a la edad de 96 años; parece que no sabía nadar.

 Con este artículo Blanca Acosta Rabassa  me ha   hecho recordar vivamente  los tiempos de nuestra juventud.

A Blanca  la  conocí, y  recuerdo, cuando estábamos  en el primer año de la Escuela de Matemática. en aquella época ella era una muchacha   con una larga cabellera pelirroja peinada a lo Joan Báez; no fuimos amigos cercanos, éramos más de 100 alumnos en el aula de conferencias, pese a que por la vestimenta y los gustos musicales ambos  éramos ¨extranjerizantes¨. Ese curso fue el año de la Ofensiva Revolucionaria cuando la tiranía  además de cerrar todos los negocios, particulares (incluyendo los puestos de fritas donde trabajaba una sola persona) cerraron los clubs, los cabarets e implantaron la ley seca; fue el año de la invasión  de Checoslovaquia por el comunista Pacto de Varsovia .

 Año  en que en los círculos de estudios a los que obligatoriamente  tuvimos  que asistir, en pequeños grupos, y  aprobar con las palabra,  o con el silencio,  a la Ofensiva Revolucionaria y a la  mencionada  invasión  pese  a que desde ese momento ya no había nada que merendar en lo que sería, o ya  era, la Casa del Estudiante Universitario y pese a que en nuestro grupo  de estudiantes  estaba Oleg Stanek, un joven  checo con  gran parecido al poeta ruso Aleksandr Pushkin, al cual teníamos  temor de acercarnos y conversar,  pues los extremistas, sobre todo Rosa V. que aún hoy  sigue siendo tan extremista y dañina como en aquellos tiempos,   no pensaran que nos estábamos solidarizando con su dolor de ver a su patria  invadida y reprimida violentamente por los tanques.  En un momento, venciendo el temor, y con una o dos palabras  de saludo y sobre todo con mi mirada y gesto le transmití mi solidaridad, la cual  supongo que él haya captado más que con las palabras, con mi gesto , pues ambos vivíamos en países oprimidos por el comunismo.

También recuerdo  cuando  a la uruguaya  Dieva Silva, entonces muy amiga de Blanca  y hija del entonces director de la Escuela de Matemática y destacado profesor y topólogo Celiar Silva Rehermann, jóvenes comunistas del grupo la criticaron fuertemente porque Dieva dijo en uno de esos círculos de estudios  que  habían otros caminos para tomar el poder político que no fuera mediante ¨el foco guerrillero¨. Hacía pocos meses que el Che Guevara había  muerto cuando le aplicaron  a él  en Bolivia  lo que él  había hecho a otras personas en la Sierra Maestra aún en el caso de que hubieran  existido serias dudas  sobre la culpabilidad de esas personas.

Después Blanca se trasladó a estudiar la Licenciatura en Lengua y Literatura Inglesa. Nunca la vi en el Círculo Shakesperiano de la Lengua, que estaba situado en la Biblioteca Central de la Universidad de La Habana,  lugar adonde íbamos  algunos pocos a leer  revistas en idioma Inglés para conocer algo del mundo exterior; ahí fue donde me enteré del Concierto de Woodstock y de la rock opera Hair.

Aquí va un recuerdo de aquellos ellos

Jefferson Airplane Woodstock 1969
Find somebody to love



When the truth is found to be lies
And all the joy within' you dies
Don't you want somebody to love, don't you...
Need somebody to love, wouldn't you...
Love somebody to love, you better...
Find somebody to love

When the garden flowers baby are dead, yes and
Your mind, your mind is so full of red
Don't you want somebody to love, don't you...
Need somebody to love, wouldn't you...
Love somebody to love, you better...
Find somebody to love

Your eyes, I say your eyes may look like his
Yeah, but in your head, baby, I'm afraid you don't know where it is
Don't you want somebody to love, don't you...
Need somebody to love, wouldn't you...
Love somebody to love, you better...
Find somebody to love

