sábado, septiembre 21, 2019

Dimas Castellanos desde Cuba: Escasez de combustible en Cuba: la causa es interna.


Escasez de combustible en Cuba: la causa es interna

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'No regresaremos al Periodo Especial, sino a otro peor, que nada tendrá de coyuntural'.
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Por Dimas Castellanos
La Habana 20 Sep 2019

El fracaso de los sistemas totalitarios similares al cubano, en todas las épocas y lugares, desmiente el carácter coyuntural de la escasez de combustible.

Si coyuntural es una situación en la que una o varias causas inciden sobre algo en un momento determinado, para afirmar que "la política agresiva de EEUU" es la causa de la escasez, como reiteró el presidente cubano el 11 de septiembre, esa política primero, tendría que ser reciente y segundo, saber que la misma cambiará en corto tiempo. Además, si la crisis se limita al combustible, como también afirmó el presidente, habría que explicar la causa de los desabastecimientos de otros productos de primera necesidad que los cubanos venimos padeciendo desde hace mucho tiempo.

Como la política estadounidense hacia Cuba no es reciente, ni la escasez se limita al combustible, la causa hay que buscarla en otra parte. Las declaraciones de funcionarios cubanos brindan la pista para esa búsqueda.

En marzo de 2012 Marino Murillo, entonces ministro de Economía y Planificación, reconoció que el Ministerio de la Agricultura presentaba "un estado económico-financiero desfavorable por varios años, el cual influye negativamente en la gestión empresarial y dijo que han sido insuficientes las acciones y medidas adoptadas hasta la fecha para revertirlo".

Alejandro Gil Fernández, ministro de Economía y Planificación, en su informe a la Asamblea Nacional acerca del Plan de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030, reconoció que existen "fuertes restricciones financieras, atrasos en el pago de algunas deudas que impiden el adecuado funcionamiento de la economía y la consecución de los créditos previstos en el plan".

(Crisis del transporte en La Habana. J. E. RODRÍGUEZ DDC)

El 8 de julio de 2016, Raúl Castro dijo "es preciso reducir gastos de todo tipo que no sean imprescindibles, fomentar una cultura del ahorro y de aprovechamiento eficiente de los recursos disponibles... No negamos que puedan presentarse afectaciones, incluso mayores que las actuales".

El 14 de octubre de 2016, Teresita Rodríguez Cabrera, funcionaria de Biocubafarma, dijo a Granma que "en diciembre de 2015 se elaboraron las demandas para los próximos meses; en la primera mitad de 2016 comenzaron a agotarse muchos recursos porque oportunamente no se contó con el financiamiento necesario para pagar las deudas contraídas".

Rita María García Almaguer, del mismo organismo, reiteró que "si bien en otros momentos como el 2015 ocurrieron dificultades de contratación, hoy lo que pasa es que no contamos con el financiamiento de manera oportuna para poder pagar la deudas".

Las cuatro frases anteriores evidencian que la escasez de divisas no es reciente y, por tanto, que no estamos frente a una crisis coyuntural, sino ante el empeoramiento de una crisis financiera crónica.

Como las finanzas dependen de la salud de la economía —un terreno donde los seres humanos se mueven por intereses— la propiedad sobre los medios de producción y los salarios resultan vitales. En Cuba, la propiedad monopolizada por el Estado y los salarios insuficientes generan desinterés por los resultados productivos. A ello se une que, por sus limitaciones, las medidas implementadas no lograron neutralizar ese efecto negativo.

Para demostrarlo bastan los seis puntos siguientes:

1- El Decreto Ley 259 de 2008 (entrega de pequeñas parcelas de tierras) no arrojó los resultados esperados porque, además de múltiples trabas, los trabajadores, capaces de hacerlas producir, son usufructuarios de un bien ajeno, mientras el Estado, incapaz de lograrlo, es el propietario.

2- El Gobierno cubano, en lugar de fomentar las pequeñas y medianas empresas que existían, eliminó en 1968 los últimos 56.000 establecimientos de producción y de servicios privados que hasta ese momento sobrevivieron la ola de expropiaciones. Años después autorizó el trabajo por cuenta propia, sometido a múltiples restricciones para evitar el surgimiento de una clase media nacional.

3- El azúcar, otrora principal fuente de ingresos del país, retrocedió hasta igualar su producción con las zafras de la primera década del siglo pasado, lo que obligó, en algunas oportunidades a comprar el dulce en otros países para poder cumplir los compromisos internacionales.

4- Las pérdidas ocasionadas por la ineficiencia de ese modelo económico, según la propia Contraloría de la República, en 2017 arrojó pérdidas por 1.057 millones de pesos y en 2018 casi duplicó esa cifra.

5- Los 65.000 millones de dólares recibidos de la Unión Soviética en 30 años y otros tantos obtenidos en préstamos de países capitalistas, no se pudieron pagar. Por esa incapacidad Cuba se quedó sin créditos internacionales, logró renegociar una parte de la deuda, pero no ha podido cumplir totalmente con los nuevos compromisos. El resultado: no se cuenta con finanzas propias ni con los créditos necesarios.

6- Las gestiones para paliar la crisis con la Zona Especial de Desarrollo Mariel y la Ley de Inversiones Extranjeras, no lograron atraer las inversiones mínimas requeridas (2.000-2.500 millones de dólares anuales), algo que será más difícil después de la entrada en vigor del Título III de la Ley Helms-Burton.

Lo anterior se refleja en el Producto Interno Bruto (PIB), que con la desaparición de la Unión Soviética cayó bruscamente en un 34% y hasta hoy no se ha podido suplir esa caída. Para ello se requiere de un crecimiento anual sostenido del 7%, muy alejado de lo obtenido, incluyendo años como 2016, que descendió hasta el 1%.

Sin embargo, en lugar de atacar las causas de la involución, el Gobierno decidió blindar el modelo con una nueva Constitución para conservar: la existencia de un solo partido político; la supuesta "propiedad de todo el pueblo como forma principal", en la que el pueblo ni es dueño ni decide nada; la inexistencia de libertades y derechos; la soberanía del pueblo ejercida por las Asambleas del Poder Popular que responde a los intereses del partido en el poder; y finalmente, declarar irrevocable ese sistema, que es sinónimo de anclar el país al pasado.

Como es falso el carácter coyuntural de la escasez de combustible y la falta de voluntad política impide enfrentar las verdaderas causas, la crisis continuará su avance hasta que el modelo causante de la crisis se sustituya y se restablezcan las libertades y derechos para que los cubanos participen como sujetos activos en la recuperación del país. Mientras tanto no regresaremos al "Periodo Especial", sino más bien a otro peor, que nada tendrá de coyuntural.
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Published on Sep 19, 2019

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