Dimas Castellanos desde Cuba: Así desapareció la democracia en Cuba
Los resultados de esas elecciones de 1954 fueron:
Elecciones presidenciales de Cuba de 1954
Las elecciones presidenciales de Cuba de 1954 se llevaron a cabo el 1 de noviembre de ese año (1). Fulgencio Batista fue elegido presidente de la República para el período 1955-1959.
A lo largo de 1954 hubo algunos intentos de sabotaje al proceso electoral, incluyendo un complot organizado por el ex presidente Carlos Prío Socarrás y su ex Secretario de Educación. Durante la campaña electoral, Ramón Grau mostraba una importante intención de votos, pero no la suficiente para triunfar (2).
Los abstencionistas, que en general apoyaban a Prio, los Ortodoxos y los Comunistas boicoteaban los actos de Grau, irrumpiendo en los mismos con consignas revolucionarias. Los actos de Batista, por el contrario, se desarrollaban sin disturbios (2).
El ex presidente Grau, sospechando que Batista cometería fraude, renunció a su candidatura dos días antes de los comicios. Batista fue entonces elegido presidente sin oposición. La participación se redujo a un 52,6% frente al 79,5% de las elecciones de 1948 (3).
(1)Aquel 30 de septiembre de 1954 Juventud Rebelde, 29 de noviembre de 2009.
(2) Cuba 1952-1959: The True Story of Castro's Rise to Power . Manuel Márquez-Sterling. Páginas 56-57. ISBN 978-0-615-31856-1
(3) Cuba: order and revolution. Jorge I. Domínguez. Página 124. ISBN 0-674-17925-0
***
En el libro ¡25448, No! Roberto Martín Pérez, de Rafael Cerrato Salas
se lee
"Batista anunció elecciones para noviembre de 1954. Se presentaron a estos comicios Batista y Grau San Martín, quien se retiró en el último momento consciente de su derrota, alegando sus partidarios habían sido aterrorizados. Batista fue elegido presidente con el 45, 1 % de los votos. Grau recibió sólo el 6, 8 %. A partir de este momento quedaba restablecida la constitución de 1940."
Este bloguista tiene la opinión que fue un gran error de Batista postularse en esas elecciones celebradas el 1 de noviembre de 1954.
Luego de la desautorización del Pacto de Miami, por Fidel Castro, el 14 de diciembre de 1957, esto escribía el Che Guevara a Ramos Latour:
Pertenezco por mi preparación ideológica a los que creen que la solución de los problemas del mundo está detrás de la llamada cortina de hierro y tomo este movimiento como uno de los tantos provocados por el afán de la burguesía de liberarse de las cadenas económicas del imperialismo. Consideré siempre a Fidel como un auténtico líder de la burguesía de izquierda, aunque su figura está realzada por cualidades personales de extraordinaria brillantez que lo colocan muy por arriba de su clase. Con ese espíritu inicié la lucha: honradamente sin esperanza de ir más allá de la liberación del país, dispuesto a irme cuando las condiciones de la lucha posterior giraran a la derecha (hacia lo que Uds. Representan) toda la acción del Movimiento. Pareciéndome imposible lo que después supe, es decir, que se tergiversaba así la voluntad de quien es auténtico líder y motor único del Movimiento, pensé lo que me avergüenzo de haber pensado.
Ramos Latour, que en octubre había subido a la Sierra a debatir la idea del Pacto de Miami con los comandantes, responde a Guevara:
Y agrega:
Nosotros queremos una América fuerte, dueña de su propio destino, una América que se enfrente altiva a los Estados Unidos, Rusia, China o cualquier potencia que trate de atentar contra su independencia económica y política. En cambio los que tienen tu preparación ideológica piensan que la solución a nuestros males está en liberarnos del nocivo dominio “yanqui” por medio del no menos nocivo dominio “soviético”…. En cuanto a mí, puedo decirte que me considero un obrero; como obrero trabajé hasta que renuncié a mi salario por incorporarme a las Fuerzas Revolucionarias de la Sierra, abandonando al mismo tiempo mis estudios de Ciencias Sociales y Derecho Político, que había emprendido con la esperanza de prepararme debidamente para servir mejor a mi pueblo. Soy obrero, pero no de los que militan en el Partido Comunista y se preocupan grandemente por los problemas de Hungría y Egipto, que no pueden resolver, y no son capaces de renunciar a sus puestos e incorporarse al proceso revolucionario que tiene, como fin inmediato, el derrocamiento de una oprobiosa dictadura.
