domingo, enero 26, 2020

Laura Rodríguez Fuentes desde Cuba: Libros de educación primaria en Cuba: manuales de ideología. Marxismo, loas a los países del (desaparecido) bloque socialista y a los 'héroes' de la revolución

Vilma Espin en las Naciones Unidas

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Libros de educación primaria en Cuba: manuales de ideología

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Marxismo, loas a los países del (desaparecido) bloque socialista y a los 'héroes' de la revolución. Así se plasma el lema que los niños cubanos deben repetir a diario: 'Pioneros por el comunismo, seremos como el Che'.
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Libro de lecturas de sexto grado. DDC

Por Laura Rodríguez Fuentes
Santa Clara
23 Ene 2020

A finales de los años 90, el periodista Mario Vallejo abordó a Vilma Espín en Nueva York, cuando la entonces presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) viajó a Estados Unidos para participar en una conferencia de Naciones Unidas. En la corta y rápida entrevista, el reportero indagó acerca del contenido de los libros de educación primaria en Cuba, específicamente, sobre el tema del uso de armas, tomando como referencia un texto que aparece en A leer, de primer grado, en la página 84. El mismo pasaje describe: "El miliciano tiene un fusil. Él ama la paz. En manos buenas, un fusil es bueno".

La fundadora de la FMC, que aún no se había percatado de que estaba siendo interpelada por un canal de Miami, respondió: "No debemos hacerle el juego a las porquerías que hacen por aquí y por allá", y agregó: "Muchacho, no me preguntes eso, que vas a perder el trabajo".

La gran mayoría de los libros escolares destinados a la educación primaria en Cuba fueron editados en 1990 por el sello Pueblo y Educación. El propio texto A leer, fue "corregido" en 2010 y presentado nuevamente con muy pocos cambios. En la página cuatro se observa la imagen de un miliciano vestido a la usanza de los años 80. A continuación aparecen otras ilustraciones y poemas sobre la boina militar, los fusiles o los desfiles del Primero de Mayo en la Plaza.

Más del 40% de los párrafos y lecturas presentes en el material de estudio primario sugieren cuestiones políticas y de contenido ideológico socialista, unos de forma más sutil que otros, sin dejar de destacar episodios de la lucha armada y a las figuras de Fidel Castro, Celia Sánchez, Camilo Cienfuegos y Ernesto Guevara. Las oraciones que encabezan el aprendizaje de las letras C y Ch, del texto de primer grado, hacen referencia a estos dos últimos actores de la historia revolucionaria mediante las sentencias "El Che luchó en Cuba" y "Camilo vive".

En un panel realizado en el Centro Cultural Cinematográfico ICAIC, el 28 de octubre de 2010, en el que participaron investigadores de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y varios autores de los volúmenes destinados a la educación primaria, se reconoció públicamente el desfase histórico de muchos de estos impresos, que datan de 1989 o 1990, con reediciones posteriores en las que los cambios son casi imperceptibles.

Ricardo Quiza, historiador y profesor de la Facultad de Filosofía e Historia de Universidad de La Habana, apuntó en el propio debate con los escritores, publicado en la revista Temas, que en los libros de texto se advierte "un predominio de la historia de los procesos políticos, últimamente sazonada con la impronta del marxismo y los procesos económicos, que promueve una visión demasiado estructuralista de la sociedad, enmarcada en cifras y datos; y salpicada con la épica y la actuación de grandes héroes y de grandes hazañas que supuestamente contribuyen a crear valores positivos, pero, a veces, en demasía".

Como resultado de la encuesta consumada por este grupo de investigadores y autores cubanos pudo verificarse que el 63,7% de las mujeres entrevistadas, y el 94,7% de los hombres, considera que los libros de texto resultan materiales complementarios para sus hijos. Al respecto, Enrique Pérez Díaz, escritor y ensayista cubano, subrayó que, al no contar con ejemplares completos y actualizados, los estudiantes recurren a otras vías para realizar las tareas, como internet o la Wikipedia portátil.

