viernes, marzo 17, 2023

Team Asere: apenas un fragmento de la Cuba posible. Ana León escribe desde Cuba en el marco del Clásico Mundial de Béisbol 2023:

 Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

El tirano Fidel Castro Ruz le llamaba ¨la pelota esclava¨ al béisbol profesional  y le llamaba ¨la pelota  libre¨al béisbol aficionado o amateur.  En este Clásico Mundial de Baseball  del 2023  la supuestamente ¨pelota esclava¨  le sacó las castañas del fuego  a la erróneamente llamada ¨pelota libre¨.

Antes de 1959 existían en Cuba tres tipos de ligas de béisbol: la profesional, la  de aficionados (amateur) y la ¨semipro¨. En 1961 la incipiente tiranía Castrista  prohibió supuestamente  la práctica profesional de los deportes, eliminando la Liga Cubana de Béisbol. La inauguración de la primera Serie Nacional de Béisbol de Cuba ocurrió el 14 de enero de 1962 en el llamado Gran Stadium del Cerro, rebautizado como Estadio Latinoamericano. Realmente  a partir  de esa prohibición los deportes, y en particular el béisbol,   pasaron a ser deportes profesionales  de muy bajo costo para el Estado, pues para aquellos deportistas destacados se les daban continuas ¨licencias deportivas¨  en sus antiguos o en  nuevos centros de trabajos donde nunca laboraron y así cobrar  salarios sin laborar en esos centros, ni en ningún otro, por dedicarse a tiempo completo a la práctica de deportes. Esos deportistas  formaban parte de las plantillas de esos centros hasta en plazas o posiciones  que no sabían desempeñar.   

Fidel Castro intentó en su juventud ser pelotero profesional pero  fue desaprobado por  Preston Gómez, un entonces reconocido  scout  o reclutador  de peloteros.

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Tomado de https://www.cubanet.org/

Team Asere: apenas un fragmento de la Cuba posible

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El resultado inesperado ha removido un sentimiento precioso en los cubanos, que los aguafiestas de siempre intentan mancillar con su triunfalismo de quincalla

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Por Ana León

16 de marzo, 2023

LA HABANA, Cuba.- A pesar de los malos augurios, las críticas feroces, los memes y el deseo profundo —manifestado por muchos dentro y fuera de las redes sociales— de que el Equipo Cuba hiciera un papelazo en el Clásico Mundial de Béisbol, la escuadra antillana ha pasado a las semifinales del evento, poniéndole punto en boca a quienes pronosticaron que no iba a pasar de la primera ronda.

La victoria conseguida ante Australia ha dejado una rara sensación entre quienes no esperaban nada del equipo cubano. La sorpresa los ha descolocado y ahora mismo muchos se debaten entre el pesimismo cultivado por años, y la esperanza de que los peloteros nacidos en esta sufrida isla, y esparcidos por el mundo, vuelvan a brillar como equipo en certámenes internacionales.

Entre el desconcierto y la emoción ha venido a colarse la política, con fuerza renovada tras el avance del equipo y a pesar de los que han exhortado a mantener el deporte al margen de las diferencias ideológicas. Es un mal inevitable, al parecer, pero muy azuzado desde la cúpula del poder dictatorial que reside en La Habana.

Desde sus redes sociales Miguel Díaz-Canel, Lis Cuesta y Gerardo Hernández han sido los primeros en politizar las victorias del Equipo Cuba, asociándolas incluso al hashtag oficial de las “elecciones” convocadas para el próximo 26 de marzo: mejor es posible. Y es que el régimen, a falta de capacidad para generar entusiasmo con su retórica continuista, necesita de acontecimientos positivos que contribuyan a aligerar el enorme descontento popular de cara al sufragio.

No puede decirse, sin embargo, que en cada esquina se esté hablando de pelota. Se necesita mucho más que la unión de buenos jugadores en el Clásico Mundial para recuperar los encendidos debates de la “esquina caliente” del Parque Central, y el espíritu beisbolero que inundaba esta nación, de una punta a la otra.