- Cuando subió a la Sierra Maestra solamente le dieron el grado de Capitán pese a las numerosas misiones que planeó dirigió y participó en la clandestinidad en contra del régimen de Fulgencio Batista en contra del cuerpo armado más combativo y represivo: la Policía Nacional. A Ramos Latour le correspondía el grado de Comandante.
- A su llegada a la Sierra Maestra Fidel Castro le ordenó a Ramos Latour ocupar reiteradamente posiciones peligrosas en los combates, mientras que él, Fidel Castro, estaba bien alejado de ellas en su refugio, hasta que ocurrió lo maquiavelicamente planeado: René Ramos Latour ¨Daniel¨, el sucesor de Frank País ¨David¨ cayó muerto en combate.
Así desapareció la democracia en Cuba
Por Dimas Castellanos
La Habana
28 Abr 2016
Un lector de este diario, al comentar el artículo "¿Diferencia de concepciones acerca de los derechos humanos?", planteó que le gustaría leer algo sobre la historia de cómo desapareció la democracia en Cuba. En respuesta a esa petición, Roberto Álvarez Quiñones escribió "Del sepelio de la democracia", al cual añado el presente artículo.
El concepto de democracia
Aunque el término etimológicamente significa poder del pueblo, la existencia y funcionamiento de la democracia requieren, entre otros, de los siguientes instrumentos, derechos y libertades:
- el sufragio, para designar a sus representantes
- la igualdad ante la ley, para competir por los cargos.
- el referendo, para rechazar o aprobar las disposiciones del Gobierno.
- el plebiscito, para aprobar o desaprobar normas como las leyes.
- la iniciativa popular, para presentar proposiciones sobre temas de interés ciudadano.
- la revocatoria, para anular, mediante el voto, decisiones del Gobierno y destituir funcionarios.
- los jurados, para colaborar con el poder judicial.
- la separación de poderes, para evitar su concentración en una o varias personas.
- el multipartidismo, para poder optar entre diversas opciones y candidatos.
Antecedentes
Los gérmenes de la democracia en Cuba se esbozaron en la Constitución de Guáimaro; tomaron cuerpo con las libertades de prensa, de asociación y de reunión contenidas en el primer artículo del Pacto del Zanjón; y fueron ampliadas en la Constitución de 1901, la cual añadió instrumentos claves como el hábeas corpus y la separación de poderes.
Luchas obreras, antiraciales, estudiantiles, campesinas, femeninas y políticas, escenificadas por el asociacionismo, lograron conquistas como la jornada de ocho horas, la autonomía universitaria, el voto femenino, el derrocamiento del Gobierno de Gerardo Machado, la Asamblea Constituyente de 1939 y la Constitución de 1940.
Esta última, en su artículo 37 legalizó la formación y existencia de organizaciones políticas contrarias al régimen de gobierno representativo; en el artículo 40 legitimó la resistencia para la protección de los derechos individuales (esgrimido por Fidel Castro durante el juicio del Moncada); el 87 reconoció la legitimidad de la propiedad privada en su más amplio concepto de función social; y el 97 instituyó el "sufragio universal, igualitario y secreto" a partir del cual la mujer cubana pudo ejercer el derecho al voto.
Con esa base democrática, el pueblo eligió para presidentes a Fulgencio Batista Zaldívar en 1940, a Ramón Grau San Martín en 1944 y a Carlos Prío Socarrás en 1948. Sin embargo, el aumento del costo de la vida, junto a la corrupción político-administrativa y el crecimiento del pandillerismo durante los gobiernos auténticos, crearon la ingobernabilidad que condujo al golpe militar que interrumpió el orden constitucional en marzo de 1952.
Entre las múltiples respuestas a ese golpe, sobresalieron dos: la primera, encabezada por Fidel Castro, se hizo pública el 26 de julio de 1953 con el asalto al cuartel Moncada; la segunda, tomó cuerpo en enero de 1954 con el Movimiento de Resistencia Cívica encabezado por José Miró Cardona.
