Nota del Bloguista de Baracutey Cubano
El grito de la Caridad de Macaca, en Media Luna, Oriente, donde estaba el ingenio La Caridad de Macaca, se dice, por algunas que otra personas, que se dió un alzamiento anterior al del 10 de octubre de Carlos Manuel de Céspedes y López del Castillo.
9 de octubre, la antesala
¿Hubo acaso acciones preliminares a la madrugada del 10 de octubre? La respuesta es sí. Conocidas las intenciones de Céspedes, en la zona de Guatíberes, al norte de Yara, se reunieron el 9 de octubre más de 120 patriotas con Ángel Maestre a la cabeza. En San José, finca cercana a Manzanillo, Bartolomé Masó se acaudilló con otro grupo y en Guá, Manuel de Jesús Calvar congregó a más de 80 hombres.
Sin embargo, no se puede dejar de resaltar los hechos acontecidos ese día en la finca Caridad de Macaca, posesión de Pedro María de Céspedes, hermano de Carlos Manuel. Cuando hasta ese sitio llegó Francisco Estrada Céspedes, sobrino político del Padre de la Patria, con la noticia de que al día siguiente su tío se alzaría en armas, Pedro expresó: «¿A qué esperar a mañana si podemos hacerlo hoy?». Y junto a 400 hombres salió rumbo a La Demajagua.
General español Juan Prim y Prats (12 de diciembre de 1814 – 30 de diciembre de 1870)
Quizás la relación de amistad entre Carlos Manuel de Céspedes y del Castillo (Carlos Manuel Perfecto del Carmen de Céspedes y López del Castillo nacido en Bayamo el 18 de abril de 1819 y muerto en la Sierra Maestra el 27 de febrero de 1874) y el General español Juan Prim y Prats (12 de diciembre de 1814 – 30 de diciembre de 1870) haya sido un factor importante para que Céspedes se adelantara en el alzamiento sin contar con el jefe de la conspiración ( Francisco Vicente Aguilera) ni con los otros conspiradores para los cuales, que yo sepa, no hubo ningún telegrama para ser detenidos por las autoridades y mucho menos un telegrama similar al que supuestamente emitió desde La Habana el Capitán General de la isla, notificándole al gobernador de Bayamo que detuviese a Céspedes por estar conspirando.
Veamos a continuación la relación entre Céspedes y Prim con la posible autonomía o independencia de Cuba.
Si mal no recuerdo, en la revista
Masas, de la que fue Director el entonces joven Carlos Rafael Rodríguez, se publicó que Carlos Manuel de Céspedes y el que sería
General Juan Prim se conocieron en España y su amistad continuó con los años. En la mencionada revista se decía que entre Carlos Manuel de Céspedes y Juan Prim se hablaba sobre el futuro de Cuba en su relación con España.
Se conoce que Céspedes se vinculó a una conspiración en la que participaba Juan Prim. Al fracasar la conspiración, Céspedes tuvo que abandonar España en 1843. Se sabe que Juan Prim, por sus misiones y responsabilidades militares, estuvo en La Habana a principios de los años 60 de ese siglo XIX.
A finales de septiembre de 1868 triunfa en España la Revolución conocida como La Gloriosa en la que Juan Prim tuvo mucho que ver. La Revolución fue fruto de la unión de unionistas, demócratas y progresistas con el fin común de derrocar a Isabel II, pero con diferentes intereses y objetivos políticos en otros aspectos políticos:
¨El 17 de septiembre Prim, Sagasta y Ruiz Zorilla desembarcaron en Gibraltar. Al día siguiente comenzó oficialmente la Revolución. Prim aceptó que el general Serrano figurase al frente de la misma. La población gaditana se sumó a la sublevación. Poco después Sevilla y Almería se unieron a la misma.
En Madrid el Gobierno de González Brabo fue sustituído por el marqués de la Habana. A finales de septiembre Madrid cedía a la revolución y la reina Isabel II partía para Francia. A los ojos del pueblo, el héroe de la Revolución era Prim.
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Los demócratas se subdividían en varios grupos, los republicanos federales, los republicanos unitarios o los cimbrios a favor de la monarquía.
