jueves, abril 16, 2015

Cuba. Documentación de algunas de las primeras agresiones, invasiones e ingerencias del Castrismo en otros países desde marzo de 1959

 Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

El tirano totalitario Raul Castro Ruz en sus palabras en la recién finalizada Cumbre de las Américas Panamá 2015 expresó que Cuba NUNCA debió haber sido incluida en la lista de los Países Patrocinadores del Terrorismo (fue incluida en 1982); descaradas  palabras  del octogenario dictador ya que Cuba de haber existido en 1959 esa lista del Departamento de Estado (creada en 1979) debió haber sido incluida por las acciones que desde ya los primeros meses (marzo-abril y aún antes) desarrolló la incipiente dictadura militar de los Castro, pese a que en esas fechas  los Estados Unidos hicieron el más rápido reconocimiento y apoyo al nuevo régimen impuesto en toda la historia republicana de Cuba, pues EE.UU. ayudó a derrocar al régimen de Fulgencio Batista implementando contra ese régimen  un embargo de armas y una reducción de la cuota azucarera cubana, pese a que Raul Castro había (con sus órdenes y no con su presencia física)  actuado  en dos ocasiones   contra civiles y militares norteamericanos; usándolos en una de ellas como ¨escudos humanos¨ en lo que llamá ¨Operación antiaérea¨. Observemos que en abril de 1959  no  había sido aún firmada la Primera Ley de Reforma Agraria, la cual se firmó el 17 de mayo de 1959. Por estas acciones subverivas y la denuncia de uno de los países invadidos fue que se expulsó al régimen Castrista de la OEA.  Me pregunto: ¿Barack H. Obama realmente confia en las palabras de Raul Castro,  sabiendo que miente descaradamente al decir que Cuba nunca debió estar y que la ¨solidaridad ¨ de su régimen  fue como respuesta a las agresiones contra Cuba?

Sobre el financiamiento de Rafael Leónidas Trujillo a los futuros expedicionarios del Granma recordemos que el dictador Trujillo era un furibundo anticomunista y Fulgencio Batistaa finales de los años 30 del pasado siglo y primeros años de la década de los 40 había hecho coalición con el Partido Comunista (Partido Socialista Popular)  y nombrado a varios comunistas en su gobierno, entre los que se encontraban Juan Marinello y Carlos Rafael Rodríguez como ministros sin cartera. Tal es así que algunas personas dicen que Batista era comunista, cuando realmente fue en aquellos años una persona de ¨centro-izquierda¨ y posteriormente, en los años 50 del pasado siglo,   se movió políticamente  hacia el  ¨centro¨. Por cierto, Jose Manuel Cortina y Fulgencio Batista trataron de que el Congreso aprobara una Ley de Reforma Agraria (El Senador pinareño Jose Manuel Cortina iba  a donar parte de sus tierras, las cuales incluían la zona de La Güira en la Cordillera de los Órganos. 

El libro Las guerras secretas de Fidel Castro, del ex diplomático Castrista Juan F. Benemelis, puede adquirirse AQUÍ

Otro libro  que también tiene muy buena información sobre  esas actividades Castristas (recordar que Raul Castro Ruz era el jefe de las fuerzas armadas y del Partido Comunista de Cuba)  es Apuntes sobre la subversión castrista en América Latina (1959-1967), del periodista y patriota Pedro Corzo, el cual puede adquirirse ACÁ.

Los secretos de Castro

Parte 1



Parte 2



Parte 3



Parte 4



Parte 5



Además:

KGB. La Conexión Cubana
(producido en 1983. Se ven y oyen al comienzo las imágenes de un Fidel Castro en la Sierra Maestra mintiendo que desea PARA cUBA  una DEMOCRACIA REPRESENTATIVA )

Parte I


Parte II




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 Tomado de http://comunismogenocida.blogspot.com

Las guerras secretas de Fidel Castro (I parte)

EL CASO PANAMÁ

Por Juan F. Benemelis

Panamá es un caso especial,el partido comunista de Panamá, estaba subordinado al de Cuba durante la época anterior a Castro.por lo que este país fué una prioridad para Castro a la hora de intervenir en otros países latinoamericanos fuera de Cuba,e implementar un régimen al estilo cubano . El 16 de abril de 1959, el diario La Estrella de Panamá publicó alarmado que se avecinaba una invasión de Panamá por extranjeros mercenarios y con el condominio de algunos panameños que se encontraban en Cuba. La primera agresión del castrismo se lanzaba contra este Istmo anclado en pleno corazón continental.

Se entrenaron 200 hombres en Pinar del Río ,a cargo del jefe guerrillero Dermidio Escalona. La expedición armada, integrada por unos 82 cubanos, dos panameños y un norteamericano, estaba dirigida por el cubano César Vega, un viejo compañero universitario de Castro y expedicionario de cayo Confite, que llamaba la atención con sus pómulos salientes y su mirada de poseso. A bordo de la motonave cubana Mayarí, partió el grupo desde el surgidero de Batabanó, al sur de La Habana, hacia Panamá el 19 de abril, y desembarcó en un lugar conocido como Playa Colorada, para secundar un alzamiento armado que se había originado en el cerro Tute. El día 22, la guardia panameña hizo prisioneros a dos integrantes del contingente, un estudiante panameño de apellido Picans y un cubano de nombre Gilberto Betancourt, que había sido capitán de las células de acción y sabotaje del Movimiento 26 de Julio en La Habana, y que posteriormente fue fusilado en Cuba por oponerse al gobierno de Castro.