Para legitimarse, Batista convocó a "elecciones" en 1954, en las que fue ratificado como presidente. En febrero de 1955, al tomar posesión, restableció la Constitución de 1940 y otorgó amnistía a los prisioneros políticos, entre ellos a los asaltantes del Moncada.
Durante la lucha contra la dictadura batistiana, Frank País García, jefe de Acción y Sabotaje del M-26-7, le propuso a Fidel Castro conformar un gobierno provisional con participación de figuras del Movimiento de Resistencia Cívica. Con ese fin se celebró una reunión en la Sierra Maestra en julio de 1957 con Raúl Chibás, presidente del Partido Ortodoxo y Felipe Pazos, expresidente del Banco Nacional de Cuba, en la que se suscribió el "Manifiesto al Pueblo de Cuba".
Tres meses después, Felipe Pazos y los miembros del M-26-7 Léster Rodríguez y Jorge Sotús, en reunión con asociaciones cívicas del exilio suscribieron el "Pacto de Miami", en el que señalaba "la forma en que se debía conducir la Revolución, y el programa político que se pondría en práctica después del triunfo".
La dirección del M-26-7, que no aceptó el Pacto, dio las siguientes respuestas:
- En carta del 14 de diciembre de 1957 Fidel Castro comunicó a los firmantes que lo importante "no era la unidad en sí, sino la base sobre la cual se sustentaba esa unidad".
- El 3 de mayo de 1958, en Alto de Mompié, Sierra Maestra, se acordó aplicar una política de mando único centralizada para la cual Fidel fue nombrado secretario general del Ejecutivo del M-26-7 y comandante en jefe de todas las fuerzas revolucionarias.
- El 20 de julio de 1958 convocó una reunión en Venezuela con representantes de varias organizaciones en el exilio, donde se creó el Frente Cívico Revolucionario "Pacto de Caracas".
- Y el 11 de agosto de 1958, en Miami, se designó a José Miró Cardona como coordinador del Frente Cívico Revolucionario y se aprobó la candidatura de Manuel Urrutia Lleó para presidente provisional de Cuba.
El 1 de enero de 1959, al triunfar las fuerzas rebeldes, Manuel Urrutia asumió la presidencia. Al día siguiente, violando la Constitución de 1940 —que establecía que el presidente de la República era el jefe supremo de las Fuerzas de Tierra, Mar y Aire— declinó esa jefatura a favor de Fidel Castro. El 3 de enero se conformó el gabinete gubernamental integrado por reformistas, conservadores y revolucionarios, y José Miró Cardona ocupó el cargo de primer ministro.
La revolución, convertida en fuente de derecho, el 7 de febrero sustituyó la Constitución de 1940 por la Ley Fundamental del Estado Cubano, que confirió al primer ministro las facultades del presidente, sin necesidad de ser electo y al recién creado Consejo de Ministros las funciones del Congreso, sin división de poderes. El 13 de febrero José Miró Cardona renunció y el 16 de ese mismo mes Fidel Castro ocupó el cargo de primer ministro.
Los mandatos de gobernadores, alcaldes y concejales fueron extinguidos, los órganos judiciales disueltos, los magistrados y jueces separados de sus cargos y la división de poderes eliminada y los miembros del primer gabinete procedentes del Movimiento Cívico fueron sustituidos en sus cargos.
Las contradicciones entre Manuel Urrutia —enemigo del comunismo— y Fidel Castro se agudizaron en los primeros meses hasta que, el 17 de julio de 1959, Fidel renunció al cargo, lo cual forzó a la renuncia del presidente y el regreso de Fidel como primer ministro.
Desaparecidos los partidos tradicionales, el Directorio Revolucionario 13 de Marzo, el Partido Socialista Popular y el M-26-7 conformaron en 1962 las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI), cuya dirección, después de destituir a Aníbal Escalante, fue asumida por Fidel Castro. En enero de 1963 las ORI se convirtieron en el Partido Unido de la Revolución Socialista, del cual surgió en 1965 el actual Partido Comunista de Cuba (PCC). A partir de ese momento, los cargos de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, jefe de Gobierno y secretario del único partido quedaron concentrados en una sola persona. La promesa de celebrar elecciones se convirtió en la consigna "¿Elecciones para qué?", y la democracia recibió el tiro de gracia.
