miércoles, junio 24, 2015

Carlos Gutiérrez: Un caso republicano para la política de Obama hacia Cuba. Las razones por las que Carlos Gutiérrez ex Secretario de Comercio de los EE.UU. cambió su posición respecto a Cuba su país de origen


Tomado de http://www.nytimes.com/
http://cafefuerte.com/

Un caso republicano para la política de Obama hacia Cuba

Artículo publicado por el ex secretario de Comercio del gobierno de George W. Bush, el empresario cubanoamericano Carlos M. Gutiérrez, en la página de opiniones del diario The New York Times, el 23 de junio de 2015.

Por Carlos M. Gutiérrez
Junio 23 de 2015

WASHINGTON – Nací en La Habana en noviembre de 1953, unos seis años antes de que Fidel Castro encabezara una revolución en Cuba. En julio de 1960, mi familia huyó a Estados Unidos en busca de libertad. Como muchos cubanos que dejaron atrás parientes cercanos, una empresa, sus propiedades y recuerdos. Perdimos todo.

La decisión de mis padres a buscar exilio en Estados Unidos ha sido el acontecimiento más importante de mi vida. Gracias a su visión, y la seguridad y las oportunidades de este país, he alcanzado el éxito personal y profesional más allá de lo que podría haber imaginado a los siete años como refugiado en Miami. Me convertí en un ciudadano, abracé a mi vida como un nuevo americano y me convert’í en un amante de los Yankees de Nueva York.

Al igual que muchos colegas republicanos y cubanoamericanos, yo critiqué al presidente Obama cuando en diciembre 2014 anunció que su gobierno comenzaría a normalizar las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Después de años de hostilidad e intentos fallidos de distensión, me pregunté: ¿Acaso el gobierno cubano realmente quiere mejores vínculos con Estados Unidos, o era esto simplemente otro movimiento de ajedrez en un juego agotado? Después de todo, Obama no es el primer presidente que intenta cambiar la relación con Cuba -la revolución de Castro ha sobrevivido a 10 administraciones norteamericanas.

Hoy soy cautelosamente optimista por primera vez en 56 años. Veo un rayo de esperanza en el hecho de que, al permitir Cuba incluso una pequeña cantidad de la iniciativa empresarial y con muchas empresas estadounidenses deseosas de penetrar un nuevo mercado, podamos en realidad ayudar al pueblo cubano.

Mi carrera de 30 años en la Compañía Kellogg me enseñó que, en su mejor momento, el negocio puede tener un impacto transformador y edificante en las comunidades y sociedades enteras. Gracias a esa creencia, siempre he estado orgulloso de decir que soy un republicano.

Como secretario de Comercio en la administración de George W. Bush, fui la voz de las empresas estadounidenses en el extranjero y vi de primera mano que nuestro sector privado podría ser el mejor embajador de los valores estadounidenses, así como el poder de la libre empresa puede elevar los niveles de vida y la importancia ser libre para trabajar donde uno elige.

Creo que ahora es el momento para los republicanos y un amplio sector de la comunidad empresarial estadounidense de dejar atrás las miradas al pasado y abrazar un nuevo enfoque sobre Cuba.

Han pasado seis meses desde que se anunció el cambio de política de Obama. Ambos gobiernos han confirmado sus planes de abrir embajadas, y las negociaciones han abarcado una variedad de temas, incluyendo la extradición de fugitivos estadounidenses que huyeron a Cuba. Casi todas las semanas una nueva delegación del Congreso aterriza en La Habana. Desde una perspectiva de gobierno a gobierno, no ha habido tanta comunicación entre Estados Unidos y Cuba en 50 años. Nunca esperé negociaciones para llegar a este punto.

En el lado empresarial, los estadounidenses han comenzado a viajar a Cuba bajo licencias ampliadas. Las compañías de tarjetas de crédito estadounidenses han sido autorizadas para manejar las transacciones en Cuba. Algunas de las empresas más innovadoras del mundo, como Airbnb y Netflix, han comenzado a ofrecer sus servicios en Cuba. El equipo de fútbol Cosmos de Nueva York ha jugado un partido de exhibición en la isla, y la Asociación Nacional de Baloncesto (NBA) ha patrocinado un taller en La Habana.