Ante el fracaso de la expedición, el gobierno de Castro se vió obligado a cooperar con la Organización de Estados Americanos al remitir a dos miembros del departamento de inteligencia del ejército, el capitán Armando Torres y el teniente Fernando Ruiz, para que instasen la rendición de los expedicionarios ante la comisión de la OEA en la zona del Canal.

La invasión fue un fracaso desde el primer instante, al naufragar las barcazas en las marismas y riscos de Nombre de Dios, donde hubo la única baja de la acción, un cubano que se enamoró y caso con una bella panameña del lugar; los invasores, por otra parte, escogieron una zona demasiado desolada para la guerra de guerrillas, y al final tuvieron que ser rescatados por buques de la marina de los Estados Unidos.

El primero de mayo, Vega capitulaba ante una comisión de la OEA. Esta intrusión para derribar al gobierno del presidente Ernesto de la Guardia, fue el fruto de una compleja intriga latinoamericana, donde se complotaron varios personajes, entre ellos el pro castrista Rubén Miró, el doctor Roberto Arias, y un gigoló panameño casado con la bailarina británica Margot Fonteyn.

A la sazón, Castro se hallaba en un viaje a los Estados Unidos y Canadá, y este fracaso se transformó en un punto de fricción para el cubano en la prensa y los círculos políticos de muchos países. Castro se reunió con Raúl en Tejas, para que éste le notificase los pormenores del fiasco panameño; sería la primera y última vez que ambos hermanos se hallarían simultáneamente fuera del país.

TRUJILLO "CHAPITAS"

Castro siempre había tenido en la mirilla al dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo:La sombra del dictador dominicano,se encontraba muy presente en Cuba: El fué uno de los financistas del movimiento 26 de Julio,proporcionando dinero y armas al grupo que se encontraba en Méjico,interesado al igual que éstos en derrocar a Batista. Además Castro en 1948,había formado parte de una fracasada expedición(expedición de Cayo Confite)para derrocar al dictador.

Durante las primeras semanas del triunfo revolucionario ,se había iniciado el entrenamiento en las montañas cubanas a un grupo de dominicanos que en su mayoría fueron reclutados en los Estados Unidos, mientras la emisora oficial habanera, Radio Rebelde, desencadenó un barraje de trasmisiones hacia Haití y Santo Domingo llamando a la rebelión.

El 14 de junio de 1959 todo estaba consumado; varios yates artillados, un guardacostas y tres fragatas, conjuntamente con tres C-46, un B-26 y un P-51, del ejército cubano, secundaron desde la provincia oriental el lanzamiento de la “operación domeñar”, que comprendía un desembarco combinado de 200 cubanos y dominicanos en las playas de Constanza y Puerto Plata bajo el mando de los oficiales de Castro: comandante Delio Gómez Ochoa y capitán Enrique Jiménez Moya. Este último, compañero de Castro en la malograda correría de cayo Confite.

Castro envió a Caracas, a quien en aquel entonces era su ministro de defensa, Augusto Martínez Sánchez, para recabar el apoyo a esta invasión del presidente venezolano Rómulo Betancourt, enemigo histórico de Trujillo; pero el mandatario venezolano no aprobó públicamente la invasión. Los servicios secretos de Trujillo no tuvieron que realizar un gran esfuerzo para conocer los planes de Castro, y Trujillo esperaba con todo su ejército movilizado. Los invasores, abrumados por calamidades naturales, fueron rodeados y aniquilados y el comandante Gómez Ochoa fue capturado en los arrabales costeros.

Trujillo ordenó que no se hicieran prisioneros entre los apresados en Constanza y Maimón; su ejército privado entró en el cerco, armado con machetes, y con ferocidad persiguió a los invasores en medio de mangles y charcas, cortándoles las manos a los prisioneros cubanos y dominicanos, que morían desangrados. El saldo de esta matanza de crueldad sin par sería de 217 muertos, ningún herido y 7 prisioneros; entre los cadáveres se hallaban los jefes cubanos Jiménez Moya y Horacio Rodríguez.

El exiguo apoyo que tuvo en el consternado continente esta invasión dominicana, impidió que Castro lanzará un segundo contingente que esperaba sus órdenes en el poblado oriental de Baracoa. El delegado dominicano ante la OEA, embajador Virgilio Díaz Ordóñez, solicitó a esta organización que pusiera en práctica el procedimiento de consulta previsto en el Tratado de Río de Janeiro, pero el consejo no accedió por encontrarse República Dominicana bajo una dictadura rechazada en el continente. En su lugar, convocó a una reunión de consulta de cancilleres en Santiago de Chile.

