jueves, septiembre 11, 2014

LA DIRECCI'ON DE INTELIGENCIA DE LOS CASTRO RECLUTA CATEDRÁTICOS Y ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS EN ESTADOS UNIDOS


LA CUBA DE CASTRO RECLUTA CATEDRÁTICOS Y ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS by

Por Mike González
Heritage- Libertad
Septiembre10, 2014
 


La Cuba de Castro, enemigo jurado de Estados Unidos en nuestro hemisferio, está explotando a su favor la brecha existente entre el mundo académico y la nación. Un informe no clasificado del FBI, publicado el 2 de septiembre, era claro sobre el tema: “Se sabe que los servicios de inteligencia cubanos (CuIS) tienen la mira  activamente puesta en el mundo académico de Estados Unidos a los efectos de reclutar agentes para obtener tanto información útil como para llevar a cabo actividades para ganar influencia”.

Ya había advertido yo el 1 de septiembre que los catedráticos, sobre todo los que enseñan los temas de Medio Oriente y Estudios Latinoamericanos en nuestras universidades, no sólo profesan ideologías izquierdistas sino que sistemáticamente han reprimido la disidencia. Por este motivo, la Fundación Heritage pidió recortar los fondos al Título VI de la Ley de Educación Superior, que subvenciona centros de estudios especializados en las universidades de todo el país.

Los centros de estudios especializados en América Latina, ya lo advertimos, se han convertido en “los puntos de entrada para ideologías contrarias a nuestros intereses nacionales, al tiempo que no llevan a cabo el objetivo principal de la labor académica: el descubrimiento de la verdad”.

Al parecer el FBI concuerda con ello: “Los CuIS han establecido una red de colaboradores y agentes dentro de universidades y centros culturales cubanos, que se utilizan para reclutar e influenciar a sus homólogos en Estados Unidos o en terceros países, bajo guía e instrucciones de oficiales cubanos de inteligencia, quien los adiestran en los pasos a seguir”.

(En primer término y a la izquierda el cine-teatro Trianón; cerca de él y en color rosado un anexo de la Dirección de Inteligencia  y a su lado  el edificio de 1 plantas del edificio principal de la Dirección de Inteligencia; ambos en la calle  Línea y A y separados solamente por la calle A. Foto y comentario del bloguista de Baracutey Cubano)


La inteligencia cubana tiene como objetivo tanto a catedráticos como a estudiantes con la esperanza de que éstos un día trabajen para el gobierno de Estados Unidos o  que usen su megáfono intelectual para influir de otras formas en el gobierno de Estados Unidos y la sociedad.

Los catedráticos pueden convertirse en traidores debido a los intereses pecuniarios, según afirma el FBI en el informe: “El régimen cubano no cuenta con fondos ilimitados, pero puede ofrecer privilegios y oportunidades para invertir en Cuba o negociar exclusivos acuerdos comerciales. A algunas personas se les prometen oportunidades de negocio para cuando se levante el embargo de Estados Unidos. A estas personas se les puede agasajar en Cuba ofreciéndoles extravagantes viajes con todos los gastos pagados”.

Lo peor es que uno de los métodos para reclutar catedráticos como traidores “puede incluir el apelar a las inclinaciones políticas o ideológicas del individuo. Por ejemplo, alguien que está comprometido con ideologías comunistas o izquierdistas puede ayudar a los CuIS debido a sus creencias personales”.

Cualquiera que esté, aunque sea superficialmente, familiarizado con el apoyo que los hermanos Castro han recibido de las facultades universitarias durante la ya sexagenaria represión del pueblo cubano no se sorprenderá al leer este informe del FBI.

Hace poco debatí con dos académicos estadounidenses en la televisión. Uno negó que hubiese represión en Cuba; el otro sugirió que los videos en YouTube informando sobre las golpizas contra disidentes en calles cubanas podrían ser un invento de los cubano-Americanos.

Ante esto, uno se siente tentado a pensar que el CuIS está desperdiciando su dinero: Esta gente está dispuesta a hacer proselitismo pro-castrista de forma gratuita. Pero de todas maneras, no hay razón alguna para que los contribuyentes americanos tengan que estar subvencionando semejante comportamiento.

No es ninguna alegría tener que coincidir con el informe del FBI. Éste es uno de esos casos en el que nos habría gustado haber estado equivocados