Nora Gámez Torres donde muestra que el gobierno de Barack H. Obama exagera descomunalmente las cifras de comercio con Cuba
************************
Por Nora Gámez Torres
ngameztorres@elnuevoherald.com
A principios de año, la secretaria de Comercio Penny Pritzker declaró que el departamento que dirige había otorgado 490 licencias a compañías interesadas en hacer negocios con Cuba por un valor de $4,300 millone s de dólares. Más recientemente, el vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest dijo que, desde diciembre del 2014, cuando se anunció la nueva política hacia Cuba, “se había iniciado comercio por más de $6,000 millones entre Cuba y Estados Unidos, lo que obviamente ha tenido un importante beneficio económico aquí en los Estados Unidos”.
“Aunque puede haber licencias por el total de ese valor...de ninguna manera el valor de esas licencias equivale a la actividad económica real” con Cuba, considera John Kavulich, presidente del U.S.-Cuba Trade and Economic Council, una organización que monitorea las relaciones comerciales con la isla desde su fundación en 1994.
Según Kavulich, para “aliviar el papeleo”, la Administración de George W. Bush permitió a las empresas solicitar licencias con valor en dólares que no necesariamente equivalen al monto real de las operaciones sino a las “aspiraciones”.
De este modo, una empresa estadounidense interesada en exportar alimentos a Cuba podría basar la solicitud de su licencia en promesas de la compañía estatal importadora Alimport, pero no en el monto real de la compra, lo cual ahorraría, además, volver a solicitar una nueva licencia, explica el experto.
Kavulich, quien recopila sistemáticamente las cifras de las exportaciones a Cuba, calcula que entre diciembre del 2014 y octubre del 2016, las exportaciones a la isla de productos agrícolas y médicos apenas llegaron a $370,663,863, una cifra muy inferior a los $6,000 millones mencionados por la Casa Blanca. De hecho, todo lo exportado a la isla desde el 2001 está por debajo de esa cifra.
Según las cifras oficiales de la Oficina del Censo de Estados Unidos, las exportaciones a Cuba en los últimos dos años alcanzaron los $380 millones.
Un funcionario del Departamento de Comercio confirmó al Nuevo Herald que las cifras citadas por Pritzker y Earnest se corresponden con los montos de las licencias especiales expedidas o con operaciones autorizadas gracias a excepciones en las sanciones a Cuba, y que no necesariamente se corresponden con las exportaciones reales.
Algunas veces las compañías obtienen las licencias cuando todavía están ultimando detalles. El acuerdo puede que no sea por esa cantidad o puede que se descarrile por el camino”, aclaró el funcionario.
La economía cubana, cuyo Producto Interno Bruto decreció en 0.9 por ciento en 2016 y entró en recesión por primera vez desde 1993, tampoco podría absorber semejante volumen de exportaciones provenientes de Estados Unidos, por lo que los exportadores tendrían que buscar modos de financiar las ventas. Desde que el presidente Barack Obama anunció su nueva política de acercamiento a Cuba, las exportaciones a la isla –principalmente de alimentos como pollo, soya y maíz– decrecieron, contrario a la lógica de unas mejores relaciones entre ambos países.
“Cuando la Administración Obama saca estos números sin explicar su trasfondo, la percepción es: a) que hay una enorme cantidad de actividad entre Estados Unidos y Cuba; b) que Cuba gasta todo ese dinero con empresas estadounidenses; y c) cuando los números no se corresponden con la realidad, la percepción es que Cuba le ha dicho ‘no’ a todas esas oportunidades cuando no ha sido así”, comentó Kavulich.
“Lo hacen porque quieren exagerar y demostrar cuánto progreso se ha alcanzado, pero mentir para hacer marketing no es una buena estrategia, especialmente para un gobierno”, opinó.
“Cuando la Administración Obama saca estos números sin explicar su trasfondo, la percepción es: a) que hay una enorme cantidad de actividad entre Estados Unidos y Cuba; b) que Cuba gasta todo ese dinero con empresas estadounidenses; y c) cuando los números no se corresponden con la realidad, la percepción es que Cuba le ha dicho ‘no’ a todas esas oportunidades cuando no ha sido así”, comentó Kavulich.
“Lo hacen porque quieren exagerar y demostrar cuánto progreso se ha alcanzado, pero mentir para hacer marketing no es una buena estrategia, especialmente para un gobierno”, opinó.
Nora Gámez Torres: @ngameztorres
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home