OPERACIÓN "TONTON MACOUTES"

El 14 de agosto de 1959, un mes después de la fracasada intentona en la República Dominicana,se iniciaba un nuevo ciclo,la "Operación Haití", el 8 de enero de 1959. El delegado de Castro en Haití durante la insurrección, Antonio Rodríguez Echazabal,vinculado a la oposición duvalierista, sostuvo una larga entrevista con Castro donde se estableció el pacto para lanzar una revolución en las montañas occidentales de la isla La Española.

Se conformaron los cuadros militares,y se inició una campaña de reclutamiento en las colonias haitianas de Nueva York,Méjico,Caracas,Barbados y las Bahamas.El cuartel militar se ubicó en el poblado de Jamaica (a pocos kilómetros de la Habana),y la oficina de alistamiento ,funcionaba a pocos metros del centro de ésta última ciudad.

Por ese lugar pasaron más de 500 voluntarios; la organización Triple-A, dirigida por Aureliano Sánchez Arango, que igualmente luchó con sus guerrillas contra Batista, ofreció las embarcaciones necesarias. La emisora cubana, Radio Progreso, comenzó a trasmitir una programación en francés, dirigida a los conspiradores dentro de Haití. Los cubanos aumentaron la parada y el esbozo original incluyó una escala para nuevamente invadir República Dominicana.

Pese a las filtraciones de información y a las denuncias de Francois Duvalier,ni Trujillo,ni Washington,ni los servicios secretos franceses ,tomaron en cuenta esta amenaza. Un contingente de cubanos secundado por varios haitianos, acaudillados por los oficiales del ejército de Castro, comandante Henry Fuentes y el capitán Ringal Guerrero, desembarcó en Les Irois, el 14 de agosto, para derrocar a Duvalier. Fuentes. El primer grupo estaba formado por 18 cubanos, 10 haitianos y 2 venezolanos, el cual debía sumarse a una columna del ejército haitiano, que supuestamente se amotinaría. Tres días después, el canciller haitiano, Louis Maré, acusaba de agresión a Cuba ante una estupefacta conferencia de cancilleres del continente reunida en Chile, que se desayunaba con la noticia asombrosa de la invasión cubana a Haití.

La reacción militar haitiana, encabezada por el general Mercerón fue de íntegro apoyo a Duvalier, quien concentró toda su soldadesca en las montañas de Caracausse y el día 20 de agosto estalló el conflicto que concluyó desfavorablemente para las armas cubanas. Muy pocos de los invasores lograron escapar a esta breve y monstruosa matanza. Los periodistas eran llevados al teatro de los acontecimientos donde apreciaban aterrados la hilera de cadáveres.

El gobierno haitiano denunció la intromisión cubana en la reunión de consulta de cancilleres, en Santiago de Chile, convocada tras la protesta dominicana en junio, reiterada en la comisión interamericana de paz, ante la cual se definió la acción dirigida desde La Habana como un caso típico de intervención, violatorio de la convención sobre deberes y derechos de los estados en caso de luchas civiles, suscrita en la capital de Cuba en 1928.

La subcomisión del organismo regional visitó Haití y entrevistó a cinco prisioneros cubanos supervivientes de la referida expedición, entre ellos, Manuel Rodríguez, Santiago Torres, Antonio Panseca, Osmani Escalante6. Haití rompió relaciones con Cuba, y el líder rebelde haitiano, Louis Dejoie,que fué uno de los que encabezó la intentona, escapó de La Habana hacia Miami, donde fue arrestado.

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Tomado de http://www.laestrella.com.pa

La estrella de Panama
2-1-11

Rubén Miró ¿Patriota, revolucionario y mártir?

ALEXIS SÁNCHEZ*
a2twin@msn.com

‘ INDUDABLEMENTE, PANAMÁ NO ES TERRENO ABONADO PARA UNA DICTADURA", así respondió Rubén Miró a la pregunta que le hizo el Fiscal Francisco Alvarado, si quería agregar algo mas antes de cerrar la declaración Indagatoria, que se inició a las 12:50 a.m. del 11 de enero de 1955 en la Cárcel Modelo, por las investigaciones relativas al Magnicidio de José Antonio Remón Cantera en el Hipódromo de Juan Franco, hecho ocurrido el dos de enero de 1955, luego de finalizadas las carreras de caballos, mientras departía en el Club House. -Al estar escrito en mayúscula cerrada, asumo que la misma fue solicitada por Miró.-

Cesar Pereira Burgos, en una conversación sobre Miró, me señaló que en la primera declaración de Rubén está toda la verdad del crimen de Remón. Al manifestarle que Arturo Tapia, me relató, que meses después que Miró salió libre después de permanecer casi tres años detenido, se encontraron en un juzgado, y que le dijo: ‘Mira Rubén, me alegro volver a verte, que estas libre, estuve pendiente a tu arresto, pero dime Rubén, ¿quien mato a Remón?’, y Miró le dijo: ‘Yo mismo, pero nadie me cree’. Pereira Burgos me contestó: ‘ese era Rubén Miró’. Miró estudió de 1930 a 1935 la carrera de leyes en la Universidad Católica de Washington, DC donde se graduó de abogado. Mientras estudió, participó en los deportes de boxeo y equitación.

Richard Gallagher en una carta me señala que ‘fue un estudiante sobresaliente... tenía una memoria fotográfica’.

