miércoles, marzo 16, 2016

Esta también es tu obra, Fidel.. Zoé Valdés sobre los Senadores y Precandidatos republicanos Ted Cruz y Marco Rubio

DELEGADOS OBTENIDOS  POR LOS CUATRO PRECANDIDATOS  QUE QUEDABAN POSTULADOS   HASTA EL 15 DE MARZO DE 2016.

Republicans – 1,237 necessary to win nomination:

Donald Trump – 673 
Ted Cruz – 410
Marco Rubio – 169 (withdrawn from race)
John Kasich – 143
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 Esta también es tu obra, Fidel.

Por  Zoé Valdés
 París
 Marzo 16, 2016

 Senadores y precandidatos  Marco Rubio y Ted Cruz


¿Se acuerdan del lemita “Esta es tu obra, Fidel”, cuando algo supuestamente bien salía en Cuba? Bueno, pues, ahora también podríamos usarlo, pero como algo que ha salido más que bien en Estados Unidos, tras cincuenta y siete años de dictadura en la isla.

Por primera vez llegan a las elecciones presidenciales de la potencia mundial dos norteamericanos descendientes de cubanos exiliados. Uno de ellos, Marco Rubio, es perfectamente bilingüe. Creo que Cruz también lo es. Hay quienes llaman a Rubio “pico de oro”, porque es un excelente orador. Un verdadero orador, no un orate como Fidel Castro, quien pasó la mayor parte de su vida hablando excrecencias, por no decir, mierda.

Desgraciadamente, por esta vez, la carrera de Marco Rubio en las presidenciales del 2016 ha concluido. Aunque su sueño americano de convertirse en primer líder mundial recién acaba de comenzar. Marco Rubio tiene futuro, nadie lo puede negar. Su error fue, a mi juicio, dejarse influenciar por la izquierda y en ese empeño de no parecer tan de derechas se desesperó. También, nos guste más o menos, Ted Cruz sigue teniendo futuro. Lo que no es el caso de ninguno de los esbirros arrastrapanzas del castrismo, que no podrán triunfar jamás en donde han triunfado estos dos hombres. Bien, al parecer la prensa se niega a reconocer las cualidades de Rubio y Cruz. Claro, para ellos son cubanos y exiliados, sin detenerse a analizar que son norteamericanos de origen cubano, de padres exiliados. En Cuba ni siquiera los mencionan, ¡cómo irían a hacerlo!

Sin embargo, puedo imaginar la rabia de los hermanos Castro frente a esta realidad, la de una vez más dos cubanos que llegan muy lejos. Y pésele a quien le pese, y aunque a modo de ironía, me gustaría restregarles en las caras eso de que “esta es también tu obra, Fidel”. Porque si es verdad que sin los esfuerzos de esos cubanos exiliados, los padres de Rubio y de Cruz, y sin los logros de ellos mismos, y de su intenso trabajo, no habrían llegado a ninguna parte, también es verdad que sin la horrenda tiranía castrista estos dos políticos (con todo el peso que la palabra conlleva) tampoco hubieran ni siquiera soñado con crecer y estudiar en los Estados Unidos. Aunque bajo una Cuba democrática los viajes y estudios de los cubanos de la isla no hubieran sido prohibidos como lo fueron durante más de medio siglo.

De modo que, recómete las entrañas, Fidel (y de paso, Raúl), pero el éxito de dos hijos de cubanos en Estados Unidos, entre tantos otros, es también tu obra, o tu culpa, como quieras llamarlo, y muy a pesar de ti mismo.

Zoé Valdés.