miércoles, agosto 29, 2018

50 años del fin de la Primavera de Praga y de la invación de tropas del Pacto de Varsovia a Checoeslovaquia así como de la justificación del tirano Fidel Castro Ruz a dicha invasión


 Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

El tirano Fidel Castro  fue uno de los poquísimos políticos que  justificó la invasión a Checoeslovaquía, ya que  hasta la inmensa mayoría  de los políticos e intelectuales de la izquierda mundial la condenaria,  Se dice que  en 1956  Fidel Castro  escribió un artículo  en  contra del aplastamiento de la revolución en Hungria por  los tanque soviéticos. Fidel Castro en 1980 y ocupando Cuba la Presidencia del Movimiento de los Países No Alineados no condenó la invasión soviética a Afganistán, un país perteneciente a dicho movimiento...

El discurso de la  comparecencia de Fidel Castro en la televisión  el 28 de agosto fue eliminado. al igual que otros discursos,  del sitio oficial Castristas de esos discursos...


Por Carlos Olivares Baró
(fragmento)

El 23 de agosto de 1968, Fidel Castro reconocía con sigilosa actitud que la soberanía del Estado checoslovaco había sido violada; pero, le pedía al Gobierno de la Unión Soviética que invadiese a Cuba en caso de que sucediese algo similar a lo ocurrido en Checoslovaquia (¿!): “Nosotros consideramos que en Checoslovaquia se marchaba hacia una situación contrarrevolucionaria, hacia el capitalismo y hacia los brazos del imperialismo. Entonces esto define nuestra posición en relación al hecho concreto de la acción realizada por un grupo de países socialistas. […]. Resultaba imprescindible impedir a toda costa, de una forma u otra, que ese hecho ocurriera”.
La Invasión militar a Checoslovaquia fue discutida y reprobada por los partidos de izquierda más influyentes de Europa (Francia, Italia, Inglaterra…) y causó sorpresa y contrariedad en intelectuales progresistas como Jean-Paul Sartre, Ernst Mandel, Ernst Fisher, Bertrand Russell, Rossana Rossanda, Tariq Alí, Jaroslav Seifert, Christopher Hitchens, Régis Debray, Noé Jitrik, Kiva Maidanik, Roque Dalton, Roger Garaudy y Teodoro Petkoff, entre otros. La comparecencia televisiva y radial del caudillo fue objeto de estudio y aprobación en todas las aulas universitarias de Cuba.
Desaparecieron de la cartelera de los cines las cintas de Jan Kadár, Milos Forman, Vera Chytilová, Jiri Menzel y Jaromil Jives. Semanas después, dos milicianos armados hacían guardia en la clausurada Casa de la Cultura Checa en La Rampa.

Las manos cortadas 1/10
(A partir del 1:43 comienza lo de la invasión a Checoeslovaquia  en 1968 y a las 5.24 comienzan las palabras  vergonzantes de Fidel Castro. Ver el video en youtube  haciendo click en el mensaje que aparece  en la pantalla del video o haciendo click AQUÍ)



 
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Tomado de https://elpais.com/elpais/2018/08/20/


50 años del fin de la Primavera de Praga

(fragmentos)
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El sueño de un 'socialismo de rostro humano' que pasó a la historia como la 'Primavera de Praga' fue sepultado por las tropas del Pacto de Varsovia hace exactamente medio siglo. Checos y eslovacos, hoy miembros de la OTAN, rememoran este triste y violento capítulo de su historia
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El País
20 AGO 2018

El sueño de un "socialismo de rostro humano" que pasó a la historia como la "Primavera de Praga" fue sepultado por las tropas del Pacto de Varsovia hace exactamente medio siglo. Se considera que la Primavera de Praga se inició el 5 de enero de 1968, cuando Alexander Dubcek, líder del movimiento reformista, fue nombrado secretario general del Partido Comunista de Checoslovaquia (KSC), si bien ciertas tendencias aperturistas habían comenzado unos años antes.

