domingo, julio 17, 2016

Video. Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC) anuncia base de datos de represores cubanos . Participan el Dr. Juan Antonio Blanco Gil, el abogado Willy Allen y otros. 14 de julio de 2016

Published on Jul 14, 2016
La Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC) anunció hoy en Miami (EE.UU.) la creación de una base de datos de represores cubanos que será compartida con gobiernos, especialmente el de Estados Unidos.

La iniciativa está dirigida al cuerpo represivo cubano y es una oportunidad para que sus oficiales se arrepientan a tiempo y así contrarrestar el aumento de esta violencia contra los opositores en Cuba.

En el sitio puede encontrarse un formulario para hacer denuncias contra personas que han dirigido o participado en actos de violencia militar (miembros de las FAR, el MININT y la PNR) o paramilitar (Brigadas de Respuesta Rápida, Seguridad del Estado). Las denuncias serán investigadas por un grupo de expertos y los casos verificados formarán parte de una base de datos que no estará disponible online para proteger a las fuentes, pero será compartida con instituciones internacionales de derechos humanos, ONGs y agencias gubernamentales interesadas.

La iniciativa se basa en el proyecto inicial Repression ID del abogado cubanoamericano Willy Allen y su equipo, y en él colaboran otras organizaciones como el Instituto de la Memoria Histórica Cubana contra el Totalitarismo, Archivo Cuba así como grupos opositores en la isla.

Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC) anuncia base de datos de represores cubanos


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Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

Realmente hay diferencias entre los ¨chivatos¨ batistianos y los ¨chivatientes¨ del Castrismo.  Los  ¨chivatos¨ batistianos denunciaban o delataban a  revolucionarios violentos y clandestinos  que ponían bombas, petardos, ¨niples¨, etc. en lugares públicos: cines, tiendas, parques,  bodegas,  servicentros de automóviles, camiones, etc.  también llamadas gasolineras, dulcerias y panaderias, acueductos, ayuntamientos, etc.;  tamnién secuestraban, tiraban cadenas  a los tendidos eléctricos, tiroteaban hogares de personas simpatizantes del régimen batistiano o políticos no batistianos que participarían en las elecciones de 1958,   daban candelas a  cañaverales, plantaciones de otros cultivos, bodegas, tiendas, fábricas,  etc.,  si no colaboraban con el Movimiento 26 de Julio comprando bonos o no pagaban la extorsión  mediante el pago de  los llamados ¨impuestos de guerra¨. Los ¨chivatientes¨ del Castrismo infiltran e informan de grupos de  opositores pacíficos que desarrollan sus actividades de manera pública;  exponen sus plataformas y documentos  sin llamar a la violencia ni usarla y que lo que piden es el respeto de los Derechos Humanos en Cuba, libertad y democracia para Cuba y elecciones  legítimas: libres y multipartidistas.
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¡Arriba corazones ¡ JUSTICIA!



Por Rafael Azcuy González.
17 de julio de 2016

    Vi por la tele hace poco  el programa donde participó Juan Antonio Blanco y éste dio a conocer la labor que él y un grupo de patriotas hacen actualmente en relación a la identificación de los represores castristas , los  que actúan impunemente contra lo mejor de nuestro pueblo que se rebela ante los malditos hermanos Castros.   Cuanto   satisface que   existan paisanos que no olvidan el sufrimiento de nuestro pueblo cautivo, de nuestra Isla Mártir. A otros el dinero y el éxito personal les ha hecho olvidar sus orígenes y como   hablan inglés fluido y lograron   el sueño americano no quieren ni mencionar a Cuba, a sabiendas de que  sangre cubana  también  circula por sus venas.