De la propia pesquisa también se dedujo que la mayoría de la población cubana estima que los manuales de educación primaria no reflejan la diversidad cultural y social del país. Gran parte del contenido y las imágenes complementarias son habanero-centristas y obvian cuestiones de género, raza y religión.

De acuerdo con Georgina Arias, pedagoga y especialista de la Dirección de Enseñanza Primaria del Ministerio de Educación (MINED), "los libros tienen muchas deficiencias. En el mundo se actualizan casi cada diez años. Nosotros, por razones obvias, no lo hemos podido hacer, el ministerio no ha podido afrontar de nuevo ese trabajo. Ya se sabe que no puede esperar más, porque han pasado veinte años (…) ya es necesario un perfeccionamiento general, como se hizo al principio".

Pioneros, por el comunismo

Malena Cárdenas, madre de un niño de ocho años, lleva tres meses a la espera de una visa para reunirse con su esposo en Estados Unidos. Hace pocas semanas, tuvo que entrevistarse con la directora de la escuela porque las profesoras estaban "asustando" a su hijo. Le decían que allá no tendría amigos, que era "un país de gente mala". En el comportamiento del menor, Malena ha detectado la influencia de los contenidos políticos en su aprendizaje.

"Cualquier ojo adulto, medianamente entrenado y hastiado de propaganda, puede notarlo", comenta. "Los niños, sin embargo, no se dan cuenta e incorporan a su pensamiento esa dosis de ideología. En los mismos libros de mi hijo les hablan de socialismo, de imperialismo, aun cuando ni siquiera sabía calcular. Tampoco se componen solo de esos textos, pero en las tareas, por ejemplo, les mandan a hacer oraciones relacionadas con figuras políticas, o con los CDR. Por suerte, las nuevas generaciones de padres tienen un pensamiento más autónomo y evitamos que los manipulen con la idea de los buenos y los malos".

Otra madre entrevistada afirma que le molesta sobremanera que su hijo tenga que aprender a leer y a escribir con textos que solamente hacen referencia a la lucha armada y "hasta las elecciones de candidatos", comenta. "Recuerdo uno que se trataba sobre cómo quería Fidel que fueran los niños".

Los materiales de lectura de primero, segundo y tercer grados mencionan repetidamente el vocablo "yanqui", asociándolo con actitudes malhechoras y en contraposición al concepto de hombre nuevo o pueblo cubano militante. El libro destinado al segundo grado fue editado en 1989 y en este pueden apreciarse estrofas de poemas al estilo de: "Por toda Cuba/ van los pioneros:/ son los soldados/ de un mundo nuevo" o "Ser como el bravo Che guerrillero,/ la meta hermosa de los pioneros". Al pie de esta página, como tarea de control a la lectura, los autores sitúan la pregunta: "¿Cómo quieren ser los pioneros cubanos?".

La profesora de Filosofía Rosa Álvarez destacó en la publicación de la revista Temas la importancia del pensamiento autonómico en niños y niñas. "A veces les digo a mis alumnos: 'Ustedes pueden estar en contra de lo que yo les diga'; quiero que polemicen, pero que tengan elementos para decir 'estoy en contra por esto y por lo otro'; por ello me parece que el sistema educativo está, de alguna manera, dirigido a crear personas que repitan slogans como loros, y eso no es lo que debe ser".

A Lourdes Ferrer, maestra retirada y dedicada actualmente a repasar diferentes materias en la sala de su casa, los planes de estudio metodológicos le exigían una formación marxista y socialista de sus alumnos. "Debíamos priorizar las lecturas relacionadas con los héroes de la Patria, tanto los de la epopeya independentista como los de la lucha revolucionaria. Eso, era indiscutible, venía desde arriba. Lo que traen los libros, eso es lo que tenías que enseñarle".

