miércoles, enero 09, 2019

¡EL CUBANO!. UNA CARACTERIZACIÓN. LUIS AGUILAR LEÓN: EL PROFETA HABLA DE LOS CUBANOS

Tomado de https://www.facebook.com


¡EL CUBANO!

Por Mario Herrera
16 de octubre de 2015 ·

El cubano no se baja: Se apea.
El Cubano no cae: Se destimbala.
El cubano no te golpea: Te rompe la siquitrilla.
El cubano no baila: Echa un pie.
El cubano no es haragán: No dispara un chícharo.
El cubano no se equivoca: Se enreda, se troca.
El cubano no es presumido: Es un postalita, un alardoso.
El cubano no se muere: Canta el manisero, guinda el piojo, estira la pata, le da la patá a la lata.
El cubano no tiene obsesiones: Tiene matraquillas.
El cubano no se enferma: Se pone maluco.
El cubano no pasa hambre: Se jama un cable.
El cubano no es pobre: Está en la fuácata, está pelao, está bruja, está pasmao.
El cubano no está delgado: Es un güin, un esqueleto rumbero, un bacalao.
El cubano no se vuelve loco: Tiene guayabitos en la azotea, le patina el coco, está quemao, tiene cruzados los cables.
El cubano no corre: Echa un patín.
El cubano no es infiel: Pega los tarros.
El cubano no se sube: Se encarama.
El cubano no habla mucho: Mete tremenda muela.
El cubano no se enamora: Coge tremendo metío, se encarna.
El cubano no es pícaro: Es candela.
El cubano no es inteligente: Es un filtro, es un bicho.
El cubano no se emborracha: Coge tremenda nota, o una curda, se jala.
El cubano no es niño: Es fiñe.
El cubano no consigue: Resuelve, mete mano, engancha, inventa.
El cubano no es un experto: Es un bárbaro, un salvaje, una fiera, un animal.
El Cubano no se lastima: Se desguabina, Se descuajeringa, se desmondinga.
El cubano no ignora a alguien: Lo tira a mierda.
El cubano no es culto y lector: Es una polilla.
El cubano no dice "toca mal el piano": Dice "machaca las teclas"
El cubano no forma una confusión: Forma un arroz con mango.
El cubano no es ostentoso o pretencioso: Se da lija.
El cubano no conquista a una mujer: Liga a una jeva, se empata.
El cubano no tiene una novia flaca o fea: La novia es un bacalao, un moco, un grillo.
El cubano no dice esa mujer es bonita: Dice, esa mujer está buena, está salvaje.
El cubano no dice "me lo has puesto difícil": Dice "Me la pusiste en China".
El cubano no te dice que hiciste algo excepcional: Te dice "¡Te la comiste!"
El cubano no dice estás en un error: Dice, te ganaste la botella de mondongo.
El cubano no te dice que es tu amigo: Te demuestra que "es tu amigo", es tu hermano.
Pero, hay diferencias entre un amigo y un amigo cubano.
Un amigo es alguien que nunca te pide comida.
Un amigo cubano es la razón por la que organizas una comida.
Un amigo te pregunta cómo estás.
Un amigo cubano te dice que te ves bien, te abraza y te besa.
Un amigo llama a tus padres señor y señora.
Un amigo cubano llama a tus padres "mi viejo" y "mi vieja."
Un amigo nunca te ha visto llorar.
Un amigo cubano ha llorado contigo por cualquier cosa.
Un amigo te ofrece el sofá para que duermas.
Un amigo cubano te da su cama, se acuesta en el suelo... y no te deja dormir en toda la noche conversando contigo.
Un amigo espera que le brindes café.
Un amigo cubano, te lo pide, pasa a la cocina, monta la cafetera y... hasta le pide azúcar a la vecina si no tienes.
Un amigo te ofrece medicinas si estás enfermo.
Un amigo cubano te hace una sopa de pollo, y te obliga a tomártela junto con los remedios de su abuela.
Un amigo te manda flores con una tarjeta cuando estás ingresado en el hospital.
Un amigo cubano se queda en el hospital a cuidarte en una silla a tu lado.
Un amigo te pide algo prestado y te lo devuelve a los dos días.
Un amigo cubano te lo pide prestado y a la semana se cree que es de él.
Un amigo sabe algunas cosas acerca de ti.
Un amigo cubano podría escribir un libro con las cosas que tú le has contado sobre ti y tu familia.
Un amigo toca a tu puerta para que le abras.
Un amigo cubano entra y después te dice: ¡Estoy aquí!
Un amigo es por un tiempo.
Un amigo cubano es para siempre.
Un amigo ignoraría este escrito.
Un amigo cubano se lo pasará a todos sus amigos pues se siente orgulloso de ser así.
Mario Herrera.
HERRMAR.
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El Profeta habla de los cubanos
 
Por Luís Aguilar León

    Desde una roca en el puerto, El Profeta contemplaba la blanca vela de la nave que a su tierra había de llevarlo. Una mezcla de tristeza y alegría inundaba su alma. Por nueve años sus sabias y amorosas palabras se habían derramado sobre la población. Su amor lo ataba a esa gente. Pero el deber lo llamaba a su patria. había llegado la hora de partir. Atenuabas su melancolía pensando que sus perdurables consejos llenarían el vació de su ausencia.

