jueves, noviembre 11, 2021

La Conferencia de Obispos Católicos de Cuba llama a evitar la violencia y a permitir que todos sean escuchados

 Tomado de https://diariodecuba.com/

La Conferencia de Obispos Católicos de Cuba llama a evitar la violencia y a permitir que todos sean escuchados

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Ante el 15N, advierten que urge 'un proyecto de nación que involucre y motive a todos; que tenga en cuenta las diferencias, sin exclusiones ni marginaciones'.

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DDC

La Habana

11 noviembre 2021

La Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC) llamó a evitar la violencia en el país y a favorecer un clima donde cada cubano pueda expresarse sin ser marginado, ante la inminencia de la Marcha Cívica por el Cambio en Cuba y el aumento del clima represivo en vísperas del 15 de noviembre.

En un mensaje divulgado por las autoridades de la Iglesia Católica de la Isla en su sitio oficial, los obispos advirtieron que notan "el aumento de un clima de tensión y confrontación que no es saludable ni beneficia a nadie".

"Cualquier acto de violencia entre nosotros, ya sea física, verbal o sicológica, hiere gravemente el alma de la nación cubana y contribuye todavía más al pesar, al sufrimiento y a la tristeza de nuestras familias. Un alma herida no está en condiciones de construir un futuro de esperanza. La violencia contradice la voluntad de Dios", subrayaron.

Los jerarcas de la Iglesia señalaron que "toda persona merece estima y reconocimiento de su dignidad, por su condición de ser humano e hijo de Dios, por ser ciudadano libre, sujeto de derechos y deberes. En consecuencia, todo cubano debería poder expresar y compartir libremente y con respeto, sus opiniones personales, su pensamiento o sus convicciones, incluso cuando disienta de la mayoría".

"Consideramos que urge, cada vez más, la implicación de los cubanos en un proyecto de nación que involucre y motive a todos; que tenga en cuenta las diferencias, sin exclusiones ni marginaciones".

"Pensamos que hace falta implementar mecanismos donde, sin temor a intimidación y represalias, toda persona pueda ser escuchada y se encaucen las insatisfacciones ante las duras realidades cotidianas que agobian a tantos, especialmente a los más empobrecidos y vulnerables", indicaron.

Para la COCC es "imprescindible la implementación de los cambios necesarios, tan largamente deseados, que favorezcan una vida digna y feliz para todos los hijos, aquí, en esta tierra nuestra". 

"¡Cuánto agradecerían tantas familias cubanas y la misma Iglesia, y cuánto disminuiría la tensión social, si hubiese un gesto de indulgencia para los que aún permanecen detenidos por los acontecimientos del pasado verano!", señalaron, en referencia a los cientos de detenidos y encarcelados, algunos de ellos con sanciones de más de 20 años, por manifestarse el pasado 11 de julio. 

"Una vez más exhortamos a todos a que no escatimemos esfuerzos para que se allanen los caminos del entendimiento, la reconciliación y la paz; de tal modo que las diversas propuestas sobre el destino presente y futuro de nuestro país, encuentren un ámbito de cordura, tolerancia y concordia, y se establezca un diálogo armónico y civilizado en el cual se puedan encontrar las mejores soluciones a los problemas que nos atañen", finalizaron.

Los obispos calificaron el momento actual como una "hora difícil de la historia de nuestra nación" y se encomendaron a la Virgen de la Caridad del Cobre, Madre y Patrona de Cuba, "para que la luz que brota de la paz y del amor, prevalezca sobre los nubarrones del odio y de la enemistad". 

Hace apenas horas, un grupo de sacerdotes católicos cubanos publicaron una carta a favor de la paz y la no violencia ante la próxima Marcha Cívica por el Cambio. También Sor Nadieska Almeida Miguel, superiora de las Hijas de la Caridad en Cuba, suplicó a las autoridades por el fin de la violencia. Ambas misivas fueron publicadas en la página de Facebook Areópago Cubano: Pensamiento Social de Inspiración Cristiana.