"Cada cubano un soldado"

La introducción a la historia de la nación cubana en los textos escolares aparece salpicada de pasajes y símbolos de la lucha guerrillera, así como constantes referencia a los países exsocialistas. Así puede notarse en diversos poesías y narraciones: "Yo sé cuentos muy bonitos/ de los héroes del Moncada, de la Sierra y los barbudos,/ del desembarco del Granma" (página 86, Lectura, 2do grado). A continuación, aparece la imagen de una niña que limpia las botas de sus padres milicianos que asistirán a un desfile al día siguiente y cuyo texto concluye con la frase: "Yo también seré miliciana, como papá y mamá".

En la escuela cubana, de acuerdo con la sicóloga Mireya Aldama, radicada desde hace años en Estados Unidos, la percepción política de los educandos se conforma desde el grado preescolar. "Los niños son capaces de captar el mensaje por repetitividad", afirma la especialista.

"Un ejemplo básico es el propio lema 'Pioneros por el comunismo, seremos como el Che'. A partir de edades tempranas se les enseña a identificarse con figuras y líderes políticos, su imagen, su semblanza. Se les muestran como especie de semidioses, sin defectos, casi inaccesibles. Desde los años 70, los libros cubanos muestran una imagen idílica de Cuba, y los países del aquel entonces campo socialista en contraposición con los llamados imperialistas, a veces de forma sutil, otras con marcado componente ideologizante".

Otro episodio del mismo libro, titulado Las FAR, refiere: "En las Fuerzas Armadas Revolucionarias están los soldados, los aviadores y los marinos. Todos son nuestros compañeros y llevan las armas para proteger al pueblo y defenderlo de sus enemigos. En los países socialistas las Fuerzas Armadas son revolucionarias. Y ser revolucionario quiere decir estar siempre de parte del pueblo y defenderlo siempre".

En un cuento corto de la página 163 piden como ejercicio de clase dramatizar la escena en que una niña soviética llamada Natasha recibe caramelos de caña de un "país valiente y lindo" como regalo por "portarse bien como buena pionera". Más adelante pueden leerse varios versos dedicados a la mujer cubana, que debe ser "cederista", "federada", "fusil al hombro" y "ternura y acción".

En diversos artículos y discusiones, los intelectuales cubanos han mostrado su inquietud por el contenido arcaico de los libros, sin hacer marcada mención al reiterado tema de la política. Se han referido, por lo general, a que no tocan temas sociales de la realidad nacional como la homosexualidad o la drogadicción. Algunos de estos manuales ni siquiera han actualizado los cargos de los dirigentes políticos. El profesor y secretario de la Comisión para el estudio de la historia de la iglesia en Cuba, Enrique López Oliva, dijo al respecto: "A mí me preocupan mucho los libros de texto. Soy su enemigo porque me recuerdan un poco los catecismos de la Iglesia católica, los manuales que me dan verdades que tengo que aprenderme de memoria y aceptar".

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La enseñanza en Cuba. ¿Instrucción o adoctrinamiento?


Por: Dr. Alberto Roteta Dorado.-
20 de agosto de 2019


Santa Cruz de Tenerife. España.- La lucha por la supervivencia es una condición inherente a todas las criaturas vivientes. El hombre es capaz de extrapolar esta cualidad a las instituciones, entidades, edificaciones e instancias fruto de su creación, a las que intenta salvar de la destrucción y del olvido cuando estas pasan a su fase decadente. Para esto se auxilia de formas muy inverosímiles, y aunque parezca increíble, con frecuencia acude a métodos cuasi inhumanos para salvaguardar lo que considera una reliquia. 

Es por esto que no debe sorprendernos cualquier disparate en los sendos titulares de algunos medios oficialistas cubanos, o en las llamadas redes sociales – tan de moda por estos tiempos–, los que movidos por cierto ímpetu en pos de hacer algo por su perdida revolución se empeñan en realzar aquellos elementos que aun siguen considerando dentro de sus “triunfos”, cual paradigmas intocables.  

Cuando creía haber visto todo alguien comparte lo que tal vez considera sea lo último en materia de “hazañas” de la revolución cubana. “Unesco: La educación cubana es un ejemplo para el mundo”, es el titular de un medio conocido como Actualidad, y que comparte en las redes uno de los que se empeña en hacer sobrevivir lo que resulta demasiado decadente y carcomido como para poder hacer algo por su supervivencia. 