    A veces  tengo momentos en que siento vergüenza de ser cubano, si vergüenza porque no hemos tenido el valor de quitarnos de encima a esos malditos guajiros gallegos   que nunca trabajaron   para   nadie   ya   que   eran   ricos,  fueron   gánsteres  y     usaron   oportunistamente  a nuestros jóvenes y los llevaron a morir  al  Moncada, a la  Sierra Maestra, a las ciudades, al Escambray,   a   Playa   Girón   y   a   casi   todos   los   continentes   en   aventuras   internacionalistas, mientras ellos eran el auténtico Capitán Araña. Siento dolor por todos aquellos que murieron fusilados en lo mejor de su vida  desde comienzos de la insurrección armada en 1956 y luego del triunfo, sin que mediara proceso judicial alguno y en el mejor de los casos sometidos a juicios sumarísimos sin ningún derecho. Por los que fueron ametrallados cuando intentaban abandonar la Isla Cárcel o perecieron embestidos por tropas guarda fronteras en medio del mar y por los miles de hermanos que perecieron en el Estrecho de La Florida al intentar llegar a tierras de libertad.

   No hemos sabido ponernos de pie como un solo pueblo y exigir la renuncia de los Castros, ya es demasiado tiempo para sentirnos bien: son casi seis  décadas y nuestro país se hunde cada día más en medio de las carencias y la negativa de los hermanos a dejar el poder. Sus acólitos siempre cargan las culpas cuando el fracaso es muy significativo, como recientemente ocurrió con Marino Murillo.

   Los chivatos de hoy, también llamados “chivatientes” son los “guerrilleros” de la colonia  de ayer, enfrentados a los libertadores cubanos, son los “porristas” de los años 30 del pasado siglo  arremetiendo   contra   el   pueblo,   son   los   chivatos   batistianos   denunciando   a     los   jóvenes
revolucionarios. Hay que identicarlos uno a uno, la tecnología  está ahora de nuestra parte: los celulares pululan por todos lados y ninguno podrá quedar en el anonimato. Sus fotos en los actos de repudio contra nuestros luchadores por la libertad quedaran registradas para siempre y   serán   en   un   futuro   maldecidos   por   todos,   incluidos   sus   propios   familiares,   al   saberlos. secuaces  de   un   régimen   criminal   familiar  que   condenó   al   hambre   perpetua   y   al   éxodo   a nuestro pueblo.

   Bajo ninguna circunstancia podrán excluirse a los que integraron en los primeros años del castrismo   los   pelotones   de   fusilamiento   ni   a   los   fiscales   y   jueces   de   los   tribunales revolucionarios, como tampoco a  los que acusaron y  juzgaron  a los disidentes y a las Damas  de   Blanco,  ni     a   los   policías,   miembros   de    la   Seguridad   del   Estado   y   “chivatientes”   que participan en su represión. Un capítulo aparte deberá tener la represión en el mar: los que embistieron al remolcador 13 de marzo, los que ocasionaron la Masacre del Canímar, los que ametrallaban   a   los   que   abandonaban   el   país     en   frágiles  embarcaciones.     Los   pilotos   de combate que cumpliendo órdenes de Raúl Castro  abatieron a los miembros de Hermanos al Rescate en aguas internacionales.
     
     Hay tiempo para documentar a todos los represores, dónde viven qué hacen, las fotos de ellos y de sus casas. Considero que esto aportaría  evidencias para abrir un juicio internacional en la Corte de La Haya donde al fin sean acusados los hermanos Castro. Todavía los restos de las víctimas del remolcador 13 de marzo y de la embarcación del Canímar están en el fondo del mar   en   espera   de   que   una   mano   piadosa   los   rescate   del   miserable   olvido   en   que   se encuentran como debe estar quizás la avioneta Cesnna que transportaba a Camilo Cienfuegos.

¡Arriba Corazones! era una sección que tenía la popular revista cubana Bohemia donde se exponían casos sociales que demandaban de la cooperación ciudadana. Creo que ahora si  ya viene   llegando  como   el   texto   de   Willy   Chirino   y   llega   el   momento   de   todos   los   que privilegiadamente nos llamamos cubanos de unirnos en masa y exigir la libertad y entonces será necesario hacer JUSTICIA.