El 22 de enero de 1959 la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) fue sustituida por la CTC-Revolucionaria. La diversidad de asociaciones juveniles, femeninas, campesinas y de empleadores, se redujeron a la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP). El resto desapareció y se crearon otras subordinadas al PCC.
La autonomía universitaria, refrendada en el artículo 53 de la Constitución de 1940, dejó de existir. La prensa escrita, radial y televisiva, la enorme red de cines, la producción editorial y las instituciones culturales pasaron bajo el control del PCC. La sociedad cubana quedó huérfana de asociaciones autónomas y espacios cívicos, y acotada por el discurso de Fidel Castro en junio de 1961: "Dentro de la Revolución todo, contra la Revolución nada". De forma paralela, la propiedad sobre los medios de producción se fue concentrando en manos del Estado hasta el golpe final con la Ofensiva Revolucionaria de 1968.
Como los conflictos entre Estados tienden a desmovilizar los conflictos al interior de los Estados, la confrontación con Estados Unidos facilitó el desarme de la democracia, pero no fue su causa, pues el desmontaje comenzó antes de la ruptura de las relaciones diplomáticas.
La forma en que se produjo la desaparición de la democracia en Cuba demuestra que a pesar de los avances obtenidos hasta 1952-1959, la formación cívica de los cubanos no llegó a alcanzar el grado de madurez necesario para impedir la pérdida de la democracia. Una enseñanza dura y dolorosa, que indica la importancia que revisten instrumentos, derechos y libertades que permiten al pueblo ser agente activo del poder.
Por Pedro Pablo Arencibia
En enero de 1958 el dictador Fulgencio Batista había restaurado después de un breve tiempo, las garantías Constitucionales en el país pese a la actividad subversiva existente. Según se lee en el libro oficialista En el último año de aquella República del autor Juan J. Abreu (un exoficial del MININT y funcionario entonces del Departamento América del Comité Central del Partido Comunista de Cuba en esos años ochenta en que fue publicado dicho libro en Cuba), Batista hizo ciertos cambios en su gabinete, compulsado por ciertas fuerzas políticas nacionales y extranjeras y hasta por el propio Nuncio, Monseñor Centoz, que conllevara a una nueva imagen del régimen y a una solución no violenta a la situación política del país. En ese libro se lee que Batista en marzo de 1958 le propuso al Movimiento 26 de Julio que participara como un partido político en las próximas elecciones del 1 de junio de 1958 junto a los otros partidos. Fidel Castro se negó alegando que esa proposición era una trampa de Batista. Los que hemos padecido la tiranía Castrista este medio siglo, sabemos que la verdadera razón de la negativa de Fidel era que no quería Poder, sino TODO el Poder y de manera vitalicia.
Esas elecciones generales eran las siguientes a las elecciones efectuadas el 1 de noviembre de 1954 en las que que triunfó Batista cómoda pero de manera ilegítima por ir al retraimiento sus rivales políticos, siendo el último en retirarse de la contienda, el último día antes de las elecciones, el ex presidente Ramón Grau San Martín, quien planteó que las autoridades practicaban el acoso y la persecución de sus partidarios; algo por lo que anteriormente habían pasado los batistianos en sus campañas políticas cuando el autenticismo estaba en el poder. Por cierto, algunos partidarios de Batista le habían aconsejado a Batista después del Golpe de Estado del 10 de Marzo de 1952, que para mostrar su espíritu democrático, convocara a elecciones por propia iniciativa; otros consejeros le habían dicho que esperara a que la Oposición le pidiera que hiciera elecciones para que no hubiera retraimiento. Batista se fue por la primera variante tan pronto como el país se normalizó después de la neutralización de las primeras conspiraciones y del asalto al Cuartel Moncada. Batista tomó posesión, el 24 de febrero de 1955 y restableció la Constitución y otorgó amnistía a todos los prisioneros políticos y en particular a los Moncadistas, pese, según se dice pero algunos niegan, al voto en contra en la Cámara Baja del excuñado y ex amigo cercano de Fidel Castro, el Dr. Rafael Díaz-Balart y en la Cámara Alta o Senado, del voto en contra del Senador Santiago Rey Pernas.