 Desde 1948 en el país centroeuropeo el único partido permitido era el KSC, y cualquier crítica o protesta contra el régimen era duramente reprimida. Pero después de la muerte de Josef Stalin en 1953 se llevaron a cabo algunas cautelosas reformas económicas y se relajó tímidamente la estricta censura, lo que dio pie al surgimiento de movimientos de intelectuales y artistas que se atrevían cada vez más a criticar al partido comunista.En estas circunstancias, Dubcek sube al poder y, aunque mantiene el monopolio de su partido, introduce medidas para reformar y "democratizar" el régimen, incluida la libertad de prensa y de expresión. También legaliza partidos políticos y sindicatos, así como el derecho a la huelga y a viajar libremente a países occidentales, algo prohibido hasta entonces.

La política de Dubcek es apoyada e impulsada por intelectuales y políticos que en junio firman el "Manifiesto de las 2000 palabras", donde cuestionan el comunismo como sistema y critican al KSC. La formación política se distancia del documento pero sin actuar en contra de sus signatarios, al tiempo que se niega a ceder a las crecientes presiones de Moscú y de sus aliados.

En la madrugada del 21 de agosto, los checoslovacos se despiertan con los tanques del Ejército Rojo y sus aliados en las calles. El Gobierno de Dubcek pide a la población que mantenga la calma, pero no puede evitar enfrentamientos violentos. 

Bajo el nombre "Operación Danubio", la avalancha militar de 200.000 soldados, 2.300 tanques y 700 aviones de los ejércitos de la antigua Unión Soviética (URSS), la República Democrática Alemana, Hungría, Polonia y Bulgaria cruzó la frontera poco antes de la medianoche del 20 de agosto de 1968; Richard Seeman, redactor jefe de Radio Praga en 1968, recuerda, en un vídeo publicado en la página web de la emisora, cómo "los carros de combate quedaron rodeados de manifestantes". Tras la ocupación en agosto de 1968. El contingente fue aumentando en los días siguientes a la ocupación hasta totalizar 750.000 soldados y 6.000 tanques.

"Antes de la llegada de las tropas, delante del edificio de la Radiodifusión checa se había congregado una muchedumbre". Lejos de obedecer a las autoridades y dispersase, los manifestantes levantaron barricadas con tranvías y autobuses.

(Checoeslovacos que fueron asesinados por la invasión; sus cuerpos son cubiertos por la bandera. Imágenes y comentarios  añadidos por el Bloguista de Baracutey Cubano))

Dubcek y sus colaboradores fueron detenidos y trasladados a Moscú, donde el líder soviético, Leónidas Breznev, les obligó a firmar un acuerdo que "legalizaba" la ocupación de Checoslovaquia. Centenares de personas se exiliaron. Las tropas soviéticas se quedaron y las de los demás países se retiraron a fines de 1968. El 19 de junio de 1991 vieron partir de su territorio al último tren con soldados rusos.

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 La URSS invade Checoslovaquia. 1968 La Primavera de Praga




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Fidel Castro al servicio del imperialismo soviético: apoya la ocupación militar de Checoslovaquia

Por Manuel Castro Rodríguez
24 de agosto de 2018

Próximo a la medianoche del 20 de agosto de 1968, comandos soviéticos vestidos de civil se apoderaron del aeropuerto de Ruzyne. En la madrugada, mientras los rusos desembarcaban soldados, transportes blindados y cañones en Ruzyne, las tropas del Pacto de Varsovia cruzaban la frontera checoslovaca y sus tanques penetraban hasta el centro de Praga. Comenzaba la Operación Danubio: un cuarto de millón de soldados y unos cinco mil tanques -la mayor operación militar llevada a cabo en Europa después de la segunda guerra mundial. Los rusos detuvieron a los principales dirigentes del gobierno checoslovaco e impusieron a Gustav Husak.

Con ello se le daba sepultura al intento de construir un “socialismo con rostro humano”. También se demostraba que era letra muerta el fundamento jurídico del Pacto de Varsovia, que expresaba en su artículo primero: “Las Partes Contratantes se comprometen, conforme a la Carta de las Naciones Unidas, a abstenerse en sus relaciones internacionales de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza y a arreglar sus controversias internacionales por medios pacíficos, de tal manera que no se pongan en peligro la paz y la seguridad internacionales”.

La invasión militar de Checoslovaquia por las tropas de la Unión Soviética, Alemania Oriental, Polonia, Bulgaria y Hungría fue repudiada por los partidos comunistas más importantes de Occidente, como el francés y el italiano. Causó la decepción de izquierdistas como Jean-Paul Sartre, Ernst Mandel, Ernst Fisher, Bertrand Russell, Rossana Rossanda, Tariq Alí, Jaroslav Seifert, Christopher Hitchens, Régis Debray, Noé Jitrik, Kiva Maidanik, Roque Dalton, Roger Garaudy y Teodoro Petkoff.