Dicho artículo en realidad fue publicado en febrero de 2014. No obstante, el encargado de promoverlo ahora, a pesar de haber pasado más de cinco años, lo hace cumpliendo lo que le han “orientado” desde “niveles superiores” (tratando de emplear el obsoleto y ridículo lenguaje de los comunistas de la isla), esto es, tratar de demostrar al mundo las “proezas” de la llamada revolución cubana, justamente ahora que está en su peor momento, no solo desde el punto de vista económico con las grandes penurias y escaseces que ya todos conocemos, sino desde el punto de vista social, ético y moral.

(Martha del Carmen Mesa, Viceministra primera del Ministerio de Educación Superior (MES))

Recordemos que esa educación gratuita y para todos que tanto se han encargado de pregonar los defensores del castrismo no es más que una apariencia a modo de imagen estereotipada. Detrás de esa imagen, que al parecer la UNESCO se creyó, se esconde la verdadera historia de un sistema educativo fundamentado en el más cruel adoctrinamiento de nuestros tiempos. 

En los primeros años de la década del sesenta tuvieron lugar una serie de transformaciones capaces de invadir todos los espacios del territorio cubano. Nada ni nadie quedaron exentos a la terrorífica influencia de los radicales cambios que se gestaron de manera gradual, pero siempre aniquilando todo aquello que el régimen consideró “rezago del pasado” o residuos “pequeño-burgueses”, acudiendo a su terminología oficial.  

El llamado gobierno revolucionario se encargó de marginar a los profesores de una trayectoria destacada en los años precedentes al 1959 que no mantuvieran una conducta acorde a los nuevos cánones que estableció el comunismo. Esto determinó un gran éxodo de docentes, en su mayoría doctores en pedagogía, y en filosofía y letras por la Universidad de La Habana, y de otros que sin tener esta honorable categoría – actualmente corresponde a una licenciatura en ciencias pedagógicas– eran personas de una cultura extraordinaria y con vocación por el magisterio, lo que unido a la marginación que ejerció el régimen con los que se quedaron, originó el primer gran caos educacional.

A partir de entonces comenzaron los maestros y profesores improvisados que sin tener conocimientos  pedagogía – una verdadera ciencia y todo un arte en su sentido esencial y fundamental– tuvieron que dar “su paso al frente” ante el llamado que les hizo la naciente revolución cubana. 

(Jorge Mañach)

Atrás quedaron los tiempos de Jorge Mañach y de Medardo Vitier – por solo citar a dos insignes pedagogos y filósofos cubanos–, colosales pilares de la docencia en la etapa anterior a la usurpación del poder por Fidel Castro. Aquellos que no tenían una línea de formación, y ante todo de praxis, de carácter marxista no pudieron continuar sus investigaciones y sus labores en la docencia de un país que de la noche a la mañana se convirtió al socialismo, y en el que se declaró al engendro monstruoso de la filosofía marxista-leninista como forma oficial de filosofía.  

Con la campaña de alfabetización, promovida entre el 1 de enero de 1961 y el 22 de diciembre de 1962, comenzó el proceso de adoctrinamiento más grande de la historia de la nación cubana. Bajo la óptica de enseñar a leer y escribir a las multitudes se intentó – y por desgracia se logró– transformar el pensamiento de los hombres

Este fue el verdadero objetivo de la masiva campaña que tuvo como autor intelectual nada menos que al Che Guevara, personaje que ya por aquel entonces había dirigido los fusilamientos masivos de miles de cubanos y estaba a punto de declarar en la ONU que seguirían fusilando, amén de haber inculcado el odio entre los hombres, aunque actualmente los niños cubanos han de repetir, cual sagrado mantra, cada mañana antes de comenzar sus clases: “Pioneros por el comunismo, seremos como el Che”. 