Algunos candidatos presidenciales, entre ellos los senadores cubanoamericanos Marco Rubio y Ted Cruz, han argumentado que Obama ha concedido demasiado. Lo cierto es que los cambios hasta el momento se han incrementado, y este será un proceso largo y gradual.

Contrariamente a la creencia popular, las acciones ejecutivas del presidente Obama no permiten el comercio libre y abierto con Cuba, ni se abren las puertas para el turismo estadounidense a la isla; la Ley Helms-Burton de 1996 codificó el embargo que prohíbe a las compañías estadounidenses de realizar transacciones con Cuba, y los viajes siguen siendo restringidos. Más bien, las reformas han permitido que algunas empresas e individuos estadounidenses participen en limitadas actividades adicionales  en Cuba.

Tal vez lo más crítico entre estas actividades ha sido concederle a los estadounidenses el derecho de apoyar a una nueva generación de empresarios de origen cubano y cubanos administrar pequeñas empresas. Este movimiento es una respuesta lógica a un cambio permitido por el régimen de Castro en los últimos años. Estos propietarios de pequeñas empresas y sus empleados necesitarán herramientas, equipos, materiales de construcción, y formación en contabilidad, logística y otras áreas. Las nuevas reformas permiten a los ciudadanos y empresas estadounidenses hacer frente a esas necesidades, y tengo la esperanza de que el gobierno cubano les permitirá a sus ciudadanos sacar el máximo provecho de su asistencia.

Los cubanos anhelan no solo para estas interacciones, sino también de un momento en el que puedan disfrutar de oportunidades para trazar su propio camino en la vida, sin tener que salir de su patria, como tuve que hacerlo yo hace 55 años.

Hay quienes siempre añoran el pasado, ya sea de la era pre-Castro  en Cuba o los días previos al acercamiento actual. Algunos de mis compatriotas cubanoamericanos insisten en que la persistencia en la política de exprimir económicamente a Cuba ayudará al pueblo cubano, porque va a conducir a la democracia. Me pregunto si los cubanos que tienen que hacer cola para las necesidades más básicas a la hora en que el sol calienta La Habana creen que este enfoque es útil para ellos.

Estados Unidos debe, en cambio, mirar hacia el futuro y aprovechar esta oportunidad para ayudar a los cubanos en la construcción de una nueva economía. Hay mucho trabajo por hacer y el progreso será lento. Sin embargo, la comunidad de negocios y mis colegas cubanoamericanos y republicanos no deben ignorar las posibilidades por delante. El pueblo de Cuba necesita y merece nuestra ayuda.

*Carlos M. Gutiérrez, ex director ejecutivo de Kellogg y ex secretario de Comercio (2005-2009). Actualmente es copresidente del Grupo Albright Stonebridge.

Traducción: CaféFuerte

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Nota del Bloguista de Baracutey Cubano o POR DONDE LE  ENTRA EL AGUA ($$$$) AL COCO
Hace menos de tres años  el cubano-americano Carlos Gutiérrez  firmó una carta en  contra de  lo que hoy apoya. He aquí el texto de la carta que él firmó.
 
COMPROMISO  CON  LA  LIBERTAD
Los que suscriben, exiliados cubanos vinculados a compañías norteamericanas e internacionales, instituciones y sectores empresariales, denuncian la campaña fraudulenta del régimen de Castro encaminada a recabar recursos económicos para prolongar su férreo dominio sobre el pueblo de Cuba.

El régimen afronta la crisis financiera más aguda desde los inicios de la década de los 90, agravada por la posible pérdida de la ayuda masiva venezolana. Pero en lugar de propiciar una verdadera apertura económica y política que le abra paso al talento empresarial de los cubanos y atraiga capital privado, sólo ha iniciado reformas superficiales, sujetas a altos impuestos y posible revocación. Y todo ello, sin ofrecer ninguna protección legal ni perspectiva razonable de rendimiento.

Para mantenerse a flote, el régimen persigue con su estratagema tres objetivos fundamentales:

Primero, presionar a los Estados Unidos para que levante o suavice aún más el embargo a fin de que fluyan a la isla divisas turísticas y líneas de crédito--una verdadera infusión de oxígeno al régimen moribundo que vendría maquillada de intercambio constructivo (“constructive engagement”).

