sábado, noviembre 28, 2015

Cuba, el cóctel con la Ley de Ajuste, remesas, emigrados y cambios. Juan Juan Almeida: Poco me importa si ellos mismos se consideran emigrados políticos o económicos; están huyendo de una miseria que tiene su origen en la política.



Nota del Bloguista de Baracutey Cubana

Por cierto  ¿ Será este éxodo descontrolado una manifestación del ¨empoderamiento¨ de la sociedad civil cubana  como  aseguraron que se produciría comoo consecuencia  de las nuevas relaciones entre el Ejecutivo de EE.UU. y la tiranía Castrista? Lo que puedo asegurar es que ese éxodo descontrolado es consecuencia  de esas nuevas relaciones y  no producto de planteamientos   hechos por legisladores u otras personalidades públicas  sobre el abuso que se está haciendo de la Ley de Ajuste Cubano.

Tiene mucha importancia el que los migrantes se consideren ellos mismos emigrados políticos o mejor aún: exiliados que huyen o escapan de una dictadura totalitaria que ha tenido bajo su implacable control todas los espacios de la vida  de un páis, y en particular la  vida económica de cada uno de los cubanos que residen en la isla. Ese conocimiento o convicción  en ellos permitirán ayudarlos más amplia y efizcamente  ya que hay otras minorías que se van de su país por problemas económicos no vinculados tan estrechamente a las circunstancias políticas de ese país, ya que existe la libre empresa y una sociedad civil verdaderamente independiente del Estado.

Ese conocimiento y/o convicción debe ser reflejados en actitudes y comportamientos personales  que no desmoralizen o invaliden las razones por las cuales se les dio refugio  a esas personas  por un miedo bien fundado dew persecución por una de las 5 razones que plantea la ley norteamericana sobre refugiados, pues si bien LA LETRA  de la Ley de Ajuste Cubano no dice explícitamente   que ella  es para ser aplicada a los perseguidos políticos, ella EN SU ESPÍRITU  y en su  GÉNESIS (a partir de leyes que fueron concebidas y aplicadas para personas que escapaban de las dictaduras comunistas)  sí tiene implícitamente ese motivo. 

Hace unos días escribí en este blog: 

Tengo la opinión que esta crisis migratoria persigue, AL MENOS, la derogación del Programa Especial para el Personal de la Salud de Cuba que se encuentra en ¨misión¨ en el exterior de Cuba, que escape de la esclavitud laboral a la que lo somete la tiranía Castrista, pues ese escape  le afecta la entrada de grandes sumas de divisas a la dictadura Castrista. 
 
Hace casi 18 años que la tiranía Castrista no permite que la Oficina de Intereses de los EE.UU. en La Habana, hoy embajada, llame  a un concurso anual de visas de inmigrantes a los cubanos; concurso  que nació producto de los acuerdos migratorios (de los años 1994 y 1995)  enrte la tiranía Castrista y el ejecutivo de de EE.UU. presidido entonces por Bill Clinton; acuerdos nacidos por el éxodo de los balseros del año 1994 . La inmensa mayoría de la actual e  ilegal o la migratoria está compuesta por jóvenes cubanos que no han tenido la oportunidad de participar  en esos concursos que permitieron un éxodo seguro, ordenado y LEGAL. Los EE.UU. podrían hablar con la tiranía Castrista  para implementar nuevamente esos concursos que la tiranía impidió que se siguieran efectuando desde 1998: en  esos años 90 del pasado siglo XX  las autoridades Castristas primero exigieron que las cartas para el sorteo de visas para emigrar a los EE.UU. (el bombo)  se echaran obligatoriamente en los buzones de Correos de Cuba y no en las valijas que empleados de la Oficina de Intereses de EE.UU. en Cuba  situaban en la puerta de la oficina de Intereses. La gran cantidad  de personas que querían irse de Cuba  pero que querían mantener su fachada de revolucionarios  ante la tiranía y la certeza que la Seguridad del Estado  tendría control de  esas cartas,  eran las causas por las que los  remitentes de las cartas preferían depositar las cartas en las valijas de la Oficina de Intereses. En la última ocasión,  la muchedumbre  de personas que deseaban dejar sus cartas en las valijas de la Oficina de Intereses de los EE.UU. en Cuba llegaba desde la calle Calzada, donde está situada la embajada norteamericana, hasta la calle Línea.  Ese informal  plesbiscito  (de cómo se valoraban  y valoran los EE.UU. como un país amigo de los cubanos   y a la tiranía Castrista como un régimen enemigo de su pueblo) terminó cuando la tiranía determinó que no admitiría un nuevo envío de  cartas para esos sorteos y que seleccionaran a los ganadores de ese sorteo de  las  muchas decenas de miles  de personas que enviaron sus nombres al último concurso.