Pero algo es algo, y este resultado inesperado ha removido un sentimiento precioso en los cubanos, que los aguafiestas de siempre intentan mancillar con sus consignas y su triunfalismo de quincalla. La sombra de la politiquería más chancletera se cierne sobre el equipo antillano, que constituye apenas el esbozo de una Cuba posible.

Estamos muy lejos de la reconciliación nacional que algunos se empeñan en ver a través de la composición del line up cubano, que por primera vez ha reunido a atletas “de aquí y de allá”. Hay que tener bien claro que la mitad de esos peloteros comulgan con la dictadura, acatan y defienden su proceder. En la otra mitad se ubican los atletas neutrales, los “tolerables” porque han mantenido silencio sobre el carácter totalitario del Gobierno cubano, y los acontecimientos que han estremecido al país en los últimos tres años.

El régimen cuenta con sus fieles y con aquellos que no expresan ningún compromiso. Eso le basta para presumir y provocar. Pero Cuba, en tanto nación, no puede excluir a Aroldis Chapman, Yasmany Tomás, Yulieski Gourriel, Pito Abreu y otros excelentes peloteros que se le hacen incómodos al Partido Comunista por decir lo que piensan, por recordarle a todo el que quiera escuchar que ayer el castrismo los despreció por “desertores”, y hoy les niega incluso el derecho de regresar a su patria.

Quienes dicen no querer saber de política cuando se habla de deporte, parecen olvidar cuántas pésimas actuaciones y derrotas hicieron falta para que las autoridades deportivas de Cuba se decidieran a convocar a los peloteros que juegan en ligas profesionales. Olvidan que por décadas los intereses políticos e ideológicos han primado por encima de la calidad deportiva y la justicia con atletas que lo han dado todo sobre el terreno, para al final ser excluidos de importantes eventos porque “no son confiables”.

El equipo que disputará la semifinal del Clásico en Miami es apenas un fragmento de la Cuba posible, esa Cuba de todos que, desde la cúpula, no dejan de boicotear. Porque no pueden ser más que sabotajes los vulgares y trillados post subidos a Facebook por esa caterva gobernante, que vive del efectismo y la demagogia. Cualquiera diría que lo hacen para incomodar, para que su mala vibra llegue a la afición y a los jugadores, para que los ánimos se caldeen aún más y las opiniones se polaricen al extremo.

No le bastó a la constelación de obesos con asistir a los entrenamientos en el Estadio Latinoamericano. Ahora Lis Cuesta pide a los babalawos “activarse” y lanzar agua y cascarilla al terreno.

Se puede ser más ridícula, pero no más ordinaria. La federada Cuesta haría bien en recordar que Díaz-Canel recibió una mpaka al inicio de su mandato, y le ha ido de mal en peor. Los orishas también castigan cuando se les invoca en vano, o por mero esnobismo, como es el caso de esa señora.

Mientras el espía Gerardo Hernández citaba a Martí en un tweet, para no desprestigiarse con una frase de su propia cosecha, Díaz-Canel recurrió a una torpe analogía entre la victoria de Cuba frente a Australia y la conmemoración de otro aniversario de la Protesta de Baraguá. Espasmo ideológico en su estado puro; apogeo de la continuidad patriotera.

Y todavía culpan a la emigración cubana de querer politizarlo todo.

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Pasa la bola

Apr 14, 2021

Peloteros de las grandes ligas y artistas cantan por la libertad de Cuba. Euclides Rojas, Rene Arocha, Orlando el Duque Hernandez y Angel Leocadio Diaz. Cesar Prieto escapa de la seleccion cubana de beisbol (baseball). Felicidades. Jorge Trigoura, George Marcos, Tania de Marcos. Marietta Gutierrez.

Pasa la Bola Cuba (Video Oficial)


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