lunes, agosto 15, 2016

El Premier soviético Nikita Jruschev tampoco confió en Fidel Castro. El mundo estuvo a punto de desaparecer por la iniciativa del dictador totalitario cubano de dar el primer golpe nuclearr a Estados Unidos con cohetes soviéticos instalados en Cuba. Relata el líder soviético que Castro negó en un inicio su propuesta de ataque y solamente después de mostrarle el cable que enviara desde La Habana donde la palabra “ataque” era inconfundible, este quedó consternado y no respondió


Tomado de http://www.martinoticias.com

Nikita Jruschev tampoco confió en Fidel Castro

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El mundo estuvo a punto de desaparecer por la  iniciativa del gobernante cubano de lanzar un ataque nuclear a Estados Unidos con cohetes soviéticos instalados en Cuba.
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Por Álvaro Alba
Agosto 12, 2016



Ya con 90 años Fidel Castro es el único de los protagonistas vivo de la Crisis de los Misiles en 1962, cuando el mundo estuvo a punto de desaparecer por la iniciativa del gobernante cubano de lanzar un ataque nuclear a Estados Unidos con cohetes soviéticos instalados en Cuba.

Caricatura sobre la salida de los misiles soviéticos de Cuba.

Cierto que los soviéticos lanzaron la idea en mayo del 1962, permitiendo la ayuda militar a Cuba, que incluía los cohetes nucleares.

En julio de 1962 una delegación militar cubana encabezada por Raúl Castro visitó Moscú y ultimó los detalles del despliegue.

Para septiembre de 1962 al Puerto del Mariel arribaron los primeros misiles, ojivas nucleares, bombas atómicas y varios torpedos con capacidad nuclear para los bombarderos Il-28.

En varios sitios de Cuba había un arsenal capaz de iniciar una guerra nuclear con 164 misiles de diferentes tipos. La directiva a las tropas soviéticas era usar los misiles de carga nuclear solo con orden expresa de Jruschev.

Nikita Jruschev escribe en el segundo tomo de sus memorias “Tiempo. Personas. Poder. (Memorias)”, que lo principal en el mensaje que Castro le envió era su conclusión: realizar primero un ataque con cohetes nucleares hacia los Estados Unidos. Y relata que tras la lectura del mensaje vino un silencio entre los miembros del Politburó, pues vislumbraron que el mandatario cubano no comprendió el objetivo de la presencia de cohetes en Cuba.

(De izq. a derch.: Nikita Jruschev; Leonov oficial de la KGB y traductor que conoció a Raúl Castro en 1953; Fidel Castro, Alexander Shitov alto operativo de la KGB  y para el público ¨Embajador Alexander o Alexei  Alexeiev¨; Emilio Aragones oficial del Ejército Rebelde y un viejo miembro del Partido Socialista Popular que desde febrero de 1959  se entrevistó ¿en Argentina?  con diplomáticos y oficiales soviéticos para ¿establecer? y estrechar las relaciones con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, según se narra en el libro One Hell of a Gamble,  escrito por Fursenko y Neftali después que durante varias semanas tuvieron acceso a documentos del Buró Político del Partido Comunista de la Unión Soviética)

Jruschev aprovechó la visita de Castro a la URSS en abril de 1963 para cuestionarle el riesgo en que puso a Cuba en caso de que, efectivamente, se lanzara un ataque nuclear a Estados Unidos desde la Isla.

Relata el líder soviético que Castro negó en un inicio su propuesta de ataque y solamente después de mostrarle el cable que enviara desde La Habana donde la palabra “ataque” era inconfundible, este quedó consternado y no respondió. La conclusión de Jruschev es escueta y precisa: "Hemos comprendido que él no ha meditado las consecuencias evidentes de la proposición que ponía el mundo al borde de la desaparición".

El ingeniero Serguei N. Jruschev, hijo del ex premier, publicó un libro sobre su padre, donde relata la falta de confianza de su progenitor hacia Castro.

Describe el hijo del expremier soviético la frivolidad del gobernante cubano a la hora de pedir un ataque nuclear a los Estados Unidos: "A Castro le parecía que si la Unión Soviética lanzaba el primer golpe, el imperialismo desaparecía, venía el final del altivo vecino del norte y de todos los explotadores que habían sometido durante decenios a sus hermanos latinoamericanos. Como si se iniciara entonces una era de libertad, florecimiento y bienestar. La propuesta de Castro para realizar un ataque preventivo contra los Estados Unidos asombró a mi padre. Solamente en ese momento él comprendió cuán diferente veían el mundo, apreciaban la vida y el destino de las personas".
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 Fotos y comentarios agregados  por el Bloguista de Baracutey Cubano
Fotos del libro One Hell of a Gamble,   de Aleksandr Fursenko y Timothy Naftali
¨Moscú es nuestro cerebro y nuestro Gran Líder¨
Palabras de Fidel Castro escritas en carta de Noviembre de 1960; carta encontrada por los autores del libro en los archivos del Buró Político del PCUS en la extinta URSS
Ningún  Presidente de  Cuba del período republicano entre 1902-1958, dió tanta muestra de sumisión y falta de independencia. En el prólogo a la Constitución  Socialista de la República de  Cuba de 1976 se muestran elementos compatibles con esa declaración, pero  al ser la Constitución un documento público, se fue más discreto.
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Bases Militares soviéticas en Cuba vinculadas a la Crisis de los Misiles


 

Lugar cerca de la población de Bejucal donde se almacenaron ojivas nucleares




Mayor General Igor D. Statsenko, jefe de una de las base de cohetes balísticos de mediano alcance. Foto en Cuba, Octubre 1962
Cuba. Oficiales soviéticos en una base militar de cohetes 
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Tomado de http://www.latinamericanstudies.org/

Junio 22, 2002

CARTA DE FIDEL CASTRO A NIKITA S. KHRUSHCHEV

La Habana
Octubre 25, 1962
University of Massachusetts at Boston
PBS
George Washington University
Texto Integro
La Nueva Cuba



La Habana, Octubre 25, 1962

Querido Camarada Krushchev:

Partiendo de un análisis de la situación y de los reportes en nuestra posesión considero que la agresión es casi inminente dentro de las próximas 24 a 72 horas.

