viernes, julio 22, 2005

UN LIBRO DE CUBA, DESDE CUBA Y PARA CUBA

UN LIBRO DE CUBA, DESDE CUBA Y PARA CUBA


Por Pedro Pablo Arencibia Cardoso

“ Resucitar para Cuba, para cada cubano, viva donde viva, es sepultar con Cristo el pasado de odio, el presente de fracaso, para dar paso al amanecer luminoso de la vida nueva, de una sociedad nueva, de una convivencia nueva”
Cuba: libertad y responsabilidad. Desafíos y Proyectos. Epílogo

CRÓNICA

En la tarde del miércoles 27 de abril del presente año, en la madrileña sede de la Fundación Hispano Cubana (FHC) y ante una nutrida concurrencia se llevó a cabo el lanzamiento del libro “Cuba: libertad y responsabilidad. Desafíos y Proyectos” del destacado laico católico cubano Dagoberto Valdés Hernández, miembro del Pontificio Consejo Justicia y Paz, director del Centro de Formación Cívica y Religiosa (CFCR) de Pinar del Río, de la revista Vitral y miembro de la directiva del Instituto de Estudios Cubanos (IEC).

En la mesa de presentación del mencionado libro se encontraban los señores D. Guillermo Gortazar, la Dra. Marta Frayde y D. Jesús Gracia. El público básicamente estaba conformado por cubanos llegados al exilio desde 1959 hasta hoy; entre el público asistente se encontraban las señoras Esther Ferro y Neyda Ferro, tía y prima, respectivamente, del señor Dagoberto Valdés.

El acto de presentación comenzó con las palabras de bienvenida de D. Guillermo Gortazar agradeciendo, en nombre de la FHC, la presencia de todos los allí reunidos en un acto más de la FHC en lo que él llamó el ideal común de cubanos y españoles de favorecer la causa de la libertad de Cuba. Después de las palabras de bienvenida, el señor Gortazar dio la palabra a personas que conocen al autor. La primera en hablar fue la Dra. Martha Frayde, exdiplomática y exprisionera del gobierno impuesto en la Isla, que señaló los valores morales tan fundamentados, la capacidad de reflexión y el nivel cultural que posee Dagoberto así como la necesidad que tiene Cuba de muchas personas como él; seguidamente, y dada la presencia entre los asistentes del destacado poeta y periodista Raúl Rivero, el señor Gortazar le pidió al señor Rivero que diera, dado su conocimiento personal, una semblanza de Dagoberto Valdés.


(M. Frayde y el autor con su esposa y Esther Ferro, tía de Dagoberto Valdés)

En la solicitada semblanza Rivero habló del carácter reflexivo, sosegado, lúcido así como la modestia, la prudencia, la picardía cubana y el valor que posee Dagoberto, señalando las duras condiciones bajo las cuales ha tenido que desarrollar su labor, al ser unas veces acosado, otras veces perseguido y en otras tolerado por las autoridades de la Isla. Rivero también abordó la importancia de la revista Vitral, la importancia del Centro de Formación Cívica y Religiosa de Pinar del Río y del decisivo soporte moral y material que diariamente ha dado el Señor Obispo José Siro González Bacallao, Rector del CFCR, para la consecución de los logros obtenidos por esas entidades; Raúl Rivero puntualizó que tampoco nada de lo que se ha hecho por esas entidades hubiera sido posible sin la labor de una persona como Dagoberto Valdés, una persona que dice de si mismo que no es un ratón de sacristía. Finalmente, expresó la suerte que tiene Cuba, dentro de tantas desgracias, de contar con una persona como Dagoberto, Isla dentro de una Isla, para el presente y el futuro de Cuba.

Después de estas palabras tomó la palabra nuevamente D. Guillermo Gortazar. D. Guillermo Gortazar después de narrar su primer encuentro con Dagoberto en Cuba, centró su intervención en destacar la importancia del CFCR de Pinar del Río, el cual calificó como escuela de convivencia y de “isla de libertad” dentro del ámbito cubano, que le recordaba las comunidades cristianas de base que conoció en Madrid entre 1970 y 1975 bajo la dictadura franquista. El señor Gortazar expresó que estaba persuadido de que de ese centro surgirían políticos de gran influencia el día de mañana por ser una auténtica escuela de liderazgo político, de debate y de respeto al adversario de diversas ideologías; al concluir sus palabras, le pasó la palabra al presentador del libro.

D. Jesús Gracia comenzó su intervención mostrando su alegría por la presencia de Blanca Reyes, esposa de Raúl Rivero, y cuya persona asociaba con el CFCR de Pinar del Río, calificando la labor de dicho centro como lucha genuina, moral, ética, personal, desinteresada, a veces casi apolítica. Antes de comenzar propiamente la presentación del libro, el señor Gracia aclaró que Dagoberto le había pedido que en la presentación del libro no hablara de su persona, que hablara de Cuba, pero que no obstante él no podía resistirse a decir dos cosas sobre Dagoberto; los dos comentarios estuvieron relacionados de cuando, cómo y porqué se conocieron y de la relación que estrecharon después de la congelación de relaciones con las embajadas de la Comunidad Europea por parte del gobierno cubano.

