jueves, noviembre 07, 2019

Orlando Freire Santana desde Cuba: ¿Dónde estaban los equipos que ahora venden en dólares?. La rapidez de aprovisionamiento de las nuevas tiendas en Cuba dan pie a la sospecha de que han utilizado reservas estatales.





¿Dónde estaban los equipos que ahora venden en dólares?

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La rapidez de aprovisionamiento de las nuevas tiendas en Cuba dan pie a la sospecha de que han utilizado reservas estatales.
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Por Orlando Freire Santana
La Habana
07 Nov 2019 


La prensa oficialista cubana ha brindado amplia cobertura a la venta de equipos en moneda libremente convertible que comenzó el pasado mes de octubre en determinadas tiendas de La Habana y Santiago de Cuba.  Mediante la habilitación de una tarjeta magnética contentiva de un saldo en dólares norteamericanos, las personas pueden adquirir televisores, refrigeradores, freezers y otros equipos electrodomésticos, así como partes y piezas de motos y autos.

Si tenemos en cuenta el poco tiempo transcurrido desde el momento en que se anunció el mecanismo que guía estas ventas, y las restricciones financieras que afronta el Gobierno cubano para acometer masivas importaciones, cualquiera podría imaginar que esos artículos se hallaban almacenados en el país antes de que comenzara dicha comercialización.

La gran afluencia de público hacia las tiendas seleccionadas para estas ventas, lo que ha motivado colas interminables en algunos de estos establecimientos, confirma la alta demanda de estos equipos que tiene la población.

Entonces, dada esa evidencia, cabría la siguiente interrogante: ¿por qué precisamente ahora es que los gobernantes cubanos se han decidido a revitalizar el uso del dólar en detrimento del peso cubano convertible (CUC)?

(Dólar en Cuba. ALEN LAUZÁN DDC)

Hay que recordar que el CUC surgió en los años 90 del "Periodo Especial", cuando la Isla necesitaba urgentemente dólares con que atenuar la crisis económica que padecía tras la desaparición de la Unión Soviética. A partir de ese momento las monedas extranjeras debían ser cambiadas a CUC para poder comprar en las tiendas recaudadoras de divisas (TRD) —por supuesto, mucho mejor abastecidas que las que ofertaban en moneda nacional (CUP)— que el Gobierno había habilitado para tales efectos.

Sucede que ya el cambio de la moneda extranjera no es la única vía para acceder al CUC,  pues en las Casas de Cambio (CADECA) la población puede comprar esa moneda mediante el uso del CUP, a razón de 1CUC=25CUP. En ese sentido eran divisas que los gobernantes cubanos estaban dejando de captar si continuaban ofertando las más demandadas mercancías mediante el pago en CUC.

Se da por descontado que la principal fuente con que cuentan los ciudadanos cubanos para acceder a las monedas extranjeras —además del dólar estadounidense pueden ser el euro, el yen y el dólar canadiense, entre otras— son las remesas provenientes del exterior. Lo anterior trae como resultado que se profundice la diferenciación entre los cubanos de la Isla. Es decir, entre los que poseen familiares en el exterior y reciben remesas, y aquellos que no cuentan con semejante ayuda.
Una situación que, de carambola, afectaría a la población afrodescendiente de la Isla, ya que la diáspora cubana está conformada mayoritariamente por personas de piel blanca. Se trata, a no dudarlo, de una realidad que podría ocasionarle más de un dolor de cabeza a las autoridades, máxime si consideramos que aun en el seno del oficialismo —recordar la Comisión José Antonio Aponte de la UNEAC— se alzan múltiples voces en contra de cualquier marginación hacia negros y mestizos.

En el orden práctico, esta posibilidad de adquirir artículos mediante las tarjetas magnéticas en moneda libremente convertible (MLB) no hace más que complicar la circulación monetaria en el país. En vez de eliminarse la dualidad monetaria, ahora asistimos a una especie de triada monetaria, pues se mantienen circulando el CUP y el CUC.  

Como colofón, podríamos añadir que este repentino abastecimiento de ciertas tiendas con artículos de alta demanda y de superior calidad a los que hasta ahora se habían ofertado en CUC, alimenta las sospechas de aquellos que no descartan la existencia de reservas estatales en almacenes, aun a costa de las necesidades de la población.