Jorge Glas Espinel vicepresidente de Ecuador es sentenciado a seis años de prisión por el caso Odebrech
Por Dr. Alberto Roteta Dorado.
13 de diciembre de 2017
Santa Cruz de Tenerife. España.- El vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas Espinel, suspendido de sus funciones mediante el decreto ejecutivo 100, firmado por el actual presidente de la República, Lenín Moreno, y que lo invalida para el desempeño de sus funciones en el Consejo Productivo, en el Consejo Consultivo Productivo y Tributario, y en el Comité de la Reconstrucción, lo que le había sido asignado una vez que comenzara el nuevo mandatario, acaba de ser sentenciado a la máxima pena por delito de asociación ilícita en el caso de sobornos de la constructora Odebrecht.
Este miércoles, 13 de diciembre, a las16:00 horas (hora de Ecuador), se instaló la audiencia en la Corte Nacional para dar la lectura de la sentencia en el delito de asociación ilícita en el caso Odebrecht.
Luego de un proceso que se extendió varias semanas y tras las audiencias que duraron catorce días, el Fiscal General, Carlos Baca Mancheno, pidió seis años de sentencia, la máxima pena, para cinco personas procesadas, entre ellas el vicepresidente Jorge Glas Espinel, su tío Ricardo Rivera Aráuz; además Carlos V., Édgar A., y Ramiro C.
Para otros tres procesados José T., Gustavo M., Kepler V. el Fiscal pidió una pena reducida de 80% de la pena solicitada para los demás procesados. Contra Diego C., el fiscal no presentó acusación. Además, hay otros cuatro involucrados que no son juzgados, por cuanto, se encuentran prófugos, entre ellos el excontralor Carlos Pólit.
Desde el comienzo de su mandato el nuevo presidente se pronunció de manera enérgica contra la corrupción, creando un frente para enfrentar cualquier irregularidad en relación con actos delictivos de esta naturaleza.
En medio de la gran crisis económica que atraviesa Ecuador el Partido Izquierda Democrática presentó un contundente comunicado al presidente Moreno en el que se pronunciaron sobre las revelaciones de audios filtrados en el caso Odebrecht, en el que se hace referencia al vicepresidente Jorge Glas durante una conversación, supuestamente entre el excontralor Carlos Pólit, también acusado, y el alto ejecutivo internacional de la constructora, José Conceição dos Santos Filho.
Wilma Andrade Muñoz, Presidenta Nacional de Izquierda Democrática, hacia el final del oficio enviado al presidente Moreno expresó: “Señor presidente, por el respeto que se merece el país y los ecuatorianos, es el momento que usted le retire la confianza y pida la renuncia del señor Jorge Glas a la vicepresidencia de la República del Ecuador, única forma de demostrar que no se ampara ni solapa la corrupción, de no hacerlo terminará contaminándole”.
Por su parte, Guillermo Lasso y el Bloque del movimiento partidista CREO, representantes de la derecha, solicitaron al presidente la renuncia de Jorge Glas a la vicepresidencia. Moreno se mantuvo dos días guardando silencio sobre el caso de Jorge Glas, pero el jueves 3 de agosto, determinó suspenderlo de sus funciones.
Mientras, la Fiscalía General abrió el mismo día una indagación tras haber recibido un informe de Contraloría General del Estado con indicios de responsabilidad penal dentro del proceso de contratación del Consorcio DGC (conformado por Dygoil y Gente Oil Development Ecuador LLC) para la explotación petrolera en el campo Singue (en Sucumbíos).
Así las cosas, y tras una larga espera, finalmente se ha encontrado culpable a Jorge Glas, quien se desempeñara como vicepresidente durante la segunda etapa del mandato de Rafael Correa, quien hasta el momento, ha declarado que Glas es inocente y que se trata de “un intento de apoderarse de la vicepresidencia y de otras funciones del estado” que se lleva a efecto ejerciendo grandes presiones a jueces y fiscales por una alguien que está “embriagado de poder” (refiriéndose despectivamente a Lenín Moreno).
El exmandatario, quien se encuentra en Panamá, aunque el motivo de su estancia en este país es desconocido aún, a solo unos minutos de saberse la sentencia de Glas afirmó: “seguramente ahora vendrán por mí”, y es lógico que el egocéntrico exmandatario esté temeroso y casi al caer en pánico – tal vez pueda refugiarse en tierras panameñas– toda vez que resulta inadmisible que el presidente de un país esté ajeno a lo que aconteciera a su lado, y específicamente en torno a sectores tan vulnerables como los que dirigía Jorge Glas como vicepresidente.
No obstante, Correa niega no solo cualquier complicidad, sino que continúa afirmando que su vicepresidente es inocente, independientemente de las argumentaciones bien fundamentadas presentadas durante estos largos días y la determinación del Fiscal General de condenarlo como culpable en el escandaloso caso de Odebrecht.
Tal vez ahora no se le encuentre una asociación concreta que permita su complicidad en los hechos – que no solo incluye el bochornoso caso de su vicepresidente; sino del contralor general de su gobierno, actualmente prófugo de la justicia– ; pero tarde o temprano ocupará el lugar que merece por haber contribuido a la destrucción de la economía de su patria, a la que dejó con una millonaria deuda que se aproxima a los 60.000 millones de dólares y una crisis económica de la que no se podrá salir en largo tiempo.
Rafael Correa tendrá que pagar por sus acciones durante la década de su mandato y pasará a la historia continental como otro de los tantos corruptos líderes de Latinoamérica. Por ahora su vicepresidente ha de cargar con la cruz del correísmo.
Etiquetas: Correa, Ecuador, Glas, Jorge Glas, Lenin Moreno, Moreno, Odebrecht, Rafael Correa
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