lunes, febrero 10, 2014

Los ministros de Exteriores de la UE aprueban el inicio de negociaciones con la tiranía de los Castro en Cuba. Guillermo Gortazar: CUBA NO MERECE UN ACUERDO CON LA UE



Es oficial: Los ministros de Exteriores de la UE aprueban el inicio de negociaciones con La Habana

********
    Las conversaciones con el régimen podrían arrancar 'este mismo mes'.
    Madrid: El acuerdo fomentará 'la mejora de las condiciones de vida' de los cubanos.
*********
Agencias
Bruselas
10 Feb 2014

Como estaba previsto, el Consejo de Ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) dio luz verde este lunes, sin debate, al inicio de la negociación de un acuerdo de diálogo político y cooperación con La Habana, informa EFE.

La medida busca acompañar las reformas de Raúl Castro y apoyar un mayor respeto por los derechos humanos, informaron fuentes comunitarias, según el reporte.

El Consejo respaldó las directivas de negociación, la base legal para abrir conversaciones con las autoridades cubanas, una decisión ya consensuada a nivel de embajadores de los Veintiocho.

De este modo, los Estados miembros autorizan a la jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, y a la Comisión Europea a iniciar la negociación, algo que podría ocurrir "este mismo mes", indicaron fuentes diplomáticas.

El objetivo del acuerdo, dijeron, es ampliar los ámbitos de cooperación con La Habana, acompañar las reformas puestas en marcha por Raúl Castro en busca de la supervivencia de su régimen, y fomentar un mayor respeto de los derechos humanos.

Las fuentes indicaron que, a juicio del bloque, hay "cierto movimiento en el plano económico y moderación en el plano político" en el Gobierno cubano.

Las tratativas se abrirán mientras sigue en vigor la Posición Común, la política adoptada por la UE en 1996 que exige a La Habana transformaciones democráticas y respeto a los derechos humanos.

Los Veintiocho han dicho que la negociación de un acuerdo bilateral con el régimen no va a suponer un "cambio" de su política hacia la Isla. Sin embargo, fuentes diplomáticas han considerado que el paso podría iniciar el camino hacia la "superación" de la Posición Común.

Por ahora, algunos Estados miembros consideran el mantenimiento de la Posición Común una "garantía" para continuar la misma política hacia La Habana en el caso de que las conversaciones no den los resultados esperados.

En cambio, si el acuerdo llega a buen puerto, la Posición Común podría ser eliminada si se produce una decisión unánime de los países de la Unión.

La negociación de este acuerdo es el resultado de la petición de los ministros de Exteriores de la UE a Ashton, a finales de 2012, de explorar las posibilidades de abrir una nueva relación con La Habana.

Madrid: El acuerdo fomentará 'la mejora de las condiciones de vida' de los cubanos

Tras la reunión del Consejo de Ministros, el secretario de Estado español de Asuntos Exteriores, Gonzalo de Benito, negó que el acuerdo que la Unión Europea empezará a negociar con La Habana suponga un cambio en la política comunitaria hacia la Isla y dijo que fomentará mejoras en la calidad de vida de los cubanos y los derechos humanos, reporta EFE

"Será un acuerdo que haga énfasis en los principios que ha seguido desde hace años la UE en la relación con Cuba, que es promover la mejora de las condiciones de vida, la calidad de vida de los cubanos, y hacer un énfasis especial en los derechos humanos y el respeto de las libertades fundamentales", dijo a la prensa De Benito.

El acuerdo "estaba previsto desde hace tiempo. Es una decisión unánime de los 28 países miembros", apuntó.

España ha marcado el paso de los cambios en la política del bloque europeo hacia la Isla en las últimas décadas. La postura del actual Gobierno, del presidente Mariano Rajoy, del Partido Popular (PP), a favor de una flexibilización de las relaciones con La Habana, ha desatado críticas de exiliados y disidentes.

Muchos señalan la paradoja de que justamente un Gobierno del PP, encabezado por José María Aznar, fue el que impulsó la aprobación de la Posición Común.

La medida "no supone un cambio respecto a lo que teníamos hasta ahora", defendió De Benito y añadió que "el ritmo de la negociación responderá también a la evolución que se produzca en materia de derechos humanos en Cuba".


En referencia a los plazos de la negociación, el representante español señaló que "estos acuerdos son siempre complicados, llevan tiempo".

"Es muy difícil prever cuánto tiempo supondrá, pero lo que está claro son los objetivos, que son "promover la mejora de las condiciones de vida en Cuba, y los derechos humanos y el respeto de las libertades fundamentales", dijo.

Preguntado por si considera que el acuerdo puede llevar a la eliminación de la Posición Común (solo posible por decisión unánime de los Estados miembros), contestó: "Veremos cuál es el resultado de la negociación y cuáles serán los términos del acuerdo en su momento".

"El paso del tiempo nos lleva a situaciones nuevas pero, como digo, los principios son muy firmes", concluyó.