( Acción terrorista del M-26-7 en una tienda )
Pero volvamos a las elecciones del 1 de junio de 1958. Para evitar que esas elecciones se efectuaran, el Movimiento 26 de Julio, incrementó sus sabotajes y asesinatos; el régimen respondió con sus sangrientas represalias; esto trajo como consecuencia la suspensión en marzo de 1958 de las garantías Constitucionales y el aplazamiento de las elecciones. Las indicaciones para ese incremento de las acciones por parte del M-26-7 están dadas por Fidel Castro en su Manifiesto del Movimiento 26 de Julio Al Pueblo, del 12 de marzo de 1958, el cual también está firmado por Faustino Pérez.
Fidel Castro en dicho manifiesto plantea, según Carlos Márquez Sterling en http://cuba1952-1959.blogspot.com : que todas las fuerzas obreras y estudiantiles de la isla fueran a una huelga general, que sería apoyada militarmente por el Ejército Rebelde. Este manifiesto prohibia los viajes de cualquier tipo en la provincia de Oriente desde el 1 de abril, y anunció que los rebeldes abrirían fuego sin advertencia previa a cualquier vehículo que violara esa disposición. Asimismo, decretó que todos los pagos al gobierno debían de cesar, y que quien hiciera los pagos al gobierno, incluido los impuestos o tasas, sería considerado un traidor antipatriota y culpable de un acto contrarrevolucionario. A los que que trabajaran en el gobierno en los puestos administrativos o en los tribunales se les ordenó a renunciar. A los militares se les advirtió que serían juzgados como criminales, a menos que desertaran o se unieran al Ejército Rebelde. El manifiesto terminaba pidiendo que la gente diera su apoyo a la campaña de exterminiar a todos aquellos que sirvieran a la tiranía con las armas, declarando que a partir del 5 de abril comenzaría una guerra total y que tendrían la necesidad de aniquilarlos a donde quiera que estuvieran, como los peores enemigos de la libertad y la felicidad.
La Huelga del 9 de Abril fracasó producto de que el movimiento obrero como casi siempre ocurrió, salvo excepciones muy notables, se mantuvo ajeno a la lucha contra Batista, al igual que grandes sectores del campesinado. La Central de Trabajadores de Cuba estaba controlada, por Eusebio Mujal, un excomunista, que estaba al lado de Batista desde 1952. Además, de que el apoyo del Ejército Rebelde fue bien discreto en todo el país; Fidel varios años después del triunfo de 1959 , ha dicho que él no estaba de acuerdo con esa huelga pero que dio órdenes para apoyarla; parece que esas órdenes las dio con bastante tibieza y desgano pese a que él había sido el principal promotor de la misma desde finales de 1957. Roberto Solera ha escrito una gran verdad en unas observaciones que le hizo a un artículo aparecido en la revista digital Cuba Nuestra.nu: ¨ La huelga fracasó por razones totalmente ajenas al apoyo o no del PSP que no tenía fuerza alguna como grupo revolucionario.¨. En http://www.po.org.ar se lee : ¨El retroceso del PSP en el movimiento sindical era imparable: en el último congreso de la CTC antes del golpe de 1952, el PC dirigía sólo 20 de los 300 sindicatos representados ¨. Pero se puede decir más, el Partido Socialista Popular boicoteó La Huelga del 9 de Abril.
El Partido Socialista Popular en el manifiesto de 12 de abril de 1958, condenó la fracasada huelga de 6 de abril de 1958, llamándola «llamamiento unilateral». El 28 de junio de 1958, El Comité Nacional del PSP, en manifiesto suscrito por Juan Marinello y Blas Roca, , pedían «unas elecciones limpias y democráticas para desembarazarse de Batista», sin embargo, ya desde abril de 1958 se había fundado por Félix Torres, el destacamento guerrillero Máximo Gómez, del Partido Socialista Popular, en las montañas de Yaguajay (mal armado y con muy pocas y pequeñas acciones combativas hasta casi el final de la guerra), y en julio de 1958 subía a la Sierra Maestra el destacado líder comunista Carlos Rafael Rodríguez para apoyar a Fidel Castro . En definitiva, el PSP jugaba con varias cartas para al menos salir ganando parcialmente con alguna de ellas.
