Gozando en Turquía
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Un yate de 50 metros es algo serio, un lujo de que se dan esas personas que son, como se dice, muy ricas
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Por Félix Luis Viera
México DF
01/07/2015
Antonio Castro, el hijo más chiquito de quien hace más de medio siglo estableciera en Cuba, “La Revolución de los humildes y para los humildes,” anda de vacaciones en Turquía y según la revista del corazón Gala, está alojado en el hotel más caro de Bodrum, donde reservó cinco suites para él y sus acompañantes. Una suite en este hotel llega a costar más de 1.000 euros por noche.
En las fotos con que la publicación ilustra los textos, se puede advertir el grupo que acompaña a Antonio Castro —podríamos afirmar, sus amigos más selectos de por aquella zona— y asimismo al benjamín descansando en un sofá al aire libre, mientras piensa, seguramente, en los avatares de su pueblo.
Sin que olvidara, podemos darlo por seguro, la escasez de transporte en su país, lo agónico que resulta en la Isla moverse de un sitio a otro por la vía que fuese, Antonio Castro llegó desde la isla griega de Mykonos al complejo turístico turco en un yate de 50 metros. He preguntado a quienes saben y me dicen que un yate de 50 metros es algo serio, un lujo de que se dan esas personas que son, como se dice, muy ricas.
La prensa turca ha destacado, por otra parte, que el menor de los Castro cenó en un restaurante de lujo con 12 de sus acompañantes y que fotógrafos turcos quisieron captar el momento. Pero tras percatarse de que estaban siendo grabados, varios guardaespaldas del hijo de Castro se lanzaron contra los periodistas e intentaron arrebatarles sus cámaras, lo cual provocó un altercado.
Bueno, lo más duro de asimilar, lo más triste de lo ocurrido es que este miserable, que en las fotos se ve como el gran anfitrión, amable, dador, no es millonario porque sea hijo de millonario, sino de un tirano viejo, vencido, ladrón y crapuloso.
Lo que duele es ver que este desfachatado va por el mundo gastando a su antojo el dinero que sale del cuero, la inopia y las angustias del pueblo cubano, que desconoce estos desmanes, y tantos otros, de uno de los hijos del Papagayo de Birán.
Lo que duele es que la mayoría de los cubanos que lo entregaron y han entregado todo a la utopía castrista, hoy sobreviven a duras penas, y que infinidad de ellos nunca han podido tomar vacaciones en hotel alguno de su propio país, y de este modo paguen con su carencias y angustias las vacaciones de este mentecato —jamás he leído que haya dicho una frase inteligente—, sin pena ni gloria, en un hotel de sumo lujo.
Lo que duele, quizás lo que más duele, es que con el costo de un yate de lujo, de 50 metros, se les podrían comprar guantes a los cirujanos que en Cuba no tienen con qué realizar las cirugías, o crear un sistema de urgencias médicas en las ciudades, o propiciarles más de 10.000 computadoras portátiles a los alumnos de secundaria, o aumentar las pensiones a las personas de la tercera edad que en la Isla apenas tienen qué comer.
Lo que duele es que con el alquiler de esas cinco suites pudiesen repararse las fachadas de cementerios, viviendas derruidas, escuelas primarias en donde la iluminación en las aulas es deficiente y afectará a la larga la visión de los niños.
Lo que duele es que este don nadie, hijo de su padre, hijo de su madre, ande por el mundo llevando vida de millonario solo por un accidente de fecundación.
Duele, duele que potentados por decreto se burlen de uno, de tantos, de un pueblo.
Ya ven. Así van las cosas.
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ALGUNOS COMENTARIOS DEJADOS
Anónimo Elpidio dijo...