Esta crisis migratoria puede ser superada facilmente por la tiranía Castrista y su admirador gobierno de Ecuador presidido por Correa mediante la exigencia de un visado a los cubanos para poder  arribar a su territorio,   visado  que debe ser otorgado bajo las condiciones  estándares  en que son otorgados por los otros países de América del Sur y de Centro América y  operar, tanto en Cuba como en el Ecuador,  en contra de las mafias que controlan la inmigración y emigración ilegal en esos países  . El gobierno de los EE.UU.  puede exigir o negociar  que eso se cumpla, pues  EE.UU. es el destino de la inmensa mayoría de esos migrantes cubanos.
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Cuba, el cóctel con la Ley de Ajuste, remesas, emigrados y cambios

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Poco me importa si ellos mismos se consideran emigrados políticos o económicos; están huyendo de una miseria que tiene su origen en la política.
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Por Juan Juan Almeida
noviembre 26, 2015

El delicado tema de los cubanos varados en Costa Rica, fue incluido en la LIX Reunión de la Comisión de Seguridad de Centroamérica, del Sistema de Integración Centroamericana (SICA). Y está más que claro, estos compatriotas nuestros, impulsados por el temor de que se modifique o derogue la Ley de Ajuste Cubano, salen de la isla con un único destino: Estados Unidos.

Poco me importa si ellos mismos se consideran emigrados políticos o económicos; están huyendo de una miseria que tiene su origen en la política. Eso, para mí, es más que suficiente aunque sepa que, mañana, si finalmente logran asentarse en Estados Unidos o en el país que los acoja, viajarán y/o enviarán su dinero a la isla.

Fue por ello que, imponiéndome evadir cualquier planteamiento ideológico y, después de muchos topetazos, logré conversar con un funcionario del Ministerio de Turismo y me aseguró que "el Gobierno no incentiva el éxodo de nadie, tampoco lo puede detener sin usar la fuerza. Estamos viviendo una transformación. Hoy emigran por varias razones, mañana encontrarán su beneficio aquí. Así es el tránsito a la democracia, unos creen, otros no. Esta crisis no es más que el estadio final de un proceso en el que unos ganan y otros pierden. Mira, gracias a esta situación, el turoperador Havanatur, básicamente, por concepto de boletos a cubanos, está vendiendo de 60.000 a 70.000 CUC diariamente".

Pero eso no quiere decir que el Gobierno de la isla haya creado esta situación de crisis por dinero. Afirmar esto sería caer en una afirmación demasiado arriesgada, una presunción peligrosa que lo único que consigue es desprestigiar al menos intelectualmente a todo aquel que lo repite.

No existen elementos demostrativos ni probatorios de que Cuba participa de la colosal ganancia que genera el muy lucrativo negocio de tráfico de personas. Es más, aunque concuerdo en que al Gobierno de la isla le importa un comino el destino de sus ciudadanos, me arriesgo a decir que ni trafica con personas ni se mete en tráfico de drogas. En el año 89, Cuba sacrificó un grupo de importantes peones para poder cooperar en este tipo de materias con organismos norteamericanos e internacionales.

Ahora existen protocolos firmados con Estados Unidos para velar y mantener una migración legal y segura. Las leyes cubanas sancionan con severidad el tráfico de personas. Aprendieron a jugar dentro de la jurisprudencia internacional porque las coyunturas cambiaron.

Lancé al aire la pregunta del por qué esta crisis migratoria se dio ahora, y obtuve la mejor respuesta de un escurridizo traficante y aparentemente adinerado:

"Los cubanos estamos acostumbrados a mentir, y esos –refiriéndose a los varados en Costa Rica– también esconden la verdad".

"La realidad es que el 17 de diciembre generó una esperanza nacional, la gente pensó que en tres días se verían cambios y progreso y ¿qué paso? Nada, el cuartico está igualito, o peor. Las noticias y los noticiarios fueron el detonante. Primero, cuando los cubanos ven que Estados Unidos y Cuba conversan sobre migración, entienden que van a quitar la Ley de Ajuste Cubano. Luego, el viaje de Raúl a México fue el disparo que marcó el Listo, Fuera, y dio inicio a la carrera".

"Se expande como la pólvora, que se trata de un acuerdo para cerrarle el paso a los cubanos por territorio mexicano. Es natural, la gente escucha noticias y runrunes, y eso de 'acuerdos migratorios' es la frase que lo dice todo, pero a la vez no dice nada".

"En Cuba las cosas están malas, la gente no acaba de ver la luz, ni al principio ni al final del túnel. En la psiquis del cubano solamente está emigrar y de este negocio nadie habla porque todos quieren ser traficados".

Recuerdo aquella histórica y nebulosa estrategia que Fidel Castro soltó en un kilométrico discurso pronunciado en agosto del 99, donde, hablando de la emigración, no hizo ninguna referencia para presionar y acabar con la Ley de Ajuste Cubano, todo lo contrario. Instó a hacer lobby, mover recursos y tocar puertas para convencer a líderes de la región que exigieran a Estados Unidos que también sus ciudadanos tengan el tratamiento excepcional y privilegiado que reciben los cubanos al pisar suelo americano. O sea, usar a nuestros migrantes como misiles, no para hacer atentados sino para cambiar la demografía estadounidense, y con ello influenciar en las decisiones políticas de un país que escucha a sus ciudadanos y respeta a las minorías.
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