Con este precedente qué se podía esperar de la educación cubana de la era castrista, considerada por los seguidores del régimen como etapa revolucionaria. La mala-suerte estaba echada. En lo adelante un fracaso tras otro ha caracterizado a la educación cubana, a pesar de que algunos se aferran a creer lo contrario, y lo peor, que sabiendo de sus derrotas se encargan de convertir cada revés en una “victoria”.  

Ya las multitudes estaban listas, cartilla y manual en mano, para reproducir las consignas comunistas devenidas luego en célebres frases del peor régimen del hemisferio occidental de nuestro tiempo. Luego las aspiraciones fueron otras. Había que hacer una campaña por alcanzar el sexto grado de escolaridad, después las Facultades Obrero-Campesinas, las pretensiones de un noveno grado, y con el tiempo la masividad de la educación superior, aunque algunos universitarios cubanos sean semianalfabetos.     

No importa que se tenga o no los conocimientos y las habilidades que se sobreentiende exijan los planes de estudios y las normas curriculares de la enseñanza. Hay que aprobarlos a todos; esa es la premisa del corrupto régimen que intenta afianzarse mostrando al mundo cifras numéricas y  sin importar la calidad, algo que la UNESCO en 2014, y posteriormente otras instituciones internacionales, al parecer desconocen o prefieren desconocer. 

Si se realizara un sondeo mediante una muestra aleatoria estratificada a estudiantes de diversos niveles de la enseñanza podrá comprobarse el grado de desconocimiento generalizado de los educandos cubanos, incluidos los universitarios de cualquier carrera.

Se perfectamente que esto no es un fenómeno exclusivo de la educación cubana, sino que de manera general en el mundo existen serios problemas con la calidad del aprendizaje y la enseñanza. Solo que no siempre nos encontramos con un disparate tan grande como el que se comparte en las redes sociales, aún cuando es noticia algo caducada, acerca de que “La educación cubana es un ejemplo para el mundo”. 

Este escueto escrito que se publicó en el medio Actualidad está basado en informaciones de aspecto cuantitativo como: calidad, primera infancia, la primaria, los jóvenes, la alfabetización de los adultos y la paridad entre los sexos; dejando a un lado los aspectos cualitativos, donde se debió incluir la  de la enseñanza siempre que esta se hubiera medido en realidad por observadores mediante la aplicación de métodos cualitativos y no reafirmada según los datos ofrecidos por las autoridades del castrismo.  

Debe distinguirse bien lo que es instrucción, educación y en primer lugar lo que es adoctrinamiento. Es justamente esta última categoría la que ha prevalecido en el sistema educativo cubano, esto es, su verdadera razón de ser para lograr el servilismo masivo que se requiere para sostener a un sistema dictatorial y totalitario. 

¿Cómo pueden instituciones y organizaciones creerse semejante disparate cuando en realidad cada inicio de un curso escolar representa una odisea ante la carencia de maestros y profesores, sin contar que la calidad de dichos maestros es la peor?

Justamente al inicio del curso escolar 2014-2015, coincidiendo con el año en que la UNESCO declaró de manera pública la idea de que el sistema de enseñanza cubano constituye un ejemplo para el mundo, había un déficit de 10. 800 maestros y profesores, lo que significa que solo se contaba con el 93% de la plantilla requerida para poder ofrecer instrucción a casi dos millones de educandos de diversos niveles de la enseñanza.   

Esta deficiencia se ha mantenido cada curso toda vez que al inicio del curso 2016-2017 se repetía la historia, esta vez con el 94,2% de los docentes requeridos; aunque en este curso se reporta que 390 centros escolares se encontraban en estado crítico en cuanto a infraestructura, lo que determinó que se tuvieran que reubicar miles de estudiantes en otros centros ante el cierre de dichos colegios a punto de derrumbarse. En el 2017-2018 hubo un déficit de 16.000 maestros y para el curso 2018-2019 una carencia de 10.000, lo que demuestra que resulta imposible el slogan de que la educación cubana sea un modelo ante el mundo.