Editorial: Normalizar Cuba 
Editorial: Europa dice acercarse a Cuba, pero se aleja de los cubanos 
 **********
Artículo original 15 Oct 2013
ABC (Madrid
)

CUBA NO MERECE UN ACUERDO CON LA UE
***********
«En Cuba no hay reformas democráticas, y por tanto la Posición Común está plenamente vigente. Si se deroga se atentará contra uno de los pilares de la UE»
***********

Por Guillermo Gortazar
Presidente de la Fundación Hispano Cubana , FHC


SIN duda, buena parte de la desafección detectada entre los votantes del presidente Rajoy es debida a la errática política –contraria el programa electoral del PP– del Ministerio de Asuntos Exteriores. En efecto, según el último barómetro publicado por el CIS, el 58,9 por ciento de los votantes del PP tienen poca o ninguna confianza en el Sr. Rajoy. Considerado el conjunto de la opinión pública española, esa desconfianza hacia el presidente alcanza el 85,2 por ciento. Uno de los motivos de esa desconfianza es, entre otros muchos, la nueva política del Gobierno del PP sobre Cuba.

 En nuestra relación con Cuba, el actual ministro imita las iniciativas del anterior gobierno socialista y ha cambiado, sin previo aviso ni debate, la política tradicional del PP durante veintidós años defendida, tan fervientemente como olvidada, por el Sr. Moragas entre 2004 y 2011. Una posición que era muy clara: apoyo a la disidencia y al objetivo de democracia en Cuba. Pues bien, esa política se ha alterado en la presente legislatura y el ministro de Asuntos Exteriores comparte la línea moratiniana de favorecer las «reformas» de Raúl Castro, olvidando por completo el apoyo tradicional del PP a la oposición democrática, tanto a la histórica como a los nuevos movimientos de jóvenes disidentes.

Si el Gobierno Zapatero-Moratinos pretendió, sin conseguirlo, eliminar la Posición Común Europea de modo que fuera posible un acuerdo de Cooperación Cuba-UE, he aquí que el actual ministro popular pretende lo mismo que Moratinos, pero con distintas palabras. Consiste en el engaño de mantener la Posición Común y a la vez apoyar decididamente la firma de dicho Acuerdo de Cooperación, actualmente en trámite. Pero los Castro, denunciados por la familia de Oswaldo Payá por haber cometido un crimen de Estado, ¿son merecedores de ese acuerdo Cuba-UE? Según el Gobierno español, sí; según la oposición democrática cubana, no.

En la UE, la opinión de España sobre Cuba es decisiva. El Gobierno español lidera en Bruselas el proceso de aprobación de este Acuerdo, y no tiene la excusa de poder decir que está siendo arrastrado en este tema por otros países de la UE. Y así se explica la manifiesta hostilidad personal del señor Margallo hacia el señor Carromero, testigo y víctima de un crimen execrable. Ángel Carromero ha sido y es un estorbo en el nuevo camino de buenas relaciones del Gobierno español con la dictadura cubana, y cuanto peor se le trate, más méritos cree el ministro que hace con Raúl Castro. No sabe lo equivocado que está. Moratinos hizo tantos méritos como el actual ministro y Cuba no le votó para ser director general de la FAO.

Pero ¿alguien cree que en Cuba se han iniciado reformas o una mínima transición? Para que haya tal propósito o dinámica tienen que darse dos circunstancias: el fin del hostigamiento a los disidentes y el inicio de conversaciones, de diálogo, con algunos líderes representativos de la oposición. Ni una cosa ni otra cosa se han producido en Cuba. El informe de represión en Cuba de la Comisión Cubana de Derechos Humanos recoge, sólo en septiembre de 2013, 708 actos de agresión de la Policía política cubana contra disidentes, detenidos temporalmente o procesados. En cuanto a conversaciones del Gobierno cubano con la oposición democrática, el testimonio de Dagoberto Valdés y otros disidentes es terminante: no hay diálogo. En este marco, ¿cómo se justifica un acuerdo Cuba-UE, contradiciendo la letra y el espíritu de la Posición Común? ¿Cómo se explica la nueva complacencia del Gobierno del PP con la dictadura cubana?

Esta complacencia con los Castro es uno de los motivos de nuestra deficiente relación con los Estados Unidos, sólo comparable a la etapa de Zapatero en cuanto a frialdad, lejanía e insignificancia. Y ya se saben las consecuencias de tener relaciones irrelevantes con la primera potencia mundial. Desde el punto de vista americano el Gobierno español es «no fiable», es decir, conocen y comparten la desconfianza de la inmensa mayoría de los españoles. Por ello, el ministro pretende que lo que no se tiene de fondo se obtenga con apariencias. Desde hace dos años, Exteriores ha intentado conseguir una cita del Sr. Rajoy con el presidente Obama. Fracasado el intento en Washington, la reunión del G20 en San Petersburgo era la oportunidad de obtener al menos una foto junto al presidente norteamericano, gracias a un encuentro «casual» caminando por un pasillo. Pero entre esa foto y una relación bilateral relevante para España con los Estados Unidos media una distancia que hasta el ministro de Asuntos Exteriores es capaz de comprender.

En Cuba no hay reformas democráticas, y por tanto la Posición Común está plenamente vigente. O se deroga la Posición Común, cuando proceda, o se atenta contra uno de los pilares de la UE: el cumplimiento de sus acuerdos y compromisos que impiden que un régimen totalitario tenga un Acuerdo de Cooperación con la UE. GUILLERMO GORTÁZAR ES PRESIDENTE DE LA

FUNDACIÓN HISPANO-CUBANA