Edmund La Font, su antiguo entrenador de la Universidad declaro al Washington Post que ‘Miró fue siempre tranquilo y de buen comportamiento. Le dije que hiciera todas sus peleas en el ring y lo hizo. Él era un 125 libras, un joven llamativo y delgado con un enorme valor. Él peleó tres años para mí, 1932, 1933 y 1934 y ganó tres peleas.

Regresa a Panamá, y ejerce la abogacía. Fue detenido por el crimen de Remón, y juzgado junto a Rodolfo De Saint Malo, socio de José Ramón Guizado, Federico Hyams, José Edgardo Tejada, Luis Carlos Hernández, Camilo González por los delitos de Homicidio y Homicidio No Consumado, y a Teresa Castro de Suarez, por el delito de protección de malhechores, quienes fueron declarados inocentes del magnicidio. Ese día fue de júbilo en toda la República por el veredicto del jurado, así lo registra el Diario La Nación de Panamá. El 4 de agosto de 1958, sufre un atentado recibiendo tres heridas de balas, una en la tetilla izquierda, una en la parte que se une el brazo y el hombro derecho, y otra en el cuerpo, la cual fue detenida por una llave que tenia puesta en su llavero, cuando salía de la casa de su hermano Ricardo Miró en Calle Colombia. De ahí manejo hasta la Clínica San Fernando, donde fue operado por el Doctor Esteban Chu y el Doctor Cuello. Arturo Recuero me diría que ‘me encontraba saliendo del Hospital San Fernando por la sección de emergencia, cuando llega el Doctor Miró manejando y me dice: ‘Doctor, estoy herido’; y le contesto: ‘yo no soy médico, pero aquí está el Doctor Chu que está entrando a laborar’ y me dice Miró: ‘Si este médico chino no me salva, no me salva nadie, lanzando una carcajada’.

Posteriormente organiza la invasión de cubanos a Panamá en 1959. Uno de los cubanos que Miró trato de reclutar en Cuba, me diría que ‘Miró me dijo, que si la Revolución triunfaba, los casinos eran para mí y no acepte’.

El 9 de abril de 1959, llega a Miami procedente de La Habana, y el Miami Herald en su edición del 10 de abril, en una noticia que firma el periodista George Southword, señala que ‘Miró prometió a un fiscal distritorial de Estados Unidos que se portaría bien durante sus tres días de visita en Miami’, y ‘que era un viaje de placer’. ‘Yo soy el jefe del movimiento revolucionario de Panamá, y deseo registrarme con el gobierno de los Estados Unidos. No violaré las leyes de neutralidad de este país’. En dicha noticia señala que Miró ‘está escribiendo un libro titulado ¿Quién mató a Remón?’.

El 1 de enero de 1970 fue encontrado en la carretera hacia Chepo acribillado. Sus restos reposan en el Jardín de Paz. Desde el 9 al 31 de diciembre de 1969, comienza una vigilancia abierta a Miró por parte de los miembros de la sección de homicidios del DENI. Una de las versiones de su muerte, habla de su posible participación en el fallido golpe del 16 de diciembre. Otra refiere a un acto de venganza por el Magnicidio de Remón. Si este fuere el caso, se equivocaron de fecha, ya que el cuerpo apareció el 1 de enero de 1970.Otra de las versiones habla de que había información a nivel interno de la Guardia Nacional de que había ‘rumores’ de que Miro estaba conspirando contra Torrijos. Hasta el New York Times publicó la noticia del crimen de Miró.

Miró amplió su declaración indagatoria el 14 de enero de 1955, implicando a Guizado. Federico Hyams, en la diligencia de reconocimiento del recorrido de Miró, señala que Miró le dijo que ‘iba a dar el salto más grande de su vida y otras palabras más en ingles’, ‘de una revolución’. ‘En estos instantes vi a la gente del Club House que estaban en este sitio de Juan franco que corrían ‘para arriba y para abajo’, y pensé que había la revolución de que me había estado hablando Miró, al tiempo que oía ruido como de cohetes, pero no sabía exactamente lo que pasaba porque ‘como iba a ser la revolución de Juan Franco yéndome hacia el carro...’ Humberto Chavarría recuerda su conversación con Miró ‘Doctor, es cierto que está escribiendo un libro sobre quien mató a Remón’ y él reído y vestido de impecable blanco me respondió: ‘Efectivamente, dame 20.00 balboas y te lo envío a vuelta de correo’.

El 8 de octubre de 1999, Jack Vaungh, Ex Embajador de Estados Unidos en Panamá, y que estuvo en el hipódromo el día del magnicidio, me escribió: ‘A lo largo de los años he tenido más que un interés pasajero en el asesinato de Remón, especialmente en lo que respecta al motivo de Miro’.

En Nicaragua hubo un Rigoberto López Pérez. A cincuenta cinco años del 2 de enero, cabe la siguiente pregunta:

¿Fue Miró, un patriota, revolucionario y mártir dedicado a su Patria? Sirva este articulo para conocer otra faceta del Magnicidio del 2 de enero y una aproximación a la vida de Miró.