Tears are running down and down and down your breast
And your friends, baby they treat you like a guest
Don't you want somebody to love, don't you...
Need somebody to love, wouldn't you...
Love somebody to love, you better...
Find somebody to love
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 JANIS JOPLIN - Woodstock



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Tomado de http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/requiem-por-las-placas-308362

Réquiem por las placas


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Se cerraron, a palos, los pequeños negocios, se prohibieron los cultos de origen africano, la música “extranjerizante”, ¡TODO!
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Por Blanca Acosta
 St. Louis, MO
 30/09/2013

Para las personas que lean este artículo y que  hayan nacido después de los años sesenta, las placas eran como los jóvenes, casi niños, de entonces enfrentábamos el bloqueo de Castro a la música que nos gustaba.[i]

Según me explicó Armengol, un “gallo”[ii] que trabajaba en Radio Progreso grababa sobre discos viejos la música de los Beatles, Rolling Stones, Mammas and the Pappas y otros grupos.

El swing de tener una placa era solo superado por tener un disco original.[iii]

Así fue nuestra juventud. Todo aquel aparato represor se extendió a los setenta cuando ya no éramos casi niños. Por alguna razón histórica éramos cultos e informados, y nos dolía aún más la represión.

Hoy día el agonizante régimen permite la homosexualidad, cualquier tipo de música que no diga “Abajo Fidel”, vende artículos en ese descarado CUC que es más fuerte que el dólar, que antes era delito tener; los babalaos hacen votos por la salud de Castro.

Cualquiera de esas cosas costaba la UMAP o la expulsión de la universidad. Mi generación fue la generación de la Ofensiva Revolucionaria y del Congreso de Educación y Cultura que fueron el Golpe de Gracia al país (todo es tributario de su origen; the wasteland de hoy día se entronizó entonces).

Se cerraron, a palos, los pequeños negocios, se prohibieron los cultos de origen africano, la música “extranjerizante”, ¡TODO!

Y en aquel terreno baldío los jóvenes soñábamos con la vida.

Aquello nos convirtió en adultos antes de tiempo. Cuando estábamos todos vestidos de gris, “ropa de trabajo”, y zapatos plásticos que el buen Papa Castro nos regalaba, no pensábamos en ir a un mall, merendar con los amigos; lo que nos dolía era tener fuera de nuestra alcance la poderosa literatura que entonces se estaba escribiendo, por solo citar una carencia.

Algunos intentaron ejercer, dentro del régimen, el pensamiento crítico, el cual Raúl Castro, me han dicho, arrasó literalmente con una bulldozer.

Nuestras fiestas, reuniones y paseos tenían doble contenido, el de cualquier actividad de jóvenes y un ahogado conciliábulo sobre nuestras cadenas. Ninguno de nosotros hubiera creído en aquellos años que el comunismo internacional se iba a acabar y que The Yellow Submarine que nos prohibían iba a estar donde una vez estuvo el ensangrentado Muro de Berlín. Nuestra juventud (en la que incluyo la década de los ochenta cuando éramos aún adultos jóvenes) nos fue arrebatada, cercenada, aherrojada.

Algo que me enorgullece es que aún el destape marginal no se había descubierto como forma de entontecer a todo un pueblo.

Entonces no había jineteras, ni jineteros[iv], si nos oprimían recurríamos al manantial del intelecto.

Sería después que jóvenes aún más desafortunados que nosotros se sumirían en la marginalidad, incultura, falta de la menor actitud civilizada para escapar. Aclaro que no son todos y mucho menos la mayoría; sería muy vieja de mentalidad si no viera con agrado los pinos nuevos que intentan rebelarse a través de la creación y la palabra.

La tecnología no nos ayudaba, cierto que escuchábamos la música prohibida a través de estaciones norteamericanas pero Yoani Sánchez no hubiera tenido modo de trascender.

Pensábamos como ella piensa ahora pero nos lo transmitíamos verbalmente.

