¿Se perdió la vergüenza del mundo?. Sobre diario digital 14Ymedio de Yoani Sánchez. PRIMAVERA DIGITAL. EDITORIAL 326:
¿Se perdió la vergüenza del mundo?
Los últimos sucesos que configuran el tema cubano justifican con creces la interrogante que da título a este editorial: determinados círculos políticos y mediáticos del mundo parecen confabulados para echar a un lado la decencia y la vergüenza.
Por una parte, importantes asociaciones y fundaciones en los Estados Unidos como LASA, Nieman, la Ford y otras, cumplen un guion que parece haber salido de los talleres de provocación de la policía Seguridad del Estado.
Por otra, agencias internacionales de prensa anuncian con fanfarria al "primer medio independiente" hecho desde Cuba. Es decir, anuncian al periódico promovido y dirigido por Yoani Sánchez, que por fin consiguió poner su primera entrega desde Cuba.
Más que minimizar o ignorar el esfuerzo que desde hace casi veinte años realizaron y aun realizan los periodistas independientes cubanos, el hecho no tiene precedentes. Lo singular del caso es que en la horda babosa del engaño participen medios radicados en el exilio miamense afirmados en el conocimiento exacto de que mienten. El Nuevo Herald y otros como Diario de Cuba, se desacreditan aún más, si esto fuera posible. Algún día sabremos que hubo detrás de tanta canallada y tanto canalla reunido.
Sobre el gobierno de los Estados Unidos y su participación en el caso, poco habría que agregar. El gobierno militar cubano se apoya en Granma y la Sección de Intereses de Norteamérica en La Habana promueve y distribuye a su parigual El Nuevo Herald, a quien por acá llaman "El Miliciano", vaya usted a saber por qué.
En memorables ocasiones en que una administración demócrata ha ocupado la Casa Blanca, el mundo tuvo horrores que lamentar y nuevas amenazas que enfrentar.
La decisión del Sr. Delano Roosevelt en medio de la II Guerra Mundial de abrir el segundo frente de lucha europeo en Normandía en vez de hacerlo por los Balcanes, posibilitó más de cuatro décadas de "campo socialista".
La decisión de otro político muy mediocre que ocupó la Casa Blanca de detener a uno de los generales más emblemáticos del ejército norteamericano en el siglo XX -nos referimos al General Douglas McArthur- en su avance por la península coreana, durante la guerra que allí tuvo lugar finalizada la II Guerra Mundial, en la actualidad legó el horror y la vergüenza para quien la tenga, de convivir con la peligrosa pesadilla representada por Corea del Norte en la actualidad.
Otro político aún más mediocre con sus decisiones, entre las que vale destacar, negar apoyo aéreo a la invasión de Girón y decidir como quien juega crucigramas el cambio del lugar original de aquella fallida empresa, allanó más de cinco décadas de dictadura personal castrista al pueblo cubano.
A modo de escarnio a los miles de libres y valientes –de la estirpe de Henry Reeve y Thomas Jordan- muertos durante la II Guerra Mundial por desterrar el fascismo del mundo, la opción de aquel político mediocre y frenti-estrecho, bon vivant y jet set playboy -ocupado en la próxima elección- posibilitó el surgimiento del post totalitarismo fascista en América Latina, encabezado por la misma familia gobernante desde Cuba, pero ya con ramificaciones en Venezuela, Nicaragua, Bolivia, etc.
Por lo pronto –con bendición yanqui- se nos viene encima una sucesión a lo norcoreano o a lo sirio, con el hijo del general presidente al frente. El mismo que firmó –Dios sabe en qué términos- un acuerdo de espionaje y contraespionaje con Rusia. La semi- potencia tercermundista europea con pretensión imperial, tan "amiga" de los yanquis y las democracias europeas.
Por cierto, el coronel Castro Espín para ello, fue por encima del llamado colegio de generales, del Buró Político del gobernante Partido Comunista, de los también generales del Ministerio del Interior y de otros figurones en la escena política oficial, unidos todos en la misma falta de decoro y auto respeto.
Esperemos que este acuerdo no ponga en el mismo peligro al pueblo de Cuba, que otro acuerdo del mismo tipo y con la misma gente le puso en 1962. Ojala que el actual presidente tenga el tino y la perspectiva política que le faltó al politiquero de baja estofa de aquellos tiempos.
La vergüenza se perdió en el mundo. Algunos tienen la esperanza de que reaparezca, quizás y hasta así sea algún día. Lo que no parece probable es que lo haga en Washington y mucho menos en Miami. Bueno, digamos solo entre quienes la perdieron. Hay quienes por allá, no la perderán nunca.
Para Cuba actualidad: primaveradigital@gmail.com ; primaveradigital2013@gmail.com
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