Manuel Sacristán -dirigente del Partido Comunista de España en esa época-, expresó en 1969: “El gran error de Fidel Castro consistió, en mi opinión, en no darse cuenta de que para decir verdades de a puño cogía, precisamente, la ocasión en la cual acaso se iba a abrir un portillo para que empezara de nuevo una dialéctica política interna al socialismo. Y ello le obligó a cometer el pecado de diplomacia consistente en callar que la República Socialista de Checoslovaquia era el país socialista menos degenerado políticamente de toda Europa central”.

¿Error? ¿Pecado? ¡No, Sr. Sacristán! Haciendo uso de la demagogia y la carencia de principios que lo caracterizan, Fidel Castro declaró en la comparecencia transmitida por radio y televisión el 23 de agosto de 1968: “Estamos aquí esta noche para analizar la situación en Checoslovaquia. (…) Lo que no puede negarse es que la soberanía del estado checoslovaco ha sido violada. Desde un punto de vista legal, esto no tiene justificación. No hubo ni el más mínimo rastro de legalidad”.

Obsérvese en el vídeo cómo además de apoyar la ocupación militar de Checoslovaquia, implícitamente Fidel Castro le pedía al gobierno de la Unión Soviética que invadiese a Cuba en caso de que sucediese algo similar a lo ocurrido en Checoslovaquia

A pesar de que admitía que Moscú había violado el derecho internacional, Fidel Castro apoyó al imperialismo ruso; cuando cuatro décadas después Ignacio Ramonet le preguntó: “¿Lamenta usted, por ejemplo, su aprobación de la entrada de los tanques del Pacto de Varsovia en Praga en agosto de 1968 que tanta sorpresa causó entre los admiradores de la Revolución Cubana?”, Fidel Castro le respondió que “(…) nosotros aceptamos la amarga necesidad del envío de fuerzas a Checoslovaquia y no condenamos a los países socialistas que tomaron esa decisión”.

Aunque Checoslovaquia dependía menos de la Unión Soviética que otros países del llamado ‘socialismo real’, durante la década del sesenta aumentó el descontento popular. En el IV Congreso de Escritores realizado en junio de 1967 fue fuertemente criticada la cúpula del Partido Comunista, encabezada por el estalinista Antonín Novotný. Cuatro meses después, en el pleno del Comité Central del Partido Comunista de Eslovaquia, Alexander Dubcex acusó a Novotný de actuar como un dictador. Leonid Ilyich Brezhnev, el máximo dirigente de la Unión Soviética, fue a Praga en diciembre invitado por Novotný.

El 5 de enero de 1968, un pleno del Comité Central del Partido Comunista de Checoslovaquia aprobó separar los cargos de Primer Secretario del Partido Comunista de Checoslovaquia y Jefe de Estado; Alexander Dubcex fue elegido Primer Secretario. Comenzaba la Primavera de Praga.

En febrero se destapó un gran escándalo de corrupción protagonizado por el general Jan Sejna -favorito de Antonín Novotný-, que pudo huir. En abril de 1968, el Comité Central del Partido Comunista de Checoslovaquia afirma que las transformaciones emprendidas se basan en el marxismo y da a conocer su Programa de Acción, que incluye: ratificar el papel dirigente del Partido Comunista, democratización de sus métodos de trabajo, libre autonomía de las empresas en su gestión, reivindicación del derecho de las minorías nacionales (judíos, eslovacos), derecho a viajar al extranjero y un sistema educativo menos ideologizado.

El aniquilamiento de la Primavera de Praga fue repudiada por los partidos comunistas más importantes de Occidente y causó la decepción de amplios sectores de la izquierda. Narciso Isa Conde, del Partido Comunista de República Dominicana, expresa: “En 1968 respaldamos la denominada ‘Primavera de Praga’ y en agosto de ese mismo año criticamos en profundidad la intervención militar de la URSS y de los países del Pacto de Varsovia”.

