martes, diciembre 27, 2022

La mala hora del Gallo Zamora, Julio Aleaga Pesant desde Cuba sobre el papel del coronel de la DGI y embajador cubano en Perú, Carlos Zamora Rodríguez, en lo ocurrido durante las últimas semanas en Perú

 
Tomado de https://www.cubaencuentro.com

La mala hora del Gallo Zamora

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El papel del coronel de la DGI y embajador cubano en Perú, Carlos Zamora Rodríguez, en lo ocurrido durante las últimas semanas en la nación latinoamericana

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Carlos Zamora Rodríguez, Coronel de la Dirección de Inteligencia y Embajador castrista de Cuba en Perú

Por Julio Aleaga Pesant

Manzanillo

23/12/2022s

El Perú vive momentos de convulsiones desde el pasado 7 de diciembre cuando el entonces presidente Pedro Castillo, en un suicidio político intento sin éxito dar un golpe de Estado. De inmediato la sociedad civil y los poderes del Estado se estructuraron de manera coherente para destituirle.

Solo la DINI (Dirección nacional de Inteligencia) y sus tres jefes en las últimas semanas, generales Fernández La Torre, Javier Sotomayor y Wilson Barrantes, estaban al tanto, de la revuelta de dimensiones y estructuras solo conocidas en América Latina, y bajo el amparo de la estrategia imperialista de La Habana.

En ese entramado el embajador cubano Carlos Zamora Rodríguez, alias “El Gallo”, y los funcionarios de la legación, así como los grupos de presión desde el MRTA, hasta la asociación de padres de estudiantes de la Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana (ELAM), por citar varios ejemplos, tendrían un rol.

¿Es primera vez que el coronel de la DGI y embajador, se embarca en esas misiones? No. Este oficial, ya estuvo en Panamá con Noriega, en Brasil, para la negociación a tras manos de “Mais Médicos”, con Dilma Rouseff, y en Bolivia, cuando la cesación de Evo Morales. Sin embargo, en esta oportunidad, las cosas parecen no marcharle bien.

Patrón de conducta.

En los últimos 20 años, y luego que el partido comunista de Cuba abandonara la guerra de guerrillas en Latinoamérica, y se enfocara en los procesos electorales, intento presionarlos estableciendo una estrategia de violencia callejera que les permitiera lograr objetivos más ambiciosos. Varios son los casos de este tipo de presión: Venezuela 2002, Honduras 2009, Ecuador 2010 y 2019, Bolivia 2019, Chile 2019, Colombia 2019, 20 y 21 y ahora Perú.

En Honduras 2009, la revuelta comenzó luego que los poderes concluyeran que el presidente Manuel Celaya violaba la constitución con aquello de la cuarta urna y la intromisión de boletas impresa en Venezuela. Esa madrugada de junio Manuel Celaya fue sacado a la fuerza de su casa, montado en un avión y depositado en Costa Rica en una de las operaciones de control de la situación exitosa. La pataleta fue inmediata. Miles de hondureños, bajo las órdenes de los agentes de influencia al servicio de Cuba, se lanzaron a las calles, e intentaron revertir la situación sin éxito. Seis meses después y con respetabilidad democrática y elecciones libres. Asumió un nuevo presidente.

En Ecuador 2010, una huelga de policías sin mayores pretensiones fue convertida verbalmente por el presidente Rafael Correa, en un golpe de Estado. Cientos de miles de ecuatorianos, salieron a las calles a apoyar al ahora fugitivo de la justicia y de esa manera se sembró en el poder. La revuelta produjo muertos y heridos.

En octubre de 2019 Bolivia fue un caso parecido. El entonces presidente Evo Morales fue cogido en fraude infraganti y depuesto por el resto de los poderes del Estado. De inmediato, cientos de miles de personas, en especial las de El Alto, invadieron La Paz en apoyo el cocalero y sus secuaces. Se demostró que las misiones medicas cubanas, funcionaban como coordinadoras de la rebelión y entregaban dinero a los rebeldes. Luego de una transición exitosa de gobierno y elecciones reconocidas como tal, la sucesora Jeaninne Añez entregó el poder a Luis Arce, del partido de Evo, el Movimiento al Socialismo, y fue encarcelada junto con los mandos que supieron aterrizar al país, en medio de la crisis.

Casualmente el embajador en la Paz, era Carlos Zamora.

En noviembre de 2019 en Chile, durante el gobierno de Sebastián Piñera, el aumento de 3 centavos de dólar del precio del pasaje del Metro provocó una violenta rebelión, que en una noche vio como ardían más de 170 estaciones del Metro de Santiago. La coincidencia llevo a las autoridades a considerar que hubo planificación y estructuración del vandalismo. Aunque los sediciosos no lograron sus objetivos, el país y el gobierno quedaron tocados de muerte, solo salvado por la payasada de intento de Constituyente condenada en plebiscito posterior.

El escenario internacional

La política imperialista del partido comunista de Cuba tiene un fuerte soporte internacional y largos tentáculos. Entre ellos está el poder blando de las asociaciones de amistad, ONG de temas como las mujeres, homosexuales, negros y aborígenes, movimientos campesinos y un no muy largo etc. Pero también tiene su mano violenta comprendida, por antiguos guerrilleros, convertidos en narcotraficantes y secuestradores, y hasta los narcos y cocaleros, sin más pretensión política que ganar dinero.

Pero también hay gobiernos que cumplen sus designios. El presidente de México, Andrés Manuel, enfermo de protagonismo, y de liderar a la “izquierda” continental, y que jugó un importante rol en sacar a Evo del atolladero en 2019, ahora también se precipito a salvar a Pedro Castillo. México junto a Argentina, Bolivia y Colombia, todos gobiernos satélites de La Habana se apuraron a defender a Castillo. Y hubo una fuerte nota de la cancillería peruana, seguida de un llamado de embajadores en esos países.

Sin embargo, todo indica que la Dirección Nacional de Inteligencia del Perú (DINI) se le había adelantado al Gobierno cubano y había bloqueado los accesos a ambas embajadas, por si es escurridizo Castillo, se fuera asilar a alguna de ellas.

No obstante, en la reunión por el aniversario de la Alianza Bolivariana (ALBA), la otra parte de los satélites habaneros, rápidamente apoyaron al recluido expresidente Pedro Castillo y a las manifestaciones que han causado hasta ahora, muertos y heridos.

Coda

Todo indica que la DINI, estaba muy al tanto de los manejos del embajador cubano en Lima, y de sus relaciones con grupos terroristas, indígenas, narcotraficantes y cocaleros, y a diferencia de Chile (2019) y aprendiendo de Honduras (2009) han salido a cortar el mal de la destrucción del Estado democrático, de raíz.

Seguro que el Gallo se quedará de embajador, pero luego de la derrota de los golpistas, se quedará sin plumas y cacareando.

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