Existen dos posibles escenarios: el primero y más probable es un ataque contra ciertos puntos con el limitado objetivo de eliminarlos; el segundo, menos probable aunque posible, es el de una invasión. Yo entiendo que esta variante demandaría el tener que involucrar un gran contingente de fuerzas y es en adición la más repulsiva forma de agresión, lo que podría ser razón que se abstuviesen de hacerlo.

Puede usted estar seguro de que de una manera firme y resoluta resistiremos el ataque no importa su naturaleza.

La moral del pueblo cubano está muy alta y el agresor será confrontado heroicamente.

En este momento quiero hacerle partícipe de mi opinión personal.

Si el segundo escenario es implementado y los imperialistas invaden a Cuba con el objetivo de ocuparla, el peligro que esa política agresiva representa para la humanidad es tan grande que tras tener lugar ese hecho la Unión Soviética no debe nunca permitir circunstancia alguna en que los imperialistas puedan ser los primeros en lanzar un ataque nuclear contra ella.

Le manifiesto lo anterior porque yo creo que la agresividad de los imperialistas es extremadamente peligrosa y que si ellos de hecho llevan a cabo el acto brutal de invadir a Cuba en violación de la ley y la moral internacional, ese sería el momento para eliminar tal peligro de una vez y para siempre a través de un acto de legítima defensa, y aunque se trataría de una solución dura y terrible no hay otra alternativa.

Ha influenciado en mi opinión el ver con cuánta agresividad esta política se está desarrollando. En ver como los imperialistas sin guardar consideración alguna por la opinión pública e ignorando los principios y la ley bloquean los mares, violan nuestro espacio aéreo y prepara una invasión mientras que al mismo tiempo frustran cada posibilidad de conversaciones aun cuando están bien conscientes de la seriedad del problema.

Usted ha sido y continúa siendo un incansable defensor de la paz y comprendo cuán amarga esta hora debe ser cuando el resultado de sus esfuerzos sobrehumanos es tan seriamente amenazado. Sin embargo, hasta el último momento mantendremos la esperanza de que la paz sea salvaguardada y estamos en la disposición de contribuir a ello tanto como podamos. Pero al mismo tiempo estamos listos para confrontar con serenidad una situación que consideramos bien real y bien inminente.

Una vez más le participo la infinita gratitud y reconocimiento de nuestro pueblo al pueblo soviético que ha sido tan generoso y fraternal con nosotros, así com nuestra profunda gratitud y admiración por ustedes en esta gigantesca tarea y la seria responsabilidad delante de ustedes.

Fraternalmente

Fidel Castro


En http://personal.telefonica.terra.es/ escribe Servando González:
( FRAGMENTO)

Por suerte para Cuba, y para la Humanidad toda, Jruschov entendió en toda su gravedad la terrible propuesta que le hizo Castro y actuó en consecuencia. El 27 de octubre Jruschov envió el mensaje al presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, que abrió las puertas a una solución pacífica a la crisis creada tras la instalación de más de 40 cohetes de alcance medio e intermedio dotados de ojivas nucleares y un contingente de 43,000 soldados rusos en suelo cubano. Una vez arregladas las cosas con sus adversarios, el 30 de octubre, Jruschov envió su famosa carta respuesta a Castro, donde le expresó:

“En su cable del 27 de octubre Vd. nos propuso que fuéramos primeros en asestar el golpe nuclear contra el territorio del enemigo. Vd., desde luego, comprende a qué llevaría esto. Esto no sería un simple golpe, sino que el inicio de la guerra mundial termonuclear.

Querido compañero Fidel Castro, considero esta proposición suya como incorrecta, aunque comprendo su motivo.

Hemos vivido el momento más serio, en que pudo desencadenarse la guerra termonuclear mundial. Evidentemente, en tal caso los EE.UU. sufrirían enormes pérdidas, pero la Unión Soviética y todo el campo socialista también sufriría mucho. En lo que se refiere a Cuba, al pueblo cubano, es difícil incluso decir en general en qué eso podría terminar para él. En primer término en el fuego de la guerra se quemaría Cuba...”.

En su carta respuesta del 31 de octubre de 1962 Castro reafirmó que él estaba plenamente consciente de lo que le propuso a Jruschov a espaldas del pueblo cubano. En dicha carta Castro despeja toda posible duda acerca de su monumental falta de escrúpulos y su ilimitada capacidad para el crimen cuando afirma:

“Nosotros sabíamos, no presuma usted que lo ignorábamos, que habríamos de ser exterminados, como insinúa en su carta, caso de estallar la guerra termonuclear...”.

Culpable, en el grado de tentativa, del delito de lesa humanidad de haber conspirado para arrojar la humanidad al holocausto nuclear. Culpable de haber negociado a escondidas con una potencia extranjera el exterminio del pueblo cubano. Ese es el veredicto que emitimos los cubanos al enjuiciar la desvergüenza de entregar la patria a una potencia extranjera, y la villanía de convertir a toda la población cubana, niños, mujeres, civiles y milicianos, en el monumental escudo humano donde Castro se ha refugiado una y otra vez para evitar pagar por los innumerables delitos que ha cometido.