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CARTA DE LA COCC

A las autoridades civiles y militares.

A los miembros de la Policía Nacional Revolucionaria.

A los miembros de la Seguridad del Estado.

A todos aquellos que en estos días han sido convocados para reprimir la marcha ciudadana del 15 de  noviembre.

Los que firmamos esta carta somos cubanos, sacerdotes católicos llamados a ser pastores de nuestro pueblo, que queremos sólo el bien de nuestra patria, queremos una Cuba donde reinen la justicia, la libertad y la paz

El 11 de julio miles de cubanos salieron a las calles con un clamor que durante muchos años  fue un grito ahogado: ¡Libertad! Libertad para expresarnos sin ser reprimidos, para que exista una pluralidad política, para ser protagonistas de la marcha y el destino de nuestra tierra. Muchos de ellos fueron golpeados, detenidos, denigrados. Muchos están siendo juzgados y condenados duramente sin haber hecho el mal.

En estos momentos el gobierno está haciendo lo imposible para que la población desista de la  manifestación pacífica programada para el 15 de noviembre. Hay un llamado masivo al enfrentamiento  violento. Hay citaciones y advertencias a muchas personas que han expresado su adhesión a esta convocatoria. Y no estamos de acuerdo con eso, no queremos violencia, rechazamos la orden de combate, los palos entregados en los centros de trabajo, las convocatorias a “ejercicios de defensa”.

Si bien es cierto que ningún cubano debe alzar la mano contra su compatriota por el solo hecho de pensar distinto, mucho menos la policía que por vocación tiene el deber de dar ejemplo de civismo a  toda la población, que existe para cuidar a los ciudadanos y proteger el orden público. 

No queremos volver a ver policías golpeando y maltratando a su propio pueblo. No queremos  que se vuelva a derramar sangre, no queremos volver a escuchar disparos. No, porque ese no es el camino que nos llevará a la Cuba que necesitamos y que todos deseamos. 

No golpees a los manifestantes porque tanto ustedes como ellos viven entre tanta escasez y miseria. No los calumnies como mercenarios, porque tanto ustedes como ellos tienen padres, madres, amigos, conocidos, que lo dieron todo por un ideal y que hoy no tienen nada. No les impidas marchar 

pacíficamente porque tanto ustedes como ellos quieren vivir sin miedo a decir lo que piensan, sin miedo a ser vigilados, sin miedo a “caer en desgracia”. No arrestes a ningún cubano por expresarse en 

paz, por soñar, por sentirse con derecho a vivir en una Cuba de todos, por sentirse con derecho a participar en su construcción.

No reprimas, esta marcha es por ellos y es por ustedes. 

Cuando se escriba lo que sucedió el 15 de noviembre, sólo habrá dos alternativas: hablar de aquellos que fueron convocados a golpear y reprimir pero decidieron proteger y cuidar a sus  compatriotas; o se cuente cómo golpeaste a tu hermano y cómo reprimiste a aquel que estaba reclamando lo que otros muchos añoran.

Les pedimos que sigan siempre la voz de sus conciencias, esa voz que nos dice que el camino no es ni la intolerancia ni la represión. Hazlo por Cuba, por ti, por tus hijos. 

Este 15N elige el respeto, el cuidado, la paz, y no aceptes ninguna invitación a la violencia. Todos somos cubanos, todos hermanos. Demos ejemplo al mundo diciendo sí a la paz, a la  libertad y al civismo. 

Que la Virgen de la Caridad del Cobre, Madre y Patrona de todos los cubanos, interceda por nosotros ante su Hijo Jesucristo; Él es nuestra paz. A sus pies encomendamos los esfuerzos y anhelos de  los que sueñan y trabajan por una Cuba de todos, con todos y para todo.

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1 Comments:

At 1:10 a. m., Anonymous Realpolitik said...

Bueno, por lo menos lucen decentes y no cortesanas zalameras como Ortega.

 

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