Juan González Febles desde Cuba: La sociedad cubana se desfondó
04/23/2014
El totalitarismo castrista se hizo de todas las posibilidades. Es decir, tanto de las grandes, como de las más insustanciales. Desde la educación, hasta la salud y desde allí, controlan y distribuyen para las más elementales necesidades materiales. Desde una vivienda hasta un empleo. Todo en Cuba está bajo un estricto control totalitario y los que no se someten, pagan un alto precio por su insumisión. Así es, ha sido y así será, si los hombres de buena voluntad en Cuba y a lo largo del mundo lo permiten.
El caso es que con esta situación el gobierno cubano y grupos en el exterior que aparentemente lo combaten, interpretan una pieza diabólica a cuatro manos y casi desde la misma partitura. Explotan las miserias humanas y las limitaciones materiales reales, creadas por el régimen militar cubano. De esta forma, impiden -siempre a cuatro manos- la institucionalización de proyectos que no respondan de forma directa a uno u otro patrón.
A cuatro manos con los hombres iguana del universo represivo, grupos de poder en el exterior usan miserias humanas, debilidades y frustraciones para imponer sus agendas. Para impedir la institucionalización de proyectos, organizaciones, etc., sobornan y fragmentan tales proyectos con ofrecimientos de dinero, viajes, recursos, etc.
Ambos, el gobierno militar de la Isla y tales grupos parecen perseguir propósitos idénticos. Primero, sustentar la imagen de oposición fragmentada, segundo, privar de representatividad a los que dentro de Cuba de Cuba enfrentan al fascismo emergente de las ruinas del fracasado socialismo, tercero, asumir desde el exterior tal representatividad.
El resultado es que han presentado como representantes de la oposición y la sociedad civil a los menos representativos. Estos en unos casos son creados a partir de recursos, clientelismos y tráfico de influencias más o menos velados, mientras que en otros, a partir de una selección arbitraria, en que los menos capaces profesional, cultural y políticamente, son lanzados al ruedo internacional para hacer papelazos. De acuerdo a informaciones muy fidedignas recibidas, en unos casos los seleccionados se refieren a “órgias”, “relatórias” y otros disparates de este estilo, más o menos relevantes, en presencia de los actores internacionales de turno en la cita en cuestión.
La sociedad cubana no se trata de que haya tocado fondo, simplemente se desfondó. Entonces, se trata de colocar en su justo lugar a quienes medran en la actualidad con esta situación. Así, tenemos de una parte al gobierno militar cubano y de otra, a aquellos amparados en la protección de la ley y el estado de derecho afirmados en los países democráticos en que residen, que les permiten obtener pingues ganancias del rio de heces revueltas en que a gusto nadan.
Esto es el nuevo juego. No queda más que participar. Cada quien lo hará en la medida que le dicte la vergüenza. Bueno, el que la tenga.
infiernodepalo@gmail.com
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