miércoles, junio 11, 2014

Tania Díaz Castro desde Cuba: Fidel Castro y Benito Mussolini, como dos gotas de agua

 Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

Condiscípulos y amigos  de Fidel Castro en sus días de estudiante de la Universidad de La Habana  narran que uno de los libros de cabecera de Fidel eran los de Mussolini, Hitler y de Cursio Malaparte. Por cierto, NUNCA  se ha escrito sobre  su rendimiento académico de Fidel  en dicha universidad, en la cual debe guardarse su expediente académico.¿ Será para no romper un MITO  de las capacidades del tirano a tiempo parcial ?

 No tan gotas de agua: Benito Mussolini actuaba en sus discursos; Fidel Castro imitaba a Mussolini en sus discursos.

 Pero no sólo en la mímica Fidel Castro imitaba a Mussolini:

 1) En la Italia de Mussolini se crearon las entidades que Fidel Castro creó  posteriormente en Cuba con el nombre de Comités de Defensa de la Revolución.
2) Mussolini llamaba CUCARACHAS  a sus adversarios políticos; Fidel Castro les llama GUSANOS.
3) Benito Mussolini creó la expresión: ¨DENTRO DEL ESTADO, TODO; EN CONTRA DEL ESTADO, NADA¨. Fidel Castro la plagió al decir en el encuentro con los intelectuales en la Biblioteca Nacional: ¨DENTRO DE LA REVOLUCIÓN, TODO. EN CONTRA DE LA REVOLUCIÓN, NADA!)

En otras palabras: Benito Mussolini fue original; Fidel Castro un imitador y plagiador.

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 Fidel y Mussolini, como dos gotas de agua

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El fascismo es un nacionalismo que identifica tierra
, pueblo y estado con el partido y su líder, adoctrinamiento, represión
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Por Tania Díaz Castro 
junio 11, 2014

LA HABANA, Cuba -Si algo me convence del fracaso y el desbarajuste a rajatabla del régimen dictatorial de Fidel Castro, son sus periodiquitos matutinos, donde los que escriben se afanan por no buscarse problemas con la nomenclatura fascistoide que les pagan. Busquen la breve crónica que publicó Rolando Pérez Betancourt el día 2 de este mes en Granma, titulada Mi hija descubre el fascismo y verán que tengo razón.

Este colega septuagenario, cuenta lo que hizo para que su hija conociera lo que es el fascismo: le dio a ver un viejo documental sobre Adolfo Hitler. Luego, vio a la niña en el desayuno, ¨…con la pasión del que descubre lo inimaginable…¨ -¡Qué bueno, colega, que su niña desayunó. Yo estoy rodeada de niños que se van a la escuela con las barrigas vacías. Usted lo sabe-.

Me gustaría sentarme un día con usted y contarle cómo mis tres hijos, niños también, descubrieron el fascismo en carne propia y a pocos pasos seguramente del lugar donde usted trabaja, a través de actos de repudio organizados por el régimen contra mi persona y en presencia de ellos, cuando me incorporé a la lucha de los Derechos Humanos de forma pacífica.

Por eso, me quedé sin hijos, colega, escaparon, ya pajaritos adultos, pero dañados y asustados todavía, hacia la libertad, y yo me he quedado aquí, porque es mi decisión y porque estoy muy vieja ya para andar entre las nubes. Pero tenga por seguro de que su niña descubrirá, más temprano que tarde, que para conocer el fascismo, no tenía que ir a un viejo documental sobre Hitler. Lo tenía cerca, muy cerca. Sólo bastaba que alguien con valor le hubiera abierto los ojos. A todas luces, ese alguien no podía ser usted.

Pero comprendo al colega Pérez. Enredarse a explicarle a su hija en qué consiste el fascismo, le hubiera ocasionado un infarto masivo de corazón. ¿Cómo decirle que Fidel Castro y Mussolini su creador, son como dos gotas de agua? ¿Cómo describir el régimen del italiano: partido único, corporativismo estatal totalitario, economía controlada por el Estado, adoctrinamiento de las masas, maniobras represivas contra los opositores por medio del terror, una prisión política compuesta por miles de ¨plantados¨, cientos de fusilamientos, ciega obediencia al líder máximo, quien manipula a su antojo a través de su ¨estado¨ los medios de comunicación, el sistema educativo, el tesoro nacional para sus intereses políticos, etc.?

En pocas palabras, el fascismo es un nacionalismo exacerbado que identifica tierra, pueblo y estado con el partido y su líder, capaz de corromper las instituciones, producir daños irreparables al desarrollo económico y a las almas de los seres humanos.

¿Recuerda cuando su jefe máximo aseguró en 1969 que los cubanos tendríamos un nivel económico similar al de Suecia? Entonces su hija no había nacido. Los míos sí. Fueron víctimas de todos los fracasos que hemos vivido a lo largo de medio siglo, bajo un líder carismático y fascista, que su prensa nacional, por supuesto, se niega reconocer.