*CONTADOR PÚBLICO
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Las guerras secretas de Fidel Castro (II parte)

Por Juan F. Benemelis

LA SUBVERSION LATINOAMERICANA: REPÚBLICA DOMINICANA Y COLOMBIA

Castro había considerado que la desestabilización del continente latinoamericano provocaría una fuga del capital nativo y una contracción de las inversiones norteamericanas, hecho que unido a un amplio esquema de sabotaje a las instalaciones económicas crearía las condiciones materiales para su estrategia de la violencia.

Castro no se queda tranquilo y decide probar suerte con el otro espadón del continente, el paraguayo Alfredo Stroessner. En noviembre de 1959 lanza hacia Paraguay una insurrección de casi 100 guerrilleros que se habían concentrado en el Brasil, mientras poderosas emisoras clandestinas desde Cuba llenaban las frecuencias de Asunción con su mensaje bélico. Pero las fuerzas militares de Stroessner liquidaron con rapidez este ambicioso proyecto.

En el verano de 1960, Castro, en un intento de rabia y frustración tratará de desestabilizar nuevamente a la República Dominicana con el alzamiento del Movimiento 14 de Junio, que terminó en otro desastre. En agosto de 1960 se comprobó en enlace de la embajada cubana en Perú en el financiamiento del movimiento insurreccional de Cerro de Pasco. Dos meses después, el embajador cubano Luís Alonso huía de Perú al descubrirse sus conexiones con los guerrilleros en las montañas.

El estrepitoso descalabro de estos seis intentos iniciales llevó a una reconsideración de los métodos por parte de Castro y del Che Guevara, quienes decidieron que en lo adelante se llevaría a cabo una preparación más minuciosa antes de precipitar cualquier hostilidad. Se estimó conveniente intensificar el entrenamiento de aquellos grupos latinoamericanos que deseaban lanzarse a la lucha, en acantonamientos especiales que se creaban al efecto. De inmediato se habilitaron las escuelas de guerrillas en las localidades de Minas de Frío, El Cortijo, Siguanea y Ciudad Libertad. En Trinidad se arregló un campo de preparación para haitianos, guyaneses y centroamericanos; la escuela en San Pedro se abrió para los sudamericanos; y en la zona de Las Tunas se creó un sitio para las guerrillas venezolanas.

Cuba contó de inmediato con una gran potencialidad para los “agentes de influencia”, o como se denomina en inteligencia, "clubes de inocentes", que se fundan para coordinar el apoyo de aquellas causas en boga. Estas organizaciones solidarias concederán a La Habana una cobertura excelente para emplazar sus verdaderos agentes de espionaje. Así, no le fue difícil a Castro conseguir la penetración a vasta escala de las burocracias gobernantes en América Latina.

Entre 1959-1966 alrededor de 6,000 jóvenes latinoamericanos recibieron instrucción militar especial en estos centros. Se decidió, además, aprovechar más a fondo los problemas internos de los países seleccionados y las circunstancias sociales explosivas, particularmente con los estudiantes y los campesinos. Esta primera cruzada de Castro estaba amparada por una intensa propaganda que trataba de legitimar el derecho a la acción violenta y buscaba desacreditar el reformismo y la democracia electiva, que estaba echando raíces en la vecina Venezuela, así como enfatizar el viejo resentimiento contra los Estados Unidos.

COLOMBIA

Uno de los casos más promientes fué Colombia, donde mucho antes de su triunfo en Cuba,Castro estrenó su primera experiencia personal para desatar la subversión en el exterior.,con el llamado "Bogotazo"

En abril de 1948, Castro encabezaba una representación estudiantil internacional en Colombia cuando se une al grupo de promotores de los famosos disturbios conocidos como el bogotazo.en el que participarían la delegación cubana y portorriqueña. Los gastos de la comisión cubana fueron cubiertos por el caudillo rioplatense Juan Domingo Perón.

Allí se hallaba a la sazón un nutrido conjunto de cuadros marxistas internacionales: Laszlo Rajk, Miso Rutijch, Salvador Ocampo, Gustavo Machado, MacKinnon Damón, Luís Fernández Juan, Eugene Kerbaul, Blás Roca, Milo Persic, entre otros. Poco antes de embarcar, Castro fue arrestado en la aduana de La Habana,donde se le descubrió literatura marxista,y un plano de la ciudad de Bogotá donde estaban marcados los mismos sitios que luego resultarían asaltados.
Al despedirse de Mirta Díaz Balart, su novia y más tarde su esposa, Castro le comentó que "iba a empezar una revolución en Colombia". Castro frecuentó la embajada de Argentina en Bogotá, donde según su compañero de aventuras, Rafael del Pino, recibió las partidas de dinero que los peronistas enviaban por mediación de Diego Luís Molinari, presidente del comité de relaciones exteriores del senado bonaerense.

Castro ya era conocido por la policía del continente como un gangstercillo habanero a las órdenes del temible Emilio Tró, capo de la Unión Internacional Revolucionaria (UIR). También se sabía de su coparticipación en el atentado que liquidó a su opositor, el líder estudiantil Manolo Castro; de la emboscada contra Leonel Gómez, y del asesinato del sargento de la policía universitaria Caral.

