sábado, junio 11, 2016

“Cuba en cuento” ¿Y cuántos viven de ese cuento?. Juan Gonzalez Febles desde Cuba sobre el artículo “Cuba en cuento” de Arnaldo M. Fernández en que escribe “…los cuentos de los opositores cubanos en el Foro de Oslo”


Tomado de http://primaveradigital.net/

“Cuba en cuento” ¿Y cuántos viven de ese cuento?

Por Juan Gonzalez Febles
La Habana
Junio 7, 2016

Lawton, La Habana, Juan González, (PD) Llegó a nuestras manos el trabajo Cuba en cuento  publicado en Cuba Encuentro   de la autoría de Arnaldo M. Fernández, residente en Broward, Miami, USA. Como ya es costumbre en este autor, su análisis y aseveraciones van dirigidas contra los que en Cuba luchan, pero más allá de eso, avanzó o retrocedió en este empeño y todo parece indicar que el objetivo se va más allá. Hoy, va encaminado contra la lucha en sí misma.

El Sr. Arnaldo M. Fernández que sabe escoger los flancos más vulnerables, escogió en esta ocasión, “…los cuentos de los opositores cubanos en el Foro de Oslo”. ¿Qué les parece?

Por supuesto en su análisis, no entra en consideraciones sobre quiénes o quién hizo la selección de los invitados. Hábil e inteligente como ciertamente es, jugó con la cadena y respetó a los irascibles monos de ambos lados de la cuerda siempre tensa de la política cubana. Dentro de este saludable estilo, calificó como “…líderes opositores de alto vuelo” a Manuel Cuesta Morúa y Laritza Diversent. Sin explicar cómo o por qué, nos dice que estos, “…forzaron a la dictadura a dejarlos viajar a Oslo, pero Berta Soler quedó en tierra por efecto de la represión, que está peor que nunca y se ensaña con los opositores que necesitan volar y volar para cumplir sus compromisos de libertad y democracia”.

Ciertamente que al régimen militar totalitario castrista no parece inquietarle la presencia en Oslo o en el planeta Marte de los “…líderes opositores de alto vuelo”, como Manuel Cuesta Morúa y Laritza Diversent. Solo intentaron una tramoya que fracasó, pero esta quizás impidió la presencia en ese Foro de Berta Soler.

(Arnaldo M. Fernández )

Sobre esto, reconozcamos la profesionalidad y habilidad indiscutida de Fernández, que sorteó la irascibilidad de todos los monos ocultos detrás de nuestras cadenas. Porque si alguien molesta en La Habana, Oslo, París, Bruselas o Marte, esa es Berta Soler, la líder femenina más emblemática y prestigiosa de la oposición pacífica interna cubana.

La mala intención y la profesionalidad de este colega descuellan por sí mismas. Nos dice: “…esta causa sublime no depende del dinero de afuera que se invierta en ella, sino del talante patriótico de la oposición y del pueblo dentro”.

Aunque esto sea parcialmente cierto, el colega pasa por alto a Napoleón Bonaparte y sus consideraciones sobre la importancia del dinero para ganar las guerras. Digamos que una guerra puede sostenerse más tiempo del que muchos calculan con ‘talante patriótico’, pero la victoria rápida y sin tantas y más pérdidas colaterales que las estrictamente necesarias, requiere de aporte napoleónico, es decir, dinero.


Saca a colación que en la edición 2014 del mismo foro, Yoani Sánchez contó que la memoria flash desencadenaba en Cuba una revolución underground. Más adelante hizo mención de que la refugiada Rosa María Payá afirmó que: “El totalitarismo no se ha roto en Cuba”.

La falta de información sobre este interesante tópico, el totalitarismo que tanto recorrió durante el pasado siglo XX y mantiene su ejecutoria en el XXI, demuestra que sobre esto dispone, de información de portada, lomo y contraportada y nada más.

Vuelve sobre las afirmaciones de que la solución es “un plebiscito que determine el futuro del país”, algo que jamás se acometió desde el exilio, dado que los plebiscitos no dan resultado alguno desde que el Partido Pro Derechos Humanos de Cuba trató de armar uno a fines de 1988.

Como parte de su argumentación sobre dineros y cosas de ese estilo, afirma que los luchadores anticastristas tenían como apoyo la segunda estación más grande de la historia de la CIA, con unos $50 millones de presupuesto anual. Esos dólares de la década de 1960 equivalen en la actualidad, según su exposición, a $333 millones de dólares actuales y sobrepasan a todos los fondos asignados a los planes de transición a la democracia en Cuba desde 1996.

Quizás tan acucioso autor pasa por alto que en ese mismo periodo, la felizmente extinta Unión Soviética aportó más de 3000 millones de dólares anuales en el sostenimiento del régimen militar castrista, esto sin contar el monto comprendido como ayuda militar. ¿Qué les parece?


Quizás el Sr. Fernández tenga parte de razón en sus afirmaciones sobre lo que denominó, “los cuentos de los opositores cubanos en el Foro de Oslo”, solo que lo más importante lo pasó por alto y esto es, sin duda razonable alguna, una sola aclaración sobre cuántos viven de ese cuento a ambos lados del Estrecho de La Florida. ¿Será Arnaldo M. Fernández uno más en el grupo?

j.gonzalez.febles@gmail.com; Juan González

1 Comments:

At 6:44 p. m., Anonymous Anónimo said...

Johny,que tal bueno como siempre tan bueno en tus comentarios te felicito ,asi es ,es dificil pero como dice Carlos Alberto Montaner "se hace lo que se puede"
chavez

 

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