Mi generación fue también la primera víctima de los “trabajos improductivos”. Nunca se me borrara la imagen de mi hermano de unos doce años y un amigo suyo de toda la vida embalados como bestias en trenes de ganado, sin protección alguna de los elementos, enviados a Camagüey a “cortar caña”.

A medida que se iba acercando la fecha del martirio nos devanábamos los sesos a ver cómo podíamos eludirlo. Confieso haberme tomado tres latas de leche condensada, una detrás de la otra con la esperanza de enfermarme del estómago…si mi salud es excelente ahora, a los dieciséis años no le entraba ni las piedras; todo lo que logré fue una resaca de leche condensada que, sí, me libró un día del surco.

Nuestros padres nos visitaban los domingos y nos traían golosinas, después nos tocaría a nosotros ser padres y llevarles golosinas, cada vez más difíciles a nuestros hijos. Para entonces se había inventado otro círculo del infierno, ¡Tarará!

Padres y niños odiaban esa “vacación junto al mar” de a porque sí.

Si mis padres no lo hicieron, yo sí; a la menor cosa me llevaba a mis hijos de aquel horror.

Otra cosa que inauguró mi generación fue el fin del bachillerato y la creación de las secundarias básicas e institutos pre-universitarios, muchos de ellos en el campo sobre los cuales leí en este sitio un excelente artículo.

Con esa nueva forma de enseñanza media surgieron asignaturas tales como los “plenos estudiantiles”[v] y el mantra “la base condiciona la superestructura”.

No tuvimos, no tienen aún, una ceremonia de graduación para alegría de adolescentes y orgullosos padres.

¿Qué digo? ¡En Cuba están prohibidas las tradiciones que no sean la asquerosa caldosa del día de los comités!

¡Se nos fue la vida!


Al menos, un poco tarde, logramos empezar de nuevo en tierras libres en los rincones más remotos del mundo. Nadie hubiera previsto la diáspora cubana.

Coda; Este artículo fue inspirado en uno sobre el mismo tema que publicara Armengol; me gustaría que otros “jóvenes sexagenarios” abundaran sobre el tema… inagotable.
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[i] Lo del bloqueo musical, la abominable “Pastilla de menta”, el Grupo de Creación sonora del ICAIC, etc. debe ser reseñado en un artículo aparte por alguien que tenga la calificación y la información para escribirlo.
[ii] Palabra obsoleta que usaban los hombres para referirse a un tipo. Esta la usó mi entrañable amigo de todo una vida  Iván Pérez Carrión cuando yo sacaba de la gaveta del olvido a las placas.
[iii] Conservo mi “Beatles’ 65”. No sé si tiene un valor monetario para mi tiene un valor sentimental enorme.
[iv] Creo haber conocido a la primera jinetera, solo que el vocablo no se había acuñado.
[v] Han ido cambiando de nombre con los años pero son el mismo perro con diferente collar.

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ALGUNOS COMENTARIOS DEJADOS

Blanca,que alegría me ha dado leer tu exelente comentario.Siempre fuistes una mujer de caracter fuerte y contestataria.hasta hoy no se me olvida cuando estaba en el Calixto Garcia,haciendo mi residencia en Neurocirugía ,en pleno periodo especial,las dificultades de la triste realidad cubana y la desvalorizacion moral que la sociedad. Por que no haces un libro .recopilando toda esa vivencia del periodo especial,para que no se pierda jamz de la memoria del pueblo cubano Un grande abrazo Dr.Orlando Zamora


1 Comments:

At 8:37 p. m., Anonymous Anónimo said...

Blanca,que alegría me ha dado leer tu exelente comentario.Siempre fuistes una mujer de caracter fuerte y contestataria.hasta hoy no se me olvida cuando estaba en el Calixto Garcia,haciendo mi residencia en Neurocirugía ,en pleno periodo especial,las dificultades de la triste realidad cubana y la desvalorizacion moral que la sociedad.
Por que no haces un libro .recopilando toda esa vivencia del periodo especial,para que no se pierda jamz de la memoria del pueblo cubano
Un grande abrazo
Dr.Orlando Zamora

 

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