Video y artículos sobre La masacre del rio Canímar el 6 de julio de 1980. El barco XX Aniversario, el barco que Fidel Castro ordenó hundir durante el éxodo del Mariel
ErnestoMiami
5 de abril, 2025
El barco que Fidel Castro ordenó hundir durante el éxodo del Mariel. La masacre del rio Canímar
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. Publicado en Baracutey Cubano en julio del 2009 -
y uno tenia un arma), que el "yate" pusiera rumbo a los EE.UU. En esta decisión de escapar de Cuba, también los acompañaba Roberto Calveiro de 15 años de edad. Otro joven que estaba en el plan a última hora decidió no participar en el escape. (Debido al hermetismo que siempre ha adoptado el régimen comunista cuando algo no le conviene, se desconoce si otros ocupantes excursionistas estaban en el plan).
El 11 de septiembre de ese año 1985. el periodista Tomás Regalado que en ese tiempo trabajaba para el periódico en español del Miami Herald, saca un articulo titulado "Más para Radio Martí", de donde tomamos los siguientes párrafos:APORTES AL GENOCIDIO
Por Norberto Fuentes
El 6 de julio de 1980, el barco de río «XX Aniversario» salió del centro turístico Canímar Abajo, situado en las márgenes del río Canímar, en Matanzas, con más de 60 pasajeros. Sergio Aguila Yanes, de 19 años, sargento en el ejército cubano, recl
utó a su hermano menor Silvio y a sus amigos Roberto y Humberto, y juntos habían planeado la fuga. Cuando el barco se alejó de los muelles, sacaron sus armas e intentaron tomar por sorpresa a los guardias. No pudieron y cuando uno de los guardias sacó la pistola, Sergio disparó primero y lo hirió. Pronto el barco estuvo bajo control de los muchachos, que ordenaron a su capitán que se desviara hacia hacia los Estados Unidos.( El autor y Fidel Castro; foto posteada por el blogguista )
El informe del tiroteo no tardó en llegar a Julián Rizo Alvarez, primer secretario del Partido en Matanzas, que inmediatamente convirtió un restaurante local en puesto de mando con teléfonos directos a la oficina central del Partido y a Fidel Castro, que le dio órdenes explícitas de que no se podía permitir que el barco se escapara. Fidel Castro subrayó a Rizo Alvarez «que pase lo que pase». Rizo despachó enseguida varias lanchas torpederas para que detuvieran el «XX Aniversario». Los barcos de guerra, más pequeños y más rápidos, se acercaron al barco e insistieron en que pararan y regresaran a Cuba. Los muchachos decidieron no obedecer las demandas del gobierno y siguieron hacia el norte. Después de que le notificaron por radio que las torpederas no podrían detener al «XX Aniversario», Rizo tomó una decisión. «Las órdenes fueron no permitir que el barco saliera de Cuba, aunque eso significara hundirlo». Como si supieran lo que iba a ocurrir, algunos de los pasajeros levantaron a sus hijos rogando a los barcos del gobierno que no dispararan. Rizo dio la orden de disparar y comenzó la masacre de los hombres, mujeres y niños que estaban a bordo del «XX Aniversario».