No obstante, los dirigentes comunistas de la isla se mantienen aferrados a un “proceso de perfeccionamiento de la educación” que jamás termina – como tampoco culmina la disparatada idea de esa sociedad que hace seis décadas dicen estar edificando mediante la permanencia de un modelo socioeconómico de tipo socialista–, y que sin importar las consecuencias pretenden sostener. 

Dentro de las llamadas “estrategias” que el régimen ha adoptado en sus intentos de hacer sobrevivir la “educación” en medio del caos se encuentran ideas tan disparatadas como la utilización de adolescentes de 15 años, los que recién han concluido sus estudios de secundaria básica, para “formarlos” como profesores de dicho nivel de enseñanza. 

Ya se podrán imaginar los lectores que podrá salir de este nuevo engendro propuesto en el 2017, toda vez que dichos educandos al no haber recibido una formación con un mínimo de calidad no podrá esperarse que puedan aportar absolutamente nada a los estudiantes, excepto la reiteración de las consignas socialistas y alguna que otra reseña de elogio –aprendida de memoria unas horas antes se presentarse al aula– al considerado líder histórico de la llamada revolución cubana, con lo que incentivarán el culto a la personalidad, la adoración y el servilismo que tanto promueven los sistemas totalitarios. 

Otra de las opciones a las que ha tenido que acudir la dictadura castrista consiste en utilizar a estudiantes de la enseñanza universitaria entre el tercer y quinto años de estudios para dar clases en las secundarias básicas, nivel del mayor déficit de maestros; otro desacierto, por cuanto, se sobreentiende que dichos estudiantes no tengan motivaciones de carácter pedagógico y solo asumirán su rol por cumplir lo establecido sin ser señalados luego como una negación ante una “tarea designada por la revolución”.   
     
En fin, que si alguna vez alguien dudó de las historias que se cuentan acerca de que durante los exámenes de ingreso a la universidad los aspirantes no saben escribir correctamente la letra del himno nacional cubano, o no tienen la menor idea de los aspectos más elementales de la historia patria, o de la pésima ortografía de aquellos que salen de las universidades cubanas, que no quepa la menor duda, todo es real, aunque para muchos resulte increíble. 

A estas alturas ¿qué más da? Al fin de cuentas  –como suele ponerse en sendos carteles en la isla– “la universidad es para los revolucionarios”, y algunos seguirán creyendo la utopía de que “la educación cubana es un modelo para el mundo”; solo que dicho modelo es el del adoctrinamiento y no el de la instrucción. 
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Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

Cuba en 1958 tenía uno de los índices de analfabetismo más bajos del continente americano; diferentes autores los sitúan entre el 18% y el 23%. Una frase de Fidel Castro fue  ¨yo no te digo cree, yo te digo lee¨. Lo que no dijo el Manipulador en Jefe es que se iba a apropiar de todos los medios masivos de comunicación de Cuba, en particular de la prensa escrita y de todas las imprentas, y que sólo se publicaría lo que la tiranía quería que el pueblo cubano leyera, a la vez que prohibía la entrada al país de diarios, libros, revistas, etc. que tuvieran un mensaje en contradicción con el adoctrinamiento  que le imponía el naciente Castrismo  al pueblo cubano con su bloqueo cultural e informativo.

¿ Por qué tanto interés del Castrismo con respecto a la Educación?

Tengo la opinión que una de las razones fundamentales era, y es,  el adoctrinamiento:

En la educación está el instrumento fundamental de la sociedad para desarrollar los individuos integrales capaces de vivir en el comunismo. 
Fidel Castro Ruz
Discurso en el Acto Central en conmemoración del XX Aniversario del Asalto al Cuartel Moncada

Todas las instalaciones de la ¨Escuela Nueva¨ fueron construidas con los recursos financieros que forman parte de la deuda de Cuba con los antiguos países socialistas que el Castrismo no ha pagado ni nunca pagará.  Este bloguista fue becario del anterior Plan de Becas del Gobierno Revolucionario (para evadir el Servicio Militar Obigatorio) en ese entonces, y hasta hoy,  las viviendas  y escuelas fueron las robadas, tanto a Iglesia, Instituciones como a personas privadas, por la recien impuesta tiranía Castrista.