¨Al analizar los factores del fracaso, llegamos a la conclusión de que no son imputables al pueblo y ni siquiera a la organización, sino a lo siguiente:
a) Falta de clima previo, que debió ser producido por una serie de hechos violentos que hicieran que el paro no fuera mas que la culminación lógica del mismo.
( Fidel Castro y Faustino Pérez )
b) Método inadecuado para la convocatoria. Por querer mantener en secreto la fecha; para evitar que la dictadura tomara medidas especificas, no pusimos nuestros cuadros organizados a funcionar para que la consigna fuera llevada a todos los sectores y personas, creando con ese solo hecho cierta agitación y expectación indispensables.
c) La escasa intensidad que presentó el sabotaje eléctrico y de las plantas de radio, cuando se esperaba la supresión total de ambos servicios.
d) La actitud un poco cerrada que se mantuvo frente a la posibilidad de coordinación o colaboración por parte de otros factores.
A nuestro criterio, todos estos factores sumados tuvieron mucho que ver en este fracaso momentáneo del movimiento de huelga en La Habana.
En cuanto al resto de las provincias, hubo bastante respuesta en algunas, y en otras, como Oriente, la cosa fue casi total. Allí, y también en lugares de Las Villas y Pinar se mantiene e incrementa la lucha de guerrillas además de las columnas ya bien nutridas de las montañas orientales (...).
Si esa apreciación hecha en el 58 añadimos la precariedad de las armas disponibles, la no llegada de otras en las fechas previstas y el profundo quebranto recién sufrido por el Movimiento en La Habana por la caída de cuadros fundamentales de la organización como Gerardo Abreu "Fontán", Sergio González, Arístides Viera y muchos otros, así como la débil gestión y voluntad unitaria del FON, tendremos, a nuestro juicio, las causas fundamentales de aquella trágica derrota (...). ¨
Hasta aquí la enumeración de las causas por parte de Faustino Pérez. Ahora bien, yo me pregunto ¿ Entonces por qué hacer ese llamado frenético el 12 de marzo para una huelga con menos de un mes para su preparación y ejecución ?. Mi respuesta es que Fidel Castro estaba muy preocupado porque el triunfo de la revolución no pasara por sus manos y llegara a las manos de los combatientes ¨del Llano ¨ o a los integrantes de la Resistencia Cívica (ambos grupos con ideología burguesa según el Che Guevara) o a otro grupo que llevara también la lucha, antibatistiana, o que quizás se llegara a una solución electoral con un nuevo gobierno de transición, lo cual invalidaría la lucha llevada a cabo hasta ese momento.
( René Ramos Latour )
En ese mismo artículo Faustino Pérez escribe sobre el apoyo del Ejército Rebelde a la mencionda huelga:
¨Sin contar las numerosas acciones de los frentes guerrilleros en apoyo a la huelga, que incluyeron la intrépida presencia de Camilo Cienfuegos en los llanos del Cauto, podemos mencionar como hechos mas significativos a través del país: el asalto a las emisoras nacionales y la transmisión por sus canales del llamamiento a la huelga general revolucionaria, el asalto a la armería de La Habana Vieja, la voladura de registros de electricidad, los paros y sabotajes en varias terminales del transporte, la quema de gasolineras y de vehículos, la interrupción del transito de entrada y salida de la capital, los sabotajes, acciones y paros en Guanabacoa, el Cotorro, Madruga, el asalto a la emisora de Matanzas dirigido por Enrique Hart, el descarrilamiento de trenes en Jovellanos, el ataque al cuartel de Quemado de Güines y la interrupción de la Carretera Central en Manacas, las acciones del Condado en Santa Clara, la paralización y el dominio absoluto de Sagua la Grande, el asalto y sabotaje a la planta eléctrica de Vicente en Ciego de Ávila, acciones diversas en Camagüey, y la paralización prácticamente completa de todo Oriente por la acción combinada de las fuerzas guerrilleras y de la clandestinidad, incluido el ataque al Cuartel de Boniato por las milicias de Santiago de Cuba dirigidas por René Ramos Latour, "Daniel", sustituto de Frank en la Jefatura Nacional de Acción en la Sierra Maestra durante el ultimo combate del Movimiento, que después cayo heroicamente contra la ofensiva de la tiranía. ¨
( Resultado de un sabotaje del M-26-7 en en la distribución de gas ¨ de la calle ¨ en La Habana )
Como hemos leido, Faustino Pérez enumera con sumo detalles las acciones llevadas a cabo por el M-26-7 ¨del LLano ¨ pero con respecto al apoyo de Fidel Castro y su ejército a la huelga, sólo nombra, lo que siempre se nombra en las clases y los textos oficialistas: la presencia de Camilo Cienfuegos y parte de su tropa en las llanuras del Cauto.