A pesar de que había dos barcos completamente armados atacando al «XX Aniversario» y a sus pasajeros, Rizo despachó otro patrullero más fuertemente armado y a un avión que empezó a circular encima. Los pilotos del avión empezaron el ataque justo antes de que el barco de río
saliera de las aguas cubanas. Después que el avión hizo dos pases mortales, el barco estaba aún milagrosamente a flote, aunque sólo capaz de navegar en círculo. Para entonces, casi la mitad de sus sesenta pasajeros estaban ya muertos o heridos. Cuando se dio cuenta de las repercusiones internacionales que habría si el «XX Aniversario» se escapaba, Rizo tomó el mando del enorme «23 de Mayo» y le ordenó que interceptara y hundiera el barco de río, mucho más pequeño. La tripulación del «23 de Mayo» llevaron a cabo las órdenes de hundir el barco, embistiéndolo por el medio. Buscando su seguridad, Sergio había llevado a todas las mujeres y niños a la bodega para que estuvieran fuera del alcance de las balas. Aunque el primer golpe no hizo mucho daño al barco, las mujeres y los niños, ahora atrapados abajo, empezaron a gritar histéricamente. Segundos más tarde, el «23 de Mayo» embistió por segunda vez al barco y casi lo partió en dos. Al empezar a llenarse de agua el «XX Aniversario», Sergio le dijo a Roberto, el amigo de dieciséis años: «Perdóname, Papito» y fue a la cabina. Entre los frenéticos gritos de las mujeres y los niños de la bodega, Sergio sacó la pistola y le gritó a Roberto: «Los comunistas no me cogerán vivo nunca». Dirigió la pistola a la sien y se mató.Roberto Calveiro aún recuerda que las aguas se enrojecieron alrededor de los cuerpos de los hombres, mujeres y niños balaceados. También fue testigo del ahogamiento de los que sobrevivieron la matanza inicial pero que no pudieron soportar la fuerza del mar y se hundieron sin volver a salir más. El propio Calveiro saltó al agua y empezó a nadar, pero cuando los patrulleros lo vieron le empezaron a disparar. Más tarde, cuando fue recogido en el mar por el cabello y golpeado en un patrullero, los guardafronteras que le dispararon le confesaron: «Chico, no sé cómo pudiste sobrevivir con todas las balas que te disparé». Cuando llegaron al fin a la costa, los guardias le dijeron a Roberto que se echara a correr. Roberto se negó, sabiendo bien que le dispararían. Aunque había salvado la vida, le esperaban muchas otras experiencias al muchacho de 16 años en los próximos doce años, que pasó en una cárcel cubana.
El régimen rescató sólo 11 de los cadáveres de los casi cuatro docenas de hombres, mujeres y niños masacrados ese día. El gobierno no le dio ninguna explicación a las familias de los desaparecidos, solo que habían muerto en el mar durante el «secuestro» de un barco. El gobierno no permitió entierros comunes. Antes de permitir a los diez sobrevivientes que regresaran a casa, les ordenaron no hablar con nadie sobre el incidente y no reunirse en grupos en que hubiera más de dos de ellos presentes. Durante los próximos dos años, tuvieron agentes del gobierno estacionados para monitorear sus actividades, mientras intentaban sobornar a los familiares de las víctimas, así como a los sobrevivientes, dándoles televisores, refrigeradores y otros equipos usualmente reservados para altos funcionarios del gobierno. "
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LA MASACRE DEL RÍO CANÍMAR.
A poca distancia de las playas de Varadero, el 6 de julio de 1980, tres jóvenes secuestraron una embarcación con capacidad para casi 100 pasajeros, el "XX Aniversario", que hacía excursiones en ese río.
Los hermanos Silvio y Sergio Águila Yanes, de 18 y 19 años, junto con Ramón Cabeiro, de 15 años, se apoderaron del barco con la intención de huir de Cuba rumbo a los Estados Unidos. Sergio, que cumplía el servicio militar obligatorio, había sustraído armas de fuego para la operación.
Al apoderarse de la embarcación, los jóvenes gritaron "A Miami" en medio de los gritos de aprobación por parte de muchos de los sorprendidos pasajeros. Uno de los guardias de seguridad resistió, disparando contra los jóvenes. Quedó herido cuando éstos devolvieron el fuego. Preocupados
por su estado, los jóvenes lo colocaron en un botecito para que regresara a tierra junto con otro pasajero que tampoco quería irse. El "XX Aniversario" se dirigió hacia el mar mientras los otros dos llegaban a tierra y alertaban a las autoridades.Julián Rizo Álvarez, secretario del partido comunista de la provincia de Matanzas, se hizo cargo de la persecución. Según cuenta en su libro "Los Hijos del Enemigo" el escritor Norberto Fuentes, excolaborador de Fidel Castro, Rizo convirtió un restaurante local en puesto de mando con teléfonos directos a la oficina central del Partido y a Fidel Castro, que le dió órdenes explícitas de que no se podía permitir que el barco se escapara “bajo ninguna circunstancia”. Despachó dos lanchas rápidas de la patrulla de la Marina con órdenes de evitar la fuga y hundir la embarcación si fuera necesario. Las lanchas patrulleras abrieron fuego contra el "XX Aniversario" y los jóvenes respondieron. Como resultaba difícil hundir la embarcación, que estaba hecha de fibra de cemento, las patrullas se retiraron. En cubierta quedaron varios pasajeros muertos y heridos. Entonces, un avión de la Fuerza Aérea sobrevoló la nave. Algunos padres cargaron en alto a sus hijos con la esperanza de evitar un ataque, pero éste regresó y abrió fuego, hiriendo y matando a más personas.
