Rafael Azcuy González: Han mancillado otra vez la memoria de Martí
Fragmento del discurso de José Martí en conmemoración del 10 de Octubre de 1868, en el Masonic Temple, Nueva York, 10 de octubre de 1888
José Martí, Obras completas: Cuba (4), La Habana, Editorial Nacional de Cuba, 1963, pp. 227-232. Pero pueden leer el discurso completo HACIENDO CLICK AQUÍ.
Cuba y su Historia - Jose A Albertini entrevista a Ángel Cuadra (29-01-2017)
********************
Han mancillado otra vez la memoria de Martí
28 de enero de 2017
Pocas veces en su vida Raúl Castro ha pronunciado el nombre de Martí, parece que al menos siente algún pudor ante el más grande de los cubanos y sabe que en sus labios ese nombre sagrado perdería todo sentido.
La destrucción patria llevada a cabo por la dinastía de los Castros que situó a nuestro país entre los más pobres del mundo, ha sido el resultado de su dictadura brutal, enemiga acérrima de los cubanos, que se ha enseñoreado (palabra usada por el Maestro al acusar a los que pretendían avasallar la Patria) con su propio pueblo para sus fines mezquinos. Si consultamos la doctrina martiana en todos sus aspectos y cualquier persona puede hacerlo sin ninguna exigencia cultural, podrá constatarse por sí mismo que ninguno de sus postulados se cumplen en la Cuba de hoy. El castrismo socialista es totalmente la antítesis del pensamiento martiano, es solo demagogia populista para captar a los que no piensan y maquillaje apologista del régimen atroz ante el mundo.
Fidel Castro se atrevió a afirmar que el Apóstol era el autor intelectual del asalto al cuartel Moncada. ¡Cuánta ignominia! Y para esa afrenta hasta un retrato del Maestro, colgado a la pared, aparecía a sus espaldas por pura casualidad, cuando fue juzgado por ese intento de golpe de estado, acción suicida que trajo la muerte a muchos compatriotas, tan alejada de los conceptos martianos de la Guerra Necesaria, trazados como nunca en la historia de la humanidad por el Manifiesto de Montecristi. Hecho éste que fue condenado duramente por los comunistas cubanos y lejos de penetrar en la fortaleza, huyó cobardemente tanto él como su hermano abandonando a sus compañeros heridos para luego ,ya seguro de que no peligraría su vida, rendirse a los militares.
Luego de la huida de Batista le cayó muy bien escuchar que su corte de adulones lo calificara como el “mejor discípulo de Martí”. Creyéndoselo se apareció en 1976 en la casita de Salustiano Leyva de 92 años de edad, en Playitas de Cajobabo, Guantánamo, por donde desembarcaran Martí y Gómez el 11 de abril de 1895 para ponerse al frente de la guerra, en lo que se conoce en nuestra historia como la Llegada de los Grandes Jefes. Salustiano tenía 11 años de edad cuando los patriotas arribaron a su casa y permanecieron allí varias horas. El propio Castro es quien entrevista al campesino que no le reconoce y Santiago Álvarez filma las escenas para el documental Mi hermano Fidel. El campesino confiesa que solo recibe 40 pesos mensuales, no tiene radio ni espejuelos para ver y se siente muy enfermo, evidente testimonio de las mejoras recibidas por el campesinado con la llamada Revolución.
Otra locura similar a las que sentía el extinto Hugo Chávez con relación a Bolívar, se escenificó el 11 de abril de 1995, centenario del referido desembarco, en pleno período especial, la crónica surrealista de lo acontecido puede leerse en el oficial sitio web ECURED (Playita de Cajobabo, visita de Fidel).No había electricidad por lo que llevaron una planta eléctrica, celebraron un encuentro de historiadores y periodistas y camarógrafos acudieron a cubrir el acontecimiento. No podemos sustraernos de transcribir esta escena quijotesca:
Desde la playa frente al monumento se escuchó una voz que gritó: ¡Alumbren hacia las piedras! Y apareció el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz acompañado de Pedro Alvarez, Ricardo Alarcón, Rider Díaz, Felipe Pérez Roque, José Miyar Barruecos, Abel Prieto, Eusebio Leal y otros, además se encontraban los generales Juan Pérez y Ramón Espinosa.
Cuando Fidel conversó con los presentes ordenó que apagaran las luces para palpar el grado de claridad que había o pudo haber en Playita a esa hora aquel día 11 de abril de 1895, tomó una bandera y fue hasta la orilla del mar y en acto simbólico, lleno de patriotismo como que recibió esa bandera de mano de Martí y Gómez, dio un giro y se dirigió hasta la base del monumento y la clavó en un pedestal que allí había.
Pero la ofensa mayor la infringió la corte de los Castros al decidir depositar las cenizas de Fidel al lado del Héroe de Dos Ríos que consagró su talento, su familia, su vida toda a la fundación de nuestra república cordial independiente y en ello se le iba la vida como el mismo sentenciara. No puede haber mayor profanación al colocar a un asesino frío de miles y miles de cubanos, el causante de todos nuestros males, de todos los éxodos, al lado del hombre más puro de nuestra raza como lo calificará la grande Gabriela Mistral. Un hombre que se ganó siempre su sustento con el sudor de su frente y andaba con levas raídas teniendo miles de pesos recaudados para su revolución, mientras que éste nunca trabajó, destruyó a nuestro floreciente país y nos alejó decenas de años de la Patria Nueva que quería nuestro Maestro. Un cobarde que nunca recibió un arañazo, que rehuía los combates , temía a los aviones y siempre fue capitán araña, no tiene derecho a estar al lado de un valiente que desde los 16 años de edad arriesgó su vida por su Patria y fue a presidio, que supo morir , porque según él ya era hora y como bueno murió de cara al sol y no al oscuro como lo hizo este traidor, encerrado en Punto Cero, alejado siempre del pueblo al que tanto martirizó y a su vez tanto temió.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home