miércoles, marzo 18, 2015

Esteban Fernández : EL YERNO

EL YERNO

Por  Esteban Fernández
Marzo 17 de 2015

Yo estoy desesperado esperando el día glorioso en que salude a un matrimonio cubano y tengan la sinceridad de decirme: “Oye, Estebita, estamos locos porque conozcas a nuestro nuevo yerno, se llama José pero sus amigos le dicen “Pepito Puñalada”, en la Prisión Estatal de Chino ya lo conocen como “La trampa”, es tahúr, traficante, ha estado 14 veces preso, es chantajista, cuatrero -el otro día nos trajo una vaca viva de regalo-, ya desde hace cuatro meses logró convertirse en “hit man” de la Mafia de New York, y además dice que los frijoles negros que hacemos en casa son una bazofia” Pero de eso nada, eso nunca sucede..

Comencemos por decir que los cubanos por modestia, por pena, preferimos no alardear sobre los hijos porque consideramos que eso sería una pedantería nuestra. Y al mismo tiempo tememos que en realidad el “amor por ellos nos ciegue”.

Sin embargo, no somos tan parcos a la hora de hablar y presumir del compañero que escogen nuestros hijos para casarse. Casi siempre, cuando los cubanitos se casan, los padres cubanos nos hacen creer que: “¡Nos sacamos la lotería con esos muchachos!”…

Los padres cubanos no acabamos de entender que al 99 por ciento de los seres humanos les importa tres pepinos si “tu yerno Pedrito es bueno, regular o malo”. Vaya ¡eso no le importa a nadie! Pero insistimos en “vendérselo” a todo el mundo como si alguien quisiera “comprarlo”. ¿Qué esperan que uno diga?: “Oye, ya mi nieta cumplió 15 años, cuando cumpla 21, si no ha conseguido a nadie, préstame a Peter para ella”…

Y a cada rato escuchamos a los cubanos insistiendo: “¡Oye, si tú supieras lo buena que le ha salido esa muchacha a mi hijo Toribio!” Y yo los miro, busco una respuesta adecuada y les digo: “¡Qué maravilla, yo ni sabía que tu hijo se había casado, cuanto me alegro, chico!” Y, claro, por dentro pienso el clásico: “¿Y…a mí que diablos me interesa eso, compadre?”

Pero, ahí no para la cosa, y nos dicen: “Sí, chico, es buenísima, noble, religiosa, estudiosa, trata muy bien a mi hijo Tori y tiene dos trabajos”. Y una forma muy cubana de catalogar a los yernos y las nueras es: “¡Muchacho, son un PEDAZO DE PAN!” Yo creo que es algo así como que los padres cubanos nos paramos en la entrada de una panadería y le decimos al encargado: “Mi socio, por favor, dame un yerno y una nuera para llevar”…

A los suegros cubanos les encanta también decir: “¡Sí tú supieras que ese muchacho está de lo más APEGADO a nosotros!” Pensamos: “Oh, ¿tu hija se casó con un chicle?”

¿Usted no ha notado que para las suegras cubanas una de las GRANDES VIRTUDES que tienen el yerno o la nuera es que: “Les encantan mis frijoles negros”? Es algo así como que existe la posibilidad de que el Papa llegue a canonizar a Juanito o a Teresa porque les encantan los frijoles negros de su suegra cubana. Vaya, SAN “BLACK BEANS” JOHNNY y Santa Teresita de los productos Goya …

¿Usted no ha notado que para los suegros cubanos una de las GRANDES CUALIDADES de sus yernos y nueras es que “son muy cubanos”? Yo los miro, me sonrió, acepto, les sigo la corriente, pero tengo ganas de decirles: “Chico ¿ese muchacho no nació y se crió en Pinar del Río y tu nuera en Madruga? Vaya, lo extraño y lo increíble fuera que se sintieran muy chinos, muy indios o muy ingleses”. Si usted averigua un poquito “lo de muy cubanos” es porque les gustan las papas rellenas, disfrutan mucho bailando la rumba y cuando veían a Celia Cruz gritaban “Azúcaaaa”…

Si los muchachos se nos casan con “extranjeros”, entonces hay que redoblar los elogios a sus virtudes para justificar “el grave error” de no haberse casado con unos compatriotas.

Supuestamente los hijos políticos cubanos estaban listos para el Convento antes de casarse. Después viene un largo y tedioso silencio sobre “el santurrón y la novicia”. Ya no hablan de ellos y si uno les pregunta sobre “los estuches de monerías” que encontraron sus hijos se hacen los “chivos locos” y evaden hasta mencionar sus nombres.

Y uno se pregunta: “¿Qué pasaría con “el virtuoso y la inmaculada”?” Después  nos enteramos que hubo divorcios, y que ya no consideran tan santo al santo, ni tan pura a la pura. Por discreción no mencionamos el asunto, pero tenemos ganas de decir: “¿Que pasó, excomulgaron “al monaguillo” o la nuera se fue en una motocicleta con los Hell’s Angels?”…

Desde luego, históricamente, los dos yernos mas convenencieros que ha dado Cuba fue Paul Lafargue,  que se casó con Laura la hija de Carlos Marx, y ahora Luis Alberto Rodríguez López-Callejas quien ya tiene más dinero que los Fanjúl producto de su matrimonio con Deborah, la hija mayor de Raúl Castro. Y creo firmemente que esos dos “santos” ni han entrado por la puerta de una sacristía