BARACUTEY CUBANO

MÉTANSE MI OSCAR POR DONDE MEJOR LES QUEPA.

 Por Esteban Fernández
15 de marzo de 2018

No, de ninguna manera, nunca he querido ser actor, sin embargo, a mí me encantaría ganarme un Oscar y poder dirigirme por unos minutos a esa recua de liberales y tontos útiles dentro de la farándula norteamericana qué son más comunistas que el Comité Central del Partido en La Habana. Allá en Cuba son unos arrastrados aquí son multimillonarios comprando sogas para sus pescuezos.

Comenzaría diciéndoles: “Imposible me resultaría mencionar a todos los farsantes izquierdistas hollywoodenses que se encuentran aquí esta tarde, me llevaría tres horas hablando y tendría que leer una enciclopedia”. Banda de fariseos, mucho más sencillo sería nombrar a los que son conservadores que en realidad no llegan ni a 10”.

“Bueno, lo cierto es que quizás los que piensan como yo sean muchos más, pero andan tapiñados por terror a ser atacados o en el mejor de los casos ignorados a la hora de obtener un trabajo fílmico o inclusive hasta para ser invitados a una fiesta o reunión entre los compañeros del gremio. Ni de “extras” consiguen pincha”.

“Ustedes son unos hipócritas que hablan mal de las armas de fuego y vienen aquí rodeados de guardaespaldas armados y media policía de Los Ángeles está cuidando este detestable espectáculo”.  ¿Prohíben las armas de fuego en las películas donde ustedes actúan y dirigen?” 

(Estatuilla OSCAR)

“No quieren que se levante un muro para proteger al país y todos ustedes viven en casas tapiadas y protegidas por guardias privados las 24 horas al día. “Encima de eso no solamente tenemos que padecer y comprobar la veta roja de todos ustedes, sino que son las propias películas y los temas desarrollados, los que -a menudo, a lo descarado y otras veces subrepticiamente- derraman el veneno entre los que van a ver una ‘inocente’ película”.

“Y no son solamente las películas serias y dramáticas las que nos traen un mensaje engañoso y de rendición, sino que las comedias y hasta los muñequitos para los niños en algún segmento nos disparan el sermón marxista. “Muchos de ustedes apoyaron al candidato socialista por el Partido Demócrata, Bernie Sanders, comenzando por Susan Sarandon, Mark Ruffalo, Will Farrell y Danny DeVito, y ahora acusan a la actual administración de contubernio con los rusos, no jodan bola de descarados.”

“Otros aquí presentes se dieron la lengua y estuvieron del lado de la bruja Hillary quien para competir con Sanders por poquito se declara públicamente ‘leninista’ con el objetivo de ganar las elecciones con el beneplácito de la claque peliculera”.

“Ustedes saben, bola de descarados y oportunistas que si los dictadores Nicolás Maduro y Raúl Castro asistieran a los premios Oscar o los Emmy serían recibidos por ustedes con una ovación cerrada y todos puestos de pie.  Pero si se atrevieran a desfilar por la alfombra roja Donald Trump, sería abucheado y hasta huevos cluecos les tirarían”.

“Y estemos claros en que si se apareciera “el chicle masticado” que desgobierna a Cuba entonces Oliver Stone y Sean Penn lo llevarían cargado en sus brazos”.

“Ya sé, ya sé que una de las figuras más odiadas en los Estados Unidos -y nunca ha sido santo de mi devoción- fue y sigue siendo el senador Joe McCarthy quien en el pasado trató de limpiar a Hollywood de la estulticia comunista.”

“Fueron aquellos lodos rojos los que trajeron la podredumbre actual donde ustedes se revuelcan. Este hombre es considerado un monstruo por obra y gracia de la propaganda subversiva en este país. Y por lo tanto yo pienso ¡Cuánta razón tenía y cuanto lo necesitamos ahora!”

“He dicho, y métanse el Oscar por donde mejor les quepa”.