miércoles, diciembre 14, 2016

Sobre la invasión de la incipiente tiranía Castrista de Cuba a Nicaragua desde abril de 1959 a Julio de 1959

Nota del Bloguista

Desde enero de 1959 en la antigua Escuela de Cadetes de Managua en La Habana, Cuba, y en las barracas ocupadas por los miembros del Ejército Rebelde, se recogían los nombres de los que se querían alistar para ir a otros países a combatir. Rafael Tamayo, miembro del Ejército Rebelde, perteneciente a la tropa de Abelardo Colomé Ibarra testimonió sobre ese alistamiento: Rafael Tamayo perteneció al DIER, Departamento de Investigaciones del Ejército Rebelde, y trabajó posteriormente como Jefe de la Seguridad del Aeropuerto Internacional de Rancho Boyeros donde fue testigo de la colaboración del Departamento de Seguridad del Estado, en ese entonces ubicado en 5ta. y 14, Miramar, en el envio de combatientes y armas a otros países en aviones de vuelos comerciales.

Como vemos, el injerencismo, las invasiones Castristas y el apoyo Castrista a guerrillas en otros países no fue como consecuencia de las acciones del gobierno estadounidense contra la naciente tiranía Castrista como fue la invasión de Playa Girón en 1961.
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Tomado de http://eichikawa.com

Viaje a la semilla (1959) Junio 3

Por Gustavo Silva
junio 2, 2011

Reforma absorbente. Un periodista pregunta a Fidel Castro sobre «embarcaciones con expedicionarios hacia Nicaragua», que acaba de denunciar la cancillería nicaragüense. Castro respondió que estaba «tan atareado [con] la Reforma Agraria que no he tenido tiempo para ocuparme de los infundios». Es cierto que ese mismo día entraba en vigor la Ley de Reforma Agraria, al publicarse en Gaceta Oficial Extraordinaria, pero Managua parecía tener razones de sobra para soltar semejante declaración.

El Comité Cívico Cubano Pro Liberación de Nicaragua se había constituido (febrero 19, 1959) con bombo y platillo en el hotel Habana Hilton «para respaldar cívica y económicamente las actividades encaminadas a derrocar el régimen de los Somozas» y hasta había dado, en el Edificio Bacardí, una conferencia de prensa conjunta con la Unión Revolucionaria Nicaragüense (Revolución, marzo 2 de 1959). Castro dio al bando anti-somocista armas, entrenamiento, apoyo de inteligencia y logística. El comandante Carlos Lugo es el primero que sale (abril 17, 1959) en la misión. Para mayo había 55 hombres alistados en Las Lomas (Honduras) y 27 más en otra finca, por Sabana Grande, a 30 km de Tegucigalpa.
 
(Manuel Piñeiro Losada condecora a Carlos Lugo)


Tal como narra Luis Suárez Salazar en su selección de testimonios y discursos de Barbarroja (La Habana: Editorial SIMAR, 1999), Castro debía estar muy al tanto, porque el Che Guevara escribió a Rafael Somarriba, ex teniente del ejército somocista y jefe del foco guerrillero en cierne, que estaba dispuesto «a unirse a la lucha tan pronto la columna guerrillera lograra crear condiciones [en Nicaragua]» (página 25). Dizque Faure Chomón también se ofreció a combatir en Las Sevogias y Raúl Castro aportó $2 mil dólares.

Sin embargo, la guerrilla de Somarriba fue interceptada (junio 24, 1959) por tropas hondureñas en El Chaparral, antes de adentrarse en Nicaragua, y pasó a la historia con 9 muertos [entre ellos dos cuadros del Che: Omelio Hernández y Marcelo Fernández] y unos 15 heridos, entre los cuales se hallaba el futuro líder sandinista Carlos Fonseca Amador. Somarriba y los demás sobrevivientes capturados fueron devueltos por avión a Cuba (julio 3, 1959).

Lugo y Somarriba irían al reenganche por orden del Che. El primero consiguió visado (octubre 4, 1960) a Honduras, pero se demoró la visa a México y Somarriba no pudo esperarlo más. Salió solito rumbo a El Salvador, con intención de entrar a Nicaragua en una panga por el Golfo de Fonseca para reunirse con otros revolucionarios nicaragüenses y formar otra guerrilla, pero nadie reconoció su liderazgo. Fonseca Amador vino también desde Cuba a re-enganchar y acabó por entrar al Movimiento Nueva Nicaragua, que se disolvería para dar paso al Frente de Liberación Nacional, a quien Fonseca Amador agregó Sandinista (FLNS).

-Foto: Carlos Lugo condecorado por Manuel Piñero Losada (Barbarroja) © El Nuevo Diario
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Tomado de http://eichikawa.com


Nicaragua: otra historia (I)

Mayo 31, 2010

Por Gustavo Silva

Así como Castro se engolfó enseguida en expediciones contra Panamá, República Dominicana y Haití, no podía dejar de hacerlo contra Nicaragua, donde Luis Somoza Debayle campeaba por sus respetos dictatoriales. A poco de entrar Castro en La Habana, el inquieto Chéster Lacayo arribó desde Panamá, montó su centro de reclutamiento anti-somocista en el Hotel Areses (Paseo del Prado) y convenció a Camilo Cienfuegos de invadir Nicaragua por mar. Dicen que Che Guevara mandó a prenderlo por excéntrico, pero Camilo consiguió sacarlo de La Cabaña.

Para mayo de 1959 exiliados nicaragüenses y cubiches armados despegaban en avión de transporte con la misión de aterrizar en Costa Rica e invadir Nicaragua para respaldar el alzamiento de Pedro Joaquín Chamorro, pero todo se vino abajo en el combate de El Chaparral (junio 24, 1959). El jefe de las Fuerzas Armadas Nicaragüenses, general Anastasio Somoza, denunció con razón que la invasión había sido preparada por Castro y respaldada por el ex—presidente costarricense José Figueres.

Lacayo terminó por salir con 19 cubanos a Honduras, pero fueron apresados. Tras ser liberado, Lacayo viajó a los EE.UU. e informó sobre las acciones de Castro contra Somoza. La aeronave en que regresaba a Managua tuvo que aterrizar de emergencia en La Habana y desde luego que Lacayo no bajó, pero así sería el único pasajero que faltaba cuando se chequeó la lista en taquilla y en consecuencia lo llamaron por los altoparlantes. La seguridad castrista atinó a llevársela al vuelo, subió al aparato y bajó a Lacayo. De nada sirvió que el Derecho Internacional considerara el avión de Panam como territorio estadounidense: el tribunal revolucionario de La Cabaña impuso 16 años de cárcel a Lacayo (octubre 22, 1960) por «organizar una expedición armada contra el gobierno de Nicaragua, a espaldas de las autoridades cubanas». A la postre sería indultado y saldría de Cuba, pero no se le ha visto más por Nicaragua.

-Foto: El comandante nicaragüense Rafael Somarriba se acomoda la gorra al recibir a dos políticos hondureños en su campamento guerrillero © Cuba Coraje. Somarriba dejó apuntando que el Che le había dicho: «No te preocupes por los políticos. Ellos no representan nada, ni determinan nada. Las cosas las iremos resolviendo tú y yo». La guerrilla de Somarriba fue aniquilada en El Chaparral (Honduras), donde murieron los cubanos Onelio Hernández y Marcelo Fernández.