sábado, abril 25, 2015

Ángel Cuadra sobre Cuba: Diplomacia y represión


Diplomacia y represión

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Por lo tanto, todo va a seguir políticamente igual  para el pueblo cubano.  Y es así que el gobierno norteamericano (o su actual administración), tras el apogeo diplomático, va a tender una tabla de auxilio económico a un gobierno de índole tal. Y todo con el aplauso cómplice e indolente de muchos otros gobiernos  de la comunidad internacional
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Por Ángel Cuadra
22 de Abril de 2015

Fue muy bueno y aleccionador ante la opinión internacional y los  ojos del mundo, el vergonzosa espectáculo de terrorismo oficial del régimen castrocomunista. en ocasión  de la Cumbre de los Países que tuvo lugar en Panamá, cuando turbas organizadas y programadas por dicho gobierno, ofrecieron, como una muestra de esos terribles y salvajes “actos de repudio”, que ese gobierno efectúa casi a diario dentro de Cuba contra pacíficos opositores.  Y fue así que ahora en Panamá se puso de manifiesto la agresividad, la bajeza y la chusmería de los integrantes de las turbas represivas que el gobierno castrocomunista  lanza como una jauría rabiosa contra cualquiera que se oponga a la política oficial.

Pero hay que destacar, para que no se borre de la memoria histórica, que muchos de aquellos agresores salieron del edificio de la Embajada cubana en Panamá.  De modo que los representantes diplomáticos de la dictadura cubana son esbirros policiales iguales que los componentes de la turba agresora que, por orientación del gobierno cubano, para actuar precisamente, impúdica y descaradamente  en otro país.

Es oportuno señalar que no es la primera vez que titulados “diplomáticos” cubanos han dado ejemplo de diplomacia policial, de “esbirros en protocolo”.  Recordemos que pocos años atrás, en Paris, cuando cubanos allí residentes, de forma pacífica, no violenta, hicieron un acto de protesta frente a la Embajada cubana, del edificio sede de la misma salieron varios de sus funcionarios y agredieron físicamente a los manifestantes, entre los que estaba el esposo de la escritora exiliada Zoé Valdes, al cual golpearon e hirieron de gravedad aquellos esbirros diplomáticos, uno de los cuales portaba una pistola.

Agreguemos que también en México en protesta pacífica por el hundimiento del remolcador “13  de Marzo”,  frente a la Embajada cubana, una manifestación compuesta no sólo de cubanos sino,  también de mexicanos, entre los que se encontraba Christian Castaño, a la sazón Diputado por el Partido Acción Nacional (PAN), salieron en zafarrancho de combate, diplomáticos esbirros, muchos con adiestramiento en artes marciales, y en plena calle de ciudad México, la emprendieron a  golpes con los manifestantes. Y al Diputado Sr. Castaño, lo golpearon y en tirándolo al asfalto de la calle  lo patearon, (extranjeros agrediendo a un mexicano en su propio país).

Es de señalar que la policía mexicana no arrestó a los extranjeros agresores, en significativa complicidad. Y que cabe resaltar que ahora, en Panamá. la policía  no reprimió a los esbirros cubanos agresores, sino al pequeño grupo de cubanos desafectos del régimen castrocomunista,  que habían acudido a un parque público a llevar una ofrenda floral al busto de José Martí  que allí estaba.  ¡Qué raro que la policía también en Panamá actuara como encubridora de aquellos diplomáticos  con disfraz protocolar!.

Fue muy bueno –dijimos al comienzo de este artículo- que se produjera ante los ojos del mundo, aquel groceso y salvaje,  una muestra de la índole de represión, tiranía y terrorismo de Estado, sobre lo que asienta el gobierno castrocomunista.  Y que sirva, además, que a pesar de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, el sistema dictatorial impuesto en Cuba no va a cambiar ni llevar libertades al pueblo cubano.  Lo que ya desde el inicio de este proyecto diplomático, el dictador heredero manifestó con cierta guapería que su gobierno no hará concesión política alguna.

Por lo tanto, todo va a seguir políticamente igual  para el pueblo cubano.  Y es así que el gobierno norteamericano (o su actual administración), tras el apogeo diplomático, va a tender una tabla de auxilio económico a un gobierno de índole tal. Y todo con el aplauso cómplice e indolente de muchos otros gobiernos  de la comunidad internacional.