Segundo, lograr que la alta jerarquía de la Iglesia Católica en Cuba promueva, con su beneplácito, la “reconciliación” bajo el actual sistema totalitario, mientras el régimen continúa persiguiendo, golpeando y deteniendo a pacíficos opositores y activistas de derechos humanos en toda la isla,

Tercero, tratar de dividir y neutralizar a la comunidad cubanoamericana, incluyendo algunos de sus empresarios, con la patraña de que no hay más solución a la crisis cubana que apoyar reformas cosméticas sin democracia y libertad.

Rechazamos esa pérfida disyuntiva, ya que para nosotros, así como para la gran mayoría de los cubanoamericanos, la libertad no tiene sustituto. Consideramos que, si previamente no se desmantela el aparato totalitario, se libera incondicionalmente a todos los presos políticos, y se restablecen los derechos fundamentales en la isla, no deben los Estados Unidos hacerle concesiones unilaterales a los que subyugan a Cuba.

El futuro de la isla no radica en los tiranos octogenarios y fracasados, sino en los líderes del creciente movimiento pro-democracia en Cuba. Ellos, y no sus opresores, son los que merecen reconocimiento internacional, recursos financieros y tecnología de comunicación para llevar a cabo su heroica lucha.

Nosotros nos comprometemos a continuar apoyando a esos líderes, que constituyen la vanguardia de la sociedad civil emergente, y a ayudar a la reconstrucción de la isla donde nacimos, pero sólo cuando los cubanos puedan gozar de la plena libertad que nosotros disfrutamos y que ellos se merecen.

Signatarios del “Compromiso con la Libertad”

  Manuel Jorge Cutillas, ex Chairman y CEO, BACARDI
 Sergio Masvidal, ex Vice Chairman, AMERICAN EXPRESS BANK
 Enrique Falla, ex Vicepresidente Ejecutivo y CFO, DOW CHEMICAL
  Eduardo Crews, ex Presidente, Latinoamérica, BRISTOL-MEYERS SQUIBB
 Emilio Alvarez-Recio, ex Vicepresidente Global de Publicidad, COLGATE-PALMOLIVE
 Néstor Carbonell Cortina, ex Vicepresidente Internacional de Relaciones Gubernamentales,    PEPSICO
 Alberto Mestre, ex Presidente, Venezuela, GENERAL MILLS
 Rafael de la Sierra, ex Vicepresidente Internacional de Coordinación, WARNER COMMUNICATIONS (ahora Time Warner)
 Eugenio Desvernine, ex Vicepresidente Ejecutivo, REYNOLDS METALS
 José R. Bou, ex Vicepresidente de Operación de Productos Primarios, MARTIN MARIETTA ALUMINUM
 Alberto Luzárraga, ex Chairman, CONTINENTAL BANK INTERNATIONAL
 Remedios Díaz-Oliver, ex Directora de U.S. WEST Y BARNETT BANK
 Leopoldo Fernández-Pujals, Chairman, JAZZTEL, y fundador de TELEPIZZA
 Jorge Blanco, ex Presidente y CEO, AMEX NICKEL CORPORATION
Carlos Gutierrez, ex  Secretario de Comercio de los Estados Unidos
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Pero ahora  Carlos Gutiérrez  trabaja nuevamente para los negocios privados ($$$$$) y nada menos, entre otras empresas,  para la empresa de Madeleine K. Albright quien fuera Secretaria de Estado del Presidente demócrata Bill Clinton

 

Carlos Gutierrez is a Chair of Albright Stonebridge Group (ASG), a premier strategic advisory and commercial diplomacy firm.

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ALGUNOS COMENTARIOS DEJADOS
Qué cambiacasacas. Qué traidor. Qué vendido un tipo podrido en dinero que se pliega a la Sra. Albright. 
Nicolás
 


1 Comments:

At 3:46 p. m., Blogger NA said...

Qué cambiacasacas. Qué traidor. Qué vendido un tipo podrido en dinero que se pliega a la Sra. Albright. Nicolás

 

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