Sobre esos roces y las diferencias ideológicas e dentro del M-26-7, el destacado historiador Rafael Rojas en su artículo El Crimen de un Pacto escribe los siguientes cinco párrafos :
¨
En una carta del 31 de agosto de 1957, Guevara proponía a Fidel que, para evitar que ''lidercillos de baja calidad moral e intelectual trataran de suceder a Frank'', se enviara a Santiago a un hombre de la Sierra como Raúl, Almeida, Ramirito o él mismo. Varias semanas después, comenzó un intercambio epistolar sumamente tenso entre el propio Guevara, Fidel y Raúl Castro, de un lado, y Ramos Latour, del otro, en el que los primeros acusaban a este último de haber ''abandonado'' a la Sierra y de confiar en pactos con los ''politiqueros'' de la ortodoxia y el autenticismo.
Daniel se defendió en su correspondencia y durante una visita a la Sierra, en octubre de 1957, aduciendo siempre que la ''lucha no debía circunscribirse única y exclusivamente a las montañas''. La polémica con Guevara llegó a niveles de gran intensidad retórica e hizo evidente, desde entonces, que el comunismo de Guevara y la socialdemocracia de Ramos Latour eran dos ideologías en pugna por el futuro de Cuba. No hubo otro momento en que aquel conflicto, que sólo habría tenido solución en una Cuba socialdemócrata, quedara más claramente expuesto.
En una carta del 14 de diciembre de 1957, Guevara escribía a Daniel: ''Pertenezco por mi preparación ideológica a los que creen que la solución de los problemas del mundo está detrás de la llamada cortina de hierro y tomo este movimiento como uno de los tantos provocados por el afán de la burguesía de liberarse de las cadenas del imperialismo''. Más adelante, confesaba que se ''avergonzaba'' de haber pensado que Fidel era un líder de derecha --``lo que ustedes representan''--, ya que la reacción de Castro contra el Pacto de Miami lo había convencido de que éste estaba ``por arriba de su clase''.
Daniel responde a Guevara el 18 de diciembre de 1957: ''Los que tienen tu preparación ideológica piensan que la solución a nuestros males está en liberarnos del nocivo dominio yanqui por medio del no menos nocivo dominio soviético''. En aquella misma carta, Ramos Latour agregaba que la ideología del Movimiento 26 de Julio se inspiraba en el pensamiento político de José Martí, que consistía en hacer de Cuba un país democrático y próspero, pero con justicia social, y que los pactos con otras fuerzas opositoras eran necesarios y saludables.
El creciente rechazo de los jefes de la Sierra a los líderes del llano no tenía que ver, fundamentalmente, con la queja de que no llegaban recursos, que nunca dejaron de enviarse, sino con la política de entendimiento con los dos principales partidos de oposición --el Ortodoxo y el Auténtico-- y de diálogo permanente con diplomáticos norteamericanos. Armando Hart, que presumía de su radicalismo, escribió en una carta del 16 de octubre a Castro: ``He estado en contacto con círculos íntimos de la embajada [...] Muchas personas vinculadas a nosotros, pero que no aparecen como tales, fueron a conversaciones con el propio embajador''. ¨
En esa reunión de Altos de Mompié los errores cayeron fundamentalmente en Faustino Pérez y en David Salvador y el grupo de Fidel Castro tomó ya para siempre el mando de ese movimiento, subordinado de hecho al movimiento clandestino del M-26-7 a sus órdenes poniendo al frente de los mandos provinciales a individuos de su confianza, aunque no fueran los más capaces.
Como último detalle apuntaré, que René Ramos Latour ¨Daniel ¨con méritos más que suficientes para tener el grado de Comandante, fue ascendido sólo a capitán del Ejército rebelde y mandado a cumplir multiples arriegadas misiones, hasta que cayó en combate.
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