lunes, julio 09, 2018

Marlene Azor Hernández: No se puede hacer un Anteproyecto Constitucional con procedimientos militares

Tomado de https://www.cubaencuentro.com

No se puede hacer un Anteproyecto Constitucional con procedimientos militares

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Un mes después de creada la Comisión constitucional en el Parlamento, el CC del PCC aprueba un Anteproyecto de Constitución
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Por Marlene Azor Hernández
Ciudad de México
09/07/2018

Los procedimientos del PCC hasta el momento siguen siendo militares: de ordeno y mando. El Buró político aprobó un documento secreto sobre la reforma constitucional, los medios oficiales nos anuncian la creación de una Comisión constitucional que trabajó en los “preceptos” (las órdenes a los subordinados y súbditos) durante el pasado mes, y hace unos días Cubadebate informa que ya existe un Anteproyecto de Constitución aprobado por el Comité Central del Partido único. La ciudadanía interesada, militantes y no militantes del partido, no han tenido acceso al contenido del Anteproyecto. De espaldas a la ciudadanía, la cúpula del partido decidió ya el contenido del Anteproyecto que será aprobado por el Parlamento cubano el próximo 21 de julio, seguramente por unanimidad como nos tiene acostumbrados el régimen político cubano.

Con razón, foristas de Cubadebate.cu reclamaron que se publicara el Anteproyecto de manera inmediata y sobre todo que hubiera una consulta popular antes de ser aprobado por el Parlamento. Una vez aprobado por la Asamblea Nacional del Poder popular, pocos cambios podrían hacerse por ser el máximo órgano legislativo del país. Esa es la coyunda contra la participación ciudadana.

Lloverán las reformas de punto y seguido, comas, punto y coma y una palabra por acá y otra por allá como ya es habitual en las más “intensas” discusiones que se hayan realizado en el Parlamento cubano en los últimos 40 años.

Hasta este momento el procedimiento es ilegal e ilegítimo.
  •     Ilegal por que no se apega a la ley vigente que no regula estos procedimientos para hacer una nueva Constitución. Es decir, ninguna ley cubana establece que es el Buró político del PCC quien elabora un documento secreto de reformas constitucionales y se la pasa al Parlamento para su aprobación sin que la ciudadanía conozca su contenido. Esto es “uso y costumbre” pero no está legislado y ya sabemos el abismo que puede existir entre la ley y sus arbitrarias y discrecionales interpretaciones además de sus arbitrarias aplicaciones en Cuba. Los “preceptos” de una Constitución no pueden ser de un partido político sino de la ciudadanía que es el soberano que contiene legalmente y legítimamente la soberanía nacional.
  •     Es ilegal e ilegítimo el procedimiento porque el Anteproyecto es desconocido por la población, la ciudadanía no ha podido expresarse, la opinión pública sigue amordazada, y se impone una estructura institucional no consultada. El desiderátum del PCC sobre su papel de vanguardia en la sociedad cubana no ha sido consultado y discutido con la población y la irrevocabilidad del socialismo tampoco ha sido motivo de discusión y consulta popular. A no ser que se entienda como válida la coyunda política y económica (el 70 % de la población empleada esta de rehén en las empresas estatales) que realizó el régimen en el 2002, casa por casa, método de control social conforme al ABC de una dictadura totalitaria.
  •     Es ilegal e ilegítimo porque quien define la agenda es quien detenta el poder, según el sociólogo marxista Tom Bottomore, y en este caso la definición de la agenda de discusión pertenece al Buró político del PCC. Cualquier “legalidad” bajo estas condiciones no es válida, las dictaduras totalitarias se dan la “legalidad” que les apetece en correspondencia con sus intereses y las botas de sus militares. Eso las distingue de las sociedades democráticas. No es un problema “cultural” de maneras diferentes de darse un ordenamiento jurídico, es un problema del régimen político que se impone bajo la omnipresencia de la policía política cubana y la represión pautada contra todo tipo de discrepancia económica, social, cultural, cívica y política.
La próxima consulta popular dirigida por el PCC y coaccionada por las organizaciones de masas, que encuadran, controlan y reprimen la discrepancia cívica y política en Cuba, hará el mediocre milagro de un mamerto nacional que se le llamará Constitución de la República, aunque en realidad será la Constitución del buró político del partido comunista cubano. Una Constitución muy excluyente como el propio partido político que la decide.

Cuando un Anteproyecto de Constitución se prepara en un mes, o ya estaba preparada de antemano de espaldas a la ciudadanía, o los cambios serán tan cosméticos que puede estar lista en ese breve tiempo. En ambas situaciones nace ilegítima la nueva Constitución.

Los magros derechos humanos reflejados en la actual Constitución cubana no se cumplen. A eso dedicaré los próximos artículos. En la nueva Constitución, los derechos humanos y sus garantías siguen siendo un secreto.

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