Pero el ya finado tirano en jefe no fue  nada original  en usar la educación para imponer sus objetivos ideológicos; veamos:

La Educación  puede convertirse no en la llave  de la Libertad sino en las cadenas cuando la Educación  no es liberadora y sí liberticida  como cuando es convertida en adoctrinamiento...





Alfabetizadoras cubanas en el antiguo Cinódromoal cual se le llamó posteriormente Estadium Eduardo Saborit, el autor de  la canción Cuba, qué linda es Cuba y del himno de la alfabetización; foto de archivo.

Muchos brigadistas fueron enviados zonas de conflicto armado  con una cartilla Castrista  para adoctrinar  enseñando la letra F con el nombre Fidel, la letra R con la palabra Revolución, etc. y cantando el himno  de la alfabetización  cuya letra  muestro a continuación. La perversidad del Castrismo buscando mártires de vidas ajenas  es inigualable en la historia cubana,  pues saben que en los conflictos armados se hace presente el heroismo pero también en algunas personas,  independientemente de la causa  por la que estén luchandom,  los peores y más bajos sentimientos del ser humano .

Himno de la Alfabetización. Eduardo Saborit

Somos la Brigada Conrado Benítez,
somos la vanguardia de la Revolución,
con el libro en alto cumplimos una meta:
llevar a toda Cuba la alfabetización.
Por llanos y montañas el brigadista va,
cumpliendo con la Patria, luchando por la paz.
¡Abajo  imperialismo!, ¡Arriba  libertad!
Llevamos con las letras la luz de la verdad.
Cuba, Cuba, estudio, trabajo, fusil,
lápiz, cartilla, manual,
 alfabetizar, aalfabetizar.

 Ah!, El adolescente de 16 años Manuel Ascunce Domenech  fue situado en un momento álgido de la lucha  en casa de Pedro Lantigua, un campesino de la zona que era guía (práctico) de las tropas Castristas que combatían a los alzados antiCastristas y que les mostraba a la tropa  los lugares donde  los alzados podían refugiarse, según testimonió (a principios de los años 90s del pasado siglo XX en unos supuestos juicios sobre el daño del Imperialismo norteamericano al pueblo de Cuba) el General Anibal Velaz  quién era un alto jefe del MINFAR en toda la provincia de Las Villas en esos años.. Los alzados ya le habían enviado amenazas a Pedro Lantigua. El jefe de la tenientura que llevó a cabo el asesinato de Manuel Ascunce Domenech y la muerte de Pedro Lantigua fue Braulio Amador sin que se tenga conocimiento, hasta ahora,  que alguna capitanía o comandancia de los alzados tuviera conocimiento o hubiera dado la orden de asesinar al adolescente brigadista, aunque Fidel Castro  en un discurso culpó a los jefes insurgentes de las montañas del Escambray..

Guillermo Fariñas, quién, según él,  tuvo un tío  en el selecto grupo El Molino  de la Seguridad del Estado, en la provincia de Las Villas y su padre combatió en El Congo junto a Che Guevara, escribió en  su artículo TOTAL FALTA DE CONSIDERACIÓN : 

Luís Felipe Denis Díaz, un difunto General, en una conferencia en los Camilitos de la desaparecida provincia de Las Villas expresó: “Nosotros como Seguridad del Estado contábamos con la colaboración de los maestros voluntarios en las zonas de guerra”. Así que serán los historiadores quienes dirán si Ascunce era  colaborador o no de la Seguridad del Estado o quizás  hasta agente pues hubo reclutamientos  por parte del DSE hasta de adolescentes de 13 años.

Luís Felipe Denis Díaz fue el jefe de la Seguridad del Estado en todo El Escambray cuando la lucha contra las guerrillas antiCastristas y anticomunistas.

Manuel Ascunce Domenech no fue el único brigadista asesinado. El Castrismo obtuvo sus mártires para sostener su régimen ¨de difuntos y flores¨.


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