La presentación propiamente del libro la comenzó el señor Gracia expresando que básicamente el libro lo conformaban artículos de Dagoberto aparecidos en la revista Vitral y algunas conferencias impartidas por el autor; señaló que el libro tiene muchos méritos al ser un testimonio de una Cuba que no se rinde, de una Cuba que quiere expresarse y de una Cuba que lo hace con educación, con respeto, con sensibilidad, sin estridencias pero con la firmeza de quien tiene unas convicciones que expresar.

Una buena parte del tiempo de la presentación se utilizó en mostrar porqué ese libro de Cuba y para Cuba, era el libro de un comunicador, de un educador y de un pensador y sobre que base se realizó su estructuración. El presentador se detuvo en comentar los artículos: “¿De quién es la Calle?”, “Algo se mueve en Cuba” y el Epílogo titulado “La resurrección de Cuba” , en uno de los cuales habló un tanto en broma del espíritu bolchevique de Dagoberto al plantear su fe en lo que los que hemos trabajado cercanamente con el CFCR de Pinar del Río, y su revista Vitral, llamamos “la fuerza de lo pequeño”, tan magistralmente expuesto y llevado a la práctica social por el entonces opositor checo Vaclac Havel.

Después de terminada la presentación del libro, y gracias a la labor del periodista pinareño Enrique Dausá (de muy larga estancia en el exilio cubano), se oyó la grabación de Dagoberto Valdés desde Cuba agradeciendo al Embajador Gracia su gentileza por haber presentado el libro, también agradeció a todos los presentes sus esfuerzos para estar en la presentación. Finalmente Dagoberto Valdés expresó: “...estamos en Comunión, en unidad de intereses y esperanzas porque Cuba es una sola, la de la Isla y la de todas las orillas donde trabajamos para que el futuro de Cuba sea un futuro de libertad y responsabilidad”.

La persona que escribe esta crónica, y después de finalizada la presentación del libro, se acercó a su Excelencia y le preguntó si tenía algunas palabras para los integrantes del CFCR y de la revista Vitral; las palabras de respuesta de su Excelencia fueron de ánimo y de estímulo para que continuaran desarrollando la importante labor que hasta ahora han realizado por Cuba .

OPINIÓN

La opinión de este improvisado reportero, es que en general, D. Jesús Gracia, quien fuera Embajador de España en Cuba hasta hace relativamente poco tiempo, realizó la presentación del mencionado texto con la sobriedad, el respeto y la moderación que caracterizan a aquellos que han ejercido durante años la carrera diplomática. El ya no estar ejerciendo funciones diplomáticas en la Isla, el estar ahora en España y no en Cuba y el estar ante un colectivo dispuesto a oír un lenguaje más duro y condenatorio hacia los principales responsables de la tragedia cubana, no hicieron que su Excelencia durante la presentación cayera en la trampa de la exageración, la ofensa y el desatino. El presentador no provocó un inapropiado desbordamiento del carácter político de la actividad con relación a los aspectos culturales y sociales de la misma, pese a que el libro presentado contiene una evidente carga política, en el sentido etimológico de la palabra, la cual es abordada y desarrollada en el libro desde el punto de vista de la ética cristiana.

Podemos decir, utilizando una expresión del lenguaje bíblico, que en su mesurada ( pero no menguada) exposición, la condena a esos principales responsables se hizo presente por añadidura. De haber realizado el señor Gracia la presentación del libro de otra manera, hubiera traicionado la letra y el espíritu del libro. Considero que la selección de quién sería el presentador no pudo ser mejor.

El personal diplomático de todo Estado, al ser también en cierto sentido la representación de su pueblo, tiene la responsabilidad de estrechar las relaciones no solamente con el gobierno del país o Estado donde están desempeñando sus funciones ( su misión fundamental) sino también la responsabilidad de estrechar las relaciones entre ambos pueblos, mediante los contactos con los diferentes segmentos sociales, económicos y políticos que conforman la población de ese país. Su Excelencia dio muestras convincentes que esa responsabilidad la asumió a cabalidad, pues no sólo tenía un pleno conocimiento del contenido del libro, sino también de las causas y las condiciones que han hecho a ese libro un texto, más que necesario, imprescindible para entender el largo presente cubano y sobre todo para mostrar el único camino que nos puede llevar a la resurrección de Cuba como patria y hogar de todos los cubanos: el ejercicio de una libertad responsable.

NOTA (Esta crónica fue podada por personal de la revista VITRAL y publicada en el número 67 de Vitral en Internet http://www.vitral.org , sin la firma de ningún autor)