El asesinato el 9 de abril de José Eliecer Gaitán, candidato presidencial y líder del Partido Liberal, desencadenó los acontecimientos y dio al traste con la IV Conferencia Panamericana de cancilleres preparada por los Estados Unidos. En el caos social interno precipitado por el bogotazo, los comunistas casi llegaron a tomar el poder. En consecuencia, en Colombia se sumaron los intereses del peronismo y del comunismo para destruir la política de Washington en el continente latinoamericano.

Tras estallar los motines y conocerse la muerte de Gaitán, Castro se ligó a las bandas armadas que se concentraron en el pico de Monserrate, instando a los colombianos con su arenga para que asaltasen las oficinas de la presidencia. La policía de Bogotá se dio a la caza de aquel Castro de apenas 21 años, oscuro lidercillo estudiantil, gatillo alegre de una banda terrorista cubana, y sobre quien pesaban sospechas de participación en el atentado.

Castro buscaría refugio en la embajada cubana en Bogotá. Mientras tanto, el gobierno colombiano deportaba al resto de los estudiantes extranjeros y rompía relaciones con la URSS el 3 de mayo de 1948. Años más tarde, ya en el poder en 1960, el propio Castro describía al periodista hindú Kurt Singer su parte en los sucesos de Colombia "escapé del arresto merced a la intervención del Dr. Guillermo Belt, embajador cubano en Washington, quien me puso a bordo de un avión de carga. Mi odisea había concluido. Yo, el estudiante de derecho, el revolucionario y el guerrillero, no había logrado libertar a Bogotá. Sentía la parálisis de la impotencia. No obstante, me sentía persona importante".

El bogotazo dejó parte de la ciudad en ruinas y una estela de cinco mil muertos. La evidencia del intento de golpe comunista fue dada a conocer por la reseña del secretario general del Partido Comunista de Méjico, Dionisio Encina, al delegado para la América Latina de la internacional comunista, el COMINFORM, Jerónimo Arnedo Álvarez.

"El COMINFORM nos ordenó sabotear la IX Conferencia Panamericana, enviándonos la CTAL y el Partido Comunista de Méjico técnicos y ayuda política y financiera. Por esta razón nosotros alentamos al líder José Eliecer Gaitán a dirigir el movimiento sedicioso. Desgraciadamente, Gaitán no aceptó, escogiendo así su destino. La verdadera causa de la muerte de Gaitán es conocida de usted: era necesario convertirlo en un mártir que condujera el pueblo colombiano a levantarse y unirse".

Desde los años 1960 ya desde el poder, Castro cuidaría sus contactos con los sectores extremistas inclinados a la violencia en Colombia. El Movimiento Obrero Estudiantil y Campesino (MOEC) constituido en enero de 1960 por el cabecilla estudiantil Antonio Larrota, recibió ayuda de Cuba para reorganizar los contingentes armados provenientes de la guerra civil de los años cincuenta, quienes habían degenerado al bandidaje y merodeaban por el departamento de Cauca.

En mayo de 1960 tiene lugar en La Habana una reunión entre Castro, el Che y un puñado de colombianos entre quienes destacaba Juan de la Cruz. El Che Guevara y Castro acordaron asistirles con dinero, armas y entrenamiento para precipitar una actividad guerrillera en Colombia. En marzo de 1961 se descubre una red subversiva en Colombia alimentada por los cubanos Antonio Prisco Porto, Blanca Díaz Collazo y el militar Máximo Grever, quien servía de instructor a los "alzados" en Sumapaz. El equipo cubano aprovisionaba también a las falanges guerrilleras que operaban en la franja de Antioquia.

A pesar de estos obstáculos, Castro se las arregló para seguir financiando las actividades de los elementos promotores de la violencia en ese país. En agosto de 1962, la policía política colombiana acusó al coronel panameño Bolívar Villarino de haber dispuesto el embarque de armas cubanas a las guerrillas. Dicho tráfico clandestino de ingenios bélicos se hacía por vía aérea a través del golfo de Uraba, Antioquia y el Valle, y se venía efectuando desde 1959.

Colombia rompió relaciones con Cuba en 1963, ante la desembozada naturaleza subversiva de Castro. Como represalia, la actividad insurgente cobró nuevos bríos con el arribo ese mismo año de un piquete de terroristas entrenados en Cuba. Los combatientes se hicieron fuertes en los valles del Cauca, Caldas y Tolima. Se sucedieron los desórdenes, los sabotajes, y los ataques rebeldes; el capitolio nacional en Bogotá fue sitio de varias explosiones en julio; un mes después estallaba en la capital un verdadero concierto de bombas.

En abril se atajó un importante contrabando de armas oriundo de Cuba. Fueron también interceptados instrucciones y mensajes provenientes de La Habana donde se orientaba que escuadras rebeldes de Venezuela cruzaran la frontera y ejecutaran acciones de conjunto con los colombianos, como en efecto lo cumplieron.