La Revolución creó dos órganos de poder, el Goberno provisional que reunía a militares y partidos progresista y unionista, y las Juntas revolucionarias, formadas por demócratas y el apoyo popular. Eran un medio para dirigir y controlar la sublevación. Las Juntas revolucionarias querían la implantación de la República.
El Gobierno provisional quedó formado por el general Serrano como Presidente y Prim en el Ministerio de la Guerra y con cinco ministros progresistas y tres unionistas.¨
Posteriormente se estableció que hasta que se encontrara un nuevo Rey, el General Serrano sería Regente (ocuparía el lugar del Rey) y el General Juan Prim sería el Presidente del Gobierno y Ministro de la Guerra.
En el anterior enlace también se lee:
¨Tras la llegada de Prim al poder pronto apareció el problema de Cuba que buscaba también su independencia de España. Prim intentó llegar a un acuerdo, pero la intromisión norteamericana, la revuelta independentista y el rechazo en España al envío de tropas que era necesario si se quería mantener Cuba dificultaron dicha solución. Prim sabía que la independencia de Cuba era cuestión de tiempo. Pero España seguía pensando que Cuba era parte de la patria. También los españoles en Cuba tenían mucha influencia en la prensa y en los ámbitos financieros del país.
Primero se envió al general Dulce a La Habana como capitán general en 1869. Los intentos de pacificar el país fueron inútiles debido, sobre todo, a la intransigencia de los revolucionarios. Se intentó después por la fuerza. Caballero de Rodas sustituyó a Dulce y la lucha se recrudeció. Casi 50.000 soldados fueron enviados a Cuba. Al mismo tiempo comenzaron las negociaciones con Estados Unidos que llegó a ofrecer 125 millones de dólares por la autonomía de Cuba. Sin embargo la premisa era que los insurrectos depusieran las armas, cosa que no se logró.
Hacia finales de 1870 Prim ya tenía asegurado a Amadeo de Saboya como nuevo rey y es posible que no quisiera cargarle con el problema de una guerra en Cuba, lo que suponía desprenderse de la misma. Quizás estas intenciones fueron conocidas en La Habana, lo que provocaría el rechazo de los españoles residentes allí.
En España y en Cuba habían grupos políticos y económicos que por disímiles razones deseaban la muerte del General Prim; en el artículo al que lleva el enlace se puede conocer y profundizar quienes y porqué le deseaban la muerte. El 27 de diciembre de 1870 se llevó a cabo un atentado contra el General Prim, el cual murió el día 30 de dicembre de ese año. Aún hoy dicho magnicidio no ha sido resuelto; ninguna herida era mortal y se cree que murió de septicemia. No se llamó al mejor cirujano que vivía en Madrid.
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(fragmento)
Carlos Manuel de Céspedes, el mal llamado ¨Padre¨ de la Patria, era un abogado arruinado, que había dilapidado el patrimonio paterno en viajes por el mundo.
Cuando se quedó sin dinero, regresó a Cuba al Ingenio la Demajagua que estaba completamente quebrado, era una ruina total con un puñado de esclavos que apenas se podían alimentar.
Para Céspedes fue un alivio quedar como que liberó a los esclavos... y no que perdio a los esclavos porque se quedó sin dinero. Cualquier cosa antes de pasar por la verguenza de que estaba arruinado.
Es Francisco Vicente Aguilera el que debería ser nombrado el verdadero ¨Padre de la Patria¨, porque fue el verdadero organizador del alzamiento por la independencia.
Aguilera, era además el hombre más rico en todo Oriente y quizás de la isla, con grandes contingentes de esclavos y con una fortuna en metálico que se calculaba en varios millones de pesos en oro.
Poseía fincas rústicas en Bayamo, Jiguaní, Las Tunas y Manzanillo, en las cuales había varios ingenios y extensísimas zonas dedicadas al cultivo agrícola y a la crianza de ganado de muy diverso tipo.
Sus fincas urbanas no eran menos. En Bayamo eran de su propiedad el teatro de la ciudad, dos casas de pisos múltiples, muchas otras casas de menor tamaño y un almacén de víveres. En Manzanillo otras varias casas y un almacén para mieles. Era el patricio verdadero, que sacrificó todo por Cuba.
Francisco Vicente Aguilera visitó cada ciudad de la provincia de Oriente para el alzamiento.