Apareció entonces un enorme barco, de uso industrial, que embistió el "XX Aniversario". Poco antes de llegar a las aguas internacionales, los agresores lograron hundirlo y continuaron disparando contra los sobrevivientes que habían caído al mar, repleto de tiburones atraídos por la sangre. Silvio Águila Yanes se tiró al agua para ayudar a los sobrevivientes que se estaban ahogando. Según las informaciones recopiladas, sólo llegaron a tierra diez sobrevivientes.
Hay dudas sobre la suerte que corrió Sergio Águila. Según Norberto Fuentes, se suicidó después de gritar: "Los comunistas no me cogerán vivo nunca". Sin embargo, otras fuentes aseguran que la tripulación de las lanchas de la Marina lo sacó del agua, posiblemente con vida aún. Silvio Águila y Ramón Cabeiro recibieron una sentencia de 30 años de cárcel. Cumplieron una larga condena en la cárcel habanera Combinado del Este, donde testigos informaron que se les sometió a tortura con drogas psicotrópicas. Con el tiempo ambos fueron puestos en libertad y viven ahora en el exilio. Otros tres jóvenes que sabían del plan o ayudaron a planificar la fuga recibieron sentencias de dos a tres años de cárcel. Además, a los cinco jóvenes se les confiscó todos sus bienes.
La dictadura cubana alega que el hundimiento fué un "accidente" que ocurrió cuando la embarcación chocó con el barco más grande debido a la fuerza del oleaje. No se sabe si se recuperaron cadáveres, ya que ninguno fué devuelto a los familiares.
Murieron 56 personas, pero nunca hubo una declaración oficial sobre el número de víctimas. Entre los niños asesinados se encuentran Lilián González López, de 3 años, Marisol Martínez Aragonés, de 17, Osmanly Rosales Valdés, de 9, y Marisel San Juan Aragonés, de 11.
A los sobrevivientes se les ordenó guardar silencio y se les prohibió reunirse, bajo amenaza de someterlos a juicio como cómplices del secuestro. Por años, los agentes de la seguridad del estado vigilaron sus actividades, mientras se les ofrecían televisores y otros electrodomésticos generalmente reservados para altos funcionarios del gobierno.
ASESINOS !!!
( tomado del sitio: http://www.lanuevacuba.com/canimar.html )
Juan J. Dominguez Alfonso
Vicente Fleitas Cabrera
Onelia Quintana Cremales
Delio B. Gomez Gonzalez
Mirta de Armas Naranjo
Osmani Rosales Valdes
Marisel San Juan Aragones
Marisol Martinez Aragones
Jose R. San Juan Luis
Sergio Aguila Yanes
Luis Espinosa Elias
Lilian de la C. Gonzalez Lopez
Por Lionel Rodriguez de la Torre
(CM)La embarcación turística "XX Aniversario", de dos pisos y construida de ferrocemento, salió desde el muelle bajo el puente de la Vía Blanca para su recorrido por el rió Canimar en Matanzas, Cuba, con unos 50 pasajeros, muchos de ellos niños que, con sus padres y familiares, festejaban el fin de las clases.