La política soviética alcanzó tal nivel de desprestigio que Teresa Pámies -una comunista española exiliada en Checoslovaquia-, escribió en su ‘Testamento en Praga’ que si bien se justificaba la invasión de la Unión Soviética en Hungría en 1956 no se podía decir lo mismo de la intervención soviética en Checoslovaquia.

La invasión soviética provocó que el izquierdista Carlos Franqui -uno de los principales colaboradores de Fidel Castro durante una década-, rompiera definitivamente con Fidel. Desde muy joven, Franqui participó en luchas estudiantiles y obreras, combatió a la tiranía de Batista y fue director de Radio Rebelde –emisora creada en la Sierra Maestra durante la lucha insurreccional- y del periódico Revolución –órgano oficial del Movimiento 26 de Julio-. Franqui llevó a Cuba el Salón de Mayo de París en 1967.

La Primavera de Praga fue protagonizada por estudiantes y obreros checoslovacos, que sólo solicitaban implementar ciertas normas democráticas, pero no se cuestionaban el socialismo, todo lo contrario, como resumiría Alexander Dubcek en su libro ‘La vía checoslovaca al socialismo’: “volvamos a los orígenes, volvamos a 1945, cuando el pueblo estaba mayoritariamente con nosotros y con nuestra intención de construir el socialismo”. Entonces ¿por qué Fidel Castro apoya la invasión soviética que malogró la posibilidad de construir un “socialismo con rostro humano”?

Fidel Castro reconoce el fracaso del sistema estalinista creado a su imagen y semejanza: “El modelo cubano ya no funciona ni para nosotros”, le respondió Fidel al periodista norteamericano Jeffrey Goldberg cuando éste le preguntó sobre la vigencia del modelo castrista y su validez para otros países. ¡No, Fidel, el ‘modelo’ nunca ha funcionado para el pueblo, ni cuando tu régimen era subvencionado por la Unión Soviética!

Cuando Fidel Castro obtuvo el poder el 1 de enero de 1959, la Revolución cubana era humanista, nada tenía que ver con el socialismo que dos años después él proclamaría, dando comienzo al proceso de sovietización de Cuba.

En 1958, el ingreso per cápita cubano casi duplicaba el español y Cuba estaba entre los 31 países más desarrollados del mundo. El académico marxista James Petras lo reconoce: “Mientras que la mayoría de los países asiáticos y latinoamericanos iban a la zaga de Cuba en la década de 1960, hoy han superado a Cuba en la diversificación de sus economías, el desarrollo de sectores competitivos de fabricación para la exportación y la disminución de su dependencia de un grupo limitado de productos de exportación”.

Fidel Castro declaró el 16 de febrero de 1959: “con la ventaja de contar con un país rico, donde se puede sembrar todo el tiempo en el año (…) lograremos un estándar de vida mayor que ningún otro país en el mundo”. Sin embargo, con Fidel se instauró el síndrome del desabastecimiento y se generalizó la pobreza.

Hace cuarenta años el castrismo decía: “El presente es de lucha, el futuro es nuestro”. Eso es típico del sistema: exige el sacrificio constante en beneficio de las futuras generaciones, privando a la población de un nivel de vida aceptable, mientras que la cúpula gobernante disfruta de los mayores privilegios. ¿Cuántas generaciones pueden aceptar un ‘modelo’ que les prorroga indefinidamente la legítima compensación por sus esfuerzos?

Checoslovaquia renació entre marzo y agosto de 1968, cuando se escucharon miles de voces hasta entonces acalladas por la censura. Los hermanos Castro apoyaron la invasión soviética a Checoslovaquia porque ellos nunca permitirán el menor disenso, mucho menos la libertad de expresión que promovía la Primavera de Praga.

Cuba es el único país occidental donde es ilegal ser opositor: liberales, marxistas, socialistas, trotskistas, democristianos y anarquistas han sufrido difamación, ostracismo, destierro, cárcel, tortura y asesinato. Como expresó el filósofo izquierdista argentino Oscar del Barco: “Los llamados revolucionarios se convirtieron en asesinos seriales, desde Lenin, Trotzky, Stalin y Mao, hasta Fidel Castro y Ernesto Guevara”.

La ONG Archivo Cuba ha documentado 166 casos de muertes y desapariciones desde el 31 de julio de 2006 al 15 de diciembre de 2013, o sea, desde que Raúl Castro asumió el poder heredado de su hermano. ¿Qué ha cambiado en Cuba?