Fue Aguilera, el que convenció a Céspedes para que entrase a formar parte de la conspiración, y así llegó Céspedes a ser parte del Comité Revolucionario, representando a Bayamo. Todos los conspiradores acuerdan hacer el levantamiento para una fecha determinada.
Carlos Manuel de Céspedes, inútil pero ambicioso, para robarle el protagonismo histórico que ya tenía a Francisco Vicente Aguilera, se adelanta en 3 meses sin contar con nadie.
El 10 de octubre, en su quebrado ingenio de La Demajagua, se alza en armas, y al grito de ¡Viva Cuba Libre!, llamado Grito de Yara, proclama la independencia de Cuba y le da la libertad a un puñado de esclavos.
Mas tarde Carlos Manuel se declara jefe de la revolución.
El gobierno colonial no podía confiscar gran cosa a Céspedes, pero si arruinó por completo a Francisco Vicente Aguilera, muriendo en la total miseria.
A raiz de este cuestionamiento historico del por qué Carlos Manuel de Cespedes se adelantó a la fecha acordada, los descendientes de la familia Cespedes se sacaron de la manga un correo y encontraron a un Ismael Céspedes, que curiosamente era sobrino de Carlos Manuel, que ademas, para suerte del ¨padre de la patria¨, era telegrafista en el correo de Bayamo y pasó por sus manos el telegrama que venía del Capitán General Español, que desde la Habana notificaba al gobernador de Bayamo que detuviese a Céspedes por estar conspirando.
El sobrino se lo comunicó a Carlos Manuel, y por ese motivo se alzó en armas sin avisarle a nadie.
Eso no se lo cree, ni el propio Carlos Manuel de Cespedes, un poco mas y le mandan un correo eléctronico.
Los revolucionarios de 1868 convinieron en que Céspedes positivamente se adelantó a Aguilera para llevarse todo el protagonismo, en pocas palabras Céspedes traicionó a Francisco Vicente Aguilera.
Lo que le hizo Cespedes a Francisco Aguilera, quizas sea el primer Golpe de Estado de la Nacionalidad Cubana
Por este y otros motivos, sus ansias constantes de protagonismo, asi como el hecho de querer perpetuarse como Presidente de la Republica en Armas, fue destituido mas tarde.
Estrada Palma admirador y seguidor de Aguilera, fue uno de los que apoyó la destitución, ya que era amigo personal de Francisco Vicente Aguilera.
Otro hecho curioso es cuando es hecho prisionero su hijo Oscar por las tropas españolas.
Los españoles le envían el mensaje a Céspedes que dejarían en libertad a su hijo si renunciaba a continuar la lucha por la Independencia.
Céspedes responde:
"Dígale al general Caballero de Rodas que Oscar no es mi único hijo: soy el padre de todos los cubanos que han muerto por la Revolución."
El 3 de junio de 1870, Oscar, era fusilado. Por esa razón los cubanos llaman hoy a Céspedes: Padre de la Patria
Finalmente poco puede querer a su patria aquel que no ama su familia.
Salvando las distancias históricas y las diferencias, Stalin hizo exactamente lo mismo, cuando los Alemanes capturaron a su hijo Yákov Dzhugashvili.
Hitler propuso el canje de su hijo por el Mariscal Friedrich Paulus. Stalin se negó diciendo que no cambiaba Mariscales por Soldados.
Yákov moriría en extrañas circunstancias el 15 de abril de 1943 en un campo de concentración.
A Stalin también despues de esto, se le nombró el "padrecito" de la patria
****************INFORMACIÓN RELACIONADA
Quizás la más notoria de todas las reacciones en contra de Céspedes, la hizo el General Ignacio Agramonte, primo de Ana de Quesada, quien se declaró abiertamente enemigo de Céspedes, escribiéndole una carta a la Cámara el día 26 de Abril de 1870 en la que incitaba a deponer al Presidente.
(Ignacio Agramonte y Loynaz)
A continuación fragmentos de esa carta:
«… ¿Hasta dónde nos llevarán las contemplaciones y la falta de energía de la Cámara de Representantes? ¿Hasta cuándo aparecerá impasible ante tantos abusos? ¿Esperará que Carlos Manuel y sus Secuaces arruinen el país, para proceder con energía?