La nave, custodiada por un miliciano, navegaba por entre los bosques que siglos antes habitaban indios al mando del cacique "Caneymar". Sobre una colina, un sencillo monumento recuerda el sitio de un encuentro a tiros en que murieron el líder nacionalista Antonio Guiteras y uno de los soldados que le perseguían. El final , de la ruta, conocida como "la estrechura", lo marca un frondoso e improvisado parquecito donde subieron al barco dos miembros del Servicio Militar Obligatorio (SMO), los hermanos Sergio y Silvio Aguila Yanes, de 19 y 18 años de edad respectivamente, quienes portaban sendas "jabas" o bolsas dentro de las cuales ocultaban fusiles automáticos sovieticos AKM a los que habían quitado las culatas para hacerlos mas cortos, dos bayonetas, once cargadores de bala, una brújula y cuatro luces de bengala. Aparentemente contaban con el apoyo de tres pasajeros, dos hombres y una mujer.
El buque inició su retorno y los dos jóvenes precipitaron la acción que habían planeado, sacaron de las bolsas sus AKM y conminaron al timonel a salir a la bahía y poner proa al mar, rumbo a Estados Unidos. El miliciano resistió y recibió un balazo mortal en el pecho. Los ingenuos asaltantes permitieron que el guardia fuese llevado a la orilla en un bote auxiliar de la nave y eso sirvió para dar la alarma prematura a los milicianos del muelle que pidieron refuerzos y comenzaron a disparar. En ese momento el Partido Comunista de Matanzas celebraba una reunión de la que participaban su Secretario General, Julian Rizo Alvarez y el Jefe del Ministerio del Interior, Mayor Romelio Perez León quienes al ser informados fueron a la desembocadura del rió y aun sabiendo que la nava llevaba una carga inocente de muchos escolares, ordenaron a sus esbirros "Hagan todo lo necesario para que no puedan salir de la bahía".
Lanchas patrulleras y un pequeño avión se unieron a la cacería agregando sus disparos a los que se hacían desde tierra, ante los azorados ojos de bañistas y transeúntes. Rizo ordenó que una nave dragonera de casco de acero que por allí trabajaba fuera lanzada contra la endeble ferrocemento.Dentro de la "XX Aniversario" todo era pánico, los padres trataban de proteger a sus hijos que lloraban, algunos viajeros querían que la fuga se consumara, otros clamaban por piedad, varios se lanzaron al mar o intentaban bajar al fondo del buque que finalmente fue embestido y partido en dos por la arenera.
-Cuantos murieron?Tal vez se sepa cuando Cuba sea libre. Un acta oficial (copia de la cual pude ver) cita como muertos a: Sergio Aguila Yanes (uno de los secuestradores), Mirta de Armas Naranjo, Onelia Quintana, Delio Gomez Gonzalez, Juan Dominguez Alfonso, Vicente Fleitas Cabrera, José San Juan y su hija Marisel San Juan, de 11 años de edad, Osmani Rosales, de 9 años; Marisol Martinez ,17;Lilian Gonzalez Lopez, de solo tres años. Los testigos hablan de muchos desaparecidos y once supervivientes.
Los cadáveres recuperados fueron entregados a sus familiares con ordenes severas de "velorio discreto" en las únicas dos funerarias de la ciudad y entierro rápido. El féretro con el miliciano muerto, por el contrario, fue paseado por la ciudad como "un héroe". El libelo local solo habló del "combatiente" y no se refirió a la matanza. Un parte oficial daba cuenta del arresto " de los secuestradores", que fueron acusados de "piratería" y otros cargos. La sentencia si fue ampliamente divulgada. Fueron condenados los jovencitos Silvio Aguila Llanes y Roberto Calbeiro León a 30 años de prisión, Humberto Martinez Rosabal a 15, Rey Angel Lorenzo a tres y Mercedes de la Caridad Cervera Llanes a dos años. Mercedes logró después llegar a Florida.
Fonte: PenhadeCuba
penhadecuba@googlegroups.com
Etiquetas: bahía de Matanzas, barco, canal, cuba, del Mariel, Ernestomiami, éxodo, fidel castro, hundir, masacre, matanzas, órdenes, Partido Comunista, PCC, río canimar, secuestro, SMO, XX Aniversario










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