    Entonces un político de Elmira se le acercó y le dijo: Maestro, háblanos de los cubanos.

    El Profeta recogió en un puño su alba túnica y dijo:

    "Los cubanos están entre vosotros, pero no son de vosotros. No intentéis conocerlos porque su alma vive en el mundo impenetrable del dualismo. Los cubanos beben de una misma copa la alegría y la amargura. Hacen música de su llanto y se ríen con su música. Los cubanos toman en serio los chistes y hacen de todo lo serio un chiste. Y ellos mismos no se conocen."

    "Nunca subestiméis a los cubanos. El brazo derecho de San Pedro es cubano, y el mejor consejero del Diablo es también cubano. Cuba no ha dado ni un santo ni un hereje. Pero los cubanos santifican entre los heréticos y heretizan entre los santos. Su espíritu es universal e irreverente. Los cubanos creen simultáneamente en el Dios de los católicos, en Changó, en la charada y en los horóscopos. Tratan a los dioses de tú y se burlan de los ritos religiosos. Dicen que no creen en nadie, y creen en todo. Y ni renuncian a sus ilusiones, ni aprenden de las desilusiones."

    "No discutáis con ellos jamás. Los cubanos nacen con sabiduría inmanente. No necesitan leer, todo lo saben. No necesitan viajar, todo lo han visto. Los cubanos son el pueblo elegido ... de ellos mismos. Y se pasean entre los demás pueblos como el espíritu se pasea sobre las aguas."

    "Los cubanos se caracterizan individualmente por su simpatía e inteligencia, y en grupo por su gritería y apasionamiento. Cada uno de ellos lleva la chispa del genio, y los genios no se llevan bien entre sí. De ahí que reunir a los cubanos es fácil, unirlos imposible. Un cubano es capaz de lograr todo en este mundo menos el aplauso de otro cubano."

    "No les habléis de lógica. La lógica implica razonamiento y mesura, y los cubanos son hiperbólicos y desmesurados. Si os invitan a un restaurante, os invitan a comer no al mejor restaurante del pueblo, sino "al mejor restaurante del mundo". Cuando discuten, no dicen "no estoy de acuerdo con usted", dicen "usted está completa y totalmente equivocado".

    "Tienen una tendencia antropofágica. "Se la comió", es una expresión de admiración, "comerse un cable", señal de situación crítica y llamarle a alguien "comedor de excrementos", es su mas usual y lacerante insulto. Tienen voluntad piromaniaca, "ser la candela" es ser cumbre. Y aman tanto la contradicción que llaman a las mujeres hermosas "monstruos" y a los eruditos "bárbaros"; y cuando se les pide un favor no dicen "si" o "no", sino que dicen "sí, como que no".

    "Los cubanos intuyen las soluciones aún antes de conocer los problemas. De ahí que para ellos "nunca hay problema". Y se sienten tan grandes que a todo el mundo le dicen "chico". Pero ellos no se achican ante nadie. Si se les lleva al estudio de un famoso pintor, se limitan a comentar "a mí no me dio por pintar". Y van a los médicos, no a preguntarles, sino a decirles lo que tienen."

    "Usan los diminutivos con ternura, pero también con voluntad de reducir al prójimo. Piden "un favorcito", ofrecen "una tacita de café", visitan "por un ratico", y de los postres solo aceptan "un pedacitico". Pero también a quien se compra una mansión le celebran "la casita" que adquirió, o "el carrito" que tiene a quien se compró un coche de lujo."

    "Cuando visité su isla me admiraba su sabiduría instantánea y colectiva. Cualquier cubano se consideraba capaz de liquidar al comunismo o al capitalismo, enderezar a la América Latina, erradicar el hambre en África y enseñar a los Estados Unidos a ser potencial mundial. Y se asombran de que las demás gentes no comprendan cuan sencillas y evidentes son sus fórmulas. Así, viven entre ustedes, y no acaban de entender porque ustedes no hablan como ellos."

    Había llegado la nave al muelle. Alrededor del Profeta se arremolinaba la multitud transida de dolor. El Profeta tornose hacia ella como queriendo hablar, pero la emoción le ahogaba la voz. Hubo un largo minuto de conmovido silencio. Entonces se oyó la imprecación del timonel de la nave: "Decídase, mi hermano, dése un sabanaso y súbase ya, que ando con el schedul retrasao."

    El Profeta se volvió hacia la multitud, hizo un gesto de resignación y lentamente abordó la cubierta. Acto seguido, el timonel cubano puso proa al horizonte.