No discuto que "Tony" sea un mentecato hijito de papá, y sobra decir que cuesta mucho y nada vale, aunque por lo menos no luce francamente tarado como su medio hermano Fidelito. Lo que luce, y mucho, es un aprovechado prepotente que cree merecer los gutazos y lujos que se da como si perteneciera a la más rancia aristocracia, qué no el hijo de un bastardo y una bruja, ni siquiera alta burguesía a lo Vilma Espín (la cual era tan proletaria como Alicia Alonso). Nada, que Cuba se rindió a los pies de gente de pacotilla, o sea, gentuza vulgar, y la gentuza no puede con su condición por mucho dinero que tenga.
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PPAC dijo...
Saludos Elpidio
Realmente la familia de Vilma era de la mediaNA-alta burguesía, pues su padre era contador (supongo que uno de los jefes de la contaduría) de la Bacardí y no era de la familia Bacardí propietaria. La Señora Rosa era una de las cabezas de esa firma y no era aristocrática como quiso ser siempre Vilma. El padre de Vima era uno de los accionistas minoritarios de la Bacardí por su trabajo en compañía pero Vilma nunca fue heredera de la Bacardí, aunque a ella le gustaba que se regara eso en Cuba y fuera de Cuba para justificar los lujos que se daba como era visitar y llevar a sus descendientes a Disney World y que no era dinero de la Revolución. Otras veces decían que Vilma le había dado su parte de las acciones de la Bacardí a una de sus hermanas para mostrar su carácter desprendido y proletario. Nada, que son una bola de mentiras, cuentos y doble moral.
Gracias por leer a Baracutey Cubano
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Nota del Bloguista de Baracutey Cubano
Estoy casi seguro que ese gigantesco yate no está atracado en Barlovento por las colinas ( abajo en detalle ampliado) que se ven al fondo. .Además, ese gigantesco yate es poco probable que pueda atracar en alguna de las dársena de Barlovento, hoy Marina Hemigway, por la profundidad que necesita. Mucho menos lo van a llamar Granma que es un nombre sagrado para ellos; tal es así, que a sus barcos les llamaron Pájaro Azul, Aquarama I, Aquarama II, o El Orca, que es el nombre del yate de Raúl Castro. Ese yate hubiera llamado mucho la atención a cubanos y extranjeros en Cuba y alguna noticia habría salido. Me parece que esa foto con la información es falsa.
Pedro Pablo
Fotos de la actual Marina Hemingway que antes del triunfo del 1 de enero de 1959 se llamaba Barlovento
2 Comments:
No discuto que "Tony" sea un mentecato hijito de papá, y sobra decir que cuesta mucho y nada vale, aunque por lo menos no luce francamente tarado como su medio hermano Fidelito. Lo que luce, y mucho, es un aprovechado prepotente que cree merecer los gutazos y lujos que se da como si perteneciera a la más rancia aristocracia, qué no el hijo de un bastardo y una bruja, ni siquiera alta burguesía a lo Vilma Espín (la cual era tan proletaria como Alicia Alonso). Nada, que Cuba se rindió a los pies de gente de pacotilla, o sea, gentuza vulgar, y la gentuza no puede con su condición por mucho dinero que tenga.
Saludos Elpidio
Realmente la familia de Vilma era de la media-alta burguesía, pues su padre era contador (supongo que uno de los jefes de la contaduría) de la Bacardí y no era de la familia Bacardí propietaria. La Señora Rosa era una de las cabezas de esa firma y no era aristocrática como quiso ser siempre Vilma. El padre de Vima era uno de los accionistas minoritarios de la Bacardí por su trabajo en compañía pero Vilma nunca fue heredera de la Bacardí, aunque a ella le gustaba que se regara eso en Cuba y fuera de Cuba para justificar los lujos que se daba como era visitar y llevar a sus descendientes a Disney World y que no era dinero de la Revolución. Otras veces decían que Vilma le había dado su parte de las acciones de la Bacardí a una de sus hermanas para mostrar su carácter desprendido y proletario. Nada, que son una bola de mentiras, cuentos y doble moral.
Gracias por leer a Baracutey Cubano
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