No parece sino que se quiere acabar con el Camagüey para poder decir luego neciamente, cuando se le haya reducido a la impotencia, que no hace nada, que el enemigo se pasea impunemente en su territorio; y en tanto sus Representantes que conocen el mal, que lo palpan como yo, y como todos, sufren y callan por contemplaciones que se avienen mal con la marcha firme y enérgica que exige toda revolución y la conciencia de todo buen patriota.
Piensen, amigos míos, que contraen responsabilidades ante los hermanos cuya confianza tienen, ante su conciencia y ante la Historia, los Representantes del Camagüey que permiten se les sacrifique en aras de celos mezquinos y de un encono injustificable; y de una vez pongan coto á esa explotación y á esa devastación inmotivada que amenazan hundir el país y la Revolución»
De V. V. de corazón. — Ignacio Agramonte y Loynaz.
Quemado de Cubilas, Mayo 21 de 1870
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POEMA “10 DE OCTUBRE”Por Alfredo M. Cepero
A Chea Pedroso de Garcia-Beltrán, inspiración y estímulo en la lucha.
mientras con ceño fruncido los observa el amo.
Las cañas como índices apuntan hacia el cielo
y lánguidas se inclinan para que pase el viento.
Los bueyes, gastrónomos con aires de filósofos griegos,
esconden su ignorancia detrás de su silencio.
Es octubre, y muy pronto vendra la molienda de enero,
donde el dulce guarapo de la caña cubana
se mezclara con el agrio sudor de los negros
para darse en azúcar rubia o mulata.
La hija del vientre sonoro y doloroso del ingenio
que será de todos los productos la mas democrática,
pués llegará tanto a la mesa del proletario como del aristócrata.
De pronto, el amo se levanta,
y hasta el péndulo se detiene
en el reloj de La Demajagua.
Carlos Manuel como César
tiene su suerte echada.
Ha llegado la hora
de engendrar a la patria.
De que el amo y el siervo
en la Cuba del azúcar, del café y de las palmas,
unan fuerza y talentos
en el cultivo de los valores del alma.
Esta vez la campana ha sonado
sin la austeridad del llamado al trabajo,
y Céspedes no puede evitar un temblor en los labios
cuando al esclavo lo llama soldado.
Porque el sabe muy bien, que para el inepto,
mas que bendición, la libertad es carga.
Y que de nada vale la igualdad proclamada
si no se le rubrica con sangre en la batalla.
Marchan por fin los hombres, hijos todos del miedo,
jurándose uno a otro que, por Cuba, morir es vivir,
como dice en su himno Perucho Figueredo.
Van hacia Bayamo, la ciudad empinada,
que muy pronto sabrá de la tea y la llama.
La ciudad donde Cuba prefirió ser cenizas
que tesoro violado por foránea avaricia.
Las tropas españolas se van como crepúsculos
y entran las cubanas como amaneceres.
Los hombres han sentido endurecer sus músculos
y hay mares desbordados en ojos de mujeres.
La iglesia esta repleta de velos y banderas,
de música, de himnos, de rezos y promesas,
porque nadie sospecha que esta victoria ingente
será solo presagio de derrota inminente.
Y llegan las noticias de columnas qu.e avanzan
para imponer sobre Bayamo la corona de España.
Leones de Castilla, de Galicia y Navarra,
que conocen del invierno y la batalla,
que donde ponen el ojo saben poner la bala;
pero que no conciben pueda haber otra patria
que las montañas gallegas o la llanura castellana.
Carlos Manuel de Céspedes se aleja
dejando tras de sí una elocuente hoguera,
que habla de un pueblo para el cual la riqueza
no puede ser medida ni pesada en materia.
Bayamo con su incendio
ilumina distintos lugares y tiempos.
Es la esperanza de ayer, de hoy y de mañana,
de que aunque duerme,
es férrea de voluntad cubana
de sacrificar familia, bienestar y dinero
para alimentar la hoguera del amor a la patria.
Etiquetas: Alfredo Cepero, carlos manuel de céspedes, crítica, cuba, España, General, grito de yara, guerra, Ignacio Agramonte, independencia, Juan Prim, la demajagua, poema. 10 de octubre, valoración
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