miércoles, septiembre 12, 2018

Esteban Fernández: LA HIPOCONDRÍA

LA HIPOCONDRÍA

Por Esteban Fernández
12 de septiembre de 2018

La hipocondria  es la creencia que uno imaginariamente tiene todas las enfermedades del mundo.

El rey de los hipondríacos en la historia de USA fue Howard Hughes quien llevó su hipocondría a extremos inauditos.

Manuel Fernández Valdés -mi abuelo- era un literato, escritor, poeta, autor de libros, abogado y juez de Güines, y al mismo tiempo era un hipocondríaco.

Me contaba mi padre que un día Manuel estaba conversando con una mujer y esta le iba contando todos sus achaques, mareos, ganas de vomitar etc. Y mi abuelo ante cada queja, le decía: “Oh, Mariana, en estos momentos la comprendo porque tengo exactamente todos sus síntomas” y la señora risueña le contestó: “Oh, señor juez, entonces usted debe estar en estado igual que yo”.

Las personas se burlan de los hipocondríacos, sin embargo, en términos generales ellos viven más que todo el mundo.

Yo tenía un cliente que presumía de qué jamás iba al médico, era contemporáneo conmigo. Se burlaba de cada dolor, de cada fiebre, nunca se tomaba la presión arterial, jamás se hizo chequeo médico ni un examen de sangre.

(Howard Hughes)

Yo le decía al cliente: “El día en que caigas en un hospital de ahí no sales”. Y efectivamente tuvo un desmayo, se lo llevó la ambulancia y en Emergencia le encontraron que tenía más de cinco enfermedades graves y duró menos de una semana

Los hombres tienden a ser menos aprensivos que las mujeres. Por eso yo conozco más viudas que viudos.

Muchos hombres haciendo alarde de ser muy machos esconden sus dolencias y sienten que ir al doctor es una debilidad.

Usted le puede preguntar a cualquier médico y este le dirá que “lo mejor en el mundo es tratar la enfermedad a tiempo”. A veces cuando la persona que no es prudente se ve obligada a acudir a un hospital ya es demasiado tarde.

El hipocondríaco se equivoca 20 veces, al asustarse y acudir en busca de ayuda, pero adivina una vez y eso le salva la vida.

Si bien las consultas médicas están siempre atestadas de hipocondríacos,  los cementerios no dan abasto enterrando muertos que no han sido cuidadosos de su salud.

Y por último les pregunto: ¿Quién debe durar más, el precavido que se cuida más que un gallo fino, se toma la temperatura regularmente, tiene un aparatico para tomarse la presión, come brócoli y lechuga, o el guapo que repite 20 mil veces que “no le tiene miedo a la muerte”, que fuma como un murciélago, que se da 20 tragos y se zampa un caldo gallego a las 12 de la noche?

Claro está que es Dios el que lo decide todo, sin embargo, Dios dice: “Cuídate que yo te cuidaré”.