En la populosa ciudad de Barranquilla se movía un dispositivo de cubanos pertenecientes a los servicios secretos que se había infiltrado en el país. Las autoridades venían rastreando la pista de esta célula dedicaba a promover y supervisar el terrorismo urbano y proporcionar la logística a los insurgentes. Finalmente, el 5 de julio cae bajo la jurisdicción del ejército regular, el cubano Fabio Fermín Fernández y con él se desploma toda la red clandestina.
En agosto se desmanteló un complot en la base militar de Cartagena, y se capturaron varios legajos de documentos que hacían patente la vinculación de Cuba y específicamente el propósito de Castro en hacer coincidir el pronunciamiento de los cuarteles con un doble atentado al presidente de Colombia, Guillermo León Valencia, y al de Venezuela, Rómulo Betancourt.

El 13 de agosto, el presidente colombiano en una locución nacional que conmovió al país y a la vecina Venezuela manifestó que su gobierno y el de Caracas disponían de pruebas de un complot preparado por las altas esferas de Cuba, cuyo designio era el asesinato de los dos presidentes. En esos mismos días tiene lugar, en los bordes limítrofes, un diálogo de emergencia entre uno y el otro mandatario para examinar la agresiva política de Castro hacia los dos estados y hacia la zona. El jefe de gobierno colombiano expresó en la misma que las medidas económicas contra Cuba no eran suficientes y solicitó el apoyo de Venezuela para lograr sanciones continentales más enérgicas.

En noviembre fue detenido en Barranquilla, el revoltoso izquierdista Alejandro Gómez Roa, quien declaró trabajar para los servicios cubanos. El 13 de abril de 1964, el comandante de la fuerza naval colombiana del Atlántico, Jaime Parra, revelaba que se estaban empleando pesqueros soviéticos estacionados en Cuba, para suministrar material logístico a la oposición colombiana. El canciller Fernando Gómez anotó a su vez que los trámites de armas se hacían desde Cuba.

Con la contribución absoluta de Castro, el colombiano Manuel Marulanda (alias "Tiro Fijo" ,futuro líder de las FARC) se alzó en las borrascosas cordilleras de su país, reuniendo un heterogéneo apiñamiento de jóvenes novelescos, curtidos comunistas y forajidos del área. El 17 de marzo de 1965, los hombres de Marulanda saquearon el villorrio de Inza, incineraron los edificios públicos y "ajusticiaron" a varios vecinos del lugar.

Dos días después, el ejército arrestaba en el vecindario de Simacola a nueve salteadores que habían recibido adiestramiento en Cuba. La situación era insostenible y el 21 de mayo el presidente León Valencia tuvo que decretar el estado de sitio. La violencia y el pánico continuaron en ascenso durante todo el año 1965, poniendo al borde del colapso la administración de León Valencia.

El gobierno colombiano movilizaría su infantería que ocuparía numerosos parajes que le permitiesen lanzar ofensivas masivas contra los cabecillas insurgentes Ciro Trujillo, en la zona de Río Chiquito, Fabio Vásquez en el departamento de Santander, y Marulanda; este último había creado, en la cadena central de los Andes, la República Independiente de Marquetalía.
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Del libro Las Guerras Secretas de Castro

Por Juan F. Benemelis



En diciembre de 1963, Inglaterra concede la independencia a Zanzíbar y Pemba13, dos virtuales atolones índicos constantemente azotados por la humedad de trombas torrenciales. El proceso fue manipulado con los magistrados musulmanes, herederos de una época extinguida, fieles colaboradores del anterior arquetipo colonial de dominación indirecta, y cedida para su regencia a un déspota sultánico. Los militantes más violentos y radicales, los estudiantes y la juventud urbana, de ascendencia persa, árabe y mulata se apiñab­an en un partido elitista, el UMMA, de vocación Castro‑maoista14.

Su guía era el periodista Abderramán Mohammed (Babu), viejo fumador de opio que había sido corresponsal de la agencia noticiosa pequinesa en la zona: Sinjua. Babu tenía fuertes contactos con los chinos, aunque no era remiso con los soviéticos; sus conexiones con los cubanos datan de su estancia en Praga, y fueron canalizados por agentes soviéticos emplazados en la Federación Sindical Mundial.

La idea de promover una revolución anticolonial en Zanzíbar, se halla en las agendas políticas de Moscú, La Habana y Pequín desde fines de 1961. De forma indirecta, China, la URSS y Cuba asientan los cimientos para la futura revolución de Zanzíbar, enardecidos por las cruzadas de la descolonización africana.

La URSS establece los acercamientos con las autoridades cubanas para que el UMMA inaugure una representación en La Habana, encabezada por Alí Maffoud (marxista comorés fanático de la revolución cubana) y luego con Salím Ahmed Salím, a cargo de la secretaría política del UMMA, que viajaba continuamente por Europa Oriental. A fines de 1962 alrededor de 30 zanzibareños son trasladados en barcos soviéticos a Cuba, para recibir instrucción militar.

En medio del desenfreno de delirantes multitudes, el UMMA es declarado ilegal en los primeros días de la independencia. A fines del año 1963, el régimen de La Habana decide abrir su misión diplomática en Tanganyika con el objetivo de otear el horizonte del este africano. En diciembre de ese año, Maffoud y Babu se acercan a los cubanos en Tanganyi­ka, informándoles que el UMMA y los 30 zanzibareños entrenados militar­mente en Cuba están listos para desatar la insurrección. Se elaboró un plan factible que aprovechase la retirada militar inglesa e impidiese la consolidación del engendro sultánico, a los cuales el egipcio Nasser había prometido armas y soldados.

El 27 de diciembre, los dirigentes del UMMA sostienen una reunión con la embajada cubana en Dar es Salaam15 donde se precisa el levantamiento aprovechando la situación geográfica de las islas Zanzíbar y Pemba, y la crisis política y económica del gobierno del Sultán. En la carrera que se desata por el África Oriental, la diplomacia de Castro halla sin duda el eslabón débil de la cadena: Zanzíbar y su frágil independencia.

El Daily Telegraph detallaba entre tanto que mientras se hallaba en Dar‑es‑Salaam, durante el golpe de estado, Babu visitó frecuentemente la misión cubana16. De inmediato comienzan los preparativos revolucionarios para asaltar las brumosas guarniciones insulares. El UMMA, financiado por la embajada cubana, gestiona la compra de armas, municiones y embarcaciones. El 12 de enero de 1964, a las 6:00 de la mañana, se desencadenan las operaciones bajo el mando de John Okello, quien con parte de los zanzibareños entrenados en Cuba se apodera del aeropuerto, el palacio del Sultán y la armería; sólo la estación de policía resiste a los ataques desorgani­zados que lanza Okello.

La otra fase comprende la captura de la estación de radio, la detención del Sultán y altos funcionarios y la protección del puerto, donde llegará el resto de las bandas armadas17. Otro núcleo de los zanzibareños entrenados en Cuba, bajo las órdenes de Maffoud, se unió a los ataques contra la estación de Policía, cuyo jefe, el comision­a­do J.M. Sullivan la entrega a las 4:30 de la tarde. El Sultán, su premier, el comisiona­do de policía y otros miembros del gobierno, escaparon al atardec­er hacia Mombasa. Se anunció el nuevo régimen, integrado por el líder del partido Afrozhirazi, Abeid Karume, el jefe del UMMA, Babu, y Abdulá Kassem Hanga, el primer estudiante africano graduado de la universidad soviética Patricio Lumumba.

(Okello y seguidores)

Una semana después, el 18 de enero, el bloque soviético en pleno extiende su reconocimiento diplomático a Zanzíbar. La embajada cubana resultó un elemento importante en la victoriosa insurrección. A instancias de Babu se cabildea en favor del establecimiento de relaciones diplomáticas con la República Democrática Alemana, para que la URSS le conceda asistencia inmediata desde sus bases en Hodeida (Yemen del Norte) y Egipto.

Sobre el rol de Cuba, Richard Beeton, corresponsal especial del Daily Telegraph en el este africano expresaría18 "pude hablar con los primeros refugiados británicos y americanos procedentes de la Isla que arribaron hoy a Dar es Salaam. Muchos de ellos expresaban que habían visto a varios cubanos armados, que hablaban español entre sí y que dirigían a los "luchadores por la libertad".[] ..fuentes de inteligencia me han confirmado que el "mariscal de campo" Okello, un ex‑Mau Mau, había regresado recientemente de La Habana..[] ..uno de los refugiados, Mr. Peter Delafosse y dos estudiantes holandeses de vacaciones en Zanzíbar, Mr. Van Vesterloo y Mr. Gouvernour, también reportaron haber visto cubanos vestidos con el traje de campaña del ejército de Castro"

(Abeid Karume y Julius Nyerere)

Los cubanos y los soviéticos estaban descontentos con la negativa del presidente de Tanganyika, Julius Nyerere en reconocer al gobierno de Zanzíbar. Nyerere, un maestro de escuela ascendido a agorero revolucionario ungido por las masas, mantenía aún en su ejército la oficialidad británica colonial y disponía de vínculos directos con los servicios de inteligencia de Londres. Poco después se amotinan en Tanganyika dos batallones de rifleros, que estaban conectados a elementos de extrema izquierda encabezados por Oscar Kambona, canciller de Nyerere.

El levantamiento militar, desarrollado con precisión, muestra una eficiencia que no correspondía a un simple amotin­amiento de soldados. No sólo fue conocido con antelación por las embajadas de Cuba y la URSS, sino que en gran medida lo habían alentado. Las embajadas del bloque soviético en Tanganyika, en especial las de Cuba y la URSS trataban de minar la posición del presidente Nyerere y lograr que lo reemplazase su canciller, Kambona, hombre clave de los soviéticos para la zona y cabeza de una red africana que cooperaba con la KGB. Sin embargo, en el bloque soviético se desconocía que Kambona era un doble agente, y que respondía también a los servicios secretos británicos.

La plataforma de los amotinados incluía reivindicaciones para los soldados, un mayor alineamiento con el bloque soviético, el reconocimiento de Zanzíbar y la separación económica y política de Tanganyika de la mancomunidad británica de naciones, el Commonwealth. En una declaración en Londres, Lord Salisbury expresó que había pruebas de que los sucesos de Zanzíbar y el amotinamiento del ejército en Tanganyika habían sido propulsados por Cuba y la URSS, con el fin